(𝐈𝐈𝐈)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Fase III: la cura

 22:46 h, Praga, Chequia

Mientras el caos reinaba en Europa, Derek no perdió el tiempo y se instaló en el antiguo Castillo de Praga junto con su séquito de leales siervos y se entregó al placer y el desenfreno.

Todos sus siervos fueron testigos de su locura, que era más grande cada día que iba transcurriendo. Dada su posición en el escalafón vampírico, nada podían hacer y se limitaban a cumplir sus órdenes y observarle cuando no se daba cuenta. Cada vez era más frecuente que de la nada una risa histérica abandonara sus labios ensangrentados y sus episodios de delirios de grandeza se repetían e intensificaban a cada día que pasaba. En esos brotes de deliro llegaba a pensar con una gran auto convicción que era el ser más poderoso que habitaba la Tierra y que nada ni nadie podría hacerle frente. Estaba muy equivocado.

00.00h, Budapest, Hungría

Un atisbo de esperanza quedaba para la humanidad una vez que se creó el grupo Nosferrata conformado por vampiros y humanos cuyo objetivo era acabar con el líder de los vampiros. Este grupo fue creado hacía varios meses por varios humanos que, temerosos de que les sucediera lo mismo que a la práctica totalidad de habitantes de Asia, decidieron usar todos los medios económicos a su alcance para desarrollar un plan y derrotar a los vampiros. Con lo que jamás hubieran contado es con que centenares de vampiros que voluntariamente pasaron a alimentarse exclusivamente de sangre animal se unieran. Y es que, enseguida volaron noticias que confirmaban lo que muchos sabían: que Derek, su líder, era un peligro para todos porque su único propósito era que la especie humana se extinguiera.

En el crepúsculo el grupo Nosferrata iba a reunirse porque tenían mucho trabajo que hacer. Algunos de los criados de Derek decidió jugarse la vida compartiendo con Nosferrata los hábitos de su señor. Con toda la información de la que ya disponían sabían que ya había llegado el momento de hacer algo y jugársela para acabar con el científico loco que ideó todo esto, Derek.

Todos contemplaron con gran expectación al líder del grupo, Marcus, el cual era un hombre muy corpulento de ojos oscuros y cabello color bronce. Una vez que el silencio era absoluto, Marcus subió al púlpito improvisado consistente en 2 cajas de madera apiladas y tomó la palabra.

— Tenemos información que acredita la psicopatía del líder de los vampiros neófitos. La sangre de inocentes baña ahora las calles de Europa ¿y qué les espera a los demás continentes? — preguntó en sentido retórico.

Los asistentes guardaron silencio y sin darse cuenta inclinaron sus cuerpos hacia delante, deseosos de escuchar todo lo que pasaba por la mente de su líder.

— Si no hacemos nada la humanidad desaparecerá en el peor de los casos. Bien sabéis al igual que yo que esto no puede seguir así. Ha llegado el momento de actuar— propuso Marcus y al fin guardó silencio.

Una pregunta rondaba por la cabeza de todos y sólo una mujer se atrevió a formularla.

— ¿Qué propones entonces, Marcus? — inquirió Lara, la segunda al mando.

— Debemos hallar la forma de asesinar a Derek, porque tal vez así los vampiros sometidos a él se rindan al ver que hemos asesinado a su líder— propuso Marcus.

La respiración de todo el mundo se entrecortó al escuchar el plan y ninguno se atrevió a manifestar que eso era algo muy difícil y arriesgado pues si el plan no se ejecutaba a la perfección lo más probable es que se verían sometidos a torturas espantosas.

— Es muy interesante lo que proponéis, pero se os olvida algo— apostilló Lucy, una científica que integraba el grupo.

— ¿El qué? — repuso Marcus con brusquedad.

— Que al matar a Derek todos los vampiros morirán porque él es su creador.

Se hizo el silencio. El resto de los vampiros que asistían a la reunión se removieron en sus asientos con gran incomodidad porque no contaban con que la muerte de Derek supusiera directamente la suya también. Los humanos en cambio suspiraron con cierto alivio al saber que la extinción de los vampiros podía ser posible porque así para ellos se acabaría eso de salir por la noche con el corazón en el puño sin saber si lograrían regresar vivos a casa.

— ¿Entonces qué hacemos? — preguntó Lara.

— Está claro, acabar con Derek pese a las consecuencias— apostilló Marcus con completa seguridad.

El anterior silencio imperante en la reunión se sustituyó por gritos y protestas por parte de aquellos vampiros que se negaban a morir tras Derek. Lucy, la científica de gran prestigio, aprovechó y se subió al púlpito improvisado para calmar los ánimos.

— Escuchadme con atención. Es la única baza que nos queda. Si dejamos a Derek y a sus esbirros campar a sus anchas por todo el planeta, no quedará ningún tipo de vida. Todo humano o animal perecerá y la vida tal y como la conocemos desaparecerá.

Las protestas volvieron a resurgir. Varios vampiros gritaron que se negaban a sacrificar sus vidas pese a lo beneficioso que eso sería para la humanidad. En cambio otros vampiros sí que estaban dispuestos a sacrificar su vida si eso suponía que la Tierra volviera a ser un lugar seguro colmado de vida y esperanza.

— Calmaos. Someteremos a votación esta propuesta. Pero si me permitís un alegato final, pensad en vuestros amigos y familias ¿os gustaría que vivieran en un mundo así en el que deben jugarse la vida a diario para no ser cazados por vampiros? Esto no es vida y lo sabéis perfectamente. La Plaga Sombría es como la mano de Midas, todo lo que toca lo convierte en muerte y desolación, recordadlo.

Dicho esto guardó silencio y se colocaron 2 urnas en las que cada integrante del grupo se acercaba y depositaba en un sobre cerrado su voto. Tras 2 horas los 2.000 integrantes del grupo ya habían votado y de forma asombrosa ganó con un 51% de los votos acabar con Derek pese a que eso suponía la extinción total de los vampiros.

***

Había muchísimas posibilidades de que el plan saliera mal. Derek podría descubrirles y ordenar que se les torturara hasta saber todo acerca de Nosferrata o peor aun causarles una dolorosa y lenta muerte por su atrevimiento. Todos aquellos que se ofrecieron voluntarios eran conscientes de ello y aun así seguían convencidos de que lo mejor para la especie humana era intentar acabar con Derek y los vampiros de una vez por todas.

Durante varias semanas ultimaron cada punto del plan para asegurar la más alta probabilidad de éxito del mismo y a su vez, confeccionaron armas aptas para ello. Afiladas estacas de medio metro de longitud, balas de plata y espráis de ajo para ahuyentar a los vampiros en caso de ser preciso. Además, entre todo el dinero que tenían ahorrado, alquilaron un piso próximo al castillo en el que Derek habitaba y gracias a la encomiable ayuda del presidente de Praga, el cual logró huir de allí con vida y refugiarse en Budapest, lograron hacerse con los planos del castillo y sin más tiempo que perder estudiaron hasta el último detalle del plan para tenerlo bien presente en la cabeza.

El día para partir ya había llegado, el 20 de abril a las 21.00 h cogerían un tren que los llevaría hasta Praga.

***

Por fin había llegado el ansiado momento. Los primeros rayos del sol comenzaron a despuntar el alba y Marcus supo que era ahora o nunca. Se logró infiltrar en el castillo gracias a los 5 vampiros que se infiltraron en el círculo más personal del loco e impredecible líder de los vampiros abrieron la pueta. Con estaca y pistola de balas de plata en mano recorrió los intrincados pasillos del castillo sin ser visto porque los humanos que se encargaban de custodiar al excéntrico científico durante su descanso habían sido inmovilizados por los vampiros infiltrados. Siguió caminando que se topó con la habitación en la que se hallaba la tumba en la que Derek descansaba cuando salía el sol. En la amplia estancia un hermoso féretro de pino ocupaba el centro de la habitación. La adrenalina recorrió el torrente sanguíneo de Marcus, insuflándole así la determinación y valor necesarios para cumplir con su misión. A su vez, la tristeza al pensar en todas las víctimas humanas del baño de sangre que asoló al planeta y la sed de venganza por la muerte de su compañera Lara, una vampiresa muy leal que fue mandada ejecutar por el despiadado Derek. Con todos esos pensamientos, abrió con sumo cuidado el féretro. Los ojos de Derek, los cuales tenían un siniestro tono rojizo como consecuencia de su excesiva ingesta de sangre humana, permanecían abiertos. No obstante, parecía estar sumido en un profundo sueño, pues se escuchaba su respiración acompasada y su cuerpo permanecía inmóvil, casi como si estuviera muerto.

Marcus miró de un lado a otro, asegurándose de que estaba completamente solo y le clavó la gran estaca de madera en el corazón. El poderoso vampiro parpadeó nada más sentir la afilada estaca clavada en su corazón y pegó un grito tan grande que varios vampiros que conformaban su guardia personal se aproximaron para socorrerle. Enseguida Marcus se vio rodeado de vampiros con sed de sangre y venganza por lo que acababa de hacer y para asegurar el éxito de la misión, accionó la pistola y 3 balas de plata se incrustaron en la cabeza de Derek. La mortecina piel de Derek comenzó a arder y poco a poco su cuerpo se fue convirtiendo en cenizas. Marcus se apartó asqueado y para su alivio lo que afirmó la científica Lucy era cierto, los demás vampiros comenzaron a arder del mismo modo y a desintegrarse porque su creador había muerto.

***

Faltó muy poco para que el mundo se sumiera en la oscuridad total, pero gracias a Marcus la humanidad quedó a salvo de tan trágico destino.

Nota de la autora: ¡Hola! con este capítulo cierro esta historia corta. Si os gustan los vampiros, tengo un fanfiction publicado que se llama "Imagina que" que versa sobre el romance entre dos vampiresas en el universo de Crónicas vampíricas, os invito a leerla✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro