FIN

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

POV JIMIN

Al abrir la puerta me encontré con Jungkook sosteniendo un ramo de margaritas con una mano y con la otra cargando a Copito con un lazo rojo en el cuello.

Sonreí.

La imagen que tenía enfrente era simplemente hermosa. Detrás de él había globos y lucecitas. Almohadas en el suelo y una manta blanca de felpa y una pequeña mesita con comida y un pequeño pastel.

Todo era precioso, pero lo que más me llamó la atención, fue ver las velas aromáticas alrededor. ¿Jungkook y velas aromáticas? Era algo difícil de creer.

—Koo… esto es muy bonito —dije acercándome a él.

Jungkook bajó a Copito al suelo y me entregó el ramo de margaritas, mis flores favoritas. Las olí y luego lo miré, acerqué mi mano a su mejilla y lo acaricié.

—Gracias —susurré, aún así él logró escucharme.

Aún no decía nada. Sólo me observaba con mucho detenimiento, como si quisiera grabar cada detalle de mí. Aún no entendía lo que estaba sucediendo, pero mi corazón no dejaba de latir rápidamente.

Lo he tenido cerca muchas veces, pero justo en ese momento, todo era diferente. Era un sentimiento más cálido, más íntimo. Sólo éramos nosotros.

—Jimin… —susurró mi nombre. Posó sus manos en mi cintura y me acercó a él, envolví mis brazos en su cuello y nos miramos a los ojos.

Me besó.

Un beso lento y dulce.

Nos separamos unos centímetros y sonreímos. Por algún motivo, estábamos nerviosos y ansiosos.

Nos sentamos en las almohadas, lo suficientemente cerca para sentir nuestro calor. Copito estaba acostado a un lado de nosotros, ignorando por completo lo que sucedía a su alrededor.

Jungkook me tomó de las manos y besó el dorso de cada una de ellas.

—Desde que te conocí—empezó hablar—, mi vida cambió. Cambiaste mi rutina en un dos por tres, hiciste que se convirtiera en una más sonriente y en compañía… —hizo una pausa y continuó—. Rubio… mmm yo no soy bueno con este tipo de cosas… —rió nervioso—. Se supone que había practicado lo que te iba a decir, pero tenerte aquí… Park, me has puesto nervioso.

Fue imposible no reírme.

—¿Nervioso? —Creo que hasta ese punto, ya sabía lo que venía. También estaba nervioso—. Oh por dios, he puesto a Jeon Jungkook nervioso.

Reímos.

—Empezaré de nuevo, ¿bien?

—Perfecto.

—Bien… Ay Jimin, enserio estoy tan nervioso —soltó una risita—. Te amo, rubio. Te amo demasiado y… —tomó aire y continuó—. Quiero seguir creando experiencias juntos, salir de excursión junto a Copito y olvidarnos de nuestro alrededor. Preparar nuestra primera pizza juntos, adoptar más gatos y criarlos, viajar mientras escuchamos a Taylor Swift… Sonreír contigo, aunque ya lo hago todos los días…

Se acercó un poco más hacia mí. Y yo me acerqué un poco más hacia él.

Sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho. Un cosquilleo recorría todo mi cuerpo. Estaba conteniéndome las ganas de llorar, abrazarlo y llenarlo de besos.

—Rubio… ¿Quisieras concederme el deseo de ser tu novio?

Definitivamente, llorar iba a ser parte del plan porque no pude evitarlo. No supe qué responder al instante, tenían millones de emociones mezcladas y era difícil de expresarlo en una sola.

Asentí. Asentí una y otra vez antes de lanzarme hacia él y terminar con la poca distancia que nos separaba.

—¡Si, si, si! —Le besé las mejillas, la nariz, su frente, sus labios—. Si, Jungkook, mil veces sí.

La sonrisa que teníamos ambos era única. Nuestros sentimientos eran sinceros.

—¿Si? Dijiste que sí… ¡Sí! —gritó abrazándome aún más fuerte y sentándome en su regazo—. Soy feliz, me haces feliz.

—Te amo, alfa gruñón —le hablé bajito.

—¿Mucho?

—Mucho.

—Te amo, Park.

Hey, roomie. Las reglas existen para romperse, ¿no?

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro