▪︎Maratón 1/3▪︎

Su respiración era pausada, la tranquilidad con la que dormía era tan envolvente, te llamaba a mirarlo por horas si es que se pudiera.

Jimin se quedó mirando aquel hermoso rostro, los labios abultados del castaño que dormía en su cama lo atraían de una manera tan extraña, era como si sus labios cosquillearan a la espera de besar los labios contrarios.

Sacudió su cabeza tratando de sacar aquellos pensamientos. Con cuidado se puso de pie y fue al baño a darse una ducha, el día de hoy no fue el mejor de todos.

En la mañana había despertado cansado, no pudo dormir tan fácilmente, y esque su mente no paraba de dar vueltas en las palabras del castaño, el debía de estar preocupado y hasta molesto si Jungkook salía embarazado pero... se sentía feliz con esa idea.

¡haj! Su mente y emosiones eran un caos.

Tampoco es como que su mente dejara de pensar en posibles nombres para su futura hija a hijo.

Luego de ese inicio fatal de día tuvo que ir a el hospital, desde temprano le llegaron muchos documentos que revisar, la habilitación de una nueva área lo tenía hasta el límite, debía de checar todo con la indumentaria y las máquinas que necesitaban, el proyecto era para el área de neurología, para un nuevo cuarto de cirugía neuronal, tenía que ser muy detallado en la compra de todo, no quería fallar en algo y terminar tras rejas.

Después de media mañana tuvo una junta urgente con los jefes de cada área del hospital, el debate fue intenso porque muchos de ellos decían que el equipamiento del hospital ya era viejo y que debían de iniciarse con nuevas máquinas más tecnológicas y de mejor rendimiento, para ellos era fácil solicitar aquello pero era aún más complicado, antes debían de checar los impuestos, el presupuesto y el mercado de donde sacar esa indumentaria, debían de ver sus fuentes de dotaciones y cambiar muchas cosas.

Jimin ya supo con algo de tristeza porque su padre quería dejarlo a cargo, el hospital demandaba mucho tiempo y estabilidad mental.

Había salido de su junta muy tarde, solo para encontrarse con un sobre que su querido hermano le había dejado, en el estaban los documentos de la propiedad de Jungkook, aquella casa que ahora estaba a su nombre, de cierta forma se sintió un tremendo idiota al tener eso en sus manos, sabia que era parte de su plan pero su corazón le decía que no era lo correcto. En si solo busco una manera de tener al castaño en sus manos, y esta era la mejor manera de todas.

Termino su baño y se secó el cabello antes de salir a ponerse su pijama. Ya listo se metió entre las sábanas de su cama.

Penso en la opción de abrazar a Jungkook y dormir pegado a el, pero no quería morir acuchillado en la mañana, era mejor dejar esa opción.

Se acomodo boca arriba y cerro los ojos.

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La mañana llegó  y dejó a la vista unos cuerpos entrelazados, más sábanas en el suelo.

Jungkook dormía plácidamente mientras aspiraba un delicioso aroma a frescura que entraba por su nariz, se sentía a gusto estando en ese lugar, su cabeza descansaba sobre algo cómodo y era aprisionado por unos suaves cobertores. El cielo sin duda.

Por su lado Jimin, se sentía en paz con aquella calidez que estaba a un lado suyo, sentía una respiración suave que lo hacía sentir calmado.

Ambos estaban tan cómodos que no sintieron como la puerta era abierta y por ella entraban un par de cabelleras castañas, que los observaban con una mueca en el rostro.

—Esto es muy dulce para mi Jiren. – susurro a su hermana que estaba a un lado suyo.

—Es cierto, jamás había visto a Jungkook así... es extraño– Jerin asintió.

Para ellas esto era muy extraño, ver como su hermano estaba siendo abrazado y no parecía molestarle, sabían que Jungkook no era tan afectuoso como para que le gustaran los abrazos, a lo mucho que llegaba era a darlo por solo unos segundos, he inclusive, nunca había llegado a dormir abrazando a ellas, solo les daba un beso en la frente y les deseaba buenas noches.

— Vamos a desayunar, se nos hará tarde ‐ ambas asintieron y salieron de ese cuarto para bajar al primer piso y sentarse en la mesa a espera de su desayuno, una de las cosas que más les gustaba a las gemelas Jeon, era que ahora podían comer panqueques, eso les fascinaba porque era su comida favorita, los panqueques con mermelada. También podían tomar chocolatada, y eso era el cielo.

Mientras ellas disfrutaban plenamente, una pelea se desataba arriba.

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— No te me vuelvas ha acercar mientras duermo. – soltó en señal de advertencia.

— No lo hice, anoche llegué y me dormí aquí – señaló el pedazo de cama que tenía para el. — No te toque y tampoco te abrace, nose porque despertamos tan cerca.

Ambos se habían despertado unos minutos atrás, por el sonido de su despertador.

Casi habían abierto los ojos al mismo tiempo.

Jimin le sonrío coqueto a Jungkook, porque el castaño tenía casi medio pijama en sus puños mientras que su pecho estaba muy pegado al del rubio.

Jeon se apartó tan rápido que casi se cae, Jimin lo salvo al tomarlo de la mano.

Ahora estaban ahí, en un silencio incómodo. Los recuerdos de que debía de decirle algo a Jimin le llegaron al castaño, era ahora o nunca.

— Ayer fui a tu oficina, debía de decirte algo pero no te encontré. – con la vista busco su mochila, al hallarla fue directamente donde ella.

— M... ¿Que era? – pregunto con curiosidad y esta fue mayor al ver cómo Jungkook sacaba un sobre y se acercaba para dárselo, lo tomo en sus manos y vio la marca de agua a un costado, sabia que esta era una prueba de sangre de el laboratorio. La idea de que el castaño estuviera embarazado llegó a el, una emosion burbujeante se sintió en su pecho.

Con cuidado Jimin abrio el sobre y sacó aquel papel, fue directo al grano y su expresión cambió, sin darse cuenta había puesto una expresión de tristeza.

— Tienes mucha suerte de que haya salido negativo, después de todo ambos no queremos tener problemas. – Jungkook vio con algo de extrañeza como el rostro de Jimin parecía decaído.

— Si... es mejor así. – metió el papel de nuevo en el sobre y se lo dio a Jungkook para luego salir caminando al baño.

— Pero que le pasa... – se cuestionó.

Jimin solo se quedó reprochando se a el mismo por su actuar, el debía de estar feliz de no haber metido la pata, pero no iba a negar que la decepción le llegó al ver aquel Negativo en esa hoja.

— Reacciona, es lo mejor que pudo pasar, un bebé solo complicaría las cosas. –

Cuando el estuvo ya aseado, salió con solo una toalla envuelta en su cintura.

Jungkook estaba sentado sobre la cama esperando su turno para entrar, y ver el cuerpo de Jimin sin nada tapandolo más que esa toalla en su cintura, lo puso nervioso. Pero supo disimular bien.

Se puso de pie y camino tranquilamente dentro del baño, al estar adentro cerro la puerta y se recostó en ella.

Vamos, ¿porque se puso nervioso? No es como si fuera la primera ves que veía aquel cuerpo... bueno, al menos no lo vio entero y calmado, sin ese movimiento que... ¡Pero que estaba pensando!

Sacudió su cabeza y se fue a tomarse un baño, ya estaba tardando mucho.

Jimin se vistió con un traje color azul marino, una camisa negra y una corbata blanca, era la elegancia en persona, sus cabellos rubios estaban peinandos hacia atrás.

Jungkook salió del baño con una bata puesta, el no quería darle la satisfacción de ver algo de piel al rubio, sabia que este era un pervertido.

El sin mirar a Jimin se fue a su closed, sacando su suéter color vino más sus pantalones blancos.

Jimin terminó de ponerse su reloj y salio de la habitación dejando que Jungkook se cambiara.

El castaño suspiro y se cambió tranquilamente, ya después de estar listo fue al cuarto de su hermano menor. El pequeño Soonie estaba sentado sobre su camita mientras Lisa lo cambiaba de ropa, la pelinaranja volteo el rostro y clavo sus ojos en el, después le dio una sonrisa.

— Buenos días Señor Park. – saludo.

Casi le da un tic nervioso al oír ese "Señor Park" se quedó callado.

— Buenos días Lisa ¿Como esta Soonie? – Se aproximó al pequeño que le sonrio.

— Esta bien – respondió mientras terminaba de arreglar la polerita del pequeño.

— Gracias por cuidarlo. – miro a la pelinaranja y le sonrio. – Ahora debo de llevarlo a desayunar, no puedo estar todos los días con el así que debo de cuidarlo cuando estemos juntos. –

— Lo entiendo señor. ‐ ella se puso de pie.

Jungkook tomó a Soonie en sus manos y lo cargo, el pequeño chocó su frentecita con el pecho del castaño, en una muestra de amor.

Con el pequeño en manos, Jungkook bajo a el comedor.

Ahí estaba sentado Jimin con una taza de café. El se quedo mirando a Jungkook, el castaño se veía bien con el pequeño en sus manos. Era una imagen tierna.

Ambos desayunaron en silencio, un silencio pasable, nada incómodo.

Ya cuando Soon y Jungkook terminaron de desayunar, el rubio se atrevió a hablar.

— Hoy te llevaré al trabajo. Te espero afuera – casi ordeno antes de salir a su recámara por su portafolio.

Jungkook rodo los ojos, no tenía de otra y nuevamente, le servía el aventon.

Tomo a Soon en sus manos y se lo llevó escaleras arriba, lo dejaría con Lisa. Llego al cuarto de su hermano, antes de entrar se cruzo con Jimin, el rubio se acercó y le dejó una caricia al pequeño. Miro a Jeon y también sacudió sus cabellos.

— Te espero – le dijo antes de seguir su camino.

Jungkook refunfuño tratando de arreglar sus cabellos.

Entro a la habitación de Soon y dejó al pequeño en su camita, arregló los cabellos del pequeño.

— Ese y sus caricias. – se quejó sin darse cuenta que sonreía.

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