𝟬𝟰𝟭 | painting, chocolate and flowers

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041. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗢𝗥𝗧𝗬-𝗢𝗡𝗘 ──

── 𝗉𝖺𝗂𝗇𝗍𝗂𝗇𝗀, 𝖼𝗁𝗈𝖼𝗈𝗅𝖺𝗍𝖾 𝖺𝗇𝖽 𝖿𝗅𝗈𝗐𝖾𝗋𝗌 •˖* 📼 ☄️

(No se olviden de votar y comentar, adoro leerlos <3)

Luego de batallar un poco al peinarme, decidí usar un poco de magia para arreglar eso, aunque lo que en verdad hubiera necesitado, sería un poco de ayuda de Tonks...pero me las arregle.

Por fin mi cabello se había acomodado mejor, pues ahora me llegaba hasta los hombros, y por alguna razón que desconozco, mis ondas características habían desaparecido, y ahora era más lacio que otra cosa.

Lo único bueno de todo esto, es que me puedo poner diademas sin parecer una loca. Así que me siento bien. 

Además, claro, para que la profesora Mcgonagall no me regañe, use los zapatos de colegio y no mis botas; y me asegure de llevar mi uniforme bien puesto, de alguna manera, no quería que las cosas salieran mal desde mi primer día.

Bueno, es de mañana. Hermione y yo nos encontramos bajando las escaleras, solo que cada una haciendo cosas diferentes, lo que haría que cualquiera pensará: ¿Cómo son amigas?

Yo estaba más relajada, llevando a Sookie entre mis brazos, pues ella jugaba con la pulsera de oro que llevaba en la muñeca, lo cual, me hacía sonreír por el simple hecho de ver a mi mascota.

Mientras tanto, mi mejor amiga parecía estar a punto de colapsar, porque leía dos libros con desespero, buscando entre páginas algo que le sirviera, como si hoy nos fueran a hacer un tipo de examen.

─ Hermione...aún no tenemos los horarios ─murmuré entre risas ─. Calmate un poco, ¿que haces viendo todos esos libros?

─ Me gusta estar preparada ─me respondió, y solo levanto la vista de los ejemplares que tenía en manos para abrir con la boca con indignación ─. ¡Y tu estuviste la última vacaciones leyendo todo esto!

Era verdad, a mi tambien me gustaba estar preparada. Siempre me gusto ser destacada por mi cerebro, no por mis cualidades físicas. Así que si, yo me ponía más feliz cuando soy alabada por mi inteligencia.

En fin, negué divertida cuando me di cuenta que Hermione y yo teníamos muchas cosas en común despues de todo, así que explicaría nuestra amistad.

─ Buenos días. ─saludó Harry, y se acercó a mi mejilla para ahí plantar un beso.

Yo le iba a responder, pero detrás mío escuche como alguien llamó, así que deje a Sookie en el suelo.

¡Milan Lupin! ¡Milan Lupin! 

De inmediato gire sobre mis talones al escuchar mi nombre, dándome cuenta que había sido pronunciado por una niña de cabellos rubios, recordandome un montón a como era yo de más pequeña, incluso tenía dos coletas y el cabello ondulado.

─ Espero no te moleste ─fué lo primero que ella dijo al llegar a mi lado, donde comenzó a balancearse sobre sus talones ─. Fui a la lechucería porque mi abuela me envió un paquete, y en el suelo, vi una carta con su nombre. Y...ayer escuche tu nombre en la sala común, así que sabía que eras de Gryffindor.

─ Claro que no me molesta que lo trajeras ─sonreí, tomando el sobre que ella me ofrecía ─. Gracias.

─ De nada. ─se encogió de hombros, para luego girar y volver hacia su grupo de amigos, que ya la esperaba para irse.

Yo me devolví hacia los chicos, muriéndome de ternura por la actitud y gestos de la niña, que si mal no recuerdo, se llamaba Alyna. Creo que la vi ayer en la ceremonia de selección.

─ Harry, ¿la podemos adoptar? ─pregunté con emoción, tomando la mano de mi novio y entrelazando nuestros dedos para así comenzar a bajar las escaleras.

─ Milan, no puedes adoptar una niña solamente porque te hace recordar a ti. ─mencionó Hermione, por fin dejando sus libros en el bolso.

─ ¿Y tu como sabes que me hizo recordar a mi?

