💉cคp¡тułσ [14]

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Suspirando apoyo su barbilla en la mesa de aquel comedor.

— Siendo sincero – tomo un poco de su jugo de pomelo antes de seguir hablando. – No presentas ningún síntoma y creo que no estás en gestación, es mi opinión Jungkook.

El castaño suspiro de nuevo.

— Eso espero Yoongi. – se acomodó en su lugar y empezó a comer su sándwich.

Jungkook se había realizado los exámenes de sangre unos minutos antes de su descanso, los resultados se los darían después de 30 minutos, ya salo faltaban 10 y eso lo ponía muy nervioso.

Su mente se había encargado de darle locas imágenes de diferentes escenarios, unos felices donde le decían que no estaba embarazado y el saltaba muy feliz por tremenda noticia y otros...

— Te tengo que decir algo. – los pensamientos de Jungkook fueron interrumpidos por las palabras de Yoongi. — Meti la pata.

Jeon fruncio el ceño.

— ¿A que te refieres?

El peligris suspiro dándose el valor para hablar.

— Hace un tiempo conosi a un chico – Jungkook se intereso demasiado en esta conversación, ya que el sabia que su amigo tenía a alguien, no se enteró de la mejor forma pero lo sabia – Todo fue muy rápido, creo que estoy embarazado.

La boca de Jungkook se abrió en sorpresa.

— ¡Que! – exclamó sorprendido. — ¿Cómo? ¿Cuando? ¡Donde!

— Fue duro, un día de estos, en su habitación. – respondió tranquilo el pálido.

— Hay días en los que no te entiendo, deberías de estar muriendo de nervios y sin saber que hacer – observo detenidamente el rostro tranquilo de Yoongi.

— Ambos somos igual de idiotas, yo por ser un hormonal y tu por dejarte llevar por el jefe – una sonrisa algo avergonzada llego a sus labios.

— Espero que todo salga bien para los dos. – tomo las manos de su amigo y le sonrio – que nos baya bien.

– Que nos baya bien. – hablo de vuelta.

Ambos terminaron de comer contándose algunas cosillas, el chismesito que no podía faltar.

Al terminar su descanso, Jungkook se encaminó a su área mientras movía sus manos nervioso, no sabía lo que podía pasar.

Llego a el pasillo de neonatos, específicamente al área de pruebas de sangre y revisiones médicas. Era momento de recoger sus resultados.

— Okey Jungkook – se dio aliento hagámoslo, recogemos los resultados y se los vamos a restregar a ese hijo de su mami bueno para nada. Salga lo que salga el tiene que hacerse cargo. – Asintio en señal de apoyo moral.

Decidido y dejando los nervios de lado fue directamente donde Seulgi, ella tenía los resultados de sus pruebas.

— Hola Jungkook – la peli negra le sonrio antes de extenderle el sobre en color blanco que tenía su nombre. — Todo esto queda entre nosotros, no le diré a nadie, capichi~ – se atrevió a bromear.

El castaño le dio una sonrisa.

— Gracias Seulgi. – tomo el sobre en sus manos y se lo metió al bolsillo de su bata.

— No te preocupes, por algo están los compa-amigos – le dio una sincera sonrisa mientras veía como el castaño se alejaba. — Igual salió negativo. – se encogió de hombros.

Seulgi era la que sabía de todo en ese hospital, tenía la información de cada una de las personas que trabajaban ahí, si querías información debias de ir con ella, lo bueno era que ella no andaba de chismosa... almenos no si no le pagaban por la información.

------.°•♧

El camino hacia la oficina de Jimin se le hizo muy molesto, era muy largo y debía de casi ir al otro lado del hospital. Antes pasaba por las áreas VIP y luego llegaba a la recepción de la oficina del rubio.

Sus pasos eran los únicos que resonaban en aquel desolado pasillo, pudo oír unos murmullos cerca de el, volteo a los costados y vio la puerta entreabierta de uno de los cuartos. No lo llamen metiche por hacer esto.

Se acercó lentamente y se apegó a la pared tratando de hacer el menor ruido posible.

Casi camino de puntillas hasta llegar a la entreabierta puerta de uno de los cuartos.

— ...Esto es difícil de contar y quizás quedes un poco decepcionado, entenderé si después no quieres hablarme o hablar de ello. – pudo oír claramente la voz de Yoongi.

Lo que se temía estaba pasando, su amigo estaba hablando con el que era el padre de aquel bebé que esperaba. Esto se estaba poniendo bueno.

— ¿A que te refieres? – esa voz se oía muy gruesa y seductora, su amigo tenía buen gusto.

— Taehyung – un suspiro salió lentamente de sus labios antes de seguir. — Estoy embarazado.

Unos minutos en los que perduró el silencio fueron los siguientes.

— Puede que tu jamás hayas pensado en esta...

— ¿Como le pondremos? – esa respuesta dejó en blanco tanto la mente de Yoongi como la de Jungkook. – Si es niña quiero que se llame YunYae, es lindo. – una sonrisa cuadrada adorno sus rosados labios.

— Tu... ¿Estas feliz? – cuestiono el pelicenisa.

— ¿Porque no lo estaría? Siempre fue mi sueño tener una gran familia y que seas tu quien me acompañe en esto me pone aún más feliz, eres la persona que más amo. – abrió sus brazos esperando a que el pelicenisa se acerque a el para envolverlo en un abrazo.

Yoongi se acercó aún confuso con su acción, cuando estuvo a unos centímetros de la cama fue atrapado en un muy fuerte abrazo.

— Eres lo mejor que me ha pasado en mi dolorosa vida. – con alegría beso la frente de Yoongi. – Te amo.

Yoongi se sonrojo ante las cursis palabras que salieron de Taehyung.

— M... Esta bien. – fue lo único que salió de sus labios.

Ellos dos se quedaron absortos en el bello momento que estaban viviendo.

Fuera de aquella habitación se encontraba un joven de cabellera castaña con una sonrisa en los labios y ojitos brillando, Jungkook estaba tan feliz por su amigo.

Al menos, a alguien le iba bien.

Con la felicidad aún en su cuerpo, se encaminó de nuevo a su verdadero propósito. Iba a la boca del lobo a sacarle los dientes.

-------°•♧


—El señor Park está en una reunión. – la pelinegra mordió su labio – lo siento mucho.

— Esta bien. – arrugó su frente en desagrado antes de marcharse a su área.

No podía creer cuanta mala suerte tenía, por dios.

— Buenas tardes, Quisiera dejarle esto al señor Park ¿Podría dárselo? –

Con la mención de aquel nombre, Jeon dejó de caminar para después voltear ligeramente.

Frente a Jisoo estaba la figura de un hombre alto.

Aquel hombre era de cabellera negra y ropa del mismo color, tenía una expresión un tanto agradable, pero lo que más le llamaba la atención eran sus ojos, el sabia que había visto aquellos ojos en otro lado, pero... ¿en dónde?

El hombre dio vuelta y ambos chocