Caminaba a paso lento, extremadamente lento en realidad, casi hasta el punto de que la pesadez de sus pies hacían que los arrastrará por donde pasará, dejando en su caminó, un rastro tierra que había marcado con la suela de sus zapatos, el suspiro que escapó de sus labios fué casi inaudible, y el aura de tristeza que le rodeaba no le hacía ver en lo absoluto como un hijo del dios del sol.

No tuvo el valor para regresar a ningún lugar, ni a la cabaña 7, tampoco a la de sus novios, donde yacía su verdadero hogar. Se sintió realmente tan inútil e indigno de tenerlos. Sabía que si veía sus caras terminaría por desmoronarse. Y Will no quería llorar, se embriagaría en aquella soledad sintiendo el amargo sentimiento carcomiendo poco a poco su corazón hasta dejarle sin nada. Respirar aire, cuando por su culpa y de su inútil presencia no pudo salvar a alguien a quien le habían confiado.

Will se estremeció al sentarse frente al lago, abrazando con fuerza sus piernas, una vez se había asegurado de que nadie podía verle llorar, se mordió el labio, maldiciéndose de tantas formas diferentes. Al menos por un rato pensaría, dejaría que su mente le jugara una mala pasada y sin la compañía de sus novios para decirle lo contrario, maldijo nuevamente su existencia.

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Mientras tanto, en la cabaña de Poseidón, los novios del rubio hijo de Apolo, ya estaban enterados de la situación al mínimo detalle en realidad, Nico les había explicado a Percy y Jason lo que había escuchado de los propios hermanos de Will. Mostraron iguales grados de preocupación, Nico tenía un tierno ceño fruncido en su rostro, el cual podría decirse que era la cosa más tierna y espeluznante que le habrían visto hacer.

Sin embargo ninguno de los dos estaba dispuesto a pensar en lo tierno que era el hijo de Hades cuando su novio estaba fuera, en alguna parte del campamento, sintiéndose como una completa basura sin remedio e inservible.

–Tenemos que ir a buscarle.—Jason dijo, mientras se cruzaba de brazos, luciendo preocupado. Ansiaba tenerlo entre sus brazos y darle un gran abrazo para no soltarle jamás, protegerlo a el y a el resto de sus novios de todo en aquel mundo, que no traía más que desgracias y sufrimiento.

–No, espera — Percy le retuvo, colocando una de sus manos en el pecho fornido del hijo de Júpiter, manteniéndolo lejos del área de impulsividad en la que estaba entrando. Jasón miro a el hijo de Poseidón a los ojos por un segundo, le molestaba, sin embargo obedeció.—Will necesita pensar, estoy seguro de que no tardará en volver pronto.

–Entonces quieres que nos quedemos aquí con los brazos cruzados?—Nico conocía a Percy, como la palma de su mano, entonces supo incluso antes que Jasón que, quedarse de brazos cruzados no era el caso. Y Jasón vio confundido como ambos pelinegros intercambiaban una sonrisa de complicidad, y de pronto se sintió realmente estúpido.–Prepararé chocolate caliente azul.

Nico al decir aquellas palabras salió de la habitación rumbo a la cocina personal que habían instalado recientemente.

–Chocolate Caliente Azul?—Jasón parecía genuinamente confundido,  Percy sonrió un poco, viéndole con ternura, mientras se acercaba a el muchacho para darle un corto beso en los labios, lo cual hizo que Jasón se relamiera los labios, encantado, confundido, pero no podía quejarse ante las muestras de afecto.–Me vas a decir que tienen en mente?

–Vamos a recibir a Will con todo el amor y cariño que va a necesitar.—le dijo Percy.–Ahora ven, ayúdame a preparar la cama.

Jasón se sonroja al instante. Percy ignoraba por completo los pensamientos que por la mente bastante despierta de Jasón habrán pasado, porque en su cabeza el azabache de ojos verdes estaba completamente centrado en hacer que la noche de Will fuera perfecta, y sabía que harían todo para levantarle el animo,  después de todo, para que estaban los novios?

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Will había perdido la noción del tiempo, sus pensamientos estaban dando vueltas incontrolables, al igual que su cabeza, y como único consuelo se tenía a si mismo, el cual tan sólo se centraba en maldecir su propia incompetencia. Todavía podía sentir sus ojos arder por las lágrimas que se habían escapado sin permiso de ellos y sin parar se hallaban el paso en su cara para no abandonarle en aquel momento.

Pero se tuvo que levantar, luego claro de haberse acercado a el lago para limpiar su cara. Se miró fijamente en su reflejo en el agua, mientras dibujaba su mejor sonrisa, asegurándose de perfeccionarla, asegurándose de que sus observadores novios no notarán nada raro en él.

Ni el mismo se había creído la expresión que vio en si mismo. De hecho se hubiera reído de su lamentable existencia si no fuera por el simple hecho de que sabia que ellos notarían hasta el mas mínimo detalle. Podían leerle perfectamente, a la distancia notan que hay un cabello diferente en su cabellera, o leerían perfectamente cada uno de los pensamientos que le atormentaban si tener Will que decir una palabra.

Conocían cada centímetro de el a la perfección. Física y mentalmente, y estaban realmente muy orgullosos de poder decirlo.

No se comprendía a si mismo. Pues para ser alguien que quería estar solo, parecía tal vez demasiado desesperado por llegar a la cabaña de su novio príncipe del mar, donde estaban todos, esperándole, seguramente lo suficientemente preocupados por la ausencia de Will hasta altas horas de la noche. Seguramente Jason estaría dando vueltas nerviosamente buscando en su mente mil lugares en los que podría estar y batallando con Percy por saber a donde van a ir a buscarle.

Will no merecía ser consolado. No necesitaba amor y comprensión luego de no haber podido salvar una vida. No debería tener el perdón de nadie luego de eso. Pero al mismo tiempo...Jamás se le había visto tan desesperado por ser ayudado.

Les necesitaba.

Al llegar, deslizo la puerta silenciosamente, casi deseando no ser escuchado, temeroso de que lo vieran en tal estado tan lamentable, era inevitable sentir pena inmediatamente, al momento de cruzar la puerta y sentir el peso del mundo en sus hombros de tal manera que se vio expresada de alguna forma en su postura, la cual se tensó al segundo de mirar hacia el frente y encontrarse con dos pares de ojos para nada idénticos, mirándole fijamente.

Y como Will conocía tan bien, podía decir sin temor a equivocarse que habían estado un buen rato parados a unos metros de la puerta, como el par de idiotas que son, esperando que el hijo de Apolo llegara. 

Un rubio sexy, que le sonreía dulcemente, su cicatriz en sus labios, aquellos que tanto disfrutaba besar, probarlos y reclamarlos siempre que tenia la oportunidad. No tenia sus lentes, posiblemente los había abandonado en la mesa junto a la cama, con o sin ellos se veía siempre tan increíble. Su cabello rubio caía en su frente, estaba sudando ligeramente, analizo a detalle sus brazos descubiertos, no quedaba nada a a la imaginación, pues tan solo traía una camiseta sin mangas que se ajustaba perfectamente a su trabajado tórax.

Deseo correr hacia el y enterrarse en esos brazos para sentirse seguro

Su Jason.

Junto a el estaba un precioso azabache, profundos y brillantes ojos verdes, que derrochaban alegría, cierto toque de inocencia y como Will le encantaba verlos durante horas, había incluso percibido que tenia una mínima de picardía, que nacía en aquellas competencias que entre inocentes besos llegaban a algo mucho mas divertido en la cama. Piel semi bronceada, y cuerpo de muerte, jodidamente escultural. Este le regaló una sonrisa igualmente, una muy diferente a la de Jason una que solo alguien como Percy podía darle. Se pregunto si era muy egoísta querer abrazarle hasta la muerte y olvidarse del resto.

–Hey pecas.—Jason fue el primero en saludarle, se rasco distraídamente la nuca, mientras parecía detenerse a meditar que debía decir a continuación, sabia que no quería lastimarle, y siendo ya previamente conocedor de la situación, tenia miedo de empeorarlo con sus palabras. Jason tenia cierto miedo a lastimar a cualquiera de ellos.—Te estábamos esperando.

—De hecho, si no llegabas en 3 minutos, iba a buscarte yo mismo.—Percy aprovecho de dar a conocer su presencia, mientras miraba a Will fijamente, y el hijo de Apolo fue tan incapaz de esquivar la mirada.

Sus piernas se movieron solas. 

Antes de que su propio peso le traicionara, Will caminó tan rápidamente que incluso pareció sorprendido, pero Jason y Percy parecieron leer cada uno de sus movimientos y incluso ya le estaban esperando para recibir a Will antes de este lanzarse en sus brazos. El hijo de Júpiter a la derecha y Percy a la izquierda, Jason le sujetó de la cintura mientras que Percy le abrazó rápidamente. Entendían a la perfección, de hecho Will no tuvo que decir palabra alguna.

Jason le estabilizó rápidamente, aunque tan solo por un segundo, pues Percy se separó de ellos, para permitirle a el rubio cargar a el hijo de Apolo entre sus brazos y no tardaron en llegar a el cuarto principal, donde la gran cama les estaba esperando, Will pudo notar el aroma familiar a Percy, rodeaba cada parte de la habitación, y aun en brazos de Jason pudo sentir toda fuerza de voluntad caer en picada en el segundo en que vio la cama.

Estaba ordenada, pudo distinguir el aroma a un perfume familiar, era de Nico posiblemente había estado en el lugar no hace mucho rato. Las almohadas perfectamente acomodadas en la cama, en la gran cama lo suficientemente grande para que todos ellos entraran en ella a la hora de dormir acurrucados. Will fue dejado en la cama tan suavemente por Jason, que por un instante tardo en asimilar que ya no se encontraba en los brazos de su novio. No en su lugar, era el centro de dos pares de miradas.

No estaba seguro si eso le resultaba placentero o hasta incomodo, pero no tenia la fuerza mental suficiente para quejarse.

—No hace falta que digas nada, rayo solar, lo sabemos, créeme que no estamos aquí para animarte con palabras simples.—La voz de Percy era tan suave, tan encantadora, tan atrayente, lograba que sus pesados sentimientos agitaran sus pensamientos de nuevo, una tormenta silenciosa en su interior. El hijo de Poseidón parecía entender y sin mirar antes por un segundo a Jason, se colocó silenciosamente a espaldas de Will, y sin esperar permiso, le abrazó suavemente, colocando la cabeza de Will en su pecho, mientras se dedicaba a a acariciar lentamente los hombros de el hijo de Apolo.—Lo sabemos.

Jason no dijo nada, en su lugar paso a encorvarse cerca de Will, mirándole preocupado, casi suplicante, para luego darle un largo beso. Mientras tomaba a Will de las mejillas, acariciándolas suavemente. La humedad salía de los ojos de Solace, sus malditas lagrimas le estaban traicionando. Eso no detuvo a ninguno, el hijo de Júpiter se separó  luego de un largo maravilloso, colmándole de besos y caricias, este admiro el rostro sollozante de Will.

Imagino que se debía ver lamentable.

Ni Percy ni Jason pensaban igual.

El hijo del dios del mar, atrajo la cara de Will para también darle su pequeña dosis de besos y afecto de su parte. A diferencia de los de Jason, lo besos con Percy solían ser mas salvajes, era un gran besador, Percy le beso, lentamente, las lagrimas no se habían detenido, pero no le molestaban ya, pues no tenia mucho tiempo para preocuparse por aquello, no cuando estaban ellos. Podía ser sincero.

—Ya han empezado? Y sin mi?—Una voz le trajo a la realidad, ya que el beso y las caricias cortas y amorosas le habían llevado a un mundo no tan lamentable. Nico se asoma, luciendo inexpresivo, pero por sobre esa mascará de preocupación y alegría al mismo tiempo, al ver que Will no se encontraba ya tan mal, Percy y Jason siempre hacían un buen trabajo cuando se trataba de levantar el animo.—Will, amor, es bueno verte aquí, te hice chocolate, Percy pidió desesperadamente que fuera azul porque según el, el azul levantaba el animo.

Nico le extendió una taza humeante de chocolate caliente, azul como estaba dicho, olía tan bien, Nico le había puesto mucho empeño. Unas renovadas ganas de llorar le invadieron.

—El azul siempre va hacer sentir mejor a cualquiera.

—Percy puedes callarte y dejarme saludar como es debido a mi novio? Muchas gracias—Le regaño Nico, mientras se acercaba a Will para darle también un beso de bienvenida.—Recibirás un masaje y veremos una película cursi si quieres.

—O dormir. Suena tentador también

—Podemos tomar un baño antes? Me duelen cada uno de mis músculos necesito una ducha caliente—Dijo Percy aun sin soltar a Will, de hecho un le estaba abrazando por la espalda, como si temiera que este se escapara en cualquier momento. Era sumamente cuidadoso en estas situaciones.

—Tomamos un baño todos juntos?

—Tu lo que quieres es vernos sin ropa.—Dijo Nico, mientras se sentaba a un lado de Will, acariciando su cabello casualmente.

—No voy a negar o aceptaré nada.

Will realmente no los merecía.

Pero ahora es que se daba cuenta el porque realmente los necesitaba.

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La noche en realidad había pasado bastante rápido. Se dieron una larga y merecida ducha todos juntos, en los que se repartieron besos y demás, y ya una vez en la cama, recibió una larga y relajante sesión de besos y un masaje de Nico. Supieron exactamente que hacer y que decir, y realmente sabia que no necesitaba nada, ellos tan solo habían hecho lo que ya hacían todos los días.

Demostrarle su amor.

Sentía el sol ya darle en la cara, posiblemente era lo suficientemente tarde  considerando que era un hijo de Apolo. Estaba despierto, pero realmente no quería levantarse. Estaba literalmente rodeado por las personas que mas amaba en todo el universo.

Jason le rodeaba con su abrazo, Will estaba acostado lo bastante cerca de el para notar que estaba usando el pecho de el hijo de Júpiter. Nico estaba a su otro lado, abrazando a Will de la cintura, usando a el hijo de Apolo como un peluche de felpa. Ambos dormían profundamente, le causaba cierta ternura verles tan cansados, habían hecho todo lo posible por levantarle el animo en la noche. 

Will giró la cabeza para encontrar a un par de ojos verdes mirándole con una sonrisa tranquilizadora, Percy quien estaba al otro lado de Jason, el cual le abrazaba con su otra mano libre. Estaba bastante cerca de Will, había colocado su cara sumamente cerca con la intención de recibir primero su beso de los buenos días. Will le dio el gusto.

Se acercó a Percy y le dio un beso corto, sin importarle el mal aliento matutino, siempre lo disfrutaban igual, Percy se veía feliz de haber cumplido su cometido de levantar el animo de su novio. Y Will no pudo saber que había hecho para merecerlos, pero daba gracias por tenerlos con el.

—Estas mejor? Rayo Solar?

Y con una dulce sonrisa, Will sin dudar le dijo.

—Lo estoy, mi príncipe del mar.

FIN DEL CAPITULO.

Amen por lo bella que es esta relacion.

Quien fuera Will qwq vaya suerte. Caricias y amor de los hijos de los tres grandes, se ha ganado la lotería.

Aunque si comentan se dice que también recibirán besos y caricias de los 4~

Espero les haya gustado~