𝟬𝟯𝟮 | I will never go to a party again!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

032. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗜𝗥𝗧𝗬-𝗧𝗪𝗢 ──

── 𝖨 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝗇𝖾𝗏𝖾𝗋 𝗀𝗈 𝗍𝗈 𝖺 𝗉𝖺𝗋𝗍𝗒 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇! •˖* 📼 ☄️

(comenten y voten, hagan a su escritora feliz, y de antemano, gracias banda <3)

ME DEJE CAER EN EL SOFÁ DE LA SALA COMUN, justo entre Ron y Hermione, quien nos estaban esperando a Harry y a mi luego de este gran día, pues luego del picnic, ambos dimos un paseo por los jardines, y luego, entre besos, amor y brillos, decidimos regresar.

A mi lado, mi pelirrojo amigo, parecía estar derretado y con mucha sed, pues se encontraba bebiendo litros y litros de agua, aunque ahora ─a diferencia de hace unos segundos─, llevaba un vaso de regresco, y cuando le pregunte porque, me dijo que el agua es muy aburrida.

─ Ron, deberías bañarte ─mencione con el ceño fruncido, y haciendo una mueca de falso asco, solo para burlarme de él ─. Apestas, y mucho.

─ ¡Milan! ─me regaño, muy indignado ─. No huelo tan geo.

 ─ Bañate ─repetí, esta vez un poco más enserio, pues lo conocia perfectamente ─. De lo contrario te dará flojera, y te enfermaras.

─ ¡Me enfermare por todo lo que nos hizo hacer hoy Angelina! ─reclamó, y por su expresión, pareciera que esta recordando aquellos momentos en la "guerra", que fue el entrenamiento de hoy ─. Me consuela saber que tu tienes que estar en el entrenamiento la proxima vez, me podre vengar.

─ ¿Como te vengaras de ella? ─preguntó Hermione, y yo gire a verlo, pues tambien tenía curiosidad.

─ Pues hare que la pongan en el otro equipo, así podre empujarla de la escoba y hacerla caer, muchas, muchas veces. 

─ ¡Ron! ─regañe, abriendo mi boca de par en par, pues sabía que Ron era capaz de vengarse ─. Recuerda que yo soy una damita.

El pelirrojo solto una risa de burla, rodando los ojos y dandome una palmadita en el brazo, como lo suele hacer con sus hermanos, lo cual solo lleva a que se comienzen a dar de palmadas cada vez más fuertes y así, hasta que sus brazos se pongan tan rojos como sus cabellos.

─ ¿Damita? Pff ─hizo un ruido gracioso con la boca ─. Eso dile a alguien que no te conozca, Milu.

Todos comenzamos a reir, y de ahí solo comenzamos con más anecdotas graciosas de nuestras vidas. Aunque en verdad, Ron y yo nos estabamos exponiendo con Harry y Hermione, porque cada vez que uno contaba algo vergonzoso del otro, contabamos otra cosa aún más vergonzosa, y así, hasta que uno de los dos no soporte y llore.

De pronto, y luego de un buen rato de platica, comence a jugar con mis manos y anillos, solo viendo a Harry verme, era extraño, pero normal estas últimas semanas.

En estos últimos veinte minutos, me la pase esperando a que uno de mis amigos diga que ya nos vamos a dormir o algo así, pero al ver que ninguno dijo nada, pues decidí hacerlo yo.

─ Creo que me pondre pijama y ya me acostare, aunque no lo crean, me canso el día de hoy, aunque estuvo muy bueno. ─les informe, levantandome del sofá, pero de inmediato Hermione tiro de mi brazo, haciendome sentar otra vez.

─ ¿No iras a la fiesta? ─preguntó la castaña, con una expresión de confusión.

Oh, claro, esa fiesta.

Me había olvidado por completo de eso. 

Hace poco más de una semana, me encontre con los gemelos, quienes cuchicheaban cosas con chicos de grados mayores. Así que pensando que se trataba de alguna broma o algo por el estilo, me acerque, asustandolos.

Me dijeron que pensaron que me trataba de la profesora Umbridge, y al final, me contaron que todo se trataba de una fiesta ilegal de San Valentin, en el bosque prohibido y solo para alumnos de quinto para arriba.

Y que las invitaciones eran para todas las casas.

─ Eh...no. ─respondí, negando repetidas veces.

─ Todos van a ir, creí que era broma lo de ponerte pijama. ─señalo, soltando una risilla.

─ Si, anda, Milan, vamos. ─añadió Harry, sonriendome y extendiendo sus manos para que las tome, pero ya lo conozco, intentara convencerme con amor.

─ Me bañare solo para acompañarlos. ─Ron trato de negociar, pero sus intentos fueron en vano, pues mi respuesta seguía siendo que no.

La verdad era que yo no quería ir a la dichosa fiesta de San Valentin organizada por los gemelos, yo no tenía ganas de celebrar. Es decir, ya celebre todo este día con mi novio, y estuvo bien, no necesito más.

Yo planeaba "Dormir", lo que en verdad significaba tomar algunos diarios viejos y leerlos bajo mis sabanas. Quería investigar un poco más, no puedo quedarme sentada sin hacer nada luego de lo que paso con mi casa, y con lo que pasara conmigo si no me cuido de aquella mujer.

Es decir, ¿yo? ¿Mortifaga?

No. Nunca . . .

─ Ire a dormir, lo siento.

Se quedaron en silencio, así que solo me acerque a Harry a darle un beso de buenas noches en la mejilla, y murmurar un "te amoe" antes de comenzar a encaminarme hacia la habitación y así poder ponerme mi comoda pijama.

─ No nos tomamos una foto, como todos los años. Esta vez traje la camara vieja de mis padres. ─comento Hermione, haciendome parar y girar a verla

Era verdad, desde que nos conocemos, nos tomamos una foto, en realidad comenzo como algo para rellenar el album de fotos de Harry, termino como una hermosa tradición de amigos.

─ Bien, pero luego de la foto, me ire. ─comencé a aproximarme a ellos, sonriendo, dispuesta a no verme mala onda, y más con esto.

─ ¡Hey! ─me detuvo ella ─. ¿Así te tomaras la foto? Recuerda que le daremos estas fotos a nuestros hijos, y que otra ira al albúm de Harry, ¿quieres que te vean así se desastrosa?

─ ¿Que hay de malo en como estoy? ─ fruncí el ceño mientras me miraba, no veía nada de malo en mi forma de vestir, es más, mi novio había alabado como me veía hoy ─ ¡Ron esta peor!

─ Ay, pero Ron siempre esta así. 

─ ¡Hermione! ─reclamo el pelirrojo, mientras Harry se moría de la risa.

Cuando menos lo espere, Ron estaba viniendo en mi dirección muy rápido, en un intento de señalarme algo, pero esto salió demasiado mal, pues tiro todo su refresco encima mío, haciendome quedar empada y sucia.

─ Ups ─dijo ─. Ahora tendras que cambiarte.

─ Tomamos la fotos mañana. ─sonreí, girando sobre mis talones.

─ No, esta es una tradición ─Hermione tomo mi brazo, y comenzando a tirar de él, dirección a las habitaciones ─. Aprovechando esto, hay que cambiarnos y regresamos a tomar la foto, al fin y al cabo es temprano.

─ Aunque me cambie, no ire a la fiesta, les advierto. ─amenacé.







HERMIONE TERMINO DE SUBIR EL BROCHE DE MI VESTIDO, así que fuí hasta el pequeño espejo de teniamos todas en la habitación, y me puse al frente, viendo como me quedaba esto con las botas negras que llevaba.

─ Ahora, un poco de maquillaje. ─comento ella, comenzando a buscar entre mis cosas.

─ ¿Maquillaje para un foto? 

Pregunté, y ellos creeran que no me doy cuenta, que su muy evidente plan, no funcionara. No pienso ir a esa fiesta, y ellos no me pueden obligar, al fin y al cabo ir o no, es mi completa desición, y yo ya la tome.

─ Ya estamos grandes, Milan, un poco de delineado, sombras y labial, no le hacen daño a nadie. ─menciono.

─ Se que planean, y te digo que no funcionara. ─dije, girando sobre mis talones.

─ No planeamos nada.

─ Vestirme, maquillarme, y la mala actuación de Ron. Por favor, Hermione ─pedí, aproximandome a ella, haciendo que se siente junto a mi en la cama ─. De ellos lo puedo entender, pero de ti. Sabes que cuando estoy triste ni mi cumpleaños celebro.

─ Y hoy hiciste un esfuerzo para salir con Harry. ─termino de completar lo que yo diría.

─ Si no aprendo más sobre esa mujer, si no aprendo lo que hizo, o si no aprendo más hechizos, no sabre que hacer cuando la vea, no quiero quedarme petrificada otra vez. No quiero ser parte del bando de quien-tu-sabes. Sería traicionar a Harry, a mi papá, a tío Sirius, a tía Haley, a Tonks, a todos ustedes.

─ Y te ayudare ─dijo ella, pasando su brazo por mis hombros y atrayendome en un abrazo ─. Pero no permitas que ella arruine tus días. Tan solo vamos, no será lo mismo sin ti.

─ Lo siento. ─murmure.

Ella suspiro, y luego de unos minutos, nos separamos.

─ Al menos termina de maquillarte para la foto, y ayudame un poco con el mío. ─pidió, y yo asentí gustosa.







BAJAMOS A LA SALA COMÚN, Hermione había aprovechado para que le ayude a escoger algo para la fiesta, y optamos por un pantalon campaña y una blusa de mangas holgadas, además de varias joyas y un maquillaje sencillo, pues de por si la piel de Hermione es hermosa, no había que hacer mucho ahí.

Cuando bajamos, me encontre con los chicos, estaban...vestidos normal. Bueno, considerando que son hombres, no me sorprende demasiado. Puedo jurar que Harry iría a su boda con esa sudadera.

─ Listo, estamos lindas, ahora la foto, que tengo algo de sueño. ─mencione.

─ Amigo, cierra la boca que se te cae la baba. ─escuche que Ron le molestaba a Harry, pero nada quita la cara que puso el pelirrojo cuando vió a Hermione bajar.

Si tan solo ambos no fueran tan tercos, esto sería mucho mejor.

Nos juntamos con ellos, mientras Hermione configuraba unas cosas en la camara, y la dejaba encima de la chimenea. Luego de unos segundos, vino corriendo hacia nosotros y se unió al abrazo grupal.

─ ¡Sonrian! ─nos regaño Granger a todos, y su regaño fue demasiado graciosos, que no nos esforzamos mucho en soltar una sonrisa, acompañada de carcajadas.

Cuando por fin nos calmamos, me comence a despedir de todos, pero otra vez, y como lo vi venir, me detuvieron.

¿Acaso no se cansan?

─ Solo unas horas, por favor...─pidió Ron.

─ Si, amor, prometemos que solo unas horas. ─seguían insistiendo, y llegaba el punto en que creo que no escucharon mis palabras, o simplemente me estan ignorando rotundamente.

La unica que no insistía era Hermione, pero Ron y Harry al parecer estaban dispuestos a que yo fuera.

─ Basta ─pedí, cruzandome de brazos ─. No ire, y punto.

─ ¿Porque? ─preguntó Ron.

Solté una risa, vaya, en serio ignoraron todo lo que les conte cuando estabamos en la orden.

─ ¿Porque? ─repetí, tomandome un segundo para mirar al rededor, solo para fijarme que nadie estuviera a nuestro alrededor ─. Primero, se que mi padre antes de decirme que mi casa se destruyo hasta los cimientos, lloro junto con tío Canuto, porque esa casa, fue un regalo para nosotros cuando yo nací. Segundo, mi mamá, la persona que se supone debería ser mi apoyo en momentos dificiles, es una loca, psicopata, asesina que esta dispuesta a arrastrarme con ella hacia un camino oscuro al que no estoy dispuesta a ir. Así que perdon si no quiero ir a una estupida fiesta.

Giré sobre mis talones, pero no hacia las habitaciones, si no me fuí por el cuadro de la señora gorda, y me dirigí hasta lechuzería, donde me las arregle para subir a aquel ventanal.

Acomode mi vestido, y comencé a jugar con mis manos.

Como quisiera que tía Haley en forma de cuervo estuviera aquí, sería más fácil con ella. O aún mejor, sería más facil estar con papá, la escuela ya no me importaba mucho.

Me metí en mi mundo, en un intento de quedarme ahí, imaginando escenarios felices por un buen rato, pero no fue así, mis pensamientos eran tristes, oscuros, incluso Milan de antes había cambiado.

─ Parece que estoy atrapada en una pesadilla interminable, no sé si algun día acabe. Al menos ahora siento un poquito de lo que tu sufres desde que naciste. ─murmuré, girando y viendo a Harry parado abajo de este ventanal.

─ Anda, ven.

Dude un segundo en ir con él, pero finalmente me sente en el borde, estirando mis brazos hacia Harry, quien me ayudo a bajar.

─ Vamos a la sala común, necesitas relajarte y...







RELAJARME MIS POMELOS, nunca crean en los hombres, les doy ese buen consejo. Ninguna de las palabras que salgan de sus bocas, es verdad.

─ ¡¿Donde esta mi varita?! ─busque desesperadamente entre mis bolsillos, pero que Harry me estuviera empujando, hacia muy dificil buscar entre mis bolsillos.

─ Dentro de un rato, me lo vas a agradecer. 

─ No.

Negue, mientras buscaba un dragon, o una piedra para tirarle a mi novio en la cabeza, pero este lugar estaba perfectamente adornado, lo único que podría tirarle sería una carta corazón volador.

─ Te juro, que si me vuelves a empujar, terminamos. ─dije en un tono muy serio, haciendo que por fin el parara.

Sabía que aquello funcionaria, por eso lo dije, pero en verdad nunca terminaria con él.

Nunca lo haría.

─ Harry, ¿que le haces a Milan? ─la voz de Hazel se escucho, haciendome girar a verla, encontrandola con una mirada de enojo y los brazos cruzados mientras miraba a Harry.

─ ¿Ustedes... están... bien─preguntó el chico, con la voz muy suave, sonaba más pacifico que Hazel.

─ ¿Tu crees? ─rodé los ojos, viendo a Diggory, y luego caí en cuenta que ellos recien había llegado, y no se habían enterado de nada, es más, no les había contado sobre vacaciones ─. No estamos bien, no respeto mi decisión.

Apenas dije eso, la mirada de ambos fue hasta Harry, incluso a mi me dió un poco de miedo.

─ ¿Harry?

Preguntó la chica Longbottom, haciendo que Harry suelte balbuceos inentendibles, mientras yo solo veía a Cedric retroceder al ver a su novia así de enojada.

─¿Decisión de qué? ─preguntó Diggory desde su "segura" posición.

Yo solte un largo suspiro. ─ En primer lugar, yo no quería venir a esta fiesta, y encima, me engañaron para arreglarme. Ninguno de ellos respetó mi decisión.

─ ¿Por qué no querías venir? El ambiente se ve... lindo ─Hazel dio media vuelta al mirar a los gemelos repartir whisky de fuego ahí al fondo.

Decidí calmarme un poco, pero aun me encontraba algo enojada con el azabache, así que solo gire a verlo y dije:

─ Harry, no quiero cometer una locura e ir a Azkaban, así que te busco luego, ¿si?

Afortundamente él solo asintió, no cuestiono nada y tan solo se fue de ahí, dejandome a sola con esta pareja.

─ ¿Pasa algo? ─preguntó Cedric una vez el chico se fue.

─ Nada, lo típico, tu madre esta involucrada en la fuga de Azkaban, y quema tu casa, ah, si ─recorde con falsa emoción, incluso sonreí y todo ─, y te quiere secuestrar para hacerte mortifaga. ¡Feliz San valentin!

─ Espera, ¿Qué? ─ambos dijeron en unisonido.

─ ¿Cómo que tu mamá quemo tu casa? ─inquirió Cedric.

Hazel asintió de acuerdo ─ Si, ¿Y eso que quiere hacerte... Mortifaga?

─ Si, ya sabes, lo que vivimos todos a esta edad. ─me encogí de hombros, restandole importancia, aunque por dentro estaba muy pero muy asustada.

─ Uh, si, me paso a tu edad ─comentó Cedric, siguiendome el juego.

Hazel lo miro mal en un intento de no reírse, dándole un zape a "escondidas de mi", aunque de todos modos lo llegue a ver.

─ Milan, lamento mucho lo de tu casa y lo de tu mamá, sabes que cuentas con nosotros, ¿Verdad?

─ Lo sé ─suspiro, haciendo una rara mueca ─. Trate mal a Harry antes, ¿verdad?

Caí en cuenta que fuí muy grosera. Al fin y al cabo ellos solo querían ayudar.

Hazel negó ─Bueno, tiene que haber respetado tu decisión, aunque en ocasiones salir también ayuda.

─ Eso. ─Cedric coincidió con su novia.

─ Es que era mi hogar, ¿saben? ─pregunte, abriendome con ellos ─. Pero creo que tienen razón, no puedo quedarme encerrada en mi habitación.

Eso sería dejar que ella gane.

Hazel asintió con una sonrisa victoriosa, tomo mi mano y comenzo a llevar con ella, adentrandonos a la fiesta, y con Cedric siguiendonos los pasos.

─ Exacto, vamos, un trago de Vino de Saúco no te hará daño ─ella me comenzo a animar.

Los tres caminamos hasta la mesa, ahí, Hazel me entrego un vaso con un líquido rojo dentro, y algunas burbujas de color negro muy oscuro. La castaña miro su propio vaso por unos segundos, y finalmente, tomo todo de un golpe, terminandose hasta la última gota.

Una vez lo hizo, se seco algunas gotas que escaparon con su labio con el dorso de su mano. Yo solté una risa por la acción de mi amiga. ─ Más lento, velocista.

Así que con un poco más de confianza, comence a tomar mi propia bebida, disfrutandola luego del primer trago.

Los tres comenzamos a conversar de varias cosas, poniendonos al día despues de varios días sin conversar los tres a gusto.

Cuando la musica comenzo a sonar, comenzamos a bailar.

Así estuvimos por un buen rato, al menos hasta que vi que alguien hacia una señas desde los árboles. Pensando que era para cualquier otro alumno, seguí con lo mío, dispuesto a tomar otra bebida, pero reconocí a auquella persona como Thedore Nott, así que antes que Hazel y Cedric me miraran, salí corriendo de aquí en su dirección.

Una vez llegue a estar junto a él, negue con mi cabeza, viendolo muy confundida, por que no esperaba verlo aquí. No había visto por ningun lado a alguno de sus amigos, así que no esperaba que es tambien estuviera aquí.

─ ¿Sucedio algo? ─pregunté.

─ Te quiero mostrar algo ─respondió, haciendo un mueca ─. Pero aquí no.

Yo suspire, mirando a todos lados. ─ Theo, tengo dos bebidas encima, no se si quiera si yo me encuentre en buen estado, nunca he tomado. Pero sigo caminando recto, eh.

Lo vi sonreír, pero al segundo estuvo muy serio.

─ En serio creo que vas a querer ver esto.







ME ARRODILLE CON CUIDADO ENCIMA DE LA HIERBA, pasando las palmas de mi mano por mi vestido, en un intento de plancharlo mientras veía a Theo comenzar a pasar páginas de un pequeño libro con lomo de cuero.

El viento revoloteaba mi cabello, pues cada vez era más tarde, y el aire frio del lago se hacia presente.

Luego de unos minutos, se sentó junto a mi, acercandosé un poco más solo para dejar el libro en medio de ambos, y así poder ver.

Lo primero que me llamo la atención, fue la fecha que había en el borde superior de la página: veinte de diciembre.

Parecía un diario, o tal vez eso era.

─ Esto es todo lo que escuche en mi casa, todo lo que se, y lo compartire contigo. Hay varias lineas que te involucran ─murmuro, cerrando el diario de golpe, solo para despues mirarme ─. Debes prometer que no contaras nada de esto a nadie, estoy confiando en ti, Mily.

─ Lo prometo. ─dije, sinceramente, abrazandome a mi misma.

Lo vi asentir, y volvió a abrir el diario.

═══════════════════
20 de diciembre;

Llegue a mi casa, y para mi mala suerte, había una reunión, esas que suelen hacer con otras familias sangre pura. Cuando mi madre me vió, me obligo a subir a mi habitación sin decir nada, obedecí.

A las doce de la noche, baje a la cocina a buscar algo de comer, pensando que no habría nadie en la primera planta (no fue así). Abajo estaban mis padres y Mihrimah Grey. Esta última fue la primera en verme, alertando a mi papá y haciendo que me lleve de golpes a mi habitación.

Feliz primer día en casa.
═══════════════════


─ Y-yo...─balbucee, levantando mi vista para verlo, nada en su casa había cambiado, sus padres seguían siendo muy malas personas.

Y yo sabía a que a él no le gustaba hablar de este tema, incluso si ahora estaba más que claro en las páginas de su diario.

─ Solo sigamos, por favor. ─pidió, sacandose el saco de su terno y colocandolo encima de mis hombros.

─ Theo...

─ Lo haría por cualquiera de mis amigas.

─ Gracias.

Seguí leyendo las demás páginas, solo habían cosas que me hacian odiar con todo mi ser a los padres de Theo, pero me contuve para no hacerlo ponerse incomodo, simplemente seguí con la lectura.

─ Este día...─balbucee, viendo esta fecha ─. Lo hizo junto con Bellatrix, esto no me lo dijeron.


═══════════════════
24  de diciembre;

Tengo hambre, pero ni los elfos domesticos me hacen caso, creo que en esta casa nadie lo hace. Simplemente me iba a costar a dormir, para así despertar el día en que podía regresar a Hogwarts, sin embargo, unas voces, más bien, risas en el pasillo, me hicieron despertar.

"Ya encontre la casa del estupido de Lupin. Ya es hora, le dare un regalo de noche buena a mi hija, venir conmigo, no hay nada mejor"

"Hilan, si, podría tener futuro"

"Es Milan, Bellatrix"
═══════════════════


─ Luego me entere que no te encontraron, y que quemaron tu casa. ─termino de decir cuando aparte mi mirada del libro.

Ya no se que me causaba más molestia, si los padres de Theo, o mi madre.

Creo que ambos.







CAMINE CON MUCHA CAUTELA A TRAVEZ DEL BOSQUE PROHIBIDO, el crujis de las hojas bajo mis pies era apenas audible por la musica que provenia de la fiesta. Hace hasta apenas unos metros, le regrese su saco a Theo y me despedí de él, agradeciendole toda su ayuda, y pidiendole que si sabe otra cosa me diga, claro, si no era mucha molestía. Y luego, nos despedimos.

─ Milan, ¡Pensamos que nunca más de veriamos! ─exclamó Ron, sonriendo mientras yo me acercaba a él apenas lo vi.

─ Lo siento mucho por mi actitud ante s─murmuré, sintiendo la vergüenza calentando mis mejillas ─. No debí ser tan grosera con ustedes.

Hermione, quien tambien estaba aquí, me miró con una sonrisa amistosa. ─ No te preocupes, Milan. Todos tenemos días malos, o semanas, o años, bueno, ya sabes.

Respiré aliviada al ver que no me juzgaban por mi comportamiento anterior. Juntos, nos inmiscuimos más en la fiesta, tomando otros vasos de bedidas extrañas que habían traido los gemelos.

Luego de beber y conversar un buen rato, comenzamos a movernos al ritmo de la música, riendo y disfrutando del momento.

Mientras bailábamos, sentí como si una pesada carga se estuviera levantando de mi pecho. La alegría del momento era contagiosa, y me permití relajarme por completo. En un momento, Hermione y yo comenzamos a reir a carcajadas por los pasos extraños que hacia Ron al bailar.

Justo cuando pensaba que la noche no podía ser mejor, una sombra familiar se unió a nosotros en la pista de baile improvisada. Giré para ver a Harry.

 La luz de la luna se filtraba entre las hojas, y en ese momento, todo parecía encajar. Mis amigos, mi novio y yo, compartiendo risas y amistad en una noche tan especial. En ese instante, todo el estrés y la tensión de los días anteriores se desvanecieron por completo, y solo quedó un profundo sentido de felicidad y diversión.

─ Desapareciste un buen rato ─comentó Harry, hablando fuerte para que lo escuche bajo la musica ─. ¿Donde estabas?

─ Ah, si, me fuí con las gemelas Patil, me secuestraron, y no me pude negar. ─contesté, mientras seguía bailando.

─ ¡Un whisky de fuego para nuestra rubia favorita! ─escuche la voz de uno de los gemelos.

Fred o George, pasaron su mano por encima mio, y posaron el vaso entre mis manos, haciendome sonreír, pues la bebida no se veía para nada mal.

─ Cortesía de la casa, diviertete. ─dijo otro de ellos, antes de irse.

─ ¡¿Y para su hermano?! ─reclamó Ron.

─ Creí que ya te habías acostumbrado a esto. ─soltó Herms entre risillas.







LAS RISAS Y MURMULLOS DE TODOS LLENANBAN EL AIRE, creando un buena atmosfera, aunque no entendía nada de lo qeu decían. El frió se colaba por mi extremidades, pero mientras siga bailando todo estaba bien, no me importaba nada en lo absoluto, y tampoco a ninguno de los presentes, pues estaban muy borrachos como para darse cuenta que alguien este bailando mal, (o eso creo...eso espero)

Mis risas comenzaban a mezclarse con las de Hazel, la verdad es que no estaba muy segura de como termine bailando con ella en medio esta redondela de alumnos, pero aquí nos encontramos. Bueno, tal vez tengo una ligera idea de como termine aquí: Los gemelos nos empujaron a bailar al centro.

La musica resonaba en mis oídos, y me hacia sentir más vida que nunca, tal vez esto tambien sea por la cantidad de alcohol que hay en mi sistema, pero estoy feliz, esto es tan divertido.

El resplandor de las luces colgantes entre los árboles iluminaba la escena de manera tenue, creando sombras que parecían bailar al ritmo de la música. Mientras movía mis pies descoordinadamente, noté a algunas parejas abrazadas, otras tomadas de la mano, compartiendo momentos íntimos en medio de la naturaleza salvaje. Eran destellos fugaces en mi visión periférica, ya que mi atención estaba en disfrutar el instante, además que creo que veía algo borroso a decir verdad.

Cerré los ojos por un momento y me dejé llevar por la melodía. Mi cabello se pegaba a mi frente debido al sudor, pero eso no me importaba en lo más mínimo.

Hazel y yo soltando risas contagiosas. Aunque estas eran estridentes y alocadas, se sentían auténticas y liberadoras. Miré a mi alrededor y vi rostros conocidos, algunos sonrientes y otros con expresiones sorprendidas por todo lo que haciamos.

En eso, escuche como la canción cambio de repente, ya no era la melodía movida ni nada, era mas lenta y rara, así que mire a Hazel, viendola asentir.

Ambas nos acercamos poco a poco, y cuando menos lo esperamos, vitores y gritos de apoyo a que sigamos se escucharon.

De pronto, vi de reojo como todos los presentes ─o la mayoria de estos─, abrian sus ojos de par en par, pero no les hice caso.

Lo último que recuerdo es que estaba a escasos centimetros de Hazel.







ME DOLÍA UN POCO LA CABEZA, y mis ojos estaban muy perezosos, pero hoy teniamos programada una reunion del ED.

Nunca más vuelvo a ir a una fiesta.

Mi único consuelo es que la mayoría de alumnos que había asistido a la fiesta, estaban igual de cansados y desastrosos que yo, incluso veí a algunos con cara de enfermos y así.

En el camino a venir aquí, me encontre con Hazel, así que con ella entre a la sala.

A lo lejos, entre los cojines, vi a Harry, fresco y sonriente, pero yo conocía esa expresión, no era de "Que alegría de ver a Milan", era su mirada de "Me burlare de Milan"

─ Lo sabía, debí usar corrector en mis ojeras. ─murmure, mientras seguía caminando, aludiendo su mirada de burla a mi aspecto, aunque segun yo no me veía tan mal.

─ Dímelo a mi, no me peine y parezco un búho con las plumas salidas ─menciono Hazel.

Ambas llegamos junto al resto, y ahí nos dejamos caer en los cojines, compartiendo una mirada de confusión por las miradas que teniamos encima de nosotras.

─ ¿Enserio no lo recuerdan? ─preguntó Cedric, enarcando una ceja.

Hazel frunció el ceño ─¿Recordar qué?

─ Lo que hicieron en la fiesta, anoche, cuando los gemelos las empujaron ─le añadió harry.

Yo solté un quejido. ─ Yo no se de qué me hablan.

─ Bueno ─se rindió Cedric, mirando de reojo a Harry ─. Ya que no lo recuerdan sigamos con la reunión.

─ ¡Espera! No me dejes con la duda ─chille antes que él se levantara, pues necesitaba saber, era vital para sobrevivir.

En verdad no me acordaba de nada, no hice nada malo, o eso creo. 

─ Se hace tarde. ─negó mi novio.

─ Oigan, si no nos dicen no podré dormir ─admitió Hazel.

Cedric se volvió a sentar junto a Hazel, soltando un suspiro, y lucía tan serio, que pareciera que que ayer matamos a alguien.

─ Ustedes...─empezó Harry, mientras lo miraba expectante.

─Se besaron soltó Cedric sin rodeos.

Parpadee un par de beses, y rápidamente tome un sujetaados para hacerme una coleta rápida, en un intento de descubrir mis orejas y procesar lo que habían dicho.

─¿Eso es todo? ─inquirió Hazel, y ahí actue como si nada, dispuesta a seguirle el juego ─. Digo.

Le di una sonrisa complice a la castaña ─ Beso bien, ¿verdad?

Ella asintió ─ No tengo recuerdo de eso, pero estoy segura de que si.

─ ¿Están de broma, no? ─Harry rió un poco.

Nos miramos entre si, y Hazel dijo: ─ Uh, si, claro que si.

─ Sabes, Hazel, debemos repetirlo, pero esta vez sobrias ─sugeri muy emocionada ─. Ya sabes, para tener el recuerdo presente.

Nuestros novios casi nos matan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro