(19)Abrazame

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




No me opuse a que nos encontráramos en un café. Es decir, Kim NamJoon luego de siete semanas sin verme -y con una llamada bastante infructuosa de por medio- decidía que era tiempo de hablar.

Y yo decidí que podía ceder también.

—Te oscureciste el cabello. —suelto al verlo quitarse ese gorrito de lana que yo mismo le regalé.

Mi corazón dio un tropezón cuando entró en el lugar con ese estilo de nerd despreocupado, esas gafas de marco grueso y su abrigo vintage.

No parece el mismo rapero con el que grabé una canción cover que hablaba de chicas con poca ropa. Más bien, parece el tipo al que le pides recomendaciones de lectura y de seguro te aconseja algo bueno que leer. Porque era en verdad un lector aplicado.

—Lo hice. —afirma lo evidente y una sonrisa diminuta le marca levemente los hoyuelos en sus enrojecidas mejillas—. Te ves increíble.

Me acomodo en mi asiento, porque era obvio que soy un chico apuesto y que cualquier halago me hace sentir contento. Viniendo de mi dongsaeng, es como un mimo al espíritu.

—No sé si alguno de los dos deba disculparse. —digo tras ordenar cada uno un café y una porción de pastel. El silencio entre nosotros no es incómodo aunque no resulta en lo que yo deseo para reparar nuestro trato.

—Te equivocas, yo quiero disculparme contigo. —no me mira mientras dice tal cosa y en cambio estira su mano para tomar la mía sobre la mesa—; no debí presionarte por una respuesta, no consideré que quizá a ti no te pasaba lo mismo que a mí.

—¿Eh? ¿Presionarme?

—Ya sabes, lo que dije en la radio. —se suelta de mi mano y toma su taza para dar un sorbo y hacer una pausa—. Fue precipitado pero es cierto sin embargo, Jin Hyung tú me gustas... No, más que eso. No es por el hospedaje o los manjares que preparas, es por verte sonreír cuando llego o por tener el gesto de dejarme ser partícipe de tus malos ratos hasta que juntos mejoramos nuestro humor. Ya dejó de ser curiosidad, o una necesidad fisiológica como tú argumentas siempre. Al menos eso siento. Me disculpo por creer que tu también sentías eso por mí... 

—¡Pero si yo te amo, NamJoon!

Abre grande sus ojitos y quiero comermelo a besos aquí mismo, pero ya mi confesión fue mal vista por los presentes. No quiero abusar. El aludido, en cambio, sonríe y se eleva sobre la mesa para besarme en la mejilla tan, tan cerca de la boca que me molesta que me niegue un beso real.

—¿Entonces qué hizo que me ignoraras cuando me confesé al aire? —quiere saber y yo tengo que hacer memoria.

—No escuché completo el programa. —admito al fin con deseos de golpearme las pelotas—. Ahora lo lamento...

—¿Quieres que vayamos a casa? —me dice con un brillo especial en los ojos y nos levantamos de prisa, dejando en la mesa el dinero de consumición más propina.

Porque Kim NamJoon y Kim SeokJin deben charlar en privado.

Quizá sin necesidad de hablar realmente.




















Nota:

Necesito soledad; me he vuelto una cascarriabias y estoy orgullosa de eso ¿estamos?

Actualizaciones hasta el final. Porque sí.

:)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro