Ruiditos

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jisoo se encontraba en su cama, despierta. Ya pasaban la una de la mañana y seguía sin sueño.

La razón era porque desde afuera de la casa, se escuchaban ruidos extraños, que realmente la asustaban y no la dejaban dormir.

Yeji y Jisoo tenían habitaciones separadas, así que no dormían juntas.

Tuvo la idea de ir hasta donde la mayor y dormir con ella, pero esos ruidos apenas la dejaban respirar, y le daba muchísimo miedo caminar hasta el otro cuarto. Decidió quedarse en su cama, tratando de dormir.

Pero no resultó.

Los sonidos extraños seguían presentes y eso la hacía sentir muy insegura. Tenía tanto miedo que alguien se metiera a su casa y le haga algo a ella o a su Yeji.

Terminó por llorar.

Trató de hacerlo lo más silencioso posible, pero no lo logró y sus sollozos comenzaron a escapar. Se asustó más de lo que ya estaba (si es que eso era posible), y se acurrucó entre sus sábanas. Unos segundos después, se escuchó la puerta abrir. Se quedó inmóvil.

Y sólo pudo llorar más.

—¿Jisu? —en vez de escuchar una voz grave y tenebrosa, en cambio escuchó la dulce voz de su novia, algo que la alivió por completo, haciéndola sonreír—. Mi amor, ¿qué pasa? —caminó con pasos apresurados hacia la de cabellos castaños, quien seguía hecha bolita en su cama—. Te escuché llorar desde mi habitación, ¿por qué no viniste? —pero no escuchó respuesta alguna a sus anteriores preguntas—. ¿Estás bien? —dijo,
sacudiendo levemente aquel bulto en la cama de su princesa.

—S-Sí —temblaba de miedo, claro que no estaba bien.

—Cariño, estás temblando. ¿Estás enferma? —posó su mano sobre la mejilla de Jisoo y después sobre su frente, tratando de encontrar una temperatura fuera de lo normal.

—N-No... —sorbió su nariz.

—Bebé, dime qué pasa. Me estás preocupando demasiado —pasó su brazo por encima de la cintura de su angelito y una mano por detrás de su espalda, acariciándola.

—T-Tengo miedo, U-Unnie...

—¿De qué, amor? —la miró con dulzura, tratando de calmarla un poco de aquella situación.

—A-Afuera... S-Se escuchan ruiditos e-extraños... —comenzó a jugar deditos, mirando hacia abajo.

—¿Qué? —se calló un poco para escuchar con claridad a lo que se refería, oyó alguno que otro ruido proveniente de al lado—. Ah, no es nada malo, cariño. Es solo la música de los vecinos, están poniéndola muy fuerte. ¿Quieres que Unnie los regañe? Si tienes miedo puedes dormir conmigo.

—S-Sí, por favor...

—Está bien, sostente de mí para que no te caigas —agarró a Choi como un bebé y ésta enredó sus cortitas piernas en la cadera de su novia.

No caminaron tanto, ya que la habitación de Yeji estaba casi al frente de la suya.

Yeji la recostó en la cama boca abajo, lentamente, se tiró al lado de ella, acercándola a sí, poniendo la cabecita de Jisoo en su pecho, enredando su pierna encima de la de ella y posando sus manos en partes aleatorias para acariciarle con delicadeza.

—Buenas noches, bebé. Descansa bien —besó su cabeza—. Si necesitas algo, solo despiértame.

—E-Está bien, gracias Unnie... Te quiero mucho —susurró, algo adormilada.

—Yo también te quiero, hermosa.

Jisoo finalmente pudo dormir en paz. Dormir con Yeji le brindaba demasiada confianza y seguridad. Sentía que si estaba en sus brazos, nadie podría hacerle daño. Se sentía protegida a su lado. Yeji era como su burbuja que era imposible de reventar, y la mayor estaba contento de serlo. Conforme iban pasando su relación, esa burbuja se agrandaba más y más, simbolizando todo el amor que tenían.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro