𝟬𝟯𝟬 | ❛She decided to become a mother after fifteen years❜

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

030. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗜𝗥𝗧𝗬 ──

── "𝖲𝗁𝖾 𝖽𝖾𝖼𝗂𝖽𝖾𝖽 𝗍𝗈 𝖻𝖾𝖼𝗈𝗆𝖾 𝖺 𝗆𝗈𝗍𝗁𝖾𝗋 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝖿𝗂𝖿𝗍𝖾𝖾𝗇 𝗒𝖾𝖺𝗋𝗌." •˖* 📼 ☄️

─ Sirius, no. ─sentenció papá, haciendo que su voz resuene un toda la habitación, causando un eco muy terrorifico, asustandonos a tío Canuto y a mi, que tan solo estabamos traficando objetos, no haciaos nada malo.

El adulto y yo nos miramos entre si, y muy inutilmente intentamos esconder los objetos detrás de nosotros, pero era muy tarde, papá ya los había visto, y era imposible ocultarlo.

─ Sirius, ella tiene muchos libros, literalmente su cama en la casa ─se quedo callado por unos segundos, lo cual me pareció raro, pero no le tome importancia, pues el siguió inmediatamente con su relado ─ en las patas de su cama hay libros, no es broma. ─contó mi padre, acercandosé a nosotros y tomando los libros que estaban en nuestras manos.

─ ¡Remus! ¡La niña debe leer! ─exclamó Sirius, totalmente indignado por las palabras de papá, y la negativa ante el pequeño regalo que él me hacia ─. Se parece a ti y no lo puedes negar ni un poco. Milan es tu viva imagen. Además, Haley...

─ No, ella no podra cargarlos a Hogwarts, y a casa no podemos regresar...

─ Ella usara mejor los libros de mi familia ─interrumpio Black, mientras sacaba más libros y los dejaba en mis manos ─. No escuchemos en tu padre, no sabe lo que dice, tú sigue tomando todos los libros que te interesen.

─ Sirius...

Él parecía, bueno, no lo sé, enojado, o algo así. Pues aquello que dijo antes, pareció un regaño para su mejor amigo, aunque tambien el tono de su voz se noto cansado.

─ Papá...─pedí, haciendo un puchero, pues en verdad me emocionaba tener aquellos libros ─. ¿Estas molesto por algo?

La expresión de él cambio, y era obvio que sucedía algo, ya no lo podía ocultar. En aquel preciso instante llego mi madrina, quien tenía la misma cara de mi padre.

Parece que murió alguien, espero que sea Voldemort, aunque si fuera eso, estarian celebrando, y no con aquellas caras largas.

Ellos dos me miraron, y yo negue confundida, mirando a tío Canuto en busca de respuestas, pero al parecer el tampoco se había enterado de nada.

─ ¿Que sucedió? ─pregunté confundida, no comprendía, y no me gustaba no comprender.

Mi padre tomo mi mano, y me guió hasta unos sofas cercanos, junto con los otros dos adultos. Me senté con ellos, sin dejar de mirarlos, en un intento de encontrar escrito en sus rostros las respuestas a mis preguntas.

─ Milan...no te lo conte porque era navidad, y estabas tan feliz con Harry y tus amigos, no quería arruinarte esto ─comenzó a decir ─. Pero es mejor que lo sepas por mi, que por alguien más.

─ Me estas asustando, papá. ─balbucee.

─ Sin secretos, ¿no? 

Fruncí el ceño, teniendo un breve y rápido deja-vu ─ Eso me dijiste cuando me encontre con...ella en vacaciones. ─lo mire.

─ Al parecer decidió ser madre luego de quince años, y desea llevarte con ella. 

Mire mis manos, no me importaba nada de lo que esa mujer deseara. Mihrimah me abandono cuando era una bebe y apenas podía mantener el equilibrio de mi cabeza, es más, me abandono a mi y a mi padre la noche en que nací, sin remordimientos, simplemente huyo de la maternidad, me dejo.

Mi padre se encargo de todo referente a mi desde ese momento, no me importaba lo que ella quisiera, no podía querer ser madre luego de todo este tiempo, no era justo, ella no merecía ni una muestra de amor.

─ ¿Hay algo más? ─pregunté, pues que ella quiera contactarme, no lo vi tan grave, simplemente me enojaba, pero de ahí, no entendía.

─ Ella encontro nuestra casa  y...la destruyo, Milan.

Aquellas palabras parecieron hacer eco en mi cabeza, una y otra vez por varios minutos, repitiendose como un disco malogrado. Al principio no emití sonido alguno, no dije ni una palabra, estaba procesando todo, por eso mi mente seguía repitiendo las palabras de papá.

─ Yo la estaba vigilando ─confesó tía Haley ─, pero al parecer lo descubrio, y cuando volví a seguirle el rastro...ya estaba destruyendo tu hogar hasta los cimientos...Lo sentimos, cariño.

Sonaba irreal.

Esa era la casa que papá tuvo por mucho tiempo, segun tendo entendido, el abuelo le había hecho un regalo cuando se entero que yo nací, y desde ahí la casa había sido nuestra. Habían escritos recuerdos, estaban mis fotos de bebe, mis cosas, cada uno de mis libros... mi biblioteca personal, mis dibujos...todos los regalos que Harry me había dado.

Sabíamos que ella algun día nos encontraría, por eso fuimos tan cuidadosos cada que regresabamos a la casa.

─ ¿Hija? ─llamó cuando no dije nada por un buen tiempo.

─ Ahí estaban mis cosas ─balbucee, mirando mis manos y sintiendo las lágrimas correr por mi rostro ─, los regalos que personas que amo me dieron a traves de los años, mis juguetes de pequeña, mi ropa, mis libros, mis recuerdos...ella no me quiere ni un poco, alguien que te ama no te hace eso.

Comencé a sollozar más fuerte, mis manos comenzaron a temblar a tal punto que ya no podía ni ejercer dominio sobre ellas, pareciera que tendrían vida propia.

Esto en verdad me había afectado, era algo que no podía controlar, era como si hubieran destruido una parte de mi, y encima lo hizo una persona que se supone debe protegerme, cuidarme, abrazarme, quererme...

─ Son cosas materiales, pequeña ─menciono papá, quien estaba tan triste como yo, pero lo intentaba controlar, lo sé, lo conozco desde que nací ─. Podremos recuperarlo. Y los recuerdos, no estan en una casa, estan en nuestro corazón.

─ ¿Porque nos hace esto? ¡¿No le basto dejarnos?! 

Dije en voz alta, dejando salir lo que probablemente guarde desde que era una niña pequeña, cuando veía a todas las madre con sus pequeñas hijas, veía a las madres trenzandoles el cabello, o jugando con ellas en los parques, yendo a sus recitales y vistiendolas.

Y me preguntaba que hice para merecer esto . . .

Debo confesarlo, pero al principio sentía celos de Ginny. Ella tenía a su madre, quien le daba todo, la tomaba de la mano, la abrazaba y le daba aquel amor maternal que yo siempre soñaba.

De más grande comprendí que las cosas suceden por algo, pero el daño que dejo esa mujer, el vacio que dejo en mi, nunca podría ser llenado, incluso si mi papá es el increíble ser humano que es.

Ya saben, tener una madre es diferente, muy diferente.

─ Sirius, ¿Ella puede quedarse hoy en la habitacón libre? ─escuche preguntar a mi papá.

─ El tiempo que ella quiera, ahora le dire a elfo ese que lleve las cosas de mi sobrina a la habitación.

Mi padre sabía que quería estar sola, que aunque quiera mucho a mi mejor amiga, no quería preguntas hoy, no quería hablar con ella ni con nadie.

─ ¿Pueden decirle a los demás que no me busquen? ─inquirí, mirando a los adultos, y tratando que mis manos vuelvan a estar bajo mi control.

─ Como desees, pequeña. ─aseguro papá.

Yo asentí, subiendo las escaleras con un gran vació interno.

Esperen...

¿Ella quería llevarme?







KREACHER ERA EL UNICO QUE HABÍA "INTERRUMPIDO", él elfo había traido mis cosas, y las había colocado junto a la cama, y luego lo unico que se es que Tonks trajo una bandeja de comida, y se fue, pues le pedí que quería estar sola un tiempo.

Sabía que los demás estaban afuera de mi habitación, o al menos lo estuvieron por un tiempo, si, le pedí a Sookie que investigara un poco el panorama.

Sentí que alguien toco mi puerta, era extraño, pues era casi la una de la mañana, y se supone que los mandaron a dormir hace ya unas horas.

─ Soy yo, pequeña lobita. ─susurró mi tío, así que me levante desganada, y abrí la puerta, dejandolo pasar ─ ¿Como sigues?

─ Igual de triste que antes ─conteste, y vi su expresión de preocupación ─. Estare bien, tranquilo.

Asintió, dejando un par de libros en la cama.

─ Puedes pasarte luego por la biblioteca de arriba, tomar los libros que se te antojen y ponerlos aquí, al fin y al cabo, es tu habitación.

Intentaba animarme.

─ La habitación se ve muy triste...¿La quieres rosa? Pues la convertimos en rosa. ─comenzo a hablar con un aire divertido.

Yo trate de seguirle el juego, pero en verdad no pude.

─ ¿Puedo preguntarte algo?

─ Supongo que ya lo hiciste.

─ Es decir, otra pregunta, ¿puedo?

─ Lo volviste a hacer. ─mencione.

─ Sabes, hare la pregunta de todos modos ─soltó, causandome algo de gracia ─. ¿Porque no dejas que Harry venga? desde la mañana que te enteraste de eso...y no lo dejas estar contigo.

─ Tiene sus propios problemas como para contarle de los mios ─murmure, pasando la yema de mis dedos por el lomo de los libros que trajo ─. Lo de él son cosas importantes, a mi solo se destruyo mi hogar...

─ Tener una pareja, significa tener confianza en el otro, y segun tengo entendido, confias en Harry.

─ Con mi vida. 

─ Piensalo, ¿si? 

Yo asentí, y lo vi irse, no sin antes darme una calida sonrisa.

Tome los libros que había dejado, y revise rápidamente sus páginas, viendo cual leería primero esta noche, pero no me decidía, así que al final, opte por leer los dos. Pues ninguno era lo suficientemente largo como para tomarme más tiempo.







A LA MAÑANA SIGUIENTE, tampoco salí de mi comoda habitación, tan solo me apure cuando Tonks toco mi puerta, y tire a una bolsa mi almuerzo de ayer y la cena. Pues no había probado bocado alguno, además, no quería que me hicieran preguntas.

─ ¡Me dicen brigada desayuno! ─exclamó con buen humor cuando la deje pasar, pues supongo que vino porque me agrada bastante, y he sido muy cercana a ella.

La chica dejo la bandeja encima de mi velador, y se paro frente a mi, frunciendo el ceño y luego señalandome.

─ Te ves fatal.

─ Gracias, así esperaba verme. ─sonreí con falsedad, pues el tono que ella había usado tambien era gracioso, además que comenzo a cambiar su peinado por uno raro, que parecía un nido de pajaros.

─ ¿No quieres cambiarte y pasear por el primer piso de esta humilde casa? 

─ Tal vez otro día. ─mencione.

Ella comprendió que necesitaba tiempo, y se despidió, dejandome sola en mi habitación.

Me recoste en la cama, me sentía cansada, y tal vez era porque no había comido desde ayer en la mañana, o porque había llorado toda la noche mientras leía.

Me había planteado muchas cosas, por ejemplo: ¿Que haría si un día ella aparece frente a mi?

No lo sé en verdad, pero creo que le gritaría unas cuantas cosas.

Por lo pronto, se que hay una persona que me podría dar respuestas, o al menos averiguar algo sobre todo y hacerme entender un poco esto...pero no se si a Harry le gustaría que yo recurra a él.

Aunque en verdad quería saber lo que pasaba, quería comprender.

Necesitaba hacerlo . . .







ME DESPERTE CUANDO ESCUCHE MUCHOS MURMULLOS FUERA DE MI HABITACIÓN, me acerque a la puerta y lo único que escuche de aquellos, fue un silencioso regaño de Hermione, y luego un:

─ ¿Podemos pasar, Milan? ─la voz de Fred de hizo presente.

Pense que ya habían desistido de mi, creo que llevo encerrada aquí ya un par de días.

─ No. ─respondí, con intenciones de volver a mi calientita cama y dormirme por veinticuatro horas más.

No sé, era reconfortante tener sueños raros que me hagan escapar de la realidad. Se que lo que paso, comparado con otro problemas actuales, no era nada, creo que es por eso que no quería ver a ninguno de los chicos.

─ Muy bien, respetamos eso. ─respondió George.

Y luego escuche un "Plin", seguido de la aparición de ambos gemelos en mi habitación. Los mire a los dos con el ceño fruncido, y más cuando se dirigieron a la puerta y la abrieron, dejando pasar a los demás.

─ Gracias por respetar mis desiciones. ─bufé, sentandome en mi cama.

Vi a Harry aproximarse a mi, no lo había visto en estos días, lo cual era raro, pues casi siempre pasamos todo el tiempo pegados, no era broma, incluso cuando no eramos pareja, siendo tan solo amigos.

─ Solo queríamos saber como estabas.

─ Cuando estoy triste, me gusta estar sola. ─respondí ante lo dicho por Hermione.

─ No quiería decir esto, pero...¡Se los dije!, yo la conozco desde que mediamos lo mismo que Dobby. ─Ron de cruzo de brazos, haciendo que todos lo miraran mal.

─ Solo quiero pensar unas cosas, un rato más, sola ─aclaré, levantandome para invitarlos a salir, pero en ese momento parpadee un par de veces y casi me caigo, pues sentí que todo dió vueltas.

Tuve que tomarme unos segundos para mantener el equilibrio, pero trate de parecer lo más normal posible.

─ Bajare en la cena, ¿si?

Todos asintieron, y comenzaron a irse en fila, menos él, menos Harry, quien cuando estuvo a punto de cruzar el umbral de la puerta, se detuvo.

─ Tú no me dejaste solo, yo tampoco te dejare sola. ─aseguro con convicción, caminando hacia mi solo para abrazarme.

En los segundos que me demore en corresponder el gesto, vi como Ron cerro la puerta de mi habitación, yendose con una sonrisa de complicidad.

Correspondí por fin al abrazo de mi novio, y por alguna razon, en ese momento me sentí tan protegida...tan segura, que me puse a llorar.

Sabía que Harry no me juzgaría por hacerlo, que en su lugar me apoyaría y trataría de consolarme, como siempre lo había hecho.

─ Esta bien llorar. ─dijo con un tono de voz muy calmado, mientras cambiabamos de posición.

Pues ahora estaba practicamente acostada sobre su regazo, y sentía sus manos acariciar mi pelo con delicadeza, mientras me permitía seguir soltando sollozos mientras a mi mente llegaban pequeños flashbacks de mi infancia.

─ Era tu casa, era tu hogar...y era tu madre.

─ Esa mujer es todo, menos una madre, no para mi, y espero que para nadie, no lo merece. ─dije con rabia, secando las lágrimas de mis ojos y levantandome bruscamente.

Otra vez sentí aquel mareo, solo que esta vez caí para atras, sobre mi cama, preocupando mucho al azabache, quien se aproximo a mi tomo mi rostro con sus manos, haciendo que yo lo mire con el ceño fruncido.

─ Estoy bien, solo que...

─ ¿Solo que...?

─ Digamos que no he comido bien estos días.

─ Pero dijeron que regresabas tus bandejas de comida vacias.

─ Pues digamos que mentí un poco.

─ Vamos. ─tomo mi mano, y sin dejar que reaccione, empezo a tirar de mi.

Intente zafarme de su agarre, pero era imposible, el tenía más fuerza que yo, y ni pude hacerlo retroceder un centimetro.

Así que en poco tiempo ya me había llevado a la cocina, donde los demás conversaban de algo, pero cuando me vieron, dejaron de hablar y se concentraron en mi.

Lo cual no me gustaba.

─ Ella no ha comido bien todo este tiempo. ─informo Harry.

─ Mejor hay que decirselo a Rita, y que lo publique en el diario. ─rodé los ojos, mientras me obligaba a sentarme en la silla.

─ ¿Tenemos comida? ─inquirió Herms.

─ ¡Estoy en eso! ─la vocecilla de Ginny se escucho, y luego la vi traparse en un banquito y comenzando a moverse con agilidad por la cocina.

No tarde mucho en ver un emparedado frente a mi, junto a una taza de chocolate caliente, y leugo la mirada de todos encima mío, esperando que coma.

─ Bien, lo hare, pero cuentenme algo, que me siento atacada. ─murmuré, dandole la primera mordida al emparedado.

Los gemelos se fueron, porque dijeron que tenían que planear algo, y Ginny dijo que terminaria de hacer unas cosas, así que me dejaron sola con este trío de chicos que por alguna razon son mis amigos, que cosas, ¿no?

Me comenzaron a contar sobre la llegada de Snape hoy en la mañana, el porque de esta, y todos los detalles, absolutamente todos.

─ ¿No escuchaste el ruido de la pelea de Sirius y Snape? ─preguntó Ron muy extrañado.

─ Estaba durmiendo, mucho, de hecho. ─mencione, mientras comenzaba a tomar mi chocolate caliente.

─ ¿y? ─me preguntó Harry.

─ ¿Y que, amor? ─inquirí.

─ ¿Que piensas de esto?

─ Que buena suerte que no soy yo quien tendra clases de oclumancia con Snape.

─ Enserio, Mily. ─él soltó una risilla.

─ Bueno, Dumbledore no quiere que vuelvas a soñar con Voldemort, supongo que esta bien, de esa manera dejaras de tener pesadillas y soñaras con cosas raras y normales.

─ Si, pero...¿Clases particulares con Snape? ─menciono Ron, horrorizado─. ¡Yo preferiría tener las pesadillas!

─ ¡Ronald! ─regañe.

─ ¡Ya pareces mi mamá! ─se excuso el él, retroceciendo unos pasos.

Hermione fruncio el ceño y miro al pelirrojo. ─ ¿Le tienes miedo a Milan?

─ Tu no creciste con ella, yo si ─contestó ─. Este ser que se ve tierno, peleaba con Charlie y Bill cuando tenía ocho, segun mis hermanos golpeaba duro.

─ ¡Ellos querían enseñarme! ─chillé, volviendome a sentirme medianamente bien luego de todo.






TÍO CANUTO DEJO UN DULCE BESO EN MI FRENTE, despeino mi cabello y se despidió de mi, no sin antes hacerme otra promesa.

─ Mi casa es tu casa, y crearemos nuevos recuerdos juntos, lo prometo ─aseguro ─. Y ya que en las anteriores memorias de tu vida yo no estaba, y me siento celoso por no estar...te aseguro que estare hasta en primera fila en tu boda.

─ Te guardare un asiento justo al frente.

─ ¿Lo prometes?

─ Claro que si, tío Canuto. 

No despedimos una vez más, y luego tambien lo hice con Haley, luego fuí empujada al frío aire invernal. No reunimos con Tonks y papá, quienes nos llevarían hasta Hogwarts, y viajaríamos en el autobus noctambulo, lo cual no me agradaba mucho, pero es lo que hay.

─ He cambiado de opinion ─farfullo Ron cuando bajamos del autobus, en la parada de Hogsmeade, frente a las verjas de Hogwarts─. No quiero volver a viajar en esta cosa otra vez.

─ Te lo dije. ─sonreí victoriosa, pues yo se lo había advertido.

Vimos como Tonk y mi padre nos ayudaban a bajar nuestro equipaje, y despues se despidieron de nosotros.

─ En cuanto entren a los jardines, estaran a salvo. ─dijo Tonks, escudriñando la desierta carretera─. Que tengan un buen trimestre, ¿vale? 

─ Cuidense mucho. ─nos recomendo mi progenitor.

Vi que se despidió de todos, le dijo algunas palabras a Harry, y luego vino hasta mi, colocandosé de cuclillas frente a mi, haciendome recordar cuando era más pequeña, y él hacia eso.

─ Mi pequeña, hermosa e inteligente hija.

─ Ya no soy tan pequeña. ─murmuré divertida, mientras papá sonreía de lado.

─ Juntos lo haremos, ella no podra apartarte de mi lado, ni hacerte nada ─aseguró, tomando mi mano ─. Tu y yo hasta el fin de los tiempos, nada ni nadie me alejara de ti.

─ Lo sé, te creo, y confió en ti, papá ─le devolví la sonrisa, acercandome más solo para darle un beso en la mejilla ─. Tengo que irme, pero cuidate, ¿si?

─ Lo hare, pero tu tambien hazlo, Milan. Cualquier cosa enviame un carta, estare al pendiente.

Yo asentí, antes de darle un gran abrazo, pues tenía ya que subir al castillo. Más porque comenzo una una nevada, y todos nos moriamos de frío.

Espero que las cosas mejoren . . .































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

¿Les gusto el cap?

¿Alguna idea de a quien recurrira Milan para buscar respuestas?

pdta 1: Remus, te adoro, eres el mejor padre que Milan pudo tener <3

pdta 2: un agradecimiento especial para MI ADORADA paupeletier, quien me hizo el banner gif del inicio, muy bonis por cierto. Pau, te pomodoro <3

▬ With love, Lucy Rhee (Lupin)
palabras; 3301.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro