Capítulo 1: Intentando Convivir

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El amanecer de un nuevo día llegaba, inundando la ciudad con rayos de luz que ocasionaba qué los seres vivos qué los recibían despertarán lentamente, en el departamento número 9 de un edificio no tan en perfectas condiciones, estos rayos de luz pasaron a través de las ventanas comenzando a darle en la cara de una chica de cabellos que estaba dormida en el suelo de la cocina.

—¿Mmm?—fue lo único que pronunció Rei despertando levemente—¿Me quedé dormida en la cocina?—se cuestionó tallandose los ojos con una mano mientras que con la otra mano se quitaba una cobija qué tenía encima.

Rei abrió los ojos confundida viendo la cobija qué se acababa de quitar, intento hacer memoria pero no recordaba haber tomado una cobija para taparse, lo último que recordaba era haber cenado, por lo que al pararse noto en la mesa una pila de hotcakes con una nota al lado por lo que se acercó.

—“Buenos días Rei, salí temprano así que compre cosas para hacer de desayunar y te hice unos cuantos hotcakes, espero te gusten”—leyó Rei apretando con furia la hoja—Ese maldito me tiene lastima, ni crea que voy a caer ante el—decía determinada.

Su determinación duro aproximadamente 10 segundos en lo que su estómago comenzó a rugir por hambre, por lo que a sabiendas de que no había comprado nada para poder hacerse de comer, así que tratándose su orgullo fue a la mesa en donde se encontraban los hotcakes, tomo el control de la televisión y la encendió, solo que solo transmitía estática, por lo que Rei se levantó y se acercó a la tele para darle una patada qué sorpresivamente logro hacer que la televisión funcionará nuevamente haciendo que se comenzarán a ver las noticias.

—Buenos días ciudad, la ciudad ha logrado milagrosamente volver a la normalidad después de los acontecimientos que sacudieron respecto al tema de la reina de la oscuridad de la cual sorpresivamente no sabemos aún su nombre—decía el reportero haciendo una mueca para dar un suspiro—¿En serio no sabemos su nombre? Osea el camarógrafo es un ex esbirro de la reina de la oscuridad—decía con cierta molestia.

—No había un buen sueldo, pagan mejor de camarógrafo que como esbirro—dijo serio el camarógrafo.

—¿Eso que tiene que ver con que sepas o no su nombre?—preguntó con molestia el reportero.

—¿Quién dice su identidad a todo el mundo cuando no habia logrado conquistar el mundo aún?—preguntó al aire Rei comiendo unos cuantos hotcakes.

—No me dieron su nombre, todos se dirijan a ella como reina de la oscuridad—dijo el camarógrafo tranquilo.

—¡¿Cómo no te van a dar el nombre de tu jefe?!—grito el reportero levantándose abruptamente.

—¡Así de simple, no nos lo dan!—grito con seriedad.

—¡Se que mientes, te voy a sacar la verdad a golpes!—grito el reportero lanzando hacia la cámara tirándola de paso.

La cámara qué ahora se encontraba tirada en el suelo transmitía como el reportero se estaba peleando con el camarografo qué por el ángulo de la cámara solo se veía como se defendía hasta que salió volando fuera de toma para posteriormente ver como un jaguar se lanzaba contra el reportero.

—¡A los comerciales, a los comerciales!—grito una persona tratando de separar al jaguar del reportero que gritaba como niñita.

Posteriormente las noticias pasaron a comerciales mostrando irónicamente un comercial de cereales para niños cuya mascota era un jaguar y el cereal simulaba ser las manchas del animal.

—Si qué volteé las cosas en varías partes del mundo—dijo Rei con tranquilidad mientras comía un hotcake, aunque momentos después se quedo con una mirada pensativa, pareciendo recordar algo.

En lo que parecía ser una gran habitación similar a una sala de trono se podía ver a una figura femenina sentada en exactamente un trono, vestía una extraña mezcla entre vestido y armadura qué llevaba un tono púrpura, frente a aquella persona se veía a un chico que portaba una armadura plateada con una capa azul, el casco qué lleva consigo solo de aja libre su boca.

—Reina de la oscuridad, vengo a luchar para detener tus planes—decía el caballero.

—Oh, el héroe del qué tanto se habla, veo que has venido a morir—decía con superioridad la ahora reconocible como Rei.

—Dejame conocer tu identidad para poder iniciar nuestro duelo—decía al que se le podía identificar como Hiro con un tono tranquilo.

—Hmm, no te preocupes por ello, un muerto no necesita saber eso—dijo Rei lanzándose a atacar al de armadura.

Rei volvió en si agitando la cabeza mientras seguía desayunando dándose cuenta que no llevaba ni la mitad de los hotcakes qué Hiro le había preparado.

—¿Qué tanto cocina y que tanto come el boy scuot?—preguntó Rei anonadada.

Rei dejo los hotcakes que sobraron y los guardo en el refrigerador y volteando a ver la ventana.

—No es ni medio día y ya me quede sin cosas que hacer—dijo Rei con un suspiro agotado pero de repente dio una sonrisa maliciosa—Podría ser un alma caritativa y aprovechar que el cuatro ojos no está y vaciar la habitación llena de cajas para que la pueda usar haciendo que me deba un favor, qué lista qué eres Rei—decía yendo a aquella habitación abriendo la puerta.

Rei se hacía una idea de como sacar las cajas sin hacer un desastre en base a lo que vio el día anterior, lo que la chica no esperaba es que la habitación estaba casi vacía, estando solo el catre y la maleta en medio de la habitación desconcertando a la de mechones morados.

—P-p-pero—decía Rei desconcertada buscando por todas partes algún rastro de las cajas, sin encontrar nada en el departamento, por lo que decidió salir del departamento.

La chica vio junto a la casilla del John el montón de cajas ordenadas perfectamente

—¿Cuándo es que...qué?—preguntaba confundida checando su reloj viendo que eran apenas las ocho de la mañana.

—Buenos días Rei—dijo John desde abajo cargando una bolsa de basura.

—¡Encargado espere!—dijo Rei corriendo hacia las escaleras intentando alcanzar a el hombre.

Al bajar las escaleras Rei noto como John la esperaba al lado de la escalera habiendo dejado la bolsa de basura en el suelo.

—¿Ocurre algo Reí? Si es negociar la renta mi oferta es la que dije—preguntó John con un leve tono burlesco que no se noto por su rostro serio.

—Me gustaría eso, pero se que no desistira, pero lo que quería hablar era lo que paso ayer—decía Rei con cierta molestia al recordar lo del día anterior.

—Oh, no te preocupes, esta mañana Hiro hablo conmigo y me explico que se tropezó por accidente con la alfombra y te jalo sin querer, haciendo que quedarán en la situación en la que los vi, lamento haber saltado a conclusiones precipitadamente—dijo con seriedad John.

—(Wow, de hecho es una buena forma de ocultar qué le estaba intentando matar con un cuchillo)—pensó levemente sorprendida Rei—Ya veo, agradezco su comprensión—decía haciendo una reverencia.

—No te preocupes, es mi trabajo el velar por el bien y comodidad de mis residentes—respondió John recogiendo la bolsa de basura y retirándose.

—Genial ¿ahora qué hago?—de cuestionó la pelinegra pensando en que hacer—(Las cosas eran más fáciles como una tirana)—pensó acompañado de un suspiro.

Buscando entre su bolsillo saco una cartera para checar cuanto dinero tenía.

—Supongo que haré las compras, tan difícil no será—dijo Rei tranquila comenzando a caminar.

Rei tenía planteado el ir a un supermercado a comprar alimentos, por lo que se encaminó en busca de algún supermercado para poder comprar uan pequeña despensa, apenas llego el día anterior por lo que no había comprado nada para poder cocinar.

Rei tomo rumbo al super mercado, ignorando un pequeño detalle...y es que la de cabello negro no tenía ni idea de la ciudad, conocía la estructura para poder controlar a su ejército, pero nunca le dio particular atención a que era cada edificio, por lo que estuvo un buen rato tratando de encontrar el supermercado, pidiendo indicaciones a gente que se le cruzaba en su camino.

—...—Rei tenía una mirada confundida viendo a donde había llegado.

Frente a aquella chica se encontraba una tienda de ropa.

—¿Seguí bien las indicaciones que me dieron no?, Dos cuadras derecho luego a la derecha para luego ir a la derecha y...—intentaba repetir las instrucciones que se le dieron.

Rei se sujeto la cabeza desesperada por no saber a donde ir, por lo que viendo que el pedir indicaciones no le sirvió decidió ir sin rumbo fijo, termino con cansancio por el fuerte sol que había y terminaba llegando a lugares como farmacias, jugueterias, construcciones y demás cosas que no eran su objetivo un buen rato hasta que finalmente llego a un supermercado.

—Je, nada puede contra Rei—dijo la pelinegra agotada pero con una sonrisa orgullosa por haber logrado llegar a su destino.

En el momento en que estaba a punto de dar un paso para entrar en el supermercado las puertas automáticas se abrieron revelando un rostro qué amargo la mirada de Rei.

—Oh Rei, no esperaba verte aquí—dijo Hiro con una sonrisa viendo a la pelinegra.

—Yo tampoco...—decía Rei con desagrado notando que el rubio llevaba consigo varias bolsas de compras—Wow, si que compraste mucho para ti solo—dijo levemente sorprendida.

—¿Mmn?—Hiro ladeo levemente la cabeza en señal de confusión—Compre para que los dos podamos tener insumos suficientes para un tiempo—respondió con una sonrisa.

—...Si sabes como funciona un roomie ¿verdad?—preguntó Rei seria.

—Si, dos o más personas pagan un mismo lugar para vivir, se apoyan entre sí para que la vida en dicha situación sea lo más llevadera posible, habrá problemas que surgirán por x o y razón pero lo importante será resolver para no dañar la forma en que se convive—decía seguro de si mismo el rubio.

—Casi, los roomies es un método de supervivencia, pero no como lobos que trabajan en conjunto, es una supervivencia en donde debes marcar tu territorio y tus pertenencias, cada una de ellas, alimentos, ropa, lugar en el sillón, todo, no se busca el respeto del otro, solo el poder vivir cómodamente por conveniencia propia, de nadie más—explico Rei seria.

—No es como imaginaba la situación de tener roomie—dijo Hiro algo decepcionado.

—Si, ahora sabes que la realidad es cruel, ahora lárgate al departamento y si algo de lo que compraste no tiene etiqueta con tu nombre me daré la libertad de comérmelo—dijo Rei seria apuntando con su pulgar a la calle.

—Bien...—decía Hiro comenzando a caminar.

Hiro caminaba con sus compras del mandado dirección a su actual hogar, llevando consigo un aura deprimente.

—Bien, ahora a lo que iba—dijo Rei ingresando al supermercado.

En cuanto Rei entro al lugar dirigió su mirada a los letreros que colgaban analizando lo que había en cada pasillo, luego saco su cartera y vio el dinero a su disposición, en cuanto obtuvo la información comenzó a crear un plan en su mente, en donde destacaba una ruta a seguir priorizando los objetos de mayor valor, como productos enlatados, verduras, toppers, entre otros artículos.

—Listo, puedo hacer esto—decía Rei tomando una canastilla y comenzando a avanzar.

Rei fue tomando productos enlatados tales como atún y de cerdo, posteriormente siguió con productos como frutas y verduras, comprando en mayor cantidad estas últimas, una vez tuvo eso fue a un pasillo en donde se vendía veneno para ratas, la pelinegra tomo unos momentos uno de los botes pensando en comprar uno por si acaso, pero pensando en su billetera decidió dejar el bote y dirigirse a un pasillo de lleno de pastas comprando bastantes.

Al cabo de unos minutos el cesto qué llevaba Rei estaba algo lleno.

—(Me faltan comprar toppers, pero si los compro me acabaría parte de mi dinero y no me puedo dar el lujo de gastar más si quiero subsistir, ni modo, tendré que usar notas para marcar mis cosas)—pensaba la pelinegra soltando un leve suspiro.

La chica tras haber pagado con mucho dolor en su corazón por el gasto hecho, tomo rumbo a su departamento, al cual demoró en llegar puesto que no memorizo la ruta que tomó para llegar, por lo que agotada por dar vueltas y cargar las compras qué hizo al fin llegó a su departamento.

Rei ingreso viendo como Hiro estaba cortando unas verduras para hacer de comer, teniendo un aura depresiva.

—¿Qué haces?—preguntó Rei ingresando en la cocina.

—Oh, hola Rei me preparó algo para comer—respondió Hiro con una leve sonrisa.

—Quítate—dijo Rei empujando sin cuidado a Hiro.

—¿Eh? Pero si yo—decía confundido Hiro.

—Anoche y esta mañana me hiciste algo de comer, te devolveré esas dos comidas con una única pero deliciosa comida—dijo Rei seria comenzando a cortar la verdura qué no termino Hiro.

—¿En serio?—preguntó ilusionado el rubio.

—No creas que es porque me caes bien o porque me retracto de mis palabras en el supermercado, me da asco la idea de tener que deberte dos favores, así que me libraré de eso ahora mismo, así que fuera de la cocina si no quieres que te mate—decía Rei con molestia alzando el cuchillo de forma amenazante.

—Oh...ok, suerte supongo—decía un poco incómodo Hiro retirándose de la cocina.

—(Este idiota confío plenamente en mi, ya verá lo que le espera)—pensó con malicia la pelinegra buscando algo entre sus compras.

La chica busco y busco, pero por más lo que hacía, no encontraba lo que buscaba, confundida abrió la checando su contenido terminando en darse un facepalm.

—(Que idiota soy, olvidé que no compre el veneno)—pensó Rei con notable decepción de si misma—Bien entonces cocinare algo que lo mate por lo delicioso qué esta—dijo decidida.

—¿Dijiste algo de matar?—preguntó Hiro asomandose.

—¡Te dije que fuera de la cocina!—grito Rei con molestia y un leve rubor por haber pensado en voz alta mientras le lanzaba un cuchillo al rubio.

—¡Perdón!—grito Hiro esquivando el arma.

—Bien, a lo que iba, debo saltear la verdura, posteriormente agregar la carne cortada al gusto y listo, la receta no e Stan difícil—decía de forma pensativa la pelinegra mientras tomaba una de us latas de carne.

La chica se puso manos a la obra comenzando a cocinar según lo que sabía de la receta, aunque cocinaba de forma algo torpe se notaba que entendía las bases de lo que hacía, con unas cuantas dificultades entre la cantidad a usar de cada ingrediente como los tiempos en que se debía de poner el respectivo ingrediente al fin terminó el plantillo el cual parecía ser una especie de ensalada de verduras salteadas con carne molida, pese a que no se veía particularmente bien el platillo, Rei se veía orgullosa de su resultado.

—Con esto lo mataré del sabor—decía sirviendo la comida en un plato.

Rei llevo el plato a la mesa en donde estaba Hiro, este veía un poco dudoso el plato debido a la amplia sonrisa de Rei, era alguien que le quería muerto, qué diera una sonrisa tan genuina, le preocupó, por lo que puso sus manos sobre el plato y susurro unas palabras, al instante una luz dorada envolvió el plato, la luz parpadeó unos instantes hasta que despareció.

—Por unos momentos creí que lo habías envenenado—dijo Hiro con sorpresa.

—¿Quién me crees?—dijo Rei con una sonrisa—(Que bueno que no compre el veneno)—pensó un poco nerviosa.

—Sabes, por lo que dijiste en el supermercado creí que no podríamos llevarnos ni siquiera como roomies normales, pero creo que podemos encontrar un buen balance pese a nuestros roces por las circunstancias en que nos conocimos—dijo Hiro con una amplia sonrisa.

—No lo malinterpretes cuatro ojos, no hago esto por ser una buena roomie o por intentar caerte bien, me hiciste dos comidas, te debía por lo menos una de regreso—decía Rei cruzando sus brazos.

—Oh podrías no haber devuelto el favor y haber tenido dos comidas gratis por conveniencia—respondió Hiro con una sonrisa.

—Aunque tu no lo creas tengo mi orgullo, eso conlleva al no deberle nada a nadie, así evito cualquier intento de que se aprovechen—dijo seria Rei.

—Y aun así no hiciste una excepción conmigo, creo que enserió podremos llevar la situación de ser roomies con relativo positivismo—decía Hiro probando un bocado del platillo.

—Hasta crees, no creas que no intentaré matarte—dijo Rei seria.

La pelinegra esperaba una contra respuesta del dd lentes, cosa que no llegaba, por lo que volteo a ver a Hiro el cual se encontraba con el tenedor en la boca y con los ojos en blanco, congelado en su asiento.

—Ey cuatro ojos—dijo Rei chasqueando sus dedos frente al rubio.

Hiro como respuesta solo se termino cayendo al suelo estando inerte.

—...No era el literal matarlo de lo delicioso de mi plato—decía sorprendida la pelinegra viendo al rubio tirado.

Rei se le quedó viendo unos momentos al rubio hasta que alzó los brazos en señal de festejo.

—¡Gane!—grito Rei victoriosa sentándose—Papá siempre dijo que tenia grandes habilidades culinarias—decía comiendo de la comida que hizo.

Al momento de saborear su platillo y de pasarlo Rei mostró un rostro en shock, comenzando a tambalearse hasta caer inerte a un lado de Hiro.

—Chicos, quería arreglar un poco el tema de la renta para que no les sea tan...dificil—dijo John ingresando en el departamento notando la peculiar escena que esta frente a el.

El adulto solo pudo quedarse viendo la situación intentado comparar la aclaración dada por Hiro esa mañana con lo que estaba viendo en estos instantes, la situación no mejoro al ver como el rubio dejo su estado inerte para mover levemente su brazo para abrazar a Rei aun estando dormido.

—...—silencio fue lo único que produjo John mientras salía del departamento y cerrabs—Otro día discutiré el tema de la renta con ellos, de momento necesito un descanso, mientras no molesten a otros residentes, creo que no preguntaré más respecto al tema de su relación—dijo con un suspiro comenzando a retirarse a su puesto de trabajo.

En el interior del departamento se podía ver a Hiro con una sonrisa que reflejaba qué tenía un sabor desagradable en la boca, mientras que Rei denotaba un gran  desagrado, ambos jóvenes ignorantes de la posición en que estaban y de lo incomodo que sería al recobrar la consciencia, pero eso será para otro momento.


Continuará...

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