Maratón en el pasado

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Allan era un chico que hacía unos meses había perdido a sus padres...

Fueron asesinados por mortífagos ¿Porqué? Por no querer unirse al señor tenebroso.

El sabía que habían hecho lo correcto, pero no entendía porque los castigaban por eso.

Ahora el estaba solo... Vivía con su tía quien lo odiaba y deseaba desaparecerlo cada día.

Caminaba solo por la estación 9 3/4 esperando para subir al tren, tenía que encontrar un lugar y luego pasaría el resto del viaje leyendo o escribiendo... Sí, eso haría.

Subió con mucha dificultad su baúl, pero luego se dio cuenta que no podía subirlo a los guarda equipajes.

-¿Te ayudo niño? - Preguntó alguien detrás de él.

Se volteó y encontró a un joven alto y apuesto, tenía ojos grises, cabello negro y era pálido. El no le sonrió, sólo lo miraba esperando respuesta.

-Creo que puedo solo, gracias - Respondió con desdén.

¿Quién le decía que este chico no le iba a lanzar el baúl encima? Hace un rato uno de los mayores le lanzó su equipaje un chico, eso no le pasaría a él.

-No, no puedes. Dame eso-

El mayor le arrebató su baúl y lo subió con gran facilidad y rapidez.

-Aprende a aceptar cuando necesitas ayuda niño- Dijo antes de voltear he irse por un pasillo.

Allan suspiró, al menos no le lanzó el baúl.

Caminó por el tren buscando un lugar, pero realmente se sentía observado en todos lados. Entraba a un vagón, luego a cada compartimiento, pero siempre pasaba lo mismo.

Decía su nombre y los otros niños lo veían con lástima o burla.

-Largo huérfano- Le dijo el chico que estaba en el último compartimiento de ese vagón.

El realmente estaba ya cansado, no esperó a que el mayor cerrará la puerta en su cara, no. El se lanzó sobre el chico y lo sacó al pasillo.

Una vez el chico estuvo en el piso Allan comenzó a golpearlo al estilo muggle.

-Métete tu huérfano por donde te entre asqueroso mestizo - Le dijo mientras lo golpeaba.

Se levantó decidido a irse una vez sacó su rabia, lo que no sabía es que el otro chico se había levantado y lo apuntaba con la varita.

Allan se volteó a tiempo para ver como el chico caía al piso agarrando su pecho y sin poder respirar.

La chica que estaba con él en el compartimiento soltó un grito de horror.

Al final el chico cayó postrado en el suelo y detrás de él se vio una figura.

-Reina Diana - Dijo la chica con algo de temor.

La muchacha que estaba a unos metros del caído chico que aún recuperaba su respiración avanzó hacia ellos y no le importó pisar los pies del chico a su paso.

-Levántate Robin, no seas un bebé - Le dijo con voz autoritaria.

El chico llamado Robin se levantó de poco a poco y con ayuda de la chica que estaba con él se mantuvo en pie.

-Esto no es asunto de Slytherin, Avery- Le dijo a la chica.

-Tú no me dices lo que es o no es asunto mío, largo de mi vista o te haré vomitar las tripas escoria -

Robin y su novia entraron al compartimiento de inmediato. La chica llamada Avery se volteó y vio a Allan que la veía con sorpresa por lo sucedido.

La chica era castaña, unos hermosos ojos verdes resaltaban en su hermoso y delicado rostro.

Tenía una sonrisa pequeña que apenas era vista debido a que las ondas de su cabello cubrían la mitad de su rostro con delicadeza.

No era muy alta, era promedio, pero tenía un aura a su alrededor que la hacía parecer superior a cualquiera que la viera.

-No deberías buscar problemas niño -

-El me dijo... - Allan hizo una pausa, odiaba esa palabra- El me insultó -

-Lo escuché, pero no tenías que golpearlo, así no se libera el estrés -

-¡Yo no estoy estresado! - Declaró Allan

La mayor lo vio con compresión, luego sonrió para si misma y se acercó.

-Estas enojado - Corrigió

-No sabes de lo que hablas -

-¿Así le hablas a quien te salvo el trasero? -

Allan lo considero un segundo, tenía razón. Si no fuera por ella el probablemente estaría hechizado ahora mismo.

-Te agradezco lo que hiciste, pero no sabes lo que dices-

Diana lo vio con sorpresa, en sus años como reina alguien la había tratado así.

-Me agradas niño - Declaró sonriendo- Sígueme - Ordenó

La castaña comenzó a avanzar en dirección contraria a la que venía y Allan la siguió, ella había demostrado ser alguien a quien no debes de molestar.

-Soy Allan, Allan Brunner - Se presentó

El castaño bajo sus orbes azules al suelo para evitar la mirada de lástima, pero esta jamás llegó.

-Padres valientes los tuyos- Respondió ella y Allan la vio de nuevo - O muy idiotas -

El chico frunció el ceño enojado.

-¿Quién te crees que eres? - Preguntó

-Soy Diana, Diana Avery. Soy la reina de Slytherin y de todo Hogwarts -

Allan había escuchado historias de la gran Diana Avery, de todo su clan en realidad. El gran clan Avery tenía como poder el control de la sangre, pero se había ido extinguiendo en los últimos años hasta que sólo quedaron Diana y sus padres.

-Así fue como lo venciste ¿Cierto? Utilizaste tu poder en la sangre -

-No quería gastar saliva hechizando a ese idiota -

Diana paró enfrente de compartimiento cuando alguien salió y la detuvo.

-¡Di! ¿Podemos hablar? - Pidió el chico que había salido de este.

Allan lo observó con cuidado, se parecía al chico que lo había ayudado con el baúl, pero él tenía unas facciones mucho más relajadas y una sonrisa permanente.

-No me toques traidor - Respondió Diana.

Allan comprendió que esa no era una relación amistosa en ese momento y se decidió a pagarle a Diana lo que había hecho por él antes.

-Dijo que la soltaras- Le dijo al chico quitándole la mano que tenía sujetando a la castaña.

-No te metas niño -

-Su nombre es Allan y lo vas a tratar con respeto, perro pulgoso-

Diana tomó el brazo de Allan y lo hizo caminar a su lado para irse.

Caminaron en silencio por unos segundos hasta que el menor tomó el valor de preguntar.

-Es un traidor que alguna vez fue mi amigo, es todo lo que tienes que saber Allan - Le dijo Diana antes de que el preguntara.

El chico asintió y se mantuvo en silencio hasta que llegaron a un nuevo vagón y entraron al último compartimiento.

-Reyes- Llamó Diana y todos en el compartimiento la vieron - Él es Allan, va a estar con nosotros -

Las miradas de los mayores fueron a dar al niño y lo observaron con suspicacia. Sin embargo Allan reconoció al chico que lo había ayudado antes, fue el primero que se levantó.

-Hola de nuevo niño, soy Regulus Black- Se presentó

-Allan Brunner-

Los demás se levantaron después de Regulus y se acercaron a él. Fue cuando Allan se dio cuenta que su compartimiento abarcaba una gran parte del vagón.

-Soy Victoria Zabini - Habló una morena que estaba frente a él.

-Ella es Zabi- Diana señaló Victoria que sonrió - El es Lucius, la rubia teñida-

-¡Así es mi cabello Di! -

Diana sonrió y caminó hacia el rubio y se sentó en medio de el y Regulus, abrazó a Lucius y besó su mejilla.

-Esa rubia es Narcissa- Siguió presentando.

-Dime Cissy- Pidió la rubia

-Luego están Alana, que es la castaña de ahí, Severus, el amargado de la ventana, Alex, el que no deja de leer y su hermanita Athenea -

Casa uno de los mencionados levantó la mano desde sus asientos según los nombraban.

-Este lugar es muy... Grande- Mencionó Allan

-Sí, nosotros lo hicimos. Juntamos tres compartimientos y lo diseñamos para nosotros - Explicó Lucius

-Siéntate niño - Pidió Alana amablemente.

Allan caminó hasta donde estaba Diana y sentó frente a ella.

-Bienvenido a la familia- Le dijo la castaña con una sonrisa.

Nota:

Ya estaba esperando subir este capitulo, espero y ustedes amen tanto a los reyes como yo. 🥰

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