chapter seven

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RUN OR DIE ⌇❐
꒰chapter seven:
Abu Dhabi ༉‧ ꒱

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La música, el baile, la esencia de las tradiciones de Abu Dhabi atacaban al grupo a penas tocaron pie en la ciudad. El calor era inmenso, el sol penetraba su piel quemando cada parte de su cuerpo descubierto ante el cielo, el sudor y la pegajosidad ante los toques era asqueroso.

Madison, acostumbrada a las altas temperaturas disfruto del sol tocar su piel cuando lanzo el tapado que cubría su bikini directo a la cara de Román dejando en descubierto sus curvas y la hermosa prenda que cubría sus partes. Su amigo se quejo al instante ante el impacto, malhumorado arrugo el traje decorado con mariposas para arrojarlo hacia la arena, soltando un bufido volviendo a su tarea.

Esta siquiera cuestiono, sin impórtale en lo absoluto descanso su cuerpo sobre la hamaca pegada en el suelo cerrando sus ojos encontrando la paz en su burbuja cerrada. Su pecho bajaba y subía a la par que liberaba toda la tensión consumida en el cómodo asiento, hasta que la voz de Román apareció, interrumpiendo su gustosa tranquilidad.

—Estaba más ardiente de lo que pensé —balbuceo incrédulo, completamente perdido en un punto fijo 

—Si, estamos en el desierto —vacilo obvio Tej a su lado —. Claro que hace calor

—No, yo no estoy hablando de eso —alego observando con detenimiento a Ramsey saliendo del mar

Madison interesada ante el parloteo del moreno retiro sus lentes siguiendo la mirada de Román hasta lo lejos, notando a la mujer caminar hacia ellos moviendo sus caderas de un lado a otro, revolviendo su cabello ante el contacto con el agua.

—Carajo, ese si que es un buen cuerpo —señalo, provocando a Román 

—Vaya, vaya, vaya —susurro Román mientras el deseo brillaba en sus ojos

—Oye, esa, es una mujer por la que vale la pena saltar de un avión —destaco completamente hipnotizado

—Ni siquiera lo pienses, yo ya la pedí —advirtió con recelo —. Sabes que la vi antes

—¿En serio? Dijiste yo la pedí, que estas en cuarto grado —arrugo su rostro

—Solo deja de pensarlo —mangoneo 

—Es un mercado libre 

—¿De que estas hablando? —inquirió terco, volviendo a recalcar —. Olvídala

—Piedra, papel o tijeras por ella —propuso Tej, preparando el juego

Román accedió sin pensarlo dos veces, el dúo comenzó con su juego repitiendo una y otra vez hasta que alguno perdiera tres veces hasta que la presencia de Letty apareció detrás estrellando su mano contra la de ellos, deteniendo la tontería que habían estado haciendo. Ambos rieron nerviosos

—¿Es en serio lo que están haciendo? —Letty negó empática, frunciendo el ceño —. Son un completo asco 

—¿No tienen vergüenza? —continuo Madison en desacuerdo —. Ya tienen cara de mandilones, la están acechando —aclamo dejando salir risas por los demás 

—Yo intente pedir a Ramsey hace dos años —apareció un hombre de traje blanco, metiéndose en la conversación —. Sus rodillas y mis pelotas. Créanme, no quieren hacer eso

—¿Y este playboy de dónde salió? —Madison susurro para su equipo

—Esta drogado, solo ignoremos su presencia —Román sugirió, haciendo una mueca

—¡Ramsey! —exalto una vez la morena estuvo cerca

Las miradas intrigadas no fueron desapercibidas.

—Hola Zafar —saludo con un abrazo, ya con un tapado cubriendo su cuerpo

—Ya tienes amigos nuevos —señalo nervioso, notando qué lo asesinaban con la mirada

—Si, amigos algo temperamentales —destaco con pesadumbre —. Necesito el relevador que te envié, ¿Dónde esta?

—Te complacerá saberlo, lo vendí cielo —soltó entusiasta

—Lo vendiste —repitió tenaz

Madison volvió a incorporarse, aún lado de Ramsey cruzo sus brazos cuándo sintió la presencia de Dom detrás. Zafar tembló ante las miradas acusadoras de ambos

—¿Oíste eso? —Letty se dirigió a Dom

—Te dije que lo cuidaras. ¿Por qué decidiste venderlo? —cuestiono enfada, siendo respaldada por el dúo

—Lo necesitamos —aclamo

Este cambio su expresión, el terror cruzó su rostro negando repetidas veces —Imposible

—Zafar, oculté información adentró. Es importante —recalco

—Sera mejor que hables rápido —amenazo la agente, acercándose a el

—Okay, okay —detuvo su caminar, tomó aire antes de seguir —. Hay una buena noticia, esta a salvo

—¿Y la mala? —preguntó detrás Román

—Esta muy a salvo —suspiro

Sin percatarse de en que momento se habían retirado de la playa bufaron ante el sol en la terraza. Apreciaban la gustosa vista de la ciudad, aun así lo que llamo su atención fueron los llamativos edificios a lo lejos, su color vibrante cautivaba a cualquiera y su distintiva apariencia diferente a los demás dejaba mas curiosidad.

—Se lo vendí a un príncipe de Jordania que vive allá —apunto a los antes mencionados hoteles —. Un heredero multimillonario, me dijo que lo quería para su super auto 

—Así es. Esto, es otra cosa —intervino Román —. Millonario, super auto 

—¿Qué lo hace tan super? —consulto incrédula 

—390km por hora, es muy veloz —aclaro con una carcajada —. Y el auto es aprueba de balas

Asintieron asombrados, un vehículo con tanto esmeró valía la pena.

—300... —farfullo encantando —. Díganme, soy el único excitado ahora. Eso es, si me entienden —jugo con sus manos

Ninguno le pareció su comentario, Madison tomó su hombro, negando que siguiera

—Ah, bueno —dejo el tema atrás avergonzado

—¿Dónde lo tiene? Zafar —interrogo Madison entrecerrando sus ojos

—En su pent-house, torre número uno

—¿Y por qué tendría su auto en un pent-house? —vacilo en discordia

—Es un millonario, mi amigo —acomodo su chaqueta —. El puede hacer siempre lo que quiera

—Y es por eso que me casaré con uno —chillo motivada, colocándose sus lentes con una sonrisa

—¿Oyeron eso? —fantaseo optimista —. Se casara conmigo

—Deja de ilusionarte Román, no tienes chances —Tej borro su sonrisa —. Madison prefiere los árabes

—Cierra la boca —esta exigió en recelo

El grupo río ante su pequeña disputa.

—Casualmente, mañana es el día más largo del año —intervino ganándose la atención —. El príncipe quiere celebrarlo, tendrá una fiesta mañana por la tarde

—¿Nos ayudaras a entrar? —indago Brian

—Seguro —acepto, arrugó su nariz con desagrado inspeccionando a cada uno —. Pero no vestidos así

....

Madison luchaba contra el escote de su vestido, acomodando este para que no se bajará. Zafar le había entregado una vestimenta provocadora y sensual, el color azul resaltaba entre los demás acompañado con la grata abertura en su pierna, llamaba la atención de cualquiera y el papel de "desapercibida" se esfumo una vez se observo frente a el espejo.

Al no tener mas opciones accedió a regañadientes, no obstante las quejas siguieron, apenas se coloco la prenda noto como no llevaba tirantes consigo. Lo único que sostenía el vestido era su busto y a la hora de caminar le desesperaba el hecho de un incidente.

Su cuerpo se relajo tomando aire antes de caminar, posiciono su mano sobre el barandal con suavidad, comenzando así bajar las escaleras en dirección a su grupo, que esperaban con ansias su llegada. Una vez logro divisarlos sonrió con las orejas gachas.

—Vaya, vaya —sus ojos centellearon —. Este es un nuevo nivel nena —deleito impactado

—¿Nunca antes viste una chica en vestido? Román —vocifero llegando al final del camino

—Si, pero nunca te vi lucir tan.... —aprecio la vista más de cerca —. ¿Se dice "boluptuosa" o...?

—Es con "v" —rodo los ojos Tej —. Voluptuosa

—Claro, voluptuosa —destaco coqueto

—De igual forma los chalecos anti balas me favorecen mejor —guiño riendo 

—Sin lugar a duda —Tej se adelantó a su amigo, entregando su brazo para que lo tomará

—¡Oye! —exclamo disgustado

—Tarde como siempre Román —bromeo enseñando la lengua

—Ya basta, hagamos esto —Dominic interrumpió, acomodando su saco sarcástico

Madison agacho la cabeza animada, la escena del dúo había causado emoción al ambiente. No pudo evitar que un rubor se apoderara de sus mejillas ante la vergüenza. Imagino a su hermano a su lado, apoyándola desde lo lejos, la seguridad volvió en ella más los nervios aun persistía un poco. 

Subieron hasta la planta más alta, separándose de Tej y Ramsey en el camino, el momento de iniciar el plan arrancaba y con el, el trabajo de cada uno.

El ascensor abrió sus puertas donde apenas tocaron pie la música a todo volumen inundo sus oídos al instante. Repleto de personas bailando al ritmo de la música, con bailarinas profesionales sobre la pista.

Impactados ante tal festejo comenzaron a dispersarse por el espacio, uno qué otro tomó una pequeña bebida para estar acordé al ambiente, tomando al cien porciento su papel.

—No, no, no, no. Escúchame, me dicen que se divierten así todos los días —exalto admirando la habitación —. En este piso se divierten todos los días. ¡Qué locura! Voy a tener que mudarme aquí

—Mejor para nosotros —rio en voz baja a un lado de Brian, este imito su gesto entregándole una bebida

—Un simple sueño ¿No crees?

—Los estoy escuchando —rechisto arrugando la frente —. No soy estúpido

—Oh, vamos Román, no te ofendas —desvelo Madison disfrutando el dulce sabor del Champagne

—Voy a crear una nueva cultura, cosa que ustedes no pueden —agriado en un tono febril —. Negra árabe, como los árabes negros

—¿Cómo va todo Tej? —averiguo Dom, ignorando los comentarios del moreno

—Casi estamos en posición, esto es lo que vamos hacer —argumento provocando un silencio —. Tenemos que coordinarnos si queremos lograr esto, así que vamos a repasar para asegurarnos de que todos sepan lo que tienen que hacer

Román perdido en si saludo a Madison a lo lejos, con una sonrisa de oreja a oreja. La mujer siquiera se inmutó.

—Román eso va para ti —señalo Tej

—¿Sabes que? Estas siendo muy poco profesional Tej —soltó irónico

—El chip del ojo de dios esta en un relevador instalado en el auto del príncipe. Que conserva en una bóveda especial —transmite la información por el comunicador

—Hay como diez de seguridad de civiles —marco mordisqueando su labio inferior

—Sin mencionar al príncipe —vario su mirada a las mujeres a su lado —. Y sus guardaespaldas personales

—Y las cámaras están en el muro norte —suspiro Brian desconfiado —. Ahí esta la bóveda

—Para entrar a la bóveda hay que meternos al sistema de seguridad que puede accederse en la habitación del príncipe

—Listo, voy a entrar —anuncio Letty

—Con la tarjeta de acceso —detuvo Tej

—Yo me encargo —alardeo Madison terminando de un trago su Champagne 

En su trayectoria por la multitud tomaba cada espacio y momento oportuno para encaminarse a pasos simples y coquetos directo a la estancia del príncipe, centro su mirada atractiva sobre el joven, quien enseguida percato su presencia inicio así un juego de miradas ardientes cada que la cercanía aumentaba.

Simulando demencia enredo sus pies tropezando con sus tacones chocando de esa manera contra una de sus guardaespaldas escabullendo su mano suavemente por los bolsillos de esta consiguiendo la tarjeta en un pestañear. Su expresion cambio a una angustiada, aparentando arrepentimiento acomodando su traje indefensa.

—Lo lamento, enserio —tartamudeaba repetidas veces

La mujer contesto áspera, apretando sus dientes manifestando su enfado, regañando su acción en un idioma inelegible para sus oídos. 

—Perdón, perdón, no entiendo —arrugo la nariz

—Eso, si que es actuación —disfrutaba el show Román alejado 

La guardaespaldas seguía insultando sin parar, o eso creía Madison desconcertada ante cada palabra que daba. Se disculpo por ultima vez, logrando así escapar a riendas de la escena, su mente quedo dando vueltas ante el revuelo que salía de sus labios incapaz de deducirlo continuo con su plan inicial.

Observo por el rabillo del ojo a Letty esperando por su llegada por encima de las escaleras, cruzaron miradas discretas volviendo a su labor, comenzó a subir las escaleras en su dirección terminando a su lado rozando sus manos intercambiando la tarjeta en un movimiento rápido, como si nada hubiera pasado miro al frente posicionando sus brazos sobre el barandal fingiendo disfrutar de la fiesta.

Mientras Letty se alejaba cordialmente a la habitación del príncipe, sonrió internamente cuando termino. 

—Una vez dentro Ramsey y yo entraremos a la red y abriremos la puerta para que ustedes puedan sacar esa cosa

—Alto, alto, alto, omitiste un paso —rebate perdido —. ¿Qué hay de mi paso? ¿Qué se supone que debo hacer?

—No, no omitimos nada 

—Eres de equipos especiales —bromeo esta vez Madison

—Si te necesitamos, solo haz lo que haces mejor —menciono autónomo 

—¿Qué sería? —arqueo una ceja

—Lucirse y brillar como solo Román Pierce sabe hacerlo —deleito

Carcajeo antes de seguir —Ahora si entiendo

Madison no pudo evitar reír ante su torpeza. Ignorando cualquier otra conversación se dispuso a bajar a la planta baja, donde comenzó a adentrarse en grupos desconocidos, bailando a su lado al ritmo de la música, moviendo su cuerpo de un lado a otro disfrutando de la fiesta.

—Damas y caballeros, el asiento del piloto es nuestro —anuncio Tej satisfecho

Madison festejó por dentro, tomando una nueva bebida para celebrar.

—Ahora, Román —decreto 

El moreno asintió, alardeando busco a su presa con deseo, clavando así sus ojos en Madison, perfectamente colocada en el centro de la habitación. Corrió hacía ella, jalando su mano en su dirección, provocando que diera un salto del susto.

—Mierda, Román. ¿Qué crees que haces? —se soltó bruscamente, frunciendo el ceño

—¿Jazmín? Verdad —pregunto luciendo seguro

—¿Qué? —ladeo la cabeza confusa

—¡Que coincidencia!

Su acción sorprendió a la pelinegra, cuando la abrazo fuertemente derramando algo de su bebida al suelo.

—Hoy es tu cumpleaños ¿No? —golpeo su hombro ligeramente —. Por supuesto que lo es, ven sin miedo

—Ay dios, lo del cumpleaños hoy no —negó con arrepentimiento 

—Ven, con permiso, lo siento —pedía, arrastrando por la multitud a su amiga

Madison reprochaba en susurros, maldiciendo a Román cuando subió al escenario, deleitando una abierta sonrisa al publico. No pudo hacer mas cuando ganaron las miradas perdidas de los presentes, luego de esto lo asesinaría 

—Déjame hermano. Oye, no lo harías, no señor —comenzó una lucha contra el DJ, intentando arrebatarle el micrófono

—Termina con esto ahora —objeto en un mascullo, siendo ignorada

Logró ganarle, alejándose de este con asco —Se lo agradezco mucho. Escúchenme amigos —insistió apoderándose de la atención —. Por favor acérquense todos, tengo algo que decirles, escuchen atentamente lo que voy a decir

Madison rodo los ojos, fingiendo una sonrisa mientras ocultaba los golpes que le daba a Román detrás.

—Estamos aquí para celebrar que Jazmín cumple 18 años —señalo a la joven a su lado —. Feliz cumpleaños preciosa

Madison sabia perfectamente que esta era su idea para la distracción, aunque repudiaba el hecho de ser parte de ello. Deseo que se la tragase la tierra en el tiempo que el moreno inicio a cantar "Happy Birthay" con inspiración girando su cuerpo enseñándola como un producto en venta

—Hoy, como regalo de cumpleaños la subastaremos a uno de ustedes ricachones —anuncio encantado

Madison abrió los ojos disfórica —¿Qué clase de regaló es ese?

—Uno grande linda, querías casarte con un millonario —deleito al frente —. Aquí los tienes. Bien quién comienza con esto ¿Quién da mil?

—¡Román! —chillo en desacuerdo

—Subasta muchachos, dinero, premió —explicaba en cada detalle

Ante sus señas comprendieron, su entusiasmo incremento empezando así a lanzar grandes cantidades de dinero.

—¡Bien! Ya hay 5.000 —aplaudió alborotado —. ¿Quién da más?

—Tiene que ser una broma.... —oculto su rostro avergonzada

—Nunca olvidaré esto 

La secuencia proseguía sin descaro, Madison temblaba ante el simple pensamiento de terminar en manos de uno de esos hombres, sus expresiones llenas de deseo aclamando sin detenerse, una voz terminaba y otra aparecía. No había escapatoria 

—Mierda, estos árabes se lo están tomando enserio —advirtió angustiada hacia Román

—Aun mejor para la credibilidad —fanfarroneo exaltado —. ¡Sigan! ¡Sigan!

—Luego de esto tente por muerto —amenazo en un tono dominante

—Me lo agradecerás luego cariño —chasqueo los dedos

Un silencio sorpresivo lleno la sala, la música desapareció y los gritos fueron desvaneciéndose sin explicación, Román y Madison voltearon a verse extrañados, el príncipe se presento cara a cara a ellos cruzando sus brazos, su gesto se volvió tosco, centro su mirada tolerante en el dúo. Causando que un escalofrió recorriera sus espaldas. Sus guardaespaldas se posicionaron a su lado, en espera de una orden 

—¡Ja! Aquí llego nuestro anfitrión —designo incomodo, prosiguiendo desconfiado —. ¿Son tus bailarinas? Es una fiesta mi hermano —expreso recibiendo malas caras 

—Saben que, la subasta termino —Madison se interpuso entre medio, oyendo los abucheos 

Román no se rindió, atrajo a una mujer de rulos, apuntándola contradictorio —Seguramente ya han ido al baño y se dieron cuenta que ya no había spray para el cabello —volvió a verla indignado —. Si, lo hizo ella

—Bueno el show se acabo —arrastro bruscamente a Román a su lado 

—Si, bueno, esto es lo que hago —presumía hasta que unos hombres lo rodearon —. Oigan ¿Qué hacen? 

—Alto, que tengo que ver yo —se defendió de las mujeres atrapándola 

Ambos continuaron con sus quejas frustrados, soltaron un grito cuando un fuerte estruendo resonó detrás cautivando la atención de la mayoría. Román y Madison se sobresaltaron cuando reconocieron a la pelinegra sufriendo en el suelo, sin pensarlo corrieron hacia ella.

—¡Letty! —llamo Madison, intentando que despertara

—Letty, estas bien, contéstame —consultaba sin recibir respuesta

Nuevamente se alarmaron, oyendo el rugido de un motor saliendo de la bóveda. Madison disimulo su ansiedad ante el problema que se habían metido, sin embargo ante su calma el timbre del ascensor retumbo a su alrededor atrayendo su interés como si de un imán se tratase. Cuando logro divisar ese traje, esa forma única de caminar. Supo al instante quien era.

—¡Corre! —bramo cuando Deckard lanzo disparos al aire

—¡Román! —este volteo a verla —. Llévate a Letty, yo me encargo de Shaw

—¿Segura? 

Madison asintió confiada, sin oponerse Román escapo sin dudarlo llevando en sus brazos a Letty. La agente volvió a enfocar su atención en Deckard, noto como una lucha empezaba entre el y Dom, el hombre de traje se abalanzaba lanzando disparos directo al vehículo provocando que la furia en Dominic consumiera su mente acelerando con vigor hasta su ponente.

Tres de seguridad distrajeron a Shaw, Dominic no pensaba detenerse y eso pudo darse cuenta Madison en un pestañear. Su cercanía era cada vez menos, sintió como el pulso le jugaba en contra, una sensación extraña carcomió su estómago. El terror se manifestó en su rostro.

Aun en tacones corrió contra Deckard, quedando a centímetros de este chocando cuerpo contra cuerpo, salvandolo justo a tiempo del impactó, quedando encima de el cerrando sus ojos arrepentida por lo que acababa de hacer.

Una mezcla de emociones llegó en Dominic, la confusión y la ira se apoderó de su razón. La acción de Madison lo dejó pensando e intrigado, sin mas opciones siguió conduciendo perdiendo el control en la habitación.

Madison elevó su mirada hacía sus ojos, deducio su impactó antes de observarlo. Sus narices rozaban una con la otra, lograban sentir la respiración agitada de cada uno, esta bajo su mirada a sus labios inconscientemente. Deckard con brusquedad la aparto a un lado, causando que golpeara su brazo contra el suelo frío.

Rechisto molesta más se olvidó de su emoción cuándo se percató como Shaw apuntaba con una bomba hacía Dom. Asustada se reincorporó sin embargo fue en vano puesto Deckard ya había apretado el gatillo.

Solto un grito ahogado, estupefacta en su lugar, divisando cómo Dom y Brian caían dentro del edificio en frente. Un suspiró de alivio salió de sus labios, aún así la preocupación siguió imaginando que les deparaba el camino. Después de todo saltaron de un edificio a otro.

Deckard volteo furioso, clavando su mirada en ella, comenzo a acercarse lentamente hasta su paradero.

Tembló ante lo que podía seguir, sabía que los problemas apenas iniciaban.

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