13-thirteen

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Taehyung y Seokjin iban en el auto del menor rumbo a la casa de electrónica. La música era suave y el ambiente demasiado tenso. Taehyung notaba el movimiento constante de la pierna izquierda de Seokjin y como mordía su labio inferior una y otra vez, mientras miraba por la ventanilla de aquel auto.

-Lalisa volverá a rentar un auto por mí. Luego del accidente me siento más que listo para poder conducir nuevamente -exclamaba para llenar el silencio de aquel auto, que hasta entonces solo era llenado por el sonido que venía de afuera y la música pacifica que el veterinario había puesto.

Taehyung suspiraba agradecido por un tema de conversación sacado por parte del arquitecto-. Es genial ¿No tuviste problema con el otro auto o sí?

Seokjin negaba-. La empresa del autor original del accidente se hizo cargo de los daños, aparte fui el que más tardo en recuperarse. No podía hacer mucho, solo estoy de...pasada -soltaba con tono más bajo de voz.

"Solo de pasada". Mierda Taehyung, eres tan imbécil. Te encanta lo que no puedes tener.

-Bueno, se nota que esa chica es muy eficaz -respondía a cambio.

-Ella iba a encargarse de mi nuevo teléfono -respondía Seokjin-. Pero tuvimos otros asuntos que resolver en la empresa. Así que supuse que sería mejor idea hacerlo yo mismo -Seokjin finalmente miraba en dirección al azabache, ya que paraban en un semáforo-. Ya sabes, para salir un poco del trabajo y tu apartamento.

Taehyung correspondía la mirada y asentía añadiendo-. Y yo me cole en tu paseo

-Oye, no digas eso -replicaba el castaño-. Me gusto que te ofrecieras. Yo quería venir contigo pero jamás te lo hubiera pedido -soltaba con una sonrisa incomoda.

Una bocina de atrás lo despertaba del momento y Taehyung avanzaba de prisa. Minutos después estaban finalmente caminando por el centro comercial, Seokjin llevaba las manos en su bolsillo mirando a su alrededor y a su acompañante, que parecía estar más incómodo e introvertido que de costumbre. Mirando también a su alrededor y perdiéndose entre la gente, pero sus ojos también eran atraídos a Seokjin como si de un metal e imán se tratara. Finalmente en la casa iPhone estaban en la espera del nuevo equipo de Jin, extravagante pero técnicamente su otro teléfono era la misma marca y modelo. Mejor ir por lo mismo y quizás eso le traía algún vago recuerdo de lo que fuera.

Al salir, Seokjin miraba la bolsa con la caja, la misma chica que lo había asesorado había puesto su chip y memoria, pero Seokjin había preferido no encenderlo aun hasta estar en un lugar menos público y quizás solo en el silencio de su habitación. Realmente no estaba sabiendo cómo manejar la situación, pero Taehyung había optado por llevarlo a comer algo. Un poco de Kimchi con una vista calma, sería bueno para que Seokjin se despejara un poco.

- ¿Qué tal sabe? -preguntaba el azabache con una dulce sonrisa cuadrada.

Seokjin estaba adorando demasiado aquella sonrisa, así que se la devolvía de forma casi nostálgica.

-Sabe rico -respondía finalmente, mirando su plato y la caja del teléfono que estaba reposando en la mesa-. ¿Debería encenderlo y configurarlo al menos, no?

-Cuando tú lo creas correcto. Aunque si me dejas opinar... -exclamaba Taehyung, con un nudo en su garganta-. Creo que ya es hora de saber quién te espera en casa -intentaba sonreír de nuevo.

-Tienes razón. Aunque me siento asquerosamente sucio -exclamaba-. Y soy el único culpable -aclaraba de inmediato, tomando la mano de Taehyung sobre la mesa.

-Creo que tanto Kook como yo somos adultos y conscientes de que estamos obrando mal contigo -exclamaba-. Aún necesitas acomodar recuerdos y nosotros estamos sobre ti intentado tener algo que no tiene mucho sentido.

Seokjin sentía como aquellas palabras calaban profundo, pero joder que Taehyung tenía razón, solo que dolía demasiado viniendo del bonito azabache que lo hacía sentirse demasiado confundido.

- ¿Nos culpamos a los tres? -añadía intentado bromear-. Pero no. Yo realmente, les debo una disculpa a ambos

-Eres un ser humano, Jin Hyung -exclamaba. Entendía que el arquitecto no se resistiera a Jungkook-. Estoy acostumbrado a ver como Jungkook obtiene lo que desea. Tú no me debes nada a mí

-Lo sé. Pero eso no me hace sentir mejor, Boxy -replicaba-. Creo que encenderé esto -decía tomando la caja con el teléfono.

Pero justo en ese entonces su celular laboral sonaba con una notificación, Seokjin fruncía el entrecejo y notaba que había recibido un email de una cuenta con nombre femenino que no reconocía ni un poco. Taehyung notaba su ceño fruncido y lo observaba preocupado.

- ¿Hyung, todo bien? -preguntaba.

-Recibí un email de alguien a quien no logro ni siquiera registrar su nombre -se rascaba la frente exasperado de sentirse tan perdido y desconectado de lo que eran sus relaciones interpersonales.

Seokjin notaba que el asunto del email decía: URGENTE. Inconscientemente comenzaba a temblar con el teléfono en mano y Taehyung cambiaba de lugar frente a él para ir a su lado.

- ¿Quieres que lo lea por ti? -preguntaba al leer e asunto en grande sobre la barra de notificaciones del teléfono de Jin.

-S-solo quédate a mi lado -pedía apenas mirando de reojo al azabache.

Dando click sobre el correo electrónico, lo abría para finalmente leer su contenido. No era mucho pero era concreto e informativo. Bueno algo, si reparamos en la información que al arquitecto le faltaba.

Estimado señor Kim.

Me dirijo a usted para ofrecerle una disculpa por la tardía respuesta que le estamos dando. Sin poder explayarme como quisiera, la base tuvo inconvenientes y por eso no pudimos hacer llegar su mensaje al Sargento segundo Park. J.

El mismo ya se encuentra en viaje a su destino, Corea del Sur. Él intentó apenas salió del campo en comunicarse con usted pero le había sido imposible así que sin más pérdidas se subió al primer vuelo que le apartamos para poder alcanzarlo cuanto antes. Nos comunicaron que su estado físico está mejor y no pudimos dar con su empresa actual por unos pequeños inconvenientes con la administración de la base. Por lo cual vamos a necesitar que se comunique cuanto antes con él para brindarle su paradero actual. El Sargento ya lleva alrededor de tres horas de vuelo de enviado este correo.

Nuestras más sinceras disculpas, como asistente de él le comunico que se quede tranquilo y que sepa que fue un error nuestro y que realmente había sido complicado dar con él hasta que estuviera fuera del campo a salvo.

Saludos cordiales, Choi Sun Hee.

Más abajo el mensaje especificaba las horas de vuelo que tendría, para que Seokjin se comunicara de inmediato con él al aterrizar. El revoltijo en el estómago del menor se había intensificado. Alguien ya estaba viajando para ir por Seokjin, estaba más que seguro que era momento de caer a la realidad y poner un párate a sus apresurados sentimientos. Su mano caía del hombro de Jin para dejar de tocarlo y lo miraba de reojo, éste aun miraba y releía el correo.

-Jimin -susurraba.

- ¿Qué? -preguntaba Taehyung.

-Park. J -recalcaba le castaño, mostrando la pantalla donde decía "Sargento Park. J"-. Es Park Jimin -Seokjin finalmente miraba a los ojos cafés de Taehyung-. Jimin es el nombre que le dije a Jungkook. Jimin es Park Jimin, es Park Jimin -repetía y se levantaba de la mesa tomando sus cosas.

- ¿Dónde vas? Jin... -Taehyung dejaba el dinero sobre la mesa y lo seguía. Notaba como caminaba desorientado y lo tomaba de inmediato del brazo para que lo mirara y acunaba su rostro con delicadeza en sus manos-. Oye, Hyung ¿Lo recuerdas?

-No, no puedo -Seokjin se tocaba la cabeza, sollozaba y sus ojos comenzaban a cristalizarse sin motivo alguno-. No puedo ubicarlo entre mis recuerdos, más allá de relacionar nombre y apellido. Aquí... -insistía en tocar su frente-. No sé quién es, pero aquí -señalaba su pecho-. Pero aquí late acelerado y me duele.

Taehyung no sabía cómo reaccionar a eso, pero ciertamente tenía esa actitud atenta y dulce por naturaleza.

-Oye, tranquilo. Volvamos a casa y prendamos ese teléfono. Debes tenerlo agendado en ese chip y recuerda que tienes que llamarlo para informarle tu paradero -los pulgares de Taehyung acariciaban sus mejillas con delicadeza mientras que le sonreía para calmarlo.

"Volvamos a casa", eres un idiota Taehyung. Se torturaba el azabache sin despegar sus ojos de los ajenos y perderse en aquellos labios por breves segundos.

Finalmente Seokjin parecía ubicarlo en su pequeño lapso de nervios y sin preámbulo besaba a Taehyung. Lo besaba de forma necesitada en plena calle de Itaewon. Escuchando algunas voces susurrar por la muestra descarada de amor. Sintiendo la presión con la que Taehyung había tomado su rostro para intensificar aquel beso. Con la misma necesidad, se dejaba llevar. Pero luego de rozar sus lenguas, presionar y morder sus labios, el azabache lo quitaba a duras penas. Haciendo que la cabeza de Jin fuera a su hombro y luego sintiera los labios de este rozarle la curvatura de su cuello.

-Lo siento -susurraba Seokjin.

-También yo -respondía Taehyung, mirando a su alrededor. Sus dedos acariciaban la parte posterior de la cabeza del mayor y sus latidos se habían acelerado-. Volvamos ¿estás de acuerdo con eso, Jin Hyung?

Seokjin asentía para luego alejarse y dejar de sentir el calor corporal de Taehyung y su aroma. Estaba mareado. Estaba confundido y estaba nervioso. Su cabeza había comenzado a doler y se sentía tan fuera de lugar. Tan mal y equivocado.

Bueno, avanzamos fuerte.
Si ven errores me avisan y cuando pueda corregiré de inmediato 💕💕

Con amor Niñita Nany 💜

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