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TaeHyung estaba comenzando a juntar unas lágrimas gruesas en sus ojos a causa del llanto ajeno. Le dolía tanto verlo de aquella forma, pero de repente SeokJin se detenía, dejaba de llorar y de aferrarse a él, pero TaeHyung sentía de igual forma como temblaba intentando contenerse. Se levantaba del pecho de SeokJin y lo veía apretar sus ojos, pero continuar llorando, por lo que ni siquiera se detenía a pensar en su siguiente movimiento. Tomando el rostro de SeokJin con seguridad, depositaba un beso en la frente con ternura, luego bajaba y dejaba otro en la mejilla izquierda, justo donde las lágrimas se arremolinaban. Un suspiro abandonaba a SeokJin, luego TaeHyung pasaba a la siguiente mejilla y besaba con suma ternura y cuidado, logrando que SeokJin volviera a suspirar.

Relamiendo sus labios, sentía el sabor salado de las lágrimas derramadas recientemente mientras continuaba un camino de besos por el mentón del arquitecto. No estaba consciente de lo que hacía o quizás si, pero necesitaba besar ese rostro. Se veía tan hermoso y tan herido, SeokJin se veía tan necesitado de amor y él quería dárselo, aunque se detenía a centímetros, en el mentón, debajo de los labios de SeokJin.

Éste ya no sollozaba, sus lágrimas se estaban secando y sus ojos estaban rojos, enfocados en TaeHyung y su próximo movimiento. Seguían cerca, rozando nariz con nariz. Las manos de Tae seguían acunando el rostro del mayor y este, tenía sus manos empuñadas a la ropa del azabache. Sus respiraciones chocaban y SeokJin notaba como los ojos de TaeHyung solo miraban sus labios.

—Siempre piensas demasiado, boxy... —susurraba.

TaeHyung seguía cerca, pasaba saliva y respondía—. No quiero que pienses que estoy apr-...

—Jamás pensaría eso de ti —replicaba SeokJin de inmediato—. Creí que no pararías hasta besarme... —susurraba.

— ¿Pero a quien besarías si lo hago? —preguntaba dulcemente. SeokJin abría su boca y ninguna palabra salía de esta. Sentía los pulgares de TaeHyung acariciar su rostro—. ¿Vendrás a casa, cierto?

Los ojos de TaeHyung lo miraban atentamente, no se había movido, seguía cerca. Escasos centímetros los separaban.

—No me hagas eso... —pedía SeokJin—. No me mires así, debo irme...

— ¿Quién cuidara de ti si te vas? —preguntaba con dulzura susurrando.

SeokJin reía y agachaba sus rostro, TaeHyung lo soltaba y se alejaba, solo un poco. Bajaba sus manos y una descansaba cruzando las caderas de SeokJin, casi abrazándolo.

— Mí asistente aquí ya consiguió un apartamento temporal para mí...

— ¿Quien va a cocinarte cuando llegues? —insistía TaeHyung.

—Existe el delivery...

— ¿Con quién mirarás películas en la cama? —volvia a soltar TaeHyung.

SeokJin suspiraba y frotaba sus ojos para secarlos. Se enderezaba un poco y se acercaba a TaeHyung lo justo y necesario.

— ¿Por qué me quieres en tu apartamento, boxy?

—Quiero cuidar de ti. No quiero que estés solo luego de toda la conmoción...

—He estado solo un tiempo largo...

—Pero ahora estás aquí... Con nosotros —respondía el azabache.

— ¿Ustedes? —replicaba SeokJin—. No puedo estar bajo el mismo techo de dos hombres que tienen... —TaeHyung alzaba sus cejas y esperaba, SeokJin suspiraba y añadía—. No puedo, Tae

—Boxy... —susurraba con dulzura—, dime Boxy —pedía.

SeokJin sonreía y tomaba a TaeHyung de la nuca para hacer exactamente lo mismo que él había hecho. Besaba su mejilla con besos constantes y húmedos, pasaba a la otra, haciendo lo mismo mientras que TaeHyung sentía perder el aliento, con sus ojos cerrados. Luego notaba como delineaba su mandíbula con más besos y al llegar a sus labios, SeokJin iba directo a chupar la comisura de estos. TaeHyung gemía inevitablemente. Cerraba sus ojos y quería evitar tirarse en contra de sus labios, pero lo hacía, solo que al instante que él se acercaba SeokJin se alejaba.

—Quédate... —pedía nuevamente.

—No puedo, ni debo —susurraba SeokJin.

Ambos estaban sin aliento, con respiración pesaba que retumbaba en los tímpanos ajenos.

TaeHyung apretaba la manta bajo su palma y abría sus ojos—. Cuidare de ti... —hablaba en puchero—, cuidaremos...

—No... Boxy, por favor

—Quédate lo que resta de viaje aquí... —rogaba y se acercaba a rozar sus labios a los carnosos de SeokJin, quién cerraba sus ojos y soltaba el aire por su nariz—. Quédate, Hyung.

— Quédate, hyung —exclamaba el bonito rubio—. Estaba a punto de beber estas cervezas yo solo. Acompañame.

Esa había sido la primera vez que SeokJin y Jimin se habían animado a cruzar más que solo miradas.

El arquitecto lo había visto un par de veces mientras hacía los planos para poder agrandar el salón de bailes del que los padres de Jimin Park estaban a cargo. Él siempre estaba viendo todo de cerca, especialmente cuando Jimin practicaba solo en una de las salas. Le encantaba verlo bailar, pero nunca cruzaban más de dos palabras y esas eran: "Buenos días, buenas tardes o buenas noches", dependiendo en que horario cruzaba al bonito chico.

Pero esa noche había olvidado su laptop con unas remodelaciones extras que quería mostrarle al padre del rubio y cuando había vuelto al salón, solo se encontraba Jimin bailando. Llevaba unos pantalones de chandal grises y una camiseta blanca. Su cabello rubio estaba hacia atrás y estaba solo un poco sudado. SeokJin creía que se veía demasiado perfecto para ser real. Nuevamente estaba mirándolo como imbécil y Jimin parecía bailar solo a él, ya que desde el primer momento en ambos se vieron, las miradas eran recíprocas.

Aquella noche, había sido el comienzo de todo lo que hoy ya no tenía.」

— ¿SeokJin?  —TaeHyung llamaba al castaño por su nombre para traerlo al tiempo actual.

— ¿Por qué quieres que me quede? —preguntaba—. No va a ser bueno estar cerca de ambos

— ¿Y prefieres quedarte solo con tus recuerdos? —preguntaba con suavidad—. Realmente me gustaría que te quedarás lo que te queda de tiempo en Corea... ¿Has hablado con alguien acerca de Jimin?

SeokJin suspiraba y negaba.

—No realmente —respondía—. Nuestra familia sabía de él y yo no he vuelto a ser tan sociable con alguien como para contarle al respecto. En el trabajo saben y muestran respeto, solo eso

—Pero nunca volviste a hablar de lo que extrañas y como era... ¿O lo que más detestabas?

—Intente terapia... No me sirvió como esperaba

—No es lo mismo hablarlo con alguien a quien tú consideres cercano —mencionaba TaeHyung—. ¿Lo has hablado con tu amigo?

SeokJin negaba—. A JinYoung le duele demasiado recordar a Jimin... A muchos les duele y lo conocían...

—No como tú —exclamaba TaeHyung—. Si quieres irte de nuestro apartamento, lo entenderé, pero... ¿Realmente quieres estar solo?

SeokJin suspiraba y se dejaba caer sobre el respaldar de la cama de hospital.

—No, pero no quiero interponerme de ninguna manera entre Jungkook y tú.

TaeHyung agachaba la cabeza, ya era demasiado tarde para eso. Ya estaba en el medio y ambos lo sabían, pero no era culpa de SeokJin. Él pudo hablarlo a tiempo con Jungkook y es más, aún estaba a tiempo, pero las palabras no le salían. Sabía que sería ridículo reclamar algo que no existía. Jin no era suyo y tampoco de Jungkook. Otro que mantenía la boca cerrada, pero no podía evitar caer ante la sola presencia de SeokJin. Aunque este pareciera estar más hechizado con su mejor amigo, Jungkook tomaba esos retazos que podía tomar.

SeokJin había apreciado a ambos chicos rápidamente, también se había involucrado rápidamente con ambos. Pese a que había rechazado a Jungkook hacía minutos atrás, no confiaba en él mismo, no estaba seguro sobre si volvería a rechazar cada vez que los finos labios de Jungkook se posaban sobre lo suyos, recordándole la picardía de Jimin en su personalidad. Tampoco estaba seguro que pudiera superar a TaeHyung, quién le recordaba tanto a Jimin en otros aspectos. Ambos tenían un cincuenta y cincuenta de su único amor, y eso era malo para su salud. Estaba mal, en primer lugar, compararlos y segundo, saber muy en el fondo que le gustaba tener a ambos chicos cerca. Era egoísta porque tenía un apego diferente con cada uno, pero ellos coincidían en tener los mismos sentimientos hacia él. Al menos eso parecía.

¿Pero siquiera a SeokJin le gustaban estos chicos o solo la esencia que le recordaba a su Jimin?

—No quiero estar solo —respondía el arquitecto—, pero tampoco creo que sea una buena idea quedarme con ustedes.

TaeHyung suspiraba sonoramente y asentía—. ¿Se supone que te olvidarás de nosotros? —preguntaba.

SeokJin esbozaba—. No creo que sea posible...

TaeHyung estiraba su mano para tomar la de SeokJin y exclamar:

—Me gustaría mucho que lo reconsideraras... —mencionaba el azabache—, imagino que en Australia vives solo

— Imaginás bien —mencionaba SeokJin.

— ¿Por qué querrías estar solo en Corea cuando ya hiciste dos amigos? —preguntaba inocentemente, alzando sus cejas.

—Estoy confundido con ambos. Lo sabes —afirmaba SeokJin sin siquiera ocultarlo—. No al mismo nivel porque...

—No lo digas... —pedía TaeHyung. Luego sonreía con dulzura—. Sé que Jungkook tiene este encanto y...

—Ustedes en serio tienen algo que resolver —mencionaba SeokJin suspirando—, cada uno tiene esta baja autoestima cuando se trata del otro. Yo no quiero estar en el medio de eso...

TaeHyung abría su boca y sonreia incómodo—. No quiero que te vayas... —se apresuraba a  responder—, puedo lidiar contigo y con él... Solo no te vayas.

SeokJin relamia sus labios y miraba hacia otro lado, mientras negaba. Era una mala idea, una muy mala idea continuar los tres bajo el mismo techo. Aunque era cierto que no quería estar solo o no tendría las fuerzas suficientes para seguir allí, todavía había mucho trabajo que hacer y su estadía parecía alargarse cada vez más. Todo se volvía más complicado, TaeHyung y Jungkook no le ayudaban. No ayudaba en absoluto que fueran tan comprensibles o que inclusive arriesgaran su corazón por el otro con tal de tenerlo a él cerca.

Sus ojos volvían a TaeHyung y estaban brillosos nuevamente, juntando lágrimas y un nudo se asentaba en su garganta.

—No quiero lastimarlos...

—Sé que no... —respondía TaeHyung—, ven a casa. Déjame cuidarte...

SeokJin suspiraba y se rendía, agachaba su cabeza y sonreía cansino.

—Tendré que hablar con Lalisa —mencionaba el castaño.

— ¡Si! —levantaba sus brazos en señal de victoria y sonreía con esa rectangular y preciosa sonrisa que a SeokJin le encantaba.

—Pero no tendrás que lidiar conmigo y Jungkook. No tendrás que lidiar con nada, pero si las cosas se ponen extrañas...

— ¿Define extraño? —preguntaba el azabache—. Espera... No me interesa saber si caes en los encantos de mi amigo, solo quiero que estés en mí casa y cuidar de ti.

SeokJin volvía a suspirar—. Por favor Tae... Esto no se trata de encantos, estoy confundido y es exactamente la razón por la cual no quiero involucrarlos más

—Tarde —soltaba, poniendose de pie y estirándose frente a SeokJin—, ya estamos involucrados desde que te chocamos y dejamos en el hospital y ocasionamos la pérdida de memoria

—No fue su culpa —SeokJin alzaba la vista y veía a TaeHyung con su cabello desordenado y como se estiraba, volvía a jalarlo hacia abajo para que tomara asiento de nuevo—, siéntate...

TaeHyung sonreía y hacía caso—. ¿Qué?

— ¿Por qué me preguntaste sobre a quien besaría? —mencionaba SeokJin.

