12; Hablar...

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Está podía ser considerada como una nueva oportunidad para un corazón que ha sido dañado y reconstruido y para un alma perdida encontrarse de nuevo, para el omega era una sensación de bienestar una segunda oportunidad que no podía desperdiciar y para el alfa era una aceptación de mala gana que debía soportar, pero que a pesar de eso le estaba comenzando a tomar cierta estima, después de lo que paso con su ex pareja no quiso saber nada más acerca de amar a alguien ni siquiera de saber de los omegas, pues comprendió que ellos podían ser igual de crueles que un alfa.

La mirada de Park Jimin fue a dar hacia aquel omega de compañía que ahora mismo se encontraba mirando hacia afuera, por la ventana, seguramente observando los automóviles pasar, o quien sabe, quizás inclusive se encontraba admirando a las personas, el alfa no podía dejar de mirar a ese omega mientras que miles de cuestionamientos se formulaban en su cabeza, era inevitable, apenas y conocía en realidad a ese prototipo de androide, y aunque no era su verdadera intensión conocerlo, no quería quedarse mucho tiempo en silencio, pues la sensación todavía le abrumaba en demasía, detesta el silencio porque le recuerda a la primera vez que se sintió realmente solo.

Relamió sus labios antes de soltar un suspiro que duro pocos segundos, ni siquiera el leve sonido llamo la atención de aquel omega, pero eso a Jimin le daba lo mismo, se acomodo mejor sobre el sofá y se inclino levemente, recargando sus codos sobre las piernas y miro hacia Yoongi quien parecía más intrigado por lo que pasaba afuera que por la presencia del alfa.

—¿Qué tanto es lo que ves? —se atrevió a preguntar, pues quería iniciar una conversación a la cual por supuesto no pondría su total atención o quizás...

El omega reacciono de inmediato girando su cabeza para mirarlo detrás de su hombro derecho, sus labios estaban entreabiertos y no tardo en darle una pequeña sonrisa antes de volver a mirar a la ventana.

—Sólo estaba mirando a las personas —comento Yoongi, sus dedos fueron a dar al cristal, apenas y podía percibir con exactitud la textura, firme, fría al tacto, pero tan frágil—, ahora que los veo, debe ser maravilloso seguir vivo...

—Estás vivo —menciono Jimin mientras rodaba los ojos y se encogía de hombros restándole de esa forma importancia a las palabras dichas por Yoongi—, no sé porque dices algo como eso, para ser un robot no parecieras comprender muchas cosas.

—No es eso —Yoongi no le miro, y se concentro en acercar un poco más su rostro en el vidrio—, me refiero a... —a pesar de que su respiración chocaba con el cristal esté no se empañaba—, todas esas sensaciones, el sentir como el aire invade tu nariz y te quema levemente, la calidez de las manos, tocar las cosas, empañar un vidrio...

Jimin no dijo nada, quizás se había adelantado un poco o tal vez no aceptaba del todo el hecho de que Yoongi fue humano alguna vez.

—¿Lo extrañas?

—Sí —murmuro por lo bajo el omega—, sé que parte de mi es humana, pero no es lo mismo —dejo de tocar el cristal—, puede que desde un inicio te acostumbres a todo lo que se considera básico, comer, respirar, el calor... pero cuando ya no lo tienes —se giro sobre sus talones para mirar a Jimin, el alfa parecía atento a sus palabras—, pareciera que dejas de ser quién eres.

El omega camino unos pasos para acercarse al alfa, y a pesar de que Jimin pensó que Yoongi tomaría asiento a su lado, no fue así, el omega de compañía se paro justo frente a él, inclino sus piernas y dejo caer sus rodillas al suelo, para después y con cuidado sentarse sobre sus propias piernas y quedar frente a Jimin, mirándolo y esperando a que quizás le haga una nueva pregunta.

—No deberías sentarte en el suelo —dijo Jimin—, ven aquí —le indico dándole una señal con el mentón para que se sentara en el lado izquierdo a su lado, pero Yoongi no lo hizo.

—Esta bien —menciono el omega—, estoy cómodo —aparto un poco la mirada antes de volver a hablar, miro su caja, aquella en donde dormía—, no me has regresado a mi caja —miro de nuevo al alfa—, ¿puedo considerar esto como una aceptación?

—No del todo —dijo Jimin en tono dudoso—, sólo... no tengo ganas de mandarte a que duermas —el omega soltó una suave risa—, ¿qué te parece divertido?

—Técnicamente no duermo —dijo el omega—, sólo paso a un estado de hibernación momentáneo el cual se desactiva en cuanto escucho tu voz, alfa —Jimin dio un asentimiento comprendiendo aquellas palabras.

—Yoongi —el omega ladeo la cabeza levemente—, ¿qué tanto de ti es humano?

—Oh... —ciertamente no esperaba esa pregunta, sabía algunas cosas porque la madre de su alfa se las enseño, además de que su programación lo requería—, en realidad casi todo, excepto por mi cerebro, mis ojos, mis pulmones, parte de mi piel, mi corazón y mi aparato digestivo —le sonrió a su alfa—, la doctora Park hizo un buen trabajo, ¿no crees?

—Sí... —recordar las fotografías, los dibujos de los órganos, las piezas le provocaban un leve escalofrío—, en verdad lo hizo —Yoongi se sentía feliz por aquellas palabras—, conservas tus recuerdos, ¿verdad? —Yoongi dio un par de asentimientos—. Entonces ¿recuerdas lo que te paso y el por qué moriste? —el omega dio un nuevo asentimiento.

Jimin no sabía si continuar interrogando a aquel espécimen, le parecía una tontería, pero estaba en verdad curioso, saber un poco de ese omega de compañía le ayudaría a sentirse menos abrumado por la presencia del mismo, pues no podía tan siquiera imaginarse en compañía de una máquina como lo es Yoongi o bueno parte de él lo es, pero tampoco quería ser un entrometido, se trata de la vida privada de una persona, y a pesar de que tiene la certeza de que el Yoongi que alguna vez vivió y sintió se había quedado con todos esos malos recuerdos, sabe que aquel frente suyo seguía teniéndolos presentes y a pesar de ello le sonreía, quizás era como él menciono, pierdes a quien eras en el pasado después de morir.

—¿Te intriga saber como morí? —el alfa no tuvo que hacer ninguna pregunta—. Tu madre debió decirte.

—En parte lo hizo —menciono por lo bajo Jimin—, menciono que te suicidaste consumiendo somníferos —Yoongi dio un asentimiento—, también sé la razón...

—Los somníferos me ayudaron a estar en un letargo que considere eterno por breves momentos, cuando los consumí y sentí mi cuerpo tan pesado como una piedra sobre una telaraña, me sentí realmente bien —comento Yoongi—, ni siquiera supe en que momento deje de percibir mi entorno, sólo supe que mi cama era tan suave como abrazar una nube.

—Entonces no hay nada después de la muerte —Yoongi negó con la cabeza.

—No lo sé —se encogió de hombros—, morí, pero quizás no morí el tiempo suficiente para descubrirlo, tu madre fue quien me dio vida de nuevo, reemplazo partes que creí jamás la ciencia podría modificar, me construyo un nuevo ser y me dejo mis viejos recuerdos —apretó ligeramente sus labios—, y la odie por eso.

—Pensé que querrías esos recuerdos —el omega lo miro—, por lo menos debes tener algunos felices —el omega negó levemente.

—Los recuerdos felices son más fáciles de olvidar que los recuerdos tristes —el omega jugaba con los dedos de sus manos—, la mayor parte de mi vida estuvo llena de violencia, gritos, golpes... —Jimin sintió el peso de la culpa en sus hombros, pues él había iniciado un nuevo siclo de violencia con sus gritos y rechazos y por casi abusar de ese omega—, quería volver a acabar conmigo mismo, pero no pude...

—¿Por qué? —la curiosidad del alfa hacía que el omega se sintiera feliz porque tenía su total atención.

—Tú —el alfa casi pudo percibir cierto brillo de ilusión en aquellos ojos artificiales—, tu madre siempre me veía triste, le gritaba que la odiaba por devolverme a la vida, le decía lo mucho que deseaba estar muerto, pero ella me dio una buena razón para no hacerlo —el alfa se mantenía serio mientras escuchaba al omega—, me hablo de tu sufrimiento y...

—Creo que lo mío no puede ser comparado con lo que pasaste, omega —Yoongi no esperaba lo último, aquello solamente le indicaba que Jimin en verdad quería aceptarlo como su pareja, la emoción creciendo en su pecho definitivamente no se debía a ninguna falla mecánica—, debió ser espantoso para ti.

—También tu situación es cruel —el omega le comprendía y eso solamente hacia que Jimin quisiera acercarlo para mantenerlo entre sus brazos—, el rechazo es espantoso, y lo que ella te hizo no tiene nombre —el ceño del omega se frunció levemente, la molestia se palpaba en su rostro—, las personas son crueles cuando menos lo piensas, y causan daños graves sin saber las consecuencias, el daño que provocan a veces es irreparable —miro a Jimin a los ojos—, no merecías ese trato, alfa —Jimin escuchaba atento a las palabras del omega—, eres una persona generosa, alguien que no deja de sonreírle a los demás, tienes el corazón más bondadoso de todos, y sabes amar a alguien entregando todo de ti —Jimin sintió como su corazón dio un vuelco al escuchar aquellas palabras, un pequeño nudo se instalo en su garganta, y los nervios estaban a flor de piel en su cuerpo—, sé que no me has aceptado, pero estoy dispuesto a dar todo de mí para ti, alfa, quiero verte sonreír y quiero ser la causa de tu sonrisa, daré mi mejor esfuerzo por ti.

Aquella sumisión es normal en un omega, Jimin estaba seguro de que Yoongi no sería de ese modo si es que estuviera con vida, pero quizás estaba equivocado, no conocía las costumbres de ese omega ni de su familia y aún había algunas pocas personas que consideraban la sumisión de los omegas como algo elemental en sus vidas, quizás la familia de Yoongi era una de ellas, pero no podía evitar sentirse encantado por aquellas palabras, porque su lobo se sintió pleno, jamás le ha gustado la idea de que un omega se rebaje ante un alfa, para él todas las personas eran iguales sin importar su casta, pero en ese momento no pudo evitar sentirse tan lleno por esas palabras de aquel omega que prácticamente le había declarado una sumisión total con tal de verlo feliz, las puntas de los dedos de sus manos picaron y no pudo evitar acercar su mano derecha hacia el rostro de aquel omega.

Yoongi parpadeo un par de veces al ver esa acción y cuando logró percibir el tacto de la mano del alfa sobre su mejilla no pudo evitar inclinar su cabeza para depositar más la mejilla sobre aquella mano, sus ojos se cerraron levemente mientras recibía aquella caricia, y el alfa se permitió tocar con delicadeza aquella fina piel, no sabía si era sintética, ni siquiera le importo, pues lo que más le importaba en ese momento era el como Yoongi acurrucaba su mejilla sobre su mano.

—No puedo hacerte una promesa —comenzó a hablar Jimin—, pero... no te impediré acercarte a mí, ya no más —el omega le regalo una sonrisa.

—Gracias, alfa... —Jimin no dejo de acariciar ese bello rostro.

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