Capítulo 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Anastasia POV

El lunes cuando Cristian vino a disculparse, por su comportamiento me subí en una nube de la cual no he podido bajarme, he pasado suspirando por todos los rincones de la casa y eso no ha sido del agrada de mi padre; lo entiendo perfectamente me ha visto llorar muchas veces por la indiferencia de Cristian y no quiere verme lastimada por el resto de mi vida, le he tranquilizado diciéndole que mi enamoramiento ha pasado que era un capricho de la adolescencia y verdaderamente no sé si se lo ha tragado, sin embargo, ha dejado de preguntarme al respecto.

Otro tema es el acoso de Paul, tuve que contestarle porque mi padre noto mi incomodidad al recibir las llamadas y no responder. Su asfixiante perseverancia llego al límite de mi resistencia. Le respondí siendo directa que no me interesaba tener ningún tipo de relación con él, hay cientos de chicas que morirían por salir con él, así que le dije que era libre de ir por todas ellas y me dejara en paz. Conocí a Paul Clayton en uno de los eventos de la universidad, tal parece que toda la descendencia Clayton a pasado por Oxford, cuando supo que mi familia es una de las más prominentes de Estados Unidos no tardo en posar su mirada en mí. Por más que le explique que mi corazón lo había tomado otra persona no me ha creído porque no salgo con nadie, tal vez si me viera con alguno de los chicos podría alejarlo de mí, pero eso sería tener muy buena suerte.

-Señorita Ana- La ama de llaves me saca de mis pensamientos.

- ¿Qué pasa Elena? -

-Hay un joven en la reja que pide hablar con usted. Es muy guapo, esta bien vestido y tiene un auto muy lujoso- Dice la chismosa de la casa. Me extraña que me diga bien vestido, se supone que Cristian vendría por mí a las diez, aunque es temprano, ya que la marea estaría para las once y apenas son las ocho.

- ¿Pregunta quién es? Por favor- Ella se retira zapateando, no sé porque trabaja para nosotros si nunca le ha gustado su trabajo. Ella regresa a los pocos minutos informándome de la visita inesperada.

- Paul Clayton, señorita Steele- ¡Mierda! ¿Qué hace aquí?

- ¿Lo hago pasar? - Pregunta ella ante el atraso de mi respuesta.

-Déjalo ahí, yo no le he invitado a venir, así que se aburra y se largue-

-Pero, señorita es de muy mal...-

- ¡He hablado Elena! No me hagas hablar con mis padres sobre su comportamiento-

-Ella se va, dejándome sola de nuevo- Mandando mi apatito al carajo. Mis padres entran al comedor hablando animadamente entre ellos.

-Buenos días, hija. ¿Porque levantada tan temprano? - Pregunta mamá.

-Saldré con los chicos a navegar el fin de semana. Espero que no hayan hecho planes para mi -

-No, no hija. Tu padre y yo iremos a ver junto a Grace y a Carrick a ver un partido de los Mariner-

-Annie, ¿Cristian irá con ustedes? - Porque mi padre tendrá que ser tan curioso, no puedo mentirle.

-Si, papá. De hecho, será en su yate – Prefiero ser honesta con él.

-Annie, no me gusta que estes cerca de él. Sé lo que sientes por él y te garantizo que no es el hombre para ti, hija. Las decepciones sentimentales de él le hacen creer que todas las mujeres son iguales y temo que te lastime- Entiendo el punto de papá Mía y Kate me lo han dicho, pero él hizo una ofrenda de paz y no voy a despreciarle.

-Papá, no me estoy haciendo novia de Cristian y sé lo que piensa de las mujeres estoy muy consciente de ello. Mia y Kate me han puesto al corriente-

Terminamos de desayunar y conversamos por un largo rato hasta que recibo un mensaje de Cristian avisándome que en algunos minutos vendrá por mí, por lo que subo a mi habitación por las pocas cosas que llevaré así no haré esperar a Cristian.

Bajo las escaleras y me encuentro con el rostro de ogro de mi padre y me extraña mucho si ya dejé en claro la situación con Grey.

- ¿Qué sucede? -

- ¿Quién es Paul Clayton? ¿Y que hace afuera esperándote desde hace dos horas? – Maldita mujer debió se ella quien le informara a mi padre de ese hecho.

-Ya se fue de chismosa Elena otra vez- Le respondo a mi padre.

-No importa quien haya sido Anastasia. ¿Quién es eses hombre? – Mierda, esta enojado a más no poder, lo sé por que me ha llamado por mi nombre.

-Nadie de importancia para mí, he tratado de ignorarlo. Pero su toxicidad supera la de Grey – Le respondo de manera escueta.

- ¿Qué más, Anastasia? - Insiste mi padre.

-Es británico, proviene por una larga línea de la nobleza. Nunca llame su atención y o era que me interesara. Sin embargo, cuando supo mi procedencia empezó a perseguirme como loco y ya me he cansado de esto. Incluso le he dicho que salgo con alguien y no me ha creído- Termino por decir la verdad.

-Bueno, no es que me agrade Grey, pero trata de hacer algo para que el tipo crea que sales con él y se largue de la propiedad- Nunca imaginé a mi padre sugerirme algo así.

Mi teléfono vibra lo tomo de mi bolso y para ver quien me escribe y es un mensaje de Cristian.

"Estoy llegando a tu casa"

-Padre dile a José que abra la reja para que Cristian entre, por favor –

Mi madre se une a nosotros, me despido de ella cuando Cristian entra a la casa y detrás de él viene el idiota de Paul.

-Buenos días, Ana. Buenos días, señor y señora, Steele – Saluda Cristian al entrar.

-Buen día- Se escucha detrás de Grey.

- ¿Quién es usted? ¿El chofer de Cristian? – Pregunta mi padre. Cristian se voltea para mirar quien está detrás de él.

-No soy el chofer de nadie- Contesta con desde el idiota de Clayton.

-Entonces llamaré a la policía, por entrar a una casa sin ser invitado- El idiota ni se inmuta.

-Su pongo que usted es el señor Steele. Disculpe mi atrevimiento. Tengo dos horas de estar esperando que me abran. Y vine a visitar a su hija- Cristian se pone rígido al escuchar que me viene a visitar, sus ojos se oscurecen. Puedo imaginar lo que esta pensando en este momento, no obstante, soy salvada por mi padre.

-Imagino que usted es Paul Clayton- Mi padre no pregunta su identidad la confirma. Paul trata de avanzar hacia mi que estoy junto a mi madre quien me empuja para acercarme a Cristian.

-Así es, he venido a visitar a Anastasia desde Inglaterra, ya que no contesta mis llamadas, ni mensajes y consideró que es poco cortes no hacerlo. Después de que...- Mira a Cristian, a mi y por último a mis padres.

- ¿Después de que señor, Clayton? - Pregunta Cristian con curiosidad y luego me mira a mí. Que en estoy momentos estoy maldiciendo a toda la dinastía Clayton y más haya.

-Hemos sido cercanos durante estos cuatro años y bueno se marcha de Londres y no me avisa y me preocupe al no contestarme y bueno quise ve...venir a visi... visitarla y co...corroborar que estuviese bien- Tartamudea el muy idiota al tener la mirada fría de Cristian Grey.

-Bueno señor, Clayton. No creo que usted y Ana sean tan cercanos como dice ya que si fuese de esa manera ella le hubiese comentado, ahorrándole el viaje y considero poco educado entrar a una propiedad sin ser invitado – Me sorprenden las palabras de Cristian creí que se marcharía de inmediato.

- ¿Quién es usted? – Le pregunta a Cristian.

-Bueno no debería responder a un desconocido como usted, señor. Sin embargo, por respeto a los señores Steele lo haré. Soy amigo de Ana de toda su vida...-

-Cris creo que es hora de irnos los chicos debe estar esperándonos – Le digo a Cristian para no darle más importancia a este idiota.

-Si, nena. Tienes razón – Me dice tomándome de la cintura y acercándome a él.

-Señor Steele, señora Steele, ha sido un gusto verles el día de hoy- Se despide Cristian dándole la mano a mi padre y dándole un beso en la mejilla a mi madre. Y yo también lo hago.

-Papá, mamá nos vemos el domingo- Cristian me vuelve a tomar por la cintura y yo me dejo sintiendo el calor de sus manos en mi cintura, lo cual provoca un montón de descargas eléctricas recorrer mi cuerpo y creo que él las siente también porque me mira con sus ojos oscurecidos.

-Ana, Ana yo he venido a verte- Insiste el idiota.

-Mi hija hizo planes, señor. Así que le recomiendo que se valla antes de que llame a la policía- Sentencia mi padre y es lo último que escucho por que ya hemos tomado camino hacia el muelle donde seguramente ya los chicos nos esperan. Sin embargo, Cristian no me queta los ojos de encima y creo que esta esperando una explicación a lo sucedido en casa y creo que se la debo, ya que él esta tratando de que seamos amigos y entre los amigos no hay mentiras.

- ¿Queres que hablemos de Paul? - Le pregunto.

-Si tu quieres Ana- Contesto él.

-Es un idiota que me ignoraba cuando llegaba a Oxford. No me gusta para que quede claro. En un evento de la universidad al cual me vi obligada a asistir por mi buen récord estudiantil, el rector me presentó con él. El decano se le fue la lengua mencionando mi procedencia y de ahí en adelante ha sido una pesadilla para mí, e incluso supe que, a algunas personas de su círculo, le hizo mención que había una relación entre nosotros, cuando ni siquiera lo soporto - Le cuento mirando mis manos porque su mirada me intimida.

-Ahora entiendo el porque no respondías a sus llamadas- Me habla en tono comprensivo.

-Si, así es- Le respondo mirándolo a los ojos.

Nos quedamos mirando por unos minutos y el recuerdo de su beso el domingo pasado calienta mi cuerpo de manera extraña, ya he sentido esa sensación, cada vez que tengo sueños húmedos, imaginándome a Cristian entre mis piernas.

Él suelta mi cinturón de seguridad, luego el suyo, para luego sentarme en su regazo. Me aprieta fuerte contra su cuerpo, pasando sus manos alrededor de mi cintura, yo me estremezco por su toque, mis manos libres se pasean por su cobrizo cabello, es tan sabe y rebelde. Levanta su rostro para mirarme a los ojos. Ambos nos perdemos en nuestras miradas; al estar un poco incómoda me acomodo mejor sentándome a horcajadas sobre sus muslos y lo beso, lo he deseado desde el primer día.

Me responde el beso, pasea sus manos en mis muslos y luego los desplaza a mi trasero donde masaje casa una de mis mejillas traseras; eso me enciende aun más y creo que Cristian no esta mejor que yo porque su amigo se endurece cada vez más, mi cadera comienza una danza suabe haciendo fricción sobre su dureza, me excito cada vez más tratando de darme un poco de alivio a lo que siento.

Cristian trata de abrir mi pantaloncillo corto y trata de meter una de sus manos, sin embargo, la prenda me queda muy ajustada lo que no le permite hacerlo. Nos separamos por falta de aire. Cristian me va a decir algo, pero es interrumpido por su chofer.

-Señor, hemos llegado-

- ¡Mierda, Ana! - Me dice y yo me aparto de él dolida, se ha arrepentido, aunque no tuvimos sexo, pero estuvimos cerca. Volteo mi cara para que no vea mi dolor, estoy a punto de bajarme del auto para devolverme, no obstante, Cristian me detiene de mi brazo.

-Deja de huir Ana. Dije eso no por que no me gustara lo que estaba pasando entre nosotros, es por esto- Mira su entre pierna, sigo su mirada y mis mejillas deben haberse puesto rojas porque siento mi rostro caliente.

-Lo siento, mal interprete tus palabras. Me has ignorado durante mucho tiempo que cre...- Interrumpe mi perorata.

-Porque creíste que había arrepentido. Mira cuando Taylor nos anuncio que habíamos llegado estaba a punto de decirle que nos llevara a mi ático a terminar lo que habíamos empezado. Ahora salgamos que esos cuatro deben estar imaginando lo que no ha pasado-

- ¿Y tu amigo? – Señalo su entre pierna.

-Sal tu primero, que me encargaré de esta situación-

Salgo del auto cerrando la puerta tras de mí. Trato de acomodarme la ropa antes de dirigirme donde están nuestros amigos expectantes. Mia y Kate me miran con sus ojos entre cerrados y sus parejas me miran con sus ojos acusadores.

Este va ha ser un difícil fin de semana...


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro