(𝐈𝐈)

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Icy y yo nos hicimos más cercanas. Podría decirse que nos hicimos amigas, me presentó a sus hermanas y pasábamos juntas los recreos y los ratos libres. Me sentía bien, por una vez sentí que estaba encajando, pero había un problema y era que Icy me gustaba de verdad. 

Cada día que pasaba me gustaba cada vez más y cuando estábamos solas me costaba contener mi mirada y no dirigirla a su boca, a sus ojazos azules.
— La fiesta del viernes va a ser increíble — prosiguió Darcy mientras daba una calada a su cigarro.
— ¿Quién irá? — preguntó Stormy con notable interés.
— Ya sabes, querida hermana, estaremos todas. No subestimes mi capacidad de organizar fiestas — respondió Darcy poniendo los ojos en blanco.

 Mi mirada se desvió a Icy. Notaba que estaba muy pensativa mientras fumaba.
— ¿Tú irás a la fiesta, Icy? — le pregunté.

 Ella alzó la cabeza y me miró antes de responder.
— Claro que iré. Como deje a estas 2 locas solas en la fiesta la lían — bromeó mientras guiñaba el ojo a sus hermanas.

 Yo me reí y deseé haber tenido a una hermana o hermano y así no sentirme tan sola. Desconecté de la conversación sin darme cuenta.
—Anukis te tienes que venir a la fiesta, pasaré por ti a las 21h.

 Icy me trajo de nuevo a la realidad.
— Vale, Icy. Mi habitación es la 143. Nos vemos luego, hasta la fiesta — me despedí de todas.

*2 horas después*

Estaba nerviosa, esta noche quería verme radiante. Me miré en el espejo, me gustó lo que llevaba puesto, pensé que no me veía mal. El vestido negro con escote en v que escogí para esa noche contrastaba con el color de mi pelo, las botas negras de estilo militar me daban un toque más informal y comodidad y no podía faltar mi chaqueta vaquera favorita: oversize y con borreguito por dentro, para no morirme de frío en caso de querer salir afuera a fumar un par de cigarrillos.

Me miré una vez más y me di cuenta de que me faltaba algo para estar espectacular: mi eyeliner negro. Lo saqué de mi neceser y en cuestión de minutos ya me lo hice, me hidraté los labios con cacao y decidí guardar todo lo imprescindible en mi riñonera : mi tabaco, mi fiel mechero y no menos importante, la llave de mi cuarto para poder acceder sin problema, pensaba en la inminente llegada de Icy y mi corazón se aceleraba.

Por fin llamaron a mi puerta. Sabía que se trataba de Icy, me miré una vez más en el espejo y por fin me decidí a abrirla, me aproximé con paso seguro hacia mi puerta y la abrí para dejarle pasar, miré cómo iba vestida y no encontraba las palabras, increíble se quedaba corto. Llevaba una mini falda de poli piel de color blanca y un top color azul claro con escote en v y su chaqueta vaquera oversize, su pelo lo llevaba recogido en su característica coleta alta y llevaba un choker azul atado al cuello. 

Ninguna decía nada. Yo me la comía con los ojos y ella parecía que no se perdía detalle de lo que yo llevaba puesto esta noche. Me pareció que pasó una eternidad hasta que alguna de nosotras se dignó a decir algo, esta vez decidí ser yo la que rompiera el silencio que se había formado.

— ¿Nos vamos ya? — Le pregunté apartando por fin la mirada.

Ella sonrió y tiró de mi mano para sacarme de la habitación. Cerré con llave mi cuarto y nos fuimos para la fiesta.

*Narrador omnisciente*

Las brujas de Torre de Nubes demostraron que sabían hacer una fiesta en condiciones. Había luces de neón repartidas por todo el salón, una gran barra improvisada en la que 5 brujas servían copas sin descanso. Había todo tipo de bebidas alcohólicas y licores y la música sonaba con fuerza.

Anukis se detuvo un momento para observarlo todo. Veía a varias brujas bailando y pasándolo bien, sonrió y pensó que esa noche le tocaba divertirse, se lo merecía, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que tuvo que pasar hasta poder estar allí estudiando y aprendiendo más sobre sus poderes. 

Icy se percató de que estaba pensativa. Se aproximó con cautela a ella y le preguntó si quería tomarse una copa con ella. Anukis asintió con la cabeza, se aferró a una de las manos de Icy y se dejó guiar. Finalmente llegaron a la barra, quiso el destino que ambas pidieran la misma copa: vodka con limón, se rieron con ganas antes de brindar y tomar un buen trago de sus respectivas copas. 

De forma impulsiva decidieron pedirse una segunda copa de vodka con limón antes de salir a bailar a la pista improvisada. Pasada una hora finalmente se acabaron sus copa., Anukis se sentía más desinhibida, por lo que tomó a Icy de la mano y se la llevó a la pista. Les costó hacerse un hueco, pero cuando lo consiguieron bailaron con entusiasmo y sin ningún tipo de vergüenza. Anukis miraba de reojo a su compañera y no podía evitar sonreír, la veía relejada, feliz y eso hacía que la viera mucho más guapa que de costumbre.

Darcy, la anfitriona de la fiesta se acercó a hablar con ellas. Estaba bastante borracha, pero sus comentarios eran ingeniosos e inocentes y arrancaron varias sonrisas a ambas. 

Icy preguntó con preocupación por su hermana Stormy, pues desde que había llegado a la fiesta con Anukis no la había visto. Darcy se encogió de hombros y dijo simplemente que Stormy estaba liándose con una chica .

Anukis abrió los ojos en muestra de sorpresa y dijo que no se esperaba que a Stormy le gustaran las chicas. A lo que Darcy contestó que Stormy era súper lesbiana y añadió con cierta malicia que su hermana Icy también era súper lesbiana. Solo que a diferencia de Stormy era mucho más discreta. Anukis se rio con ganas y agradeció mentalmente que Darcy hubiera compartido esa información tan confidencial con ella.

La que no estaba disfrutando de ese brote espontáneo de sinceridad de Darcy era Icy. Sus mejillas se sonrojaron momentáneamente. Se acercó a su hermana y le dijo entre dientes que se callara, que había hablado demasiado y que dejara de molestar. Darcy la miró con el ceño fruncido y decidió macharse porque sabía que cuando su hermana contestaba así lo mejor era obedecerla y dejarla tranquila.

Anukis vio cómo Darcy se marchaba con gesto apenado y decidió decirle algo a Icy.

— Te has pasado un poco — gritó para hacerse oír.

Icy la miró intensamente a los ojos y reconoció que tenía razón.

—Lo sé. Eso le pasa por contar lo que no debe —respondió Icy.

Anukis se mordió el labio mientras pensaba qué contestar. Notaba que Icy estaba muy molesta y lo último que quería era enfadarla más.

— Es verdad. Venga Icy, déjalo pasar y bailemos un poco — le respondió acercándose un poco a ella.

Icy sonrió y pensó que eso sería lo mejor. Decidió echar a un lado su enfado con su hermana Darcy y divertirse bailando como hasta ese momento, las canciones seguían sonando, ellas seguían bailando. 

Todo iba muy bien. Anukis estaba pasándolo en grande, el alcohol ayudó un poco, pero sobre todo le animaba estar con Icy, la buena música y el buen rollo que había en el ambiente. Veía a todas las brujas dándolo todo en la pista de baile, riendo y bailando y se le contagiaba ese entusiasmo. Icy tampoco lo estaba pasando mal. El alcohol corriendo por sus venas le ayudó a relajarse y a no estar en guardia por una vez, estaba disfrutando mucho de la compañía de Anukis, la miraba de vez en cuando, las luces de neón resaltaban sus ojos verdes y Icy se perdía en su mirada, dándose cuenta de lo mucho que le gustaba esa chica.

Pero por desgracia, siempre hay alguien dispuesto a cortar el buen rollo y crear un ambiente tenso. Una bruja se acercó a ambas y empezó a coquetear de forma descarada con Icy.

Icy miró de reojo a Anukis para ver si mostraba algún signo de molestia o celos. Pero vio que su semblante parecía ser de indiferencia, puso los ojos en blanco dolida y siguió la conversación con la otra bruja, la cual de deshacía en halagos. Le dijo que le encantaba su pelo mientras acariciaba su coleta. Icy le devolvió el cumplido por ser educada. Le dijo que le gustaba el maquillaje que llevaba. La otra bruja se acercó a Icy y le susurró algo al oído. Icy se rio un instante a modo de respuesta y le susurró algo al oído.

Anukis se sintió incómoda. Le jodió ver a otra ligando con Icy, pero sabía que no podía hacer nada, simplemente tendría que respetarlo. 

Hasta ese momento se había olvidado de fumar. Había estado tan bien y entretenida que el agobio por estar rodeada de tanta gente no se hizo presente hasta que esa dichosa bruja se puso a coquetear con Icy. Pensó que había visto suficiente. Se alejó de ellas sin decir absolutamente nada y se fue al patio. Aspiró el aire fresco y se sentó en un banco. Sonrió al ver que estaba completamente sola, sacó el último cigarro que le quedaba de la cajetilla y lo encendió. Exhaló el humo y se echó el pelo hacia atrás con su mano libre, agradeció llevar puesta su chaqueta vaquera en esa noche tan fría y cerró los ojos para relajarse. 

Tras varias caladas se acabó el cigarro, de mala gana lo apagó y exhaló el aire miró el cielo. La luna esa noche brillaba con intensidad y muchas estrellas salpicaban el cielo. De pronto, le pareció ver una estrella fugaz. Nunca en su vida había visto una, pero sabía que debía pedir un deseo rápidamente y éste se cumpliría, para no gafarlo lo pensó y no lo pronunció en voz alta, deseó que Icy fuera a buscarla y le pidiera perdón.

— ¿Puedo sentarme? — dijo una chica de pronto.

Anukis se sobresaltó cuando reconoció que se trataba de Icy.

— Icy — dijo a modo de respuesta y no supo qué más decir.

— Bueno, si no te importa me sentaré contigo —  respondió Icy mientras se sentaba en el banco.

— Va... le sí, sin... problema — respondió Anukis sin ser capaz de mirarla a los ojos.

— Te estaba buscando...  —dijo Icy tomándola de la barbilla para que sus ojos no tuvieran escapatoria.

Anukis no pudo rehuir su mirada y se puso nerviosa cuando sintió el tacto de Icy contra su piel. Icy siguió mirándola a los ojos mientras esperaba una respuesta.

— ¿Por qué me estabas buscando? — se atrevió a preguntar por fin Anukis.

— Porque de repente te fuiste y no te encontraba por ninguna parte...  —¿ Y por qué te fuiste? — se atrevió a preguntar Icy.

— Me jodió verte con otra chica — respondió Anukis con toda franqueza.

 Pensó que llevaba ya bastante tiempo ocultando sus sentimientos por ella y que era hora de decírselo, aunque no correspondiera sus sentimientos.

 Icy abrió los ojos. No se esperaba una respuesta tan directa, pensó que nunca en su vida ninguna chica había sido tan sincera con ella.

—Y... ¿por qué te jodió? — susurró Icy con un hilo de voz, Anukis supo que ahora o nunca, era su momento de decírselo.

— Porque me gustas de verdad, Icy.


Notas de la autora: Bueno, aquí tenéis la segunda parte. Espero que os haya gustado 💙. Ya sabéis si os ha gustado me podéis dejar una estrellita y un comentario. Muchas  gracias por leer. 

Actualización: sé que llevo varios meses dejando esta historia de lado, pero quiero informaros de que mi intención de momento es continuarla. Actualmente estoy escribiendo el capítulo III, no tengo ni idea de cuándo lo acabaré. Cuando esté lo publicaré 💙 y si os está gustando mucho esta historia, compartidla con vuestros amig@s :)

⚠️ Ya está por fin publicada la tercera parte (día 28 de septiembre de 2023)

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