Capítulo XLIX.

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Mi responsabilidad









































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D

iciembre, 1995.


Victoria Zabini sonrió cuando su sobrina tomó asiento frente a ella en esa mesa del restaurante más caro que pudo encontrar en el callejón Diagon.


–Artemis–Saludó una voz que ciertamente no era la de Victoria.

–Augusta Longbottom–Contestó la azabache con una media sonrisa–Le agradezco que tome la poción para verme–

–¿Tenía opción? Neville dijo que era imperativo que lo hiciera para verte–

–Cómo comprenderá no estoy en situación para verme con una traidora a la sangre en público–Se excusó la ojigris para luego sonreír.


La señora Longbottom soltó una risa seca, algo que Victoria Zabini no haría ni muerta en realidad, luego de unos segundos tomó la copa de vino y la bebió de una vez, eso sí lo haría Victoria.


–Neville dijo que aceptó ayudarme–Siguió la Black luego de unos segundos–Quiero saber ¿Por que?–

–Eres fría, grosera, narcisista, egolatra, manipuladora, una hija más de la pureza y aún así eres la persona más valiente que conozco, al menos eso dijo mi nieto–

–Nevy jamás me llamaría grosera, todo lo demás lo acepto, pero grosera no–Bromeó la chica antes de beber de su copa.

–Dijo lo de valiente, lo demás es mío–Confesó la mayor.


Las dos rieron un poco, ninguna se soportaba realmente y aquella reunión era la mayor hipocresía que habían cometido en su vida, pero ambas estaban ahí por el mismo motivo, Neville Longbottom.


–Usted tiene la casa más segura del mundo mágico–Volvió a hablar Artemis luego de unos segundos–La Fortaleza es impenetrable según dicen–

–Lo es, sí–Admitió orgullosa la Longbottom–Después de lo que le pasó a mi hijo y nuera... tuve que hacer el lugar más seguro para mi nieto–

–Y ahora vengo aquí a hacer algo que nunca en mi vida he hecho, Lady Longbottom–Continuó la azabache–Rogar por su ayuda para proteger a mis niños–

–No tienes que hacerlo, Lady con un título muy largo para que yo lo diga–Molestó la entonces morena.


De nuevo las dos rieron, el camarero trajo la orden que previamente había hecho "Lady Zabini" para luego retirarse sin dejar de temblar al ver a la acompañante de la mujer, la Reina Oscura le daba pavor.


–No tienes que venir aquí fingiendo amistad y rogar por nada–Siguió Augusta acomodando sus cubiertos–Yo te debo a ti más de lo que puedo pagar y si mi casa te ayuda entonces es tuya–

–¿Usted me debe a mi?–Cuestionó la Black casi asombrada–¿Qué me debe? Nunca hice nada por usted–

–Te debo la alegría de mi nieto, te debo sus risas cada vez que lee una de tus cartas, te debo su sonrisa cuando apareciste en casa con ese feo pastel a los 12 años, te debo su felicidad–

–Yo no soy amiga de Nevy para que usted me ayude–Aclaró la ojigris–Soy su amiga porque es bueno, es amable, es generoso y merece tener a alguien que lo cuide–

–Y por ese amor que le das es que te daré mi fortaleza sin pensarlo–


Artemis se relajó visiblemente, la parte más difícil de su plan de escape para sus niños siempre fue convencer a Augusta de ayudarla y al parecer fue lo más fácil.


–Voy a cuidar de Diana y Aleksaindre ¿Esos son sus nombres?–La azabache asintió–Yo cuidaré de esos niños inocentes como tú cuidas del mío–

–Le agradezco mucho lo que hace, Lady Longbottom–Comenzó la Slytherin con una sonrisa sincera–Después de esto estaré en deuda con usted–

–No quiero que te ofendas, pero que el Grimm Black me deba algo no es una de mis metas–


A pesar de la broma de la señora Longbottom la menor de las mujeres presentes no rió, de hecho su expresión se volvió melancólica.


–¿Dije algo malo querida?–Preguntó Augusta con tono de preocupación.

–El Grimm Black...–Murmuró la chica jugando con el anillo en su dedo–Nadie me llama así hace mucho–

–Lamento mucho la pérdida de Lord Pierce, un hombre ejemplar según decían–

–El mejor–Aseguró la azabache–Y es por Damian que voy a matar a ese maldito–

–Eso espero querida porque este mundo esta yendo al carajo–


La ojigris asintió dándole la razón, vio a su alrededor para confirmar sus sospechas, todo el lugar estaba lleno de mortífagos, algunos que le son leales a ella y otros a Tom, pero todos hacían lo mismo, vigilarla.


–¿Cuándo vendrán los niños?–Preguntó Augusta con tono más bajo.

–Al comienzo del séptimo mes–Contestó la menor–Están muy protegidos ahora, Tom sabe que son lo único que tiene contra mí y es por eso que hace esto–

–¿Hablas de enviar a los inútiles que creen que nos vigilan justo ahora?–

–Exactamente, Lady Longbottom–Ella se levantó y dejó unos galeones–La veo en unos meses–

–¡Diviértete con Blaise en la fiesta querida!–Se despidió la mujer fingiendo la voz de Victoria Zabini.






























































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J

unio, 1996.


Ginny secó sus lágrimas una vez más, trataba de contenerlas, iba de un lado al otro de la sala de la mansión Malfoy, no la habían dejado ir al juicio de su padre y estaba como loca por saber el resultado.


–Mi amor el piso se va a romper–Trató de bromear Blaise.

–¡Y mi padre podría ir a Azkaban así que no me importa!–Gritó la pelirroja.


En ese momento la puerta se abrió, Draco abrazaba a Artemis y traía una sonrisa medio triste mientras que la azabache las lágrimas en sus ojos.

Pansy y Amaya mantenían sus respiraciones, Theo casi rompe el vaso con agua en su mano por los nervios, Blaise se levantó de su lugar y Ginny corrió hasta su hermano.


–Dime que salió libre–Pidió la Malfoy al chico–Dime que papi va a estar bien–

Papi siempre va a cuidarte, manzanita–Respondió el mismo Lucius entrando.


De inmediato su hija corrió hasta él y el rubio pareció olvidar que estaba herido de un brazo porque la abrazó tan fuerte que creyó que la iba a asfixiar.


–¡Están libres!–Celebró Blaise al ver que Alexander Nott entraba también.


Los dos hijos del Lord Nott corrieron hasta él y lo abrazaron, incluso Victoria se unió al abrazo, las Parkinson corrieron para abrazar a los recién llegados también.

Hace poco más de una semana y media que una misión de infiltración en el departamento de misterios acabó mal, Lucius Malfoy y Alexander Nott fueron capturados luego de luchar con parte del ejército de Dumbledore y la orden.


Para la buena fortuna de Regulus Black no fue visto y mucho menos acusado, gracias a que Neville Longbottom lo sacó de ahí sin que nadie se diera cuenta, el joven había tratando de sacar también a los demás pero no lo había logrado.

Ese día, por la mañana, se había celebrado el juicio contra los siete mortífagos que fueron capturados, los Lestrange, el Nott, el Malfoy y los Dolohov, pero solo Alex y Lucius fueron liberados por alguna razón.


–¿Cómo hiciste para que los liberarán?–Preguntó Allan a su hermanita.

–Hice lo que tenía que hacer–Respondió Artemis con voz queda–Extorsionar a parte de los jueces con matar a sus familias, tengo a la sobrina de Bones en una celda abajo–

–Temis...–Murmuró el Brunner.

–No te quería metido en esto, Draco y yo siempre hemos sido los que se manchan las manos y tú no tienes porqué iniciar ahora–Recordó la azabache.


El mayor la abrazó para luego depositar un tierno beso en su cabello, había entendido hace mucho que la Black y el Malfoy prefieren arriesgar sus pellejos antes que arriesgar a sus familias.


–Tenemos que celebrar–Propuso Alana tomando la mano de Severus–No todos los días se gana una batalla así–

–La batalla, no la guerra–Le dijo Ginny lo más amable que pudo–Estoy feliz porque papá y el tío Alex estén en casa, pero eso no quita que el peligro sigue–

–Ella si que sabe animar–Bromeó Danielle Pierce sin contenerse.


Todos la vieron y fue cuando la castaña se sonrojó al darse cuenta que lo dijo en voz alta, la única que trató de ser amable y reírse de su broma fue Diana II Brunner.


Mi ángel–Llamó Draco rodeando a su novia y alejándose un poco de los demás en la sala–Tenemos un asunto pendiente ahí abajo–Murmuró.

–Lo sé dragón, pero por ahora nos quedamos arriba, ellos no tienen que saber el resto–
















































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El calabozo de la mansión Malfoy estaba más que silencioso, salvo por la respiración medio agitada de la mujer que estaba encadenada a la pared, ya hace varios días que dejó de luchar por liberarse.


–Buenas noches–Saludó el heredero Malfoy abrieron la puerta.


Él le dio paso a la azabache que venía detrás para luego cerrar la puerta de nuevo, así los conjuros iba a evitar que los gritos se escuchen por toda la casa.


–¿Vienen a tratar de hacerme cosquillas otra vez?–Se burló Bellatrix.

–Venimos a seguir con lo que tenemos pendiente, tía–Corrigió Artemis apuntándola con su varita–¿Lista para hablar ya?–

–¡Nunca voy a vender a mi hijo, perra desgraciada!–

–Y yo que pensé que la sangre llamaba–Se lamentó la Black.

–¡Crucio!–Dijeron a la vez el rubio y la azabache.


Bellatrix Lestrange reía, aún con el dolor que le generaba aquella maldición, pues había crecido recibiendo esa misma tortura cada día para prepararla a enfrentar esta misma situación, la captura y tortura, claro que no por parte de sus sobrinos mayores.

Casi habían pasado dos horas de continuas maldiciones cuando la mayor parecía caso agotada, los dos menores vieron su oportunidad entonces.


–¡Crucio!–Lanzó una vez Draco.

–¡Imperio!–Conjuró Artemis.


Y fue cuando pasó, después de casi dos semanas de tortura y de tratar, pudieron por fin controlar a su antojo a la mismísima Bellatrix Lestrange, ahora su mente era toda suya y no la dejarían ir.


–Trae Barty–Pidió Temis a su novio–Quiero sacarla de aquí lo antes posible y quiero mucho veritaserum–

–Cómo órdenes mi reina–Bromeó el rubio divertido–Pero antes...–


Él se acercó y la besó, esto hizo sonreír a la ojigris que hace mucho no estaba feliz, luego de unos pocos segundos el Malfoy se alejó con una sonrisa.


–Merecemos celebrar, mi amor

























































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A

gosto, 1996.


Allan tomó asiento frente a su hermana en esa mañana cálida de agosto, ella leía en la terraza con unos lentes de sol oscuros para cubrir sus ojos.


–Necesitamos hablar, hermanita–Pidió el castaño nervioso.

–Si es sobre tu insistencia en saber mi plan completo te digo que no, hermano mayor–Contestó ella sin verlo.

–Sé que me quieres lejos de esto, que me quieres proteger–Dijo el mayor–Y por primera vez, aún sintiéndome un cobarde, te creo–


La Black levantó su vista rápidamente para enfocar a su hermano y asegurarse de que no había escuchado mal o él no se estaba riendo en silencio de lo que le dijo como broma, pero estaba muy serio.


–Allan...–Ella dejó el libro en la mesa y se acercó a su hermano–Háblame–

–Tienes un plan y estoy seguro de que lo que hice no está en tus planes, hermanita–

–Ay no...–La azabache bajó sus lentes para dar esa mirada crítica–Danielle, la embarazaste ¿Verdad?–Entendió.

–Puedes gritarme justo ahora–


Pero ella solo se levantó y tomó las manos de su hermano mayor para luego llevarlas hasta sus labios y besarlas con cariño, lo abrazó para luego besar sus mejillas también, sonreía.


–Felicidades–Susurró en su oído.

–¿No estás molesta?–Se atrevió a preguntar Allan con dudas.

–Estoy furiosa, hermanito, pero eso no hará que tú prometida deje de estar embarazada ¿Cierto?–Bromeó la menor.

–Te prometo que estoy no va a cambiar tú plan en lo absoluto...–Comenzó el Brunner.

–No, no lo hará–Concordó la azabache con tono tranquilo–Toma tus cosas, tú prometida y a los niños, es hora de ir a la fortaleza–













































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Regulus abrazó a su hijo mayor, sabía que lo mejor para él ahora es estar con su prometida y ahora que Tom Riddle sabía de su embarazo había juzgado a Allan como un traidor, es mejor que se vaya.


–Cuídate mucho ¿Quieres?–Pidió el Black tomando sus mejillas–Quiero que te olvides de esta guerra ¿Si? Que seas el hombre de familia que tú madre quería–

–Ella estaría muy feliz ¿Verdad?–El mayor asintió a la pregunta–Espero volverla a ver, la extraño más que a nadie–

–Yo también hijito–Murmuró Reg con tono triste.


Athenea abrazó a Allan luego de Regulus, la familia se despedía de manera apresurada, no faltaría mucho para que los mortífagos fieles a Tom Riddle lleguen a la mansión Black buscando a los Brunner.


–Hermanita creo que nunca te dije lo orgulloso que estoy de ti–Comenzó Allan acercándose a la chica Black–Eres cómo mamá con la fuerza de papá, eres una verdadera reina–

–No me hables como si no te fuera a ver luego de esta guerra, idiota–Pidió Artemis abrazándolo–Te amo, hermano mayor–

–Te amo hermanita–

–Mi hermano, mi responsabilidad– Murmuró Temis abrazándolo de nuevo.

–Mi hermana, mi responsabilidad– Contestó el castaño.

El resto de la familia despidió a los Brunner, Draco le entregó al pequeño Alek en sus brazos a Diana II, ella le sonrió a su adorado tío.


–Nos veremos de nuevo, tío Draquis–Le prometió la pequeña castaña.

–Yo sé eso, mi hermosa princesa–El rubio besó su frente–¿Recuerdas lo que le te pedí hace rato?–

–Cuidar de mi primo Alek y ser muy feliz–Repitió la Brunner.


El Malfoy se puso de rodillas para quedar a su altura y se quitó el collar que llevaba en su cuello con el escudo de los Malfoy para luego ponérselo a la menor.


–El tío Draquis te ama muchísimo, Di–Le murmuró al oído mientras la abrazaba–Y eres la más valiente, hermosa y poderosa de nosotros pequeña–

–Te voy a extrañar, tío–Confesó la menor.

–Y yo a ti, bebé–Él depositó un beso en su frente–No quisiera pedirte esto, pero cuida mucho de Alek ¿Quieres?–

Mi primo, mi responsabilidad– Repitió Diana lo que tantas veces escuchó decir a su padre y tía.


Luego de un rato el carruaje con el escudo de la casa Brunner se había ido, toda la familia se quedó en el jardín por unos minutos como si no quisieran decir adiós.
























































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Las ruinas de lo que hace poco era un carruaje estaban en medio de un claro en el bosque que rodeaba a La Fortaleza Longbottom, Allan se removió saliendo de los escombros.


–Mierda...–Murmuró viendo todo a su alrededor.


Los encapuchados se acercaba desde arriba, volando sobre escobas y dispuestos a matarlos si es que habían sobrevivido a esa fea caía.


–Diana...–Llamó el Brunner a la niña.


Ella estaba abrazada a su primo, Alek, en medio del césped, cayó un poco lejos del claro, y con un profundo corte en la frente ensangrentada debido a alguna astilla del carruaje.


–Allan–Danielle llegó junto a él.


Los dos sanadores removieron a la niña y ella despertó de pronto, según su rápido examen estaba perfectamente bien, solamente fue el golpe, se lo había hecho por proteger al pequeño Alek de la caída.

Ambos mayores revisaron el cielo, al alejarse del claro para revisar a los niños habían sido cubiertos por árboles, pero no tardarían mucho en ser encontrados.


Di levántate–Pidió el castaño a su hija, ella le obedeció–Toma la varita de papi y corre a la casa enorme que está al final del bosque ¿Si?–

–No, no los voy a dejar a ti y a Dani solos–Se resistió la niña.

–Mi amor, piensa en Alek–Pidió Danielle acercándose–Le prometiste a Draco que lo ibas a cuidar ¿Cierto?–La niña asintió–Entonces llévate a tu primo ¿Quieres?–

–¿Puedo llevarme a mi hermanito también?–Preguntó señalando el vientre de la mayor.


Danielle vio al hombre a su lado y sonrió con algo de melancolía, lo habían intentado al menos, tal vez ellos no llegarían a la fortaleza pero se encargarían de que los dos niños sí lo hicieran.

Ella se quitó el anillo con el escudo de los Brunner que usaba desde la noche de ayer, cuando se había casado con Allan y se había vuelto la Lady de su casa, le puso el anillo a la pequeña Diana y sonrió.


–Siempre que tengas este anillo contigo, Di, tienes que recordar que papi, tu hermanito y yo estamos contigo–Pidió la señora Brunner.

–Diana, papi te ama–Recordó Allan abrazándola–Te ama más que a su vida entera y es por eso que debes irte–

–¿Te volveré a ver?–

–No en mucho, mucho, tiempo mi amor–Contestó sincero el Brunner–Pero siempre estaré contigo, con tu tía Artemis, tu primo y con el abuelo Reg ¿Recuerdas?–


Diana secó sus lágrimas y abrazó a su padre una vez más, al escuchar una explosión supieron que ya sabían que no estaban en el carruaje así que la niña alzó a Aleksaindre y suspiró valiente.


–Los amo–Recordó antes de alejarse.

–¡Avada Kedavra!–


Danielle Brunner cayó muerta sin siquiera saber de dónde había venido el hechizo, Diana gritó y comenzó a correr lo más rápido que podía mientras su padre comenzaba una lucha él solo contra otros diez mortífagos.


–¡Corre Diana!–Apuró Allan.


La niña Brunner siguió corriendo tratando de ignorar los hechizos que escuchaba, las explosiones e incluso el miedo que sentía en ese momento, solo tenía que salvarse y a su primo, tenía que hacerlo.


–Se lo prometí al tío Draquis–Se recordó a si misma cuando el cansancio le ganaba.

–¡Diana!–


Ella vio como Neville abría la reja de su casa y corría hacia ella, el castaño la cargó sin importarle el peso de los dos niños y corrió a la casa de nuevo mientras la reja era cerrada por su abuela.


Mi papi...–Murmuró la pequeña Brunner una vez el amigo de su tía dejó de correr al estar a salvo–Danielle y mi hermanito, están...–

–Lo sé pequeña, no habrías llegado sola de ser por otra cosa–Nevy besó su frente y luego la puso en el suelo–Lo hiciste bien, eres igual a tu tía–

–Eso decía mi papi–


Augusta no había entrado a la casa, se había ido ella sola al bosque para apoyar a los Brunner, pero al llevar a donde la marca tenebrosa estaba solo vio lo que más temía en ese momento.


–Ay no–La señora Longbottom corrió hasta la embarazada–Pobre mujer–


La castaña con toques de gris corrió ahora hasta el malherido cuerpo del castaño, a él no lo mataron tan fácil como a su esposa, lo torturaron y al acercarse vio sangre en su boca, había mordido su lengua antes que darles el gusto de gritar.


–Merlín...–





















































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Allan abrió sus ojos, sintió un calor en su pecho y el prado verde frente a él le pareció la vista más perfecta que había tenido en toda su vida.


–Allan...–Llamó una voz que él conocía bien.


El castaño se volteó tan rápido que creyó que iba a romper su cuello y fue cuando la vio, aún castaña y con esa altura prometido, pero sobre todas las cosas aún tenía su sonrisa favorita.


–Mamá...–


El Brunner corrió hasta ella y por primera vez en 16 años abrazó a su Diana Avery-Black, ahora era más alto que ella, pero aún se demostraba que la amaba, lo único que no había cambiado en él eran sus sentimientos por su madre.


–Ay hijo mío, no tenías que llegar tan pronto–Se lamentó la castaña en sus brazos.

–Una vida sin tu alma gemela no es vida–Se defendió el castaño.

–¿Y una vida sin su padre será vida para la pequeña yo?–


Allan bajó su mirada, sabía que su hija estaba a salvo y sabía que Artemis la protegería, pero no podía evitar el dolor en su pecho al pensar en que las había abandonado a las dos.


–Yo hice lo que tenía que hacer, mami

–Lo sé mi hermoso príncipe–Ella besó su mejilla–Aunque te convertiste en el Rey que yo siempre supe que serías–

–Siempre me pregunté una cosa ¿Estás orgullosa de mí?–Preguntó él sin contenerse.

–Muchísimo–Aseguró Diana I–Eres un buen padre, un buen hermano, un buen hijo, un buen esposo y sobre todo un buen hombre, estoy más que orgullosa–


Los dos castaños se abrazaron de nuevo, por primera vez desde que había nacido su hermanita, Allan Brunner se sintió completo de nuevo, después de todo es cierto lo que dicen...

No se puede vivir sin tú alma gemela y los reyes de Slytherin que comienzan con A nunca vivirían felices sin sus D.


–¡Oye anciano te casaste y embarazaste a mi hermanita!–Gritó alguien.


El Brunner sonrió antes de voltearse y ver a Damian corriendo desde la colina con Danielle siguiéndolo de cerca pidiéndole una y otra vez que no hiciera lo que iba a hacer.


–¡Tú te enamoraste de la mía, estamos a mano!–

–¡Te volveré a matar!–Aseguró el Pierce.

–¡Damian deja a Allan! ¿Qué no ves que Dani está embarazada?–Regañó Chris Wood llegando.

–¡Sí Damian! Eres tonto–Le dijo Gia.


Los otros dos reyes, Iván y Ross, se reían junto a Diana I al ver como Allan y Damian rodaban por el césped peleándose y abrazándose a la vez mientras Danielle y Chris trataban de separarlos.



































































Nota:

Un capítulo extra largo porque aquí también les debía muchos ¿No?🥺✨️

Lo sé, lo sé, últimamente ando muy sangrienta ¿No?🤐

Allan Brunner /*.
Danielle Brunner-Pierce /*.
Bebé Brunner /*.

¿Qué les pareció este nuevo capítulo?🥺💔

¿Qué piensan de Augusta Longbottom?✨️❤️

¿Y qué les parece lo que hicieron Draco y Artemis para liberar a Lucius y Alex?🥺

¿Por qué creen que tienen a Bellatrix de prisionera?🤐

¿Y qué piensan de lo que hizo Tom al asesinar a Allan y parte de su familia?😶

Diana tuvo que ver como su madrastra moría con su hermano en su vientre, huyó con la varita de su papá dejándolo a él prácticamente desprotegido y aún así luchó hasta la muerte para darle tiempo a su hijita.💔

¿Tienen alguna teoría ahora?

Dato curioso que nadie me pidió pero es triste: Allan le iba a poner Artemis a su hijo o hija, su segundo nombre sería Damian si era niño y sino sería Gia.💔

¿Como creen que reaccione nuestra reina Temis al respecto?😶💔

Olvidando lo triste del capítulo, lo que me hace más feliz es que Allan vuelve a tener lo único que siempre le importó en la vida, a parte de su hija, su mamá. 🥺💚✨️

Damian y Diana I son muy buenos amigos, pero a Di siempre se le sale decirle que era muy "viejo" para Artemis.🤣💚

Victoria, Alex, Theo y Blaise por fin son una familia.🥺🛐

Ginny y su papi.🥺🛐💚

No me maten...

Bye.✨️❤️

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