Querido diario:

Nunca pensé que esa verdad — o al menos parte de ella — amenazara con salir en un simple juego, rodeada de verdades a su lado insignificantes. Pero él fue justamente la prueba de que no puedo pensar en cuándo y cómo sucederán las cosas, porque hay cosas que están fuera de mi control.

Por ejemplo, yo pensaba pasar los años hasta mi adultez — que me permitiría escapar del pueblo — en la completa soledad del bosque, pero como no puedo controlar ni siquiera mi corazón he sido felizmente condenado a su efímera compañía. Claro que la comparación no es justa, porque él fue el amor de mi vida y mi mejor amigo, y la realidad que le confesé se trataba de una parte oscura de mi vida.

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Jungkook y Taehyung disfrutaban a pleno del último día de receso invernal antes de volver a clases, jugando un clásico llamado "verdad o reto"

Esas tardes juntos se habían percatado con mucha emoción de que asistirían a la misma escuela pero en niveles diferentes, porque a pesar de tener prácticamente la misma edad Jeon entraría en un módulo avanzado — exclusivo para aquellos alumnos sobresalientes. Si bien no iban a poder estar juntos en el mismo salón estaban conformes con compartir otro espacio.

Este año el pelinegro tendría un amigo, por fin.

— ¿Verdad o reto, Kookie?

Jungkook posó una de sus manos en un mentón y simuló pensar unos segundos. Para el contrario la respuesta era obvia, pero debía preguntar de todas formas. Sabía que elegiría reto porque lo estuvo haciendo las últimas rondas pero ya empezaba a creer que perdía la gracia.

Aunque debía admitir que fue divertido verlo realizar toda clase de tonterías por ese estúpido juego.

— ¡Reto!

— ¡Pero ya no sé a qué debería retarte! Vamos, ya te he dicho hasta lo imposible...

— Bien... — bufa, condenado a una pausa — Elijo verdad.

Un puchero surge de sus labios, pero no hace que Kim cambie de opinión.

— ¿Porqué tu familia vino a vivir aquí? Este es un pueblo bastante alejado de todo.

El que debía responder la pregunta abre y cierra la boca, ordenando sus pensamientos ante tan inesperado cuestionamiento. No le molestaba la pregunta, sólo no sabía cómo contestarla.

— Bueno, nosotros...

Taehyung nota su incomodidad — No debes responder si no quieres, Kookie. Puedo darte algún otro reto si me dejas pensar. 

— No, no... Está bien — ríe — Mis padres eligieron este lugar justamente por estar alejado de todo. Verás, no entiendo demasiado lo que sucede pero sé que mi tío hizo algo mal en una de sus empresas... O eso dicen al menos, pero gracias a ello todos los medios de comunicación empezaron a seguir a la familia completa — jugando con sus dedos, continúa —. La gota que rebalsó el vaso fue esa tarde en la que fueron con cámaras y decenas de micrófonos a buscarme a la escuela.

— Dios, lo siento mucho... — lamentaba recordarle tan horrible momento. Sinceramente imaginaba una historia corriente cómo cualquier otra y la realidad volvió a sorprenderlo.

Jungkook hace una seña restándole importancia al asunto, al fin y al cabo ya estaba en un lugar seguro y eso le había permitido conocerlo. Después de tanto estrés el pequeño volvía a estar completo y contento.

— ¿Verdad o reto?

— Verdad, Kookie.

— ¿Porqué tuve la impresión de que querías que me fuera de aquí cuando te conocí?

Taehyung suspira. En las rondas anteriores había recibido preguntas cómo "¿te gusta alguien?" o "¿ya tuviste novia?", pero comenzaba a darse cuenta de que ese juego tomaba un rumbo más profundo que el que dos niños tenían intenciones de jugar. De todas formas eso no lo detuvo de responder.

No pasaron demasiados días desde que se conocieron, pero en su interior sentía la urgente necesidad de confiar en la única persona que no lo veía con ojos de pena o indiferencia. Su único amigo — y el que le había devuelto la esperanza y el ánimo — se merecía una explicación, tanto como él se merecía verbalizar lo que sentía a algo más que si mismo.

— Porque así sucedió, y no te ofendas por lo que voy a decirte pero sí quería que te fueras — se sinceró. Jungkook abrió los ojos con incredulidad —. Al inicio sólo te vi como alguien invadiendo mi espacio para molestarme, pero rápidamente me di cuenta de que estaba equivocado... No soy un perro territorial ni un amargo, pero hasta que llegaste aquí este era mi lugar, el que solamente yo conocía y el que tenía la tranquilidad que necesitaba. 

— ¿Aún quieres que me vaya? — pregunta Jeon, sus ojos brillando ante la expectativa de la respuesta.

Taehyung sonríe y busca sus grandes ojos con la mirada. — ¿Estás loco? Este bosque ahora es nuestro, Kookie. Un lugar que sólo nosotros conocemos y estoy más que feliz con ello. 

Desviando la mirada, el muchachito de dientes de conejo busca cerca suyo la guitarra de la que últimamente no se separaba. Esa última frase dicha por el contrario le había despertado un recuerdo que le quería compartir, si este le permitía.

— ¡Hay una canción con ese nombre!

— ¿Qué? — pregunta sin entender.

— "Somewhere only we know", Tae. Es una canción que solía escuchar mi tío cuando estudiaba en la universidad... La recuerdo porque él cuidaba de mi mientras leía y mis padres trabajaban — sonríe melancólicamente —. Si me das unos minutos puedo intentar averiguar sus acordes... Recuerdo que no parecía tan complicada, quizá pueda sacar el sonido de oído con lo que he aprendido hasta ahora...

No esperó que Kim le contestara y se sumió en un largo testeo de acordes que no parecían encajar. Le hubiese dicho que sí de todas formas, pero se entretuvo mirando cómo su rostro se fruncía por la frustración de no lograr su cometido con facilidad. 

Esa sonrisa que esbozó al observarlo tocar fue tan sincera que que sólo se percató de su expresión hasta que el contrario le cuestionó porqué se reía.

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Querido diario:

[...]

Si mis padres me hubiesen hablado de amor me habría dado cuenta en esa misma tarde que esa sonrisa que le di a Jungkook no fue mera coincidencia. Me tocó descubrir por mi mismo y en el transcurso de los años que entre nosotros se estaba gestando todo menos una amistad, lo que no la hizo menos falsa de todas formas.

El cariño que sentía por él cambió de rumbo cuando tomó esa guitarra y se dedicó a buscar esos benditos acordes, sin saber lo que ello desataría... Quizá y por donde yo lo veo, una premonición transformada en canción. Me gustaría culparme por creerla un spoiler de lo que nos pasaría, porque la canción es realmente hermosa y me trae recuerdos de todas las tardes que pasamos juntos, pero el verso que justo ahora está sonando no ayuda mucho:

This could be the end of everything
So why don't we go somewhere only we know?

Espero algún día decidir si debo verla con buenos o malos ojos, pero mientras escribo estas líneas resulta agridulce.