─ Básicamente eres tú a esa edad. ─señalo Ron, soltando una pequeña risilla.

─ Estan locos. En fin, de todas maneras, no sé qué pudo enviarme papá ─agité la carta, a la cual no había leído si había remitente o algo por el estilo, pero no hay otra persona que me envié algo, así que obviamente sería mi padre ─. Apenas unos días sin mi, y ya me extraña.

 ─ Lupin siempre ha sido un padre cariñoso contigo ─me dijo Harry, balanceando nuestras manos ─. Incluso recuerdo cuando fue nuestros profesor, y "disimulaba" no conocerte, para que no piensen que tiene preferencias.

─ Eso era muy gracioso.

Todos reímos recordando aquellos momentos, y luego de más caminata y charlas, llegamos al Gran Comedor, donde fuimos felizmente recibimos con el hermoso ambiente. Levante la mirada, dándome cuenta que por encima de nosotros, había un cielo sereno y azul surcado de algunas tenues y frágiles nubes, igual que los trozos de cielo que se veían por las altas ventanas con parteluces. 

Al sentarme, de inmediato tomé un par de tostadas francesas, junto a una taza de café, comiendo mientras escuchaba como los chicos nos contaban a Hermione y a mi sobre la conversación que tuvieron con Hagrid la noche anterior.

Claro, después de eso yo me uní a Harry para así contarle a Ron y Herms sobre lo que pasó en el tren con respecto a Draco, llegando a la conclusión que probablemente el rubio solo estuviera pavoneándose frente a Pansy y sus amigos.

Y aunque dentro mío algo dice que no solo era por eso, decidí dejar el tema ahí, no quería tener una discusión con Harry por recordar de más ese momento.

Luego que terminamos en desayuno, tuvimos que esperar a que nos dieran nuestros respectivos horarios, además de una mini charla con nuestra jefa de casa, quien nos dió las últimas indicaciones.

Como era costumbre, Hermione y yo compartíamos la mayoría de cursos. Es decir, recibimos la autorización para seguir estudiando Encantamientos, Defensa Contra las ArtesOscuras, Transformaciones, Herbología, Aritmancia, Runas Antiguas y Pociones.





























La profesora Bathsheda Babbling nos odiaba, está más que claro. Porque a pesar que solo una docena de alumnos habían logrado pasar al nivel ÉXTASIS de su materia, no trato de ser más considerada con nosotros, al contrario, ella decidió que era necesario torturarnos con muchos deberemos. Una redacción de cuarenta centímetros, dos traducciones y tener que leer cuatro libro para este miércoles.

Sin embargo, mi enojo contra la profesora de runas, pasó a segundo plano cuando vi a cierto chico de Slytherin caminando por los pasillos, muy solo y desanimado, casi arrastrando su mochila.

─ Debió pasarla mal, ¿no?

Sacudí mi cabeza, girando a ver a Hermione, quien me hablaba de como se sentía Theodore Nott, lo cual me parecía muy raro, considerando que ellos nunca tuvieron una conversación decente.

─ ¿Que?

─ Es decir, él no me agrada mucho, pero tu me hablaste de él durante casi cuatro años, me acostumbre. ─murmuró, encogiéndose de hombros.

Aquello me hizo pensar en lo mala persona que fuí. Porque desde que volví a verlo luego de vacaciones, solo le pedí favores, y le hable de mis cosas, pero nunca me detuve a preguntarle cómo se encontraba.

Se que sus padres lo maltrataban y todo eso, pero ahora que están es Azkaban...debió ser duro para él, pasarse solo todo este verano, y luego yo solo hablando de mi.

─ Fui una mala amiga ─balbucee, mirando como él se colocaba en la fila para el aula de pociones ─. Todo fue sobre mi y no le pregunte como estaba.

─ Apenas pasó un día desde que llegamos a Hogwarts ─dejo unas palmaditas en mi espalda para reconfortarme ─. Tienes tiempo de arreglarlo.

Yo sonreí. ─ Gracias. Ya sabes, por no odiarlo a pesar de todo.

─ Tampoco digo que me agrade como para ser amigos, pero...bueno. ¿Todos somos compañeros, no?

─ Si. Esta bien. Iré a hablar con él luego de clases ─le conte ─. Y necesito que me cubras con Harry.

─ ¿Porque?

─ Porque ya mucho tiene con su vida. Además, casi peleamos por un mal entendido con Malfoy, no me imagino que pase si se entera que voy a reunirme con Theo.

Nosotras seguimos avanzando, regresando al tema de nuestra tarea de Runas Antiguas, quejándonos de la profesora, como si eso disminuyera cuenta carga de trabajo.

En definitiva debíamos huir de ahí cuando pudimos hacerlo, de esa manera, no seríamos torturadas de esa manera.

─ Las encontramos. ─la voz de Ron casi nos hace pegar un brinco por lo repentino que fue al llegar.

─ ¿Que tal les fue, chicas? ─inquirió Harry.

─ Ya no puedo con mi vida ─solté, al recordar todos los deberes que nos quedaban ─. Por cierto, amor, creo que dejaré el equipo, es decir, tampoco es que era miembro oficial...de hecho, no haré las pruebas.

─ ¿Que? ─me dijo con indignación, mientras nos colocábamos en la fila para entrar al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras ─. Tú eres buena jugadora, claro que harás las pruebas, y entraras al equipo.

─ Puede que no tenga tiempo para mis deberes...

─ Yo te ayudo con la tarea, Mily. ─sonrió Hermione, dándome una mirada de confusión de porque ponía muchos peros para entrar equipo, cuando el año pasado yo estaba muy emocionada por jugar cada partido.

─ Bueno, gracias ─accedí, volviendo a mirar a mi novio ─. Harry, ahora que eres capitán, ¿no verán raro si paso las pruebas? Es decir, por la preferencia por ser tu novia y todo eso. No quisiera que tengas problemas con los demás.

─ Los del chicos entran al equipo por su talento, no por alguna conexión con el capitán. ─mencionó Herms.

La verdad es que iba a seguir dando excusas, pero el profesor Snape había llegado, así que le di una mirada a mis amigos, y todos nos quedamos callados y muy quietos, sin saber cómo iba a ser esta primera clase.

































─ Luego les pasare lo que falta. ─le susurré a Ron y a Harry, quienes sonrieron agradecidos por mi ayuda para los deberes del profesor Snape.

Después de su lección, decidió desquitarse dejándonos un montón de deberes, aunque eso ya era costumbre, así que solo toca soportar. Harry en especial, quien ya había recibido su primer castigo de este año.

Era una mala noticia, pero al azabache no le importo que lo castigaran, pues un tiempo despues, recibió una nota donde el profesor Dumbledore le hablaba a él sobre el encuentro que tendrían para las clases particulares, además, de la contraseña de su despacho, lo cual me recordó que yo también tengo que leer la carta que papá me envió.

─ Tendrán que leerla durante la clase de pociones, o ya en la noche, Milan. ─mencionó mi mejor amiga, mientras nos dirigíamos a las mazmorras, con todos nuestros materiales en mano.

Cuando llegamos al pasillo fuera del salón, me di cuenta que éramos mucho menos alumnos que antes. Somos tan solo quince personas las cuales cursaríamos el nivel ÉXTASIS de Pociones.

Desgraciadamente, Malfoy se encontraba aquí, y ya me lo esperaba, porque es suele tener unas calificaciones impecables.

─ Buenos días señorita Grey. ─saludó el rubio cuando pase por su lado, pero no hice nada, tan solo seguí con mi camino, rodando los ojos.

En fin, los alumnos de la misma casa, se habían sentado juntos. Así que nosotros cuatro (Harry, Hermione, Ron y yo), nos sentamos en una de las mesas, cerca de un caldero de color dorado, el cual por cierto, desprendía un aroma muy agradable, el cual por alguna razón me hacía recordar a Harry, era extraño. Tal vez porque esta a mi lado, quien sabe.

─ Huele a chocolate... ─murmuró Harry, girando a ver a su mejor amigo ─. ¿Trajiste comida a clases?

─ Ni que fuera Milan. ─replicó Ron, apoyando su barbilla sobre la palma de su mano, mirándome con burla.

─ Flores y pintura tambien, ¿no? 

Quise molestar a mi novio por que probablemente se estaba volviendo loco, pero no pude, ya que  el profesor Slughorn comenzó con su clase.

Claro, no sin antes, indicarle a Ron y Harry que podían tomar los libros, balanzas e ingredientes del estante, pues no los habían comprado, pensando que este año no podían cursar la asignatura.

─ Muy bien ─dijo, y regresó al fondo de la clase ─. He preparado algunas pocionespara que les echéis un vistazo. Es de esas cosas que deberíais poder hacer cuando hayáis terminado elÉXTASIS. Seguro que han oído hablar de ellas, aunque nunca las hayan preparado. ¿Alguien puededecirme cuál es ésta?

Señaló el caldero más cercano a la mesa de Slytherin. Yo me levante un poco de mi asiento, notando lo cristalino de la poción.

Levanté mi mano de inmediato, notando que Hermione también lo había hecho. Y esto no nos molestaba a ninguna, es más como una competencia sana que tenemos desde primer año.

─ Señorita Lupin. ─el profesor me dió la palabra.

─ Es Veritaserum, una poción incolora e inodora que obliga a quien la beba a decir la verdad.

─ ¡Estupendo, estupendo! ─me felicitó, y yo sonreí ─. Esta es otra ─continuó, y señaló el caldero más cercano a la mesa de Ravenclaw ─, es muy conocida y últimamente aparece en unos folletosdistribuidos por el ministerio. ¿Alguien sabe...?

La mano de Hermione fue la primera en levantarse.

─ Es poción multijugos, señor ─dijo.

Esa poción la reconocimos tanto Harry como yo, pues en segundo año ambos la habíamos usado para ver si Draco Malfoy era el heredero de Slytherin.

Y déjenme decirles, que sabe horrible, y se ve aún peor. Pero su eficacia es su mucha ayuda.

─¡Excelente, excelente! Y ahora, esta de aquí... ¿Sí, querida? ─dijo Slughorn mirando con ciertodesconcierto a Hermione, que volvía a tener la mano levantada. 

─ ¡Es Amortentia!

─ Eso explica muchas cosas. ─susurre para mi misma.

Lo hubiera sabido desde antes, pero no me moleste en el ver el líquido de aquel caldero.

─ ¡Exacto! La has reconocido por su característico brillo nacarado, ¿no?

─ Sí, y porque el vapor asciende formando unas inconfundibles espirales ─agregó ella conentusiasmo v. Y se supone que para cada uno tiene un olor diferente, según lo que nos atraiga. Yo huelo acésped recién cortado y a pergamino nuevo y a... ─Pero se sonrojó un poco y no terminó la frase. 

La molestarte con eso más tarde.

─ ¿Puedes decirme tu nombre, querida? ─le preguntó Slughorn sin reparar en su bochorno

─ Me llamo Hermione Granger, señor. 

─ ¿Granger? ¿Granger? ¿Tienes algún parentesco con Héctor Dagworth-Granger, fundador de laRimbombante Sociedad de Amigos de las Pociones?

─ No, me parece que no, señor. Yo soy hija de muggles

 Vi como Malfoy le murmuró algo a Blaise, y estos comenzaron a reírse por lo bajo.

─ ¡Ajá! ¡«Una de mis mejores amigas es hija de muggles y es la mejor alumna de mi curso»! Deduzcoque ésta es la amiga de que me hablaste, ¿no, Harry? ─el profesor giró a ver a este último.

─ Sí, señor

─ Vaya, vaya. Veinte bien merecidos puntos para Gryffindor, señorita Granger ─concedióafablemente Slughorn

Hermione miró a su mejor amigo con una expresión radiante que me hizo sonreír.

─ ¿De verdad le dijiste que era la mejor del curso? ¡Oh, Harry! 

─ ¿Y qué tiene eso de raro? ─repuso en voz baja Ron, que por algún motivo parecía contrariado─.¡Eres la mejor del curso! ¡Yo también se lo habría dicho si me lo hubiera preguntado! 

─ Disimula un poco, Weasley. ─me burle, volviendo a prestar atención al maestro.

─ Por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce unintenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todaslas que hay en esta sala. Sí, ya lo creo ─insistió, y asintió con gesto grave hacia Malfoy y Nott, quesonreían con escepticismo ─. Cuando hayan vivido tanto como yo, no subestimaran el poder del amorobsesivo... Bien, y ahora ha llegado el momento de ponerse a trabajar.

─ Profesor ─dije, señalando un pequeño caldero ─. Vi que se saltó aquella poción, y en verdad no podré concentrarme si no verificó la información de mi cabeza. Así que...¿Esa acaso es Felix Felicis?

─ Es correcto, Milan ─sonrió el profesor ante mi observación ─. Eres una jovencita entusiasta. Pero si, es Felix Felicis, o comúnmente conocido como suerte líquida. Ahora Gryffindor tiene diez puntos más. 

Sonreí por mi acierto, y me acomode en mi asiento, solo para ver a Malfoy mirar por fin con atención al profesor, porque toda la clase de la paso murmurando cosas con Zabini.

─ Él Felix Felicis es una poción muy interesante ─prosiguió el profesor ─. Dificilísima de preparar y de desastrosos efectos si no se hace bien. Sinembargo, si se elabora de manera correcta, como es el caso de ésta, el que la beba coronará con éxitotodos sus empeños, al menos mientras duren los efectos de la poción. 

─ ¿Por qué no la bebe todo el mundo siempre, señor? ─preguntó Terry Boot.

─ Porque su consumo excesivo produce atolondramiento, temeridad y un peligroso exceso deconfianza. Ya sabes, todos los excesos son malos... Consumida en grandes cantidades resulta altamentetóxica, pero ingerida con moderación y sólo de forma ocasional...

─ ¿Usted la ha probado alguna vez, señor? ─preguntó Michael Corner

─ Dos veces en la vida ─reconoció Slughorn ─. Una vez cuando tenía veinticuatro años, y otra a loscincuenta y siete. Dos cucharadas grandes con el desayuno. Dos días perfectos. ─Se quedó con la miradaperdida, con aire soñador. Y pensé que tanto si hacía teatro como si no, estaba logrando la reacciónque buscaba─. Y eso ─dijo tras regresar a la tierra─ es lo que les ofreceré como premio al finalizar laclase de hoy. 

»Veamos ─continuó Slughorn, adoptando un tono más enérgico─, ¿cómo pueden ganar mi fabulosopremio? Pues bien, abriendo el libro Elaboración de pociones avanzadas por la página diez. Nos quedapoco más de una hora, tiempo suficiente para que obtengáis una muestra decente del Filtro de Muertos enVida. Ya sé que hasta ahora nunca habíais preparado nada tan complicado, y desde luego no esperoresultados perfectos, pero el que lo haga mejor se llevará al pequeño Felix. ¡Adelante! 

Me puse a trabajar en la poción, tratando de tranquilizarme y usar los conocimientos que había adquirido en las clases del profesor Snape, que aunque el carácter de dicho maestro no era el mejor, no le quita que enseñaba bien.

Yo deseaba ganar el premio al igual que todos, así que me concentre en aquello.

Al cabo de diez minutos, el aula se había llenado de un vapor azulado. Comosiempre, Hermione y yo llevábamos la delantera. Nuestra poción ya se había convertido en «un líquido homogéneo decolor grosella negra», como el libro describía la etapa intermedia ideal. 

─ ¿Me prestas tu cuchillo de plata? ─me preguntó Harry, y con gusto se lo dí, pero de inmediato, volví a mi trabajo.

Después de un rato, y tal como lo indicaba la receta, removí en mi caldero la poción, en el sentido contrario a las agujas del reloj para que ahí la poción se volviera transparente. Sin embargo, cuando lo hice, esta seguía de un color feo, morado oscuro.

Lo cual me tenía desconcertada, según yo había seguido todos los pasos, así que volví a revisar mi libro, pasando mi dedo por las líneas de texto donde estaban las indicaciones.

Habían demasiados pasos, pero estoy segura que los seguí todos.

Gire a ver a Hermione, para ser si ella lo había conseguido, pero no era así, incluso su pelo estaba muy revuelto, debido a los vapores que emanaba su caldero.

─ ¡Tiempo! ─anunció Slughorn ─. ¡Paren de remover, por favor!

A continuación se paseó despacio entre las mesas mirando en el interior de los calderos. No hacíaningún comentario, pero de vez en cuando agitaba un poco alguna poción, o la olfateaba. Al fin llegó a nuestra mesas.

Sonrió con indulgencia al ver la sustancia parecida al alquitránque había obtenido Ron, al ver la poción de Hermioneasintió en señal de aprobación, al mirar la mía tan solo dejo unas palmaditas en mi hombro. Entonces vio la de Harry, y una expresión de júbilo le iluminó el rostro. 

─ ¡He aquí el ganador, sin duda! ─exclamó para que lo oyeran todos ─. ¡Excelente, Harry, excelente!¡Caramba, es evidente que has heredado el talento de tu madre! Lily tenía muy buena mano para laspociones. Así pues, aquí tienes: una botella de Felix Felicis, ¡y empléala bien! 

Sonreí por el logro de Harry, y me la pase así un buen rato.

Al culminar la clase, y mientras salíamos de las mazmorras, entrelace mi brazo con el suyo y apoye mi cabeza en su hombro mientras avanzabamos.

─ ¿Como lo hiciste? ─preguntó Herms.

─ Supongo que tuve suerte. ─contestó Harry, y me di cuenta que lo hizo porque Draco y los chicos de Slytherin pasaban cerca de nosotros.

Pero a la hora de comer, una vez instalados en la mesa de Gryffindor, Harry se sintió lo bastante asalvo de indiscreciones para contarnos la verdad. 

Y creanme que me estaba aguantando de reír al ver a como la mirada de Hermione se ibaendureciendo a cada palabra que pronunciaba Harry

─ Bueno, no se tú, Hermione, pero al menos yo, quiero que Harry me preste aquel libro, para darse una miradita ─mire a mi novio, y este asintió ─. Yo intente modificar la receta de algunas pociones, pero casi siempre explotan en mi cara.

─ Supongo que no pensarás que he hecho trampas

─ Hombre, tampoco puede decirse que hayas hecho el trabajo tú solo. ─repuso ella con frialdad.

─Lo único que hizo fue seguir unas instrucciones distintas de las que seguiste tú ─razonó Ron─. Elresultado habría podido ser catastrófico, ¿no? Pero Harry se arriesgó y le salió bien. ─ Exhaló un suspiro─. Slughorn habría podido darme a mí ese libro, pero no, a mí me dio uno sin ninguna anotación. Eso sí,creo que alguien le vomitó encima en la página cincuenta y dos... 

─ Un momento ─dijo de pronto alguien, así que gire, dándome cuenta que se trataba de Ginny ─. ¿He oídobien? ¿Has seguido las instrucciones anotadas por alguien en un libro, Harry? 

─ Descuida ─la tranquilizó, bajando la voz ─. No tiene nada que ver con... el diario de Ryddle.Sólo se trata de un viejo libro de texto en el que alguien hizo unos garabatos. 

Era cierto, Ginny nunca se olvidaría de lo que pasó en su primer año.

—Pero tú has hecho lo que ponía el libro, ¿no? 

—Sólo probé algunos consejos anotados en los márgenes. En serio, Ginny, no hay nada de raro en... 

—Ginny tiene razón —coincidió Hermione volviendo a animarse—. Tenemos que comprobar que nosea nada raro. Quién sabe, esas extrañas instrucciones... 





































Con la ayuda de una niña de slytherin de primero, logre enviarle una carta a Theodore Nott, donde le puse que si podiamos reunirnos en la torre de astronomia, tambien agregue una posdata al final, donde escribi que podía ir o no, para que no se sienta tan presionado.

Así que cuando Hermione me dijo que Ron estaba por el otro lado del castillo, y que Harry estaba en media noche, tuve luz verde para salir directo a la torre de astronomia, donde espere junto a un pequeño cuaderno, en el que dibujaba pequeños hombrecitos bailando, o luchando, o simplemente sentados.

Me gusta hacer ese tipo de garabatos cuando estoy aburrida.

Me fije en el reloj, dandome cuenta que era cerca de la una de la mañana, y aun no había señales de Theo, así que me prepare para irme, sin embargo, una figura aparecio entre la oscuridad, y poco a poco se acercaba a mi, con una expresión lastimera en rostro.

O almenos así era hasta que se acercó a mi, pues ahí esbozo una ligera sonrisa.

─ ¿No podias dormir y me llamaste? ─preguntó.

Me levante del suelo. ─ Te vi muy triste por los pasillos, creí que necesitabas una amiga.

Siguió caminando, pasando por mi lado y dirigiendose a uno de los escritorios, que estaba justo de bajo del gran ventanal por donde en clases ponen los telescopios para poder ver las estrellas. Ahí apoyo sus codos, así que yo lo seguí, pegando una pequeño brinquito sobre la mesa para poder sentarme en esta, quedando a la altura del joven Nott.

─ Se que estas así por tus padres. ─murmuré luego de un largo silencio.

─ Ya me lo esperaba.

─ Pero siguen siendo sus papás, Theo.

Dejo de ver el cielo, ahora me miraba a mi, mordiendose el labio inferior con nerviosismo, al saber que todo lo que yo decía era verdad.

Todos los hijos merecen tener padres, pero no todos los padres merecen tener hijos.

─ Se que no puedes hablarlo con Draco y los demás, así que me ofrezco para escuchar todo lo que tengas que decir, soy buena para eso ─ofrecí ─. Se que no pase por lo que tu pasas desde pequeño, sin embargo, aquí estoy.

Esbozo una ligera sonrisa de lado, pero luego se borro.

─ Estas con Harry, no quiero causar problemas.

─ Eres mi amigo, Harry lo sabe.

Asintió, sin despegar su mirada de mi. Nos quedamos así un buen rato, haciendonos compañia el uno al otro, bajo la luz de la luna y las estrellas. A veces uno solo necesita de alguien que se quede ahí, para no estar solo con nuestros oscuros pensamientos.

─ Por cierto, Hermione Granger me dijo que regreses a cama a las tres de la mañana como máximo, de otra manera te asesina mientras duermes.

─ Suena a Hermione ─señale, aunque luego frunci mi ceño ─. ¿Te viste con ella? 

─ Ella me dijo que nos te encontraría aquí luego de la cena.

─ Yo te envie una carta con la hora y el lugar, lo envie con Sandy Bigger, una niña de primero de Slytherin.

─ Si, me dio la carta...pero no decía nada de eso.

Aquello me sorprendió, es decir, luego ser distraíada, pero no tanto como para escribir otra cosa y así enviarla. 

─ Ahora que lo pienso es imposible que la escribieras tu, la letra si, es similar a la tuya, pero parace más dirigida a ti, mira ─sacó el sobre de su chaqueta y lo dejo encima de mis manos ─. En principio creí que era una broma, luego pense que querías que la investigara o algo así...

─ Es la carta que me envio papá, pero no parece ser escrita por él.

─ El profesor Lupin tiene letra corrida.

─ Como no tenía remitente, así que supuse que era mi padre ─suspire ─. Entonces la carta que iba a ti, la guarde en mi baúl.

Abrí el sobre y saque el pergamino que llevaba dentro. Para esto, Theo había dejado de tener los codos apoyados en la mesa, en su lugar, se puso muy erguido y se acercó para leer conmigo.

Veo que estas usando todo lo que te envie. Así que supongo que me estoy ganando tu patetico corazón alimentado por el idiota de tu padre. 

La maternidad nunca a sido lo mío, pero quiero recorbrar diesiseis años perdidos, así que cuando preparate, que en cualquier momento puedo ir por ti, a tener ese momento madre-hija por el cual llorabas de pequeña.

Además, de paso podras ayudarme a cumplir mi objetivo, ya que investigue, y no fuiste tan tonta. Eres novia de Harry Potter, así que caíste como regalo del cielo, niña.

Bueno, espero no seas una mediocre, y lleves notas perfectas. Y por favor, sal del equipo de quidditch, una señorita no debe jugar ese deporte de hombre.

Con amor, mamá.

Deje caer la carta apenas leí la última frase, sentí como todo mi cuerpo se estremecio, y mire hacia todos lados con paranoia, pensando que ella podía estar viendome en este preciso momento.

─ Creo que ambos necesitamos un abrazo ─ofreció Theo, encogiendose de hombros ─. En honor a la basura de padres que nos toco.

Mi cuerpo no dudo en acercame a él para unir mis brazos en su cuello para cerrar un abrazo, porque efectivamente, era algo que ambos necesitabamos en este momento.

Él correspondió al gesto, dejando palmaditas en mi espalda, mientras yo me acurrucaba en su cuello.





























































































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

Estaba leyendo , y siento que Hermione de los libros era de la amiga que apoya a los demás, aunque no estuviera muy deacuerdo en eso.

Así que por eso decidi ponerla ayudando a Milan con Theo. No lo sé, capaz este loca pero lo sentí así.

Herms de las pelis si...eso no pasaría. Pero este fic esta basado en los libros, sooo.

En fin, muchas gracias, vi que dejaron apoyo al ultimo cap, y estamos volviendo a los votos y comentarios que teniamos antes, soo, ando feliz como lombriz ;D

(pdta: subi un edit a tiktok que los dejara en terapia. Vayan a verlo!!)

▬ With love, Lucy Rhee (Potter)▬ palabras; 6126.

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