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07 de octubre, 09:20. Seoul, Corea del Sur.

"Déjame a mí tu cumpleaños, te prometo que la pasaremos bien". Pff~ si tan sólo no hubiera hecho esa promesa.

Jimin no estaba molesto porque Jungkook no podría cumplir esa promesa. Jimin estaba molesto con el destino que le impidió a Jungkook cumplir su promesa.

Estaba tan molesto. Tan herido. Tan fastidiado. Los esfuerzos de Park en cuidar de Jungkook fueron disminuyendo desde la tarde del día anterior, donde se dió cuenta y entendió que Jungkook ya no despertaría. Jeon había entrado en una especie de coma desde aquel día que Taehyung había llorado en los brazos de Jimin. Seguía viviendo, su corazón aún rugía pero él ya no reaccionaba por lo que Jimin terminó por darse por vencido, sin embargo, nunca se fue de su lado.

-Al menos debes estar más tranquilo-ahora murmuró el rubio casi castaño desde la entrada de la habitación, cerrando la puerta luego de echarle un último vistazo y saliendo del departamento para ir a hacer la compra mensual.

"Voy al supermercado"

Envió el mensaje simplemente con la necesidad de calmar su corazón lleno de preocupaciones, sin esperar realmente que Taehyung respondiera a él.

"Estaré en tu departamento en un segundo"

"Gracias"

"😜"

Y aunque era un simple emoji torpe, hizo a Jimin sonreír, sintiéndose tranquilo por la ayuda que su mejor amigo le brindaba siempre.

-Iré a cuidar a Jungkookie, ¿vienes? -Taehyung terminó de colocar su playera, mirando por sobre su hombro a Yoongi que estaba recostado en la cama trás él.

El azabache sólo negó con la cabeza, jugueteando con el celular de Taehyung en sus manos.

-Anda, acompáñame, me voy a sentir solito.

-Vas a estar con Jungkook...

-Pero no tendré con quién platicar.

Yoongi exhaló sonoramente y se levantó de la cama, tomando su camiseta y poniéndosela rápidamente.

-Realmente no puedo decirte que no.

Taehyung sonrió en grande, depositando un beso rápido en su mejilla y Yoongi sólo asintió, tomando su mano antes de salir del departamento.

10 de octubre, 06:15. Seoul, Corea del Sur.

-Jimin-ah-aquel suave susurro hizo cosquillear su oído e inevitablemente se estremeció, se encorbó más en posición fetal y trató, de manera inconsistente, de alejarse de aquella cosa que le hacía cosquillas mientras dormía.

Una suave risita ronca fue lo siguiente que escuchó y tras aquello, un ligero peso se le fue recargado en la espalda. Se sentía extraño, era una sensación quizá un poco más fría de lo que le hubiera gustado sentir.

Bastante extraño en realidad.

-Jimin, despierta, se te hará tarde.

Y aquello fue suficiente para hacerlo abrir los ojos de golpe. Joder, ¿qué hora era y por qué no había sonado su alarma?

Nuevamente, aquella risita resonó detrás suyo y su cuerpo se congeló. Con sentimientos encontrados luchando por predominar dentro de sí.

Giró su cuerpo con lentitud hasta tener frente a sus ojos una preciosa vista de Jungkook, cubierto con las sábanas hasta la mitad del torso, con la carita adormilada y una hermosa sonrisa de conejito haciendo lucir adorable su blanquecino rostro.

¿Qué demonios?

-Hola -saludó con una pequeña voz, sonando casi tímido e inocente.

-Hola-respondió Jimin, sin emociones en la voz - D-dame un segundo -dijo antes de levantarse, tomar su celular y salir prácticamente huyendo de la habitación a esconderse en la cocina con el corazón latiendo a mil.

Usó la marcación rápida para contactarse con su mejor amigo y vecino, quien tardó cuatro largos y desquiciantes tonos en atender.

-¿Qué? -su voz ronca y adormilada sonó muy apenas.

-Tienesquevenirahoramismoestoymalditam enteasustadoporfavorapresurate -y colgó la llamada.

Taehyung, en su departamento, miró confundido la pantalla negra de su teléfono por unos segundos antes de levantarse y tomar la primera camiseta que encontró para ponérsela en su camino hasta la puerta del departamento.

-¿Amor?-Yoongi lo llamó antes de salir, mirándolo confundido y con el rostro adormilado también.

-Estaré con Jimin.

-¿Pasó algo?