TaeHyung suspiraba y estiraba su brazo para acariciar nuevamente el rostro de SeokJin—. Yo te recordaba a tu esposo... —susurraba, luego sonreía—, hubiera preferido recordarte a un hermano. Pero lo entiendo, mí perfume y tu cabeza desordenada hicieron un pequeño estrago contigo

— ¿Eso es lo que crees? —preguntaba SeokJin.

—También lo dijiste... —afirmaba—, estás confundido con ambos debido a los recuerdos de él...

—Lo sé, pero... —SeokJin suspiraba con la frase a medio camino—. Como sea... Hablaré con Lalisa y cuando me den el alta iré a su apartamento...

—Me quedaré contigo —afirmaba TaeHyung.

—No exageres, boxy —exclamaba—. Solo será una noche

—Vinimos en auto, te llevaremos en él —afirmaba—. Puedo pedirle a Jungkook que lleve a tu amigo a su hotel, aunque no sé si quiera irse

—No estoy seguro, quede en almorzar con él mañana... —TaeHyung asentía y SeokJin preguntaba—. Le pedí al doctor que te llamara a ti primero ¿por qué entraste último? ¿JinYoung estuvo algo rudo?

TaeHyung alzaba sus cejas sorprendido—. ¿Querías verme primero a mí? —preguntaba con incredulidad.

SeokJin asentía—. Si, necesitaba verte para disculparme... Y desde que entraste solo he hecho cualquier cosa menos disculparme —mencionaba avergonzado y sobando su nuca con la mano.

TaeHyung sonreía y se acercaba a él—. ¿Por qué te disculparías, Hyung? —los ojitos de éste lo miraban a través de sus lentes.

—Porque te debo una disculpa —mencionaba, se acercaba nuevamente un poco más. Llevaba un mechón de Tae detrás de su oreja y acariciaba su mejilla en el proceso, TaeHyung lo miraba fijo con unos ojos dulces, pidiendo algo que no se animaba a decir en voz alta—, lamento que... Dios, lamento haberte confundido con mi Jimin.

Mi Jimin.

TaeHyung pasaba el nudo en su garganta y asentía, forzando una sonrisa en su rostro—. Está bien... Lo entiendo, te dejaré descansar —se ponía inmediatamente de pie, alejándose de SeokJin y su tacto—. Le preguntaré a tu amigo si quiere que lo llevemos a su hotel o si se quedará 

—Es muy probable que se quede —afirmaba el castaño.

—Veré si quiere cenar algo y ¿necesitas algo más? ¿quieres que te traiga algo?

SeokJin suspiraba y negaba—. Estoy bien, no necesitas quedarte. Ni Jungkook, prometo ir en cuanto me liberen

—No voy a moverme de aquí, Hyung —exclamaba.

Efectivamente, ni TaeHyung ni JinYoung se habían movido, lamentablemente Jungkook tenía cosas laborales que hacer por lo que no se encontraba a la mañana siguiente esperando por el alta de SeokJin. TaeHyung estaba incómodo, pero no iba a irse de ahí sin él, por lo que resisitio las duras miradas del otro tipo, quién por cierto, no había cruzado palabra alguna. Tampoco había aceptado comer algo, mucho menos Jungkook y TaeHyung, no podían manejar estar solos el uno con el otro, estaban incómodos y probablemente era la primera vez en la que no podían hablar con total honestidad.

El teléfono del sargento sonaba e interrumpía el incómodo silencio, TaeHyung lo veía responder y alejarse, sus dedos jugaban con la tela de su saco. Estaba cansado y deseaba una ducha, seguramente SeokJin también la necesitaba, si, él podría haberse ido pero no quería. No quería darle chance a SeokJin de que dudará. Quizás era egoísta de su parte o demasiado arriesgado, pero quería tener al arquitecto bajo su techo, le gustaba llegar y saber que vería el rostro de SeokJin. Le gustaban los roces y como lo hacía sentir. Como se habían besado y aunque dolía saber la razón por la cual enterraba su nariz en su cuello, le gustaba la sensación que le provocaba.

Puedes salir lastimado y sin embargo no te importa.

— ¿TaeHyung? —la voz del sargento le llamaba.

— ¿Si? —se ponía de pie de inmediato.

—Volveré al hotel, tengo una reunión virtual a la que asistir si o si. No puedo atenderlos desde aquí —el sargento suspiraba—. Iré a ver a SeokJin en cuanto acabe, será algo tediosa, pero estaré allí apenas quede libre ¿puedes avisarle?

TaeHyung asentía, era la primera vez que le hablaba directamente a él y no había sido tan desagradable—. Seguro, sargento Park

—JinYoung... —exclamaba—. Puedes decirme JinYoung, dile a Jin que iré más tarde y gracias

—Oh, no es nada. Lo menos que puedo hacer es tener un ojo en él

—Quería que se quedará con ustedes —el sargento suspiraba de repente—. No sé que le hicieron, pero los necesita y no se ve tan... Marchitado —mencionaba—, no sé si entiendes a lo que me refiero

—Tampoco quiero que esté solo —exclamaba con suavidad—. Es un buen hombre, Jungkook y yo nos sentimos culpables por el accidente. Nunca quisimos ocasionarle todo esto...

—Cuídalo, iré en cuanto esté libre... Seguramente y tenga que volver antes de lo planeado, no lo sé, pero me deja tranquilo saber que no será el llanero solitario.

TaeHyung reía y recibía la mano del sargento en saludo, éste se retiraba de inmediato y cuando iba a tomar asiento veía a BoGum caminar en dirección a él.

— ¿Estuviste toda la noche aquí? —preguntaba el joven doctor.

TaeHyung asentía con seriedad—. Me lo llevaré a casa en cuanto lo dejen salir.

— ¿Estás solo?.

TaeHyung miraba a su alrededor y alzaba sus brazos—. El sargento tenía una reunión virtual a la que asistir desde su hotel y Jungkook temas laborales...

—Oh... —BoGum asentía con algo de desgano que intentaba no demostrar—. Le daré el alta justo ahora

—Genial, voy a esperarlo aquí.

TaeHyung no decía nada más y el doctor apuesto se adentraba en la habitación de SeokJin. Hora más tarde, estaban listos para volver, al salir SeokJin solo encontraba al bonito y joven veterinario esperando afuera de su habitación por él.

— ¿JinYoung? —preguntaba el castaño.

—Una reunión virtual de improvisto, irá a verte al apartamento en cuanto acabe —mencionaba TaeHyung con una sonrisa.

—Boxy, te ves cansado

—Nada que una ducha y un par de horas de sueño no quite ¿listo para irnos?

SeokJin sonreía y asentía, luego de un trayecto silencioso en el auto del azabache, el arquitecto finalmente preguntaba:

— ¿Dónde está Jungkook?

—Trabajo —respondía TaeHyung de inmediato, mientras sonaba su cuello—, seguramente para la tarde ya esté con nosotros

—Oh ¿pasaste una noche incómoda? —cuestionaba SeokJin, mientras se ponía su cinturón.

—Solo fue una noche ¿estás feliz de estar suelto? —preguntaba a cambio y tocaba su propio cuello masajeando la zona.

SeokJin asentía frenéticamente.

Camino al apartamento no habían hablado de nada más, no habían muchas palabras que agregar, solo algún que otra conversación random para no terminar atrapados en un silencio incómodo. Aunque el mal tiempo hacia entretenido mirar por la ventanilla.

—No sabía que llovería —mencionaba TaeHyung cuando finalmente estacionaban y bajaban del auto para subir.

En el ascensor SeokJin notaba el cansancio del azabache, como movía su cuello para donarlo una u otra vez, se sentía responsable por eso.

—Realmente no era necesario que pasarás toda la noche en el hospital —afirmaba—. Yo estaba y estoy bien.

El ascensor se abría y TaeHyung reía—. Nadie que sufre un pre infarto vuelve solo a casa. Ya deja de decirme indirectamente que me veo como la mierda —mencionaba el azabache, mientras abría la puerta.

SeokJin reía y se adentraba al lugar, volver se sentía extraño. Tan consciente de todo y mucho más. Sus recuerdos estaban en su lugar y tenía otros pares por aquí. TaeHyung llamaba su atención carraspeando su garganta.

—Vamos, toma una ducha y haré un buen desayuno para ambos ¿qué dices?

SeokJin sonreía y se dirigían a su habitación en silencio, al entrar veia todo en su lugar como lo había dejado. Realmente le gustaba aquel apartamento y se hubiera sentido jodidamente desdichado si se iba, aunque seguía creyendo fervientemente que era una muy mala idea. Pero no podía negarse.

TaeHyung lo miraba desde el marco de la puerta—. ¿Algo especial que quieras desayunar?

SeokJin giraba y lo veía quedarse quieto en su respectivo lugar.

— ¿Tienes miedo de entrar un poco más? —cuestionaba divertido.

TaeHyung reía con timidez, no llevaba sus lentes esa mañana por lo que fregaba sus ojos y miraba a SeokJin, realmente se veía muy cansado.

—No tengo miedo de entrar —mencionaba al mismo tiempo que daba unos pasos dentro de la habitación.

SeokJin se acercaba a él con lentitud y quedaban frente a frente.

—Debería tener un desayuno potente y sano —mencionaba el arquitecto.

—Tengo algunas ideas en mente —mencionaba TaeHyung.

—Deberias ducharte —replicaba el castaño, poniendo una mano sobre el hombro de TaeHyung y apretando para sentir un nudo en la zona.

— ¡Ah!... —TaeHyung gemía adolorido, echando su cabeza hacia atrás y apretando sus ojos—. La silla estuvo incómoda —exclamba. Otro apretón más cerca de su nuca—, Ah, Hyung...

TaeHyung no estaba consciente de como se veían y sonaba para SeokJin, él solo estaba disfrutando de que unos largos dedos presionaban contra el nudo en sus hombros y cuello, mientras que el cuerpo del arquitecto se despertaba. Otra mano se sumaba y el castaño comenzaba a masajearlo con ambas manos mientras se iba acercando. TaeHyung seguía con sus ojos cerrados, moviéndose apenas de un lado a otro para ser masajeado y gemía de placer ante aquello, hasta que abría sus ojos y se quedaba con el aire estancado y su corazón palpitaba rápidamente. SeokJin estaba cerca, tan cerca...

TaeHyung relamia sus labios.

— ¿Te sientes mejor? —preguntaba SeokJin, golpeando con su aliento al menor.

—Si... —susurraba TaeHyung, pasando saliva—. Te sientes mejor...

— ¿Qué? —susurraba éste, esbozando una suave sonrisa.

—Te siento...Yo-...—TaeHyung sentía las manos de SeokJin presionar de nuevo y relamia sus labios mordiendo el inferior mientras apretaba sus ojos—, quema

— ¿Disculpa? —susurraba SeokJin, sin dejar de verlo.

Ese efecto que tenía en él, le encantaba ver cómo TaeHyung parecía derretirse. Era adorable y tan sensual a la vez.

—Tus manos —respondía de nuevo, entrecerrando sus ojos por la sensación de ese cosquilleo peculiar.

SeokJin cerraba el espacio entre ellos pegaba su frente a la ajena y rozaba su nariz la de TaeHyung, una vez, dos... Amagaba a ir por aquellos belfos semi carnosos entre abiertos que TaeHyung tenía.

— ¿Solo mis manos te queman? —susurraba.

TaeHyung tenía su respiración acelerada y pesadas, sus brazos, los cuales permanecían colgados a su lados, subían para aferrarse con sus manos a los brazos del mayor.

—Seokjin... —gemía suavemente.

—Dime —pedía firme, pero con un tono dulce. Sin dejar de masajear su cuello—. Solo pídelo... Pídemelo —rogaba.

TaeHyung apretaba sus ojos, estaba tan cerca, había rozado esos labios ya y quería ir por ellos sin reparo. Se le dificultaba pensar correctamente con todas las sensaciones de su cuerpo apoderándose de él. Estaba ardiendo de deseo, demasiado. Todas las provocaciones de SeokJin golpeaban directamente a su zona sur y el arquitecto no estaba diferente. Los gemidos de TaeHyung por el simple masaje habían despertado su lujuria.

Se acercaba y posaba sus labios a los del menor y su lengua barría por su labio inferior y levemente hacia dentro, tocando apenas el superior... TaeHyung estaba quieto y jodidamente deseoso.

—Pídemelo o tómalo —rogaba SeokJin.

Larguísimo, perdón. Me retrasé por dos razones:
1 trabaje el sábado y eso me robo horitas
2 me faltaba mí inspiración... Pero ya volvió y ella sabe quién es 👀

Con amor niñita Nany💜

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