Capítulo 6: El enamoramiento

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Rita se sonrojo tras decirle a Warren que era un chico maravilloso; ella siguió tratando las heridas del muchacho, él se quitó su playera donde tenía moretones pro todo el cuerpo, le paso ungüento para los golpes, al mismo tiempo que tocaba el pecho y abdomen de Warren, un gran silencio invadió la habitación, ambos se vieron al rostro admitiendo que estaban excitados; el peliblanco se acercó a la rubia y le dio un beso; ella se dejó llevar esperaba que el joven hiciera eso desde el momento que curioseo el cuerpo del muchacho. Rita se desabrocha su camisón, exponiendo sus pechos, Warren queda sorprendido por lo grandes que eran; y los chupa lentamente; ambos van a una cama y se desnudan por completo; es ahora Rita que queda sorprendida por el miembro de Warrren, lo chupa. 

 –Rita: Delicioso, hace tiempo que no probaba una buena polla- decía en su mente. 

 Luego el peliblanco mete su pone en la vagina de ella y se mueve y la penetra suavemente al principio y luego se sacude rápidamente hasta correrse dentro de ella.

 –Warren: Lo siento me vine dentro de usted.

 –Rita: Descuida, ya no puedo quedar embarazada.

 La rubia quedo satisfecha, hacer el amor con un hombre es mucho mejor que hacerlo con una mujer, pensó ella. Sin darse cuenta se había quedado dormida, muy diferente de anoche se sentía avergonzada.

 –Warren: Señora en verdad lamento lo que pasó ayer. 

 –Rita: Te arrepientes de haberlo hecho con una mujer mayor.

 –Warren: No, no me refiero a eso. A decir verdad, es usted mi primera vez. 

 –Rita: Lo dices en serio. Nunca lo habías hecho antes con nadie. 

 –Warren: Si, aunque cueste creerlo hasta ayer en la noche era virgen todavía. Ambos se ríen a carcajadas. Y luego se dan un abrazo, él vuelve a besarla se estaba enamorando más del peliblanco. Rita entra a la ducha para bañarse, toman un desayuno juntos, antes de que la rubia regresara a casa, él le escribí en un papel, su número de celular. Al llegar a casa todas sus hijas estaban en la sala esperándola.

 –Lori: ¿Dónde has estado mamá? La señora María me dijo que estuvo en tu casa y luego te retiraste. Desde anoche estuvimos muy preocupadas por ti, porque no llegabas a casa. 

 –Rita: Ya Lori tranquilízate, ya estoy aquí en casa.

 –Leni: ¿Y dónde estuviste anoche? 

 Rita no estaba segura si decirles la verdad, o mantenerlo en secreto aún; aunque aún no ha oficializado su relación con Warren; así que les dices lo primero que se le vino a la mente. 

 –Rita: Me cruce con una amiga que no había visto hace años, me invito a su casa y pase la noche con ella. 

 –Lynn: ¿Cómo se llamaba? 

 -Rita: ¡Wa...Wanda! 

 –Lynn: ¿Wanda? De dónde la conoces que no la recuerdo. 

 –Rita: De mi antiguo grupo de autoayuda, cuando iba a terapia psicológica por la pérdida de su hermano. Todas sus hijas asienten. Aquella noche Rita salió a cenar con su hija Leni a un restaurante, ella se sorprendió de su cambio y estaba feliz de poder salir con su madre. Rita se pone un vestido que su hija le había regalado hace tiempo, Leni se alegra mucho. 

 –Rita: ¿Y cómo te fue tu cita con Warren?

 -Leni: ¿Quién? Ah....Warren- se puso nerviosa - bueno no, no funciono lo nuestro. 

 –Rita: ¿Se propaso contigo?

-Leni: No, nada que ver. Simplemente se le presento algo y nuestra cita fue interrumpida.

 –Rita: ¿Y a qué hora llegaste anoche? 

 -Leni: Como a las 9.

 –Rita: Así que te quedaste en la feria.

 –Leni: Me encontré con un amigo y lo pasamos juntos. 

 –Rita: ¿Y con quien amigo te encontraste? 

 –Leni: Con Hugh. 

 –Rita: Tu antiguo tutor de estudios.

 –Leni: Si mamá. 

 –Rita: Entiendo. 

 Después de que regresaron de cenar, Rita decide llamar a Warren, él le contesta muy emocionado.

 –Warren: Señora Rita, buenas noches. 

 –Rita: Hola Warren, ¿cómo estás?

 -Warren: Bien, bueno en realidad más o menos, he estado buscando trabajo, y no he podido encontrar nada.

 –Rita: Cielos que pena. 

 –Warren: ¿Y usted como esta? 

 -Rita: Bien. He estado pensando en ti. 

 –Warren: Yo también señora Rita. 

 –Rita: No me digas señora, solo dime Rita. 

 –Warren: De acuerdo, Rita. 

 –Rita: Crees que nos podamos ver mañana. 

 –Warren: Encantado. Solo dígame la hora y el lugar.

 –Rita: Que te parece mañana a las 10 de la mañana en mi casa.

 –Warren: Perfecto, ahí estaré. 

 Al día siguiente, en la mañana aprovechando que ninguna de sus hijas está a esa hora en casa recibe a Warren; y como dice Luisito Comunica: "Ahora si se viene lo chido".

Continuará...           

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