-No estoy seguro. Cuando estés bien despierto, ven si quieres -Jungkook asintió con la cabeza torpemente y Taehyung se marchó.

12 de octubre, 22:40. Seoul, Corea del Sur.

Casi como si fuera un milagro, Jungkook parecía estar completamente recuperado. Desde aquella mañana de hace dos días, iba y venía por el departamento tan tranquilo y enérgico. Parecía como si no tuviera aquel horroroso fallo en su sistema.

Acompañó a Jimin al supermercado y salió en una cita doble este día donde se la pasó siguiendo a Yoongi y siendo totalmente activo en las actividades que hicieron en el día. Todos estaban desconcertados pero evitaron hacer algún comentario con respecto al tema por puro respeto y decidieron pasar la tarde de la mejor manera, sea cual sea el desenlace de este extraño suceso.

Una vez ambas parejas llegaron a casa y Jimin y Jungkook estuvieron en la habitación, Jungkook dejó caer de espaldas al colchón con una sonrisa en el rostro haciéndolo lucir bastante feliz y satisfecho.

Jimin se mantenía acomodando algunas cosas dentro de la habitación mientras que Jungkook lo miraba desde la cama, sin querer perder detalle de sus movimientos, mirándolo con una hermosa adoración reflejada en sus gatunos ojitos.

-Jimin.

-¿Hm?-respondió suave, sin mirarlo.

-¿Sabes qué día es mañana?

-Trece de octubre.

-Nop. Es tu cumpleaños.

Jimin se giró a mirarlo con una ceja alzada y una sonrisa burlona en sus labios.

-Sí, trece de octubre.

-¿Listo para disfrutar?

-Yo... Realmente no quiero hacer nada mañana -la voz que salió para decir aquello fue algo más baja, un tanto dolida.

Jimin sabía que el extraño comportamiento de Jungkook no duraría mucho, por lo que no quería simplemente ignorar el problema y salir a festejar. Sea cual sea el final, él quería estar tranquilo en casa.

-Te prometí que me encargaría de hacer tú día, un excelente día. Así que no te puedes oponer.

Jimin simplemente sonrió y asintió con la cabeza, sin ganas de contradecir a Jungkook.

En cuestión de casi una hora más tarde, ambos se encontraban ya recostados en la cama, abrazados y charlando de cualquier cosa que fuera surgiendo en el momento. Tal como solían hacerlo antes de que todo empeorara. Y fue casi entrada la madrugada que Jimin se quedó dormido en el pecho de Jungkook, escuchando aquel rugido que por primera vez después de todos los problemas, rugía tan suavemente que era prácticamente ininteligible.

-Jimin-ah, son ahora las doce-murmuró Jungkook, sin embargo no obtuvo respuesta del rubio y dibujó una ligera sonrisa para su amante dormido antes de acercarse y dejarle un beso casto en los labios. -Feliz cumpleaños, te amo.

13 de octubre, 10:13. Seoul, Corea del Sur.

Su llanto no paraba, sollozos y gemidos salían de él como nunca le había sucedido. Lloraba con el rostro apoyado contra el inerte cuerpo metálico sobre su cama, llamando a su nombre cual niño perdido llama a su madre. Pidiendo que despierte, que no lo deje. Apretando sus ropas, sintiendo la piel fría bajo ellas.

-No puedes irte-gimió-me hiciste una promesa.

24 de diciembre, 22:00. Busan, Corea del Sur.

Debía estar ya junto a su madre y sus amigos en la mesa, comenzando a cenar, pero, los recuerdos lo tenían detenido.

Mientras revisaba su celular para matar el tiempo, Jimin se encontró con su galería llena de fotografias de Jungkook y de él, trayéndole una increíble nostalgia a su pecho.

Y mientras más veía todas aquellas imágenes que tenían hiladas una historia preciosa, comenzó a recordar. Sus inicios, donde él rechazaba rotundamente la idea de tener un robot como novio y lo mucho que le desagradaba el hecho de haber tenido uno sin su consentimiento y haber tenido que dejarlo quedarse en su departamento, siguiéndole como un perro a su dueño. Sin embargo, era gracioso como aquel muchacho que no podía siquiera ver con buena cara a aquellos quienes obtenían dichos robots, terminó enamorado de uno, llorando por su partida y lamentándose el no haberle dicho jamás que lo quería.

Si tuviera la oportunidad de decirle a su yo de hace un año que estaría profundamente enamorado de Jeon Jungkook, el robot que Taehyung le consiguió, seguro se habría reído mil veces.

Qué iluso era.

Fin 🌧

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