Nota de la autora: ¡Hola! Hace mucho tiempo vi algunos capítulos de esta serie en la televisión y siempre quise que acabaran juntas porque su química no se puede negar, por eso, me decidí a escribir un fanfiction sobre ellas.

Aunque no hayáis visto esta serie, os animo a leer mi historia, espero que os guste 💞✨

I

Boston, Estado de Massachusetts 

— Maura, insisto, no es necesario que te quedes esta noche conmigo — le dijo Jane a su compañera.

— Que sí Jane, me voy a quedar te guste o no, además así puedo protegerte por si vienen a por ti — contestó Maura.

— ¿Protegerme con qué? — le preguntó Jane alzando una ceja.

— Con una pistola — respondió Maura sacando una pistola glock de su bolso. 

Jane abrió los ojos como platos y le pidió que la guardara.

— ¡Vale vale Maura, tú ganas! exclamó la detective alzando las manos en señal de rendición.

 — Puedes quedarte conmigo esta noche.

Maura sonrió a modo de respuesta, dejó el bolso en el suelo y abrazó con fuerza a Jane. A la morena le pilló por sorpresa este gesto, pero no tardó en corresponderlo, le encantaba tener a Maura entre sus brazos, era reconfortante y agradable. Sintió una punzada de dolor al recordar que a su hermano le gustaba Maura, siempre coqueteaba con ella cuando tenía ocasión y sabía que tal vez ella le acabara diciendo que sí con tal de que le dejara en paz de una vez, sin saber por qué eso le molestó, no iba a permitirlo, Maura era demasiado buena y demasiado bella para estar con su hermano, él no la merecía.

— Se merece a alguien mejor... y creo que yo tampoco lo seré — pensó Jane.

— ¿Qué piensas, Jane? — le preguntó Maura mientras se separaba ligeramente y la miraba a los ojos.

— En nada, Maura... respondió Jane evitando su mirada. Maura negó con la cabeza, se rio, eso molestó a Jane.

— ¿De qué te ríes si se puede saber? — preguntó Jane.

— De lo mal que mientes.

 — Anda... dime qué piensas — le pidió Maura tomándola de la barbilla para que le mirara. Jane se perdió en los ojos verdes de Maura, respiró hondo y se inventó una mentira.

— Pienso en que estarás cansada, puedes ducharte si te apetece — le propuso Jane. Maura asintió con la cabeza.

— ¿Me acompañarás? Ya sabes, para que te proteja, se atrevió a bromear Maura. 

A Jane se le subieron los colores,  la empujó juguetonamente  y puso distancia entre ellas.

— No, sé protegerme sola, vamos Maura, tira para la ducha — le pidió mientras la empujaba hacia el baño.

Maura alzó los brazos rindiéndose y caminó hacia la ducha, guiñó el ojo a Jane antes de cerrar la puerta.

— ¿Qué coño había sido eso? — se preguntó Jane.  

Decidió poner la tele para distraerse y no pensar en que ahora mismo Maura estaba desnuda en su ducha, frotando su cuerpo.  La detective se pasó la mano por la cara e intentó centrarse en el programa que estaban emitiendo en la televisión.

***

— ¡Jane! —  gritó Maura.  

Se levantó como un resorte y fue corriendo hacia el baño, temía que Maura se hubiera resbalado.

— ¿Estás bien Maura?, ¿te has hecho daño?  — preguntó Jane llamando a la puerta. 

Maura decidió abrir la puerta y apareció en toda su gloria desnuda. Jane paseó sus ojos sin poder evitarlo por el cuerpo de Maura, tragó saliva y se humedeció los labios, a la forense no le pasó este gesto inadvertido, decidió avanzar hacia Jane.

— Estoy perfectamente, Jane, ¿serías tan amable de traerme una toalla? — le preguntó.

— Si... sí claro por supuesto, ya voy  —  contestó Jane saliendo de su trance. 

Buscó una toalla y llamó otra vez a la puerta. Maura la abrió, apareciendo otra vez desnuda, ni siquiera se molestó en cubrirse.

— Eres mala... — dijo Jane en voz alta tendiéndole la toalla. Enseguida se tapó la boca, no quería decir eso en voz alta.

— ¿Por qué soy mala, Jane? — le cuestionó Maura sin dejar de mirarla mientras se secaba el cuerpo.

— Porque... porque... apareces desnuda delante de mí y no puedo hacer nada — musitó Jane dándose la vuelta. Maura la sostuvo con delicadeza del brazo para que no se marchara.

— Claro que puedes Jane, no sé qué más hacer para dejarte claro que me gustas... — le contestó  aproximándose a la morena. Jane abrió los ojos como platos, eso no se lo veía venir, puso sus manos en la cara de la forense, acariciándola con ternura.

— ¿Estás segura? — quiso saber la detective mientras acariciaba los labios de su compañera.

Maura estaba cansada de tanta charla, quería pasar a la acción. 

Apartó la mano de Jane de su boca y procedió a besarla, tanteando el terreno. Jane correspondió su beso.

— Eso es bueno...  — pensó la forense mientras proseguía besando a la morena.  Lo que no se esperaba es que Jane comenzara a besarla apasionadamente, su lengua pedía permiso para entrar, Maura aceptó gustosa la invitación.  La detective cogió a la forense en brazos mientras intentaba como podía no despegar sus labios de los suyos.

Maura sonrió en el beso y enroscó sus piernas en torno a la cintura de Jane, le excitó mucho ver la fuerza de Jane llevándola a su cama, Jane decidió depositar a Maura con cuidado en su cama.

— Jane, llevas demasiada ropa ¿no te parece? — le preguntó Maura levantándose. 

La detective  no contestó, estaba bastante entretenida comiéndose a la forense con los ojos. Maura se percató de eso, sonrió y se aproximó aun más a la detective, llevó sus manos al borde de su camiseta mientras le pedía permiso  con la mirada.

— Claro que puedes, Maura — respondió Jane alzando los brazos para ayudarla. 

Maura no pudo evitar reírse por la impaciencia de Jane, pero aceptó su petición. Le quitó la camiseta y la admiró descaradamente, siempre le había fascinado su esbelta figura y sobre todo sus ojos, tan oscuros que eran casi negros, una mirada tan intensa que se sentía desnuda ante ella.

Le podían las ganas de acostarse con Jane. Besó de nuevo a la detective y la llevó a la cama.

Jane dejó a un lado sus inseguridades y se lanzó sobre Maura.  

La forense se rio y la dejó hacer, Jane depositó besos y caricias por todo el cuerpo de Maura, lo que le fascinaba a la forense es que lo hacía con mucha ternura, pero no por ello era menos ardiente, se sentía sumamente bien, deseada, cuidada y especialmente respetada, Jane buscaba de manera constante su mirada para cerciorarse de que le gustaba lo que estaba haciendo. 

La forense dio la vuelta a la situación y adoptó un rol más dominante, se colocó encima de Jane y procedió a besarla en el cuello mientras intentaba quitarle los pantalones, Jane elevó las caderas para ayudarla, Maura sonrió y los bajó con impaciencia. La detective se rio con ella y le dio un cariñoso beso en la frente.  La forense cerró los ojos y sonrió ante ese gesto tan íntimo de Jane.

                                                                                   *** 

Después de besarse y acariciarse sin ninguna prisa estaban exhaustas, esa noche algo había cambiado, su amistad ya no volvería a ser la misma, se mirarían diferente. No sabían muy bien qué rumbo iban a tomar, pero tenían claro que pasara lo que pasara estarían juntas.

Nota de la autora: ¡¡Bueno!! aquí tenéis otro capítulo, creo que a diferencia de los otros ha sido mucho más íntimo, romántico, decidme qué os ha parecido, os leo <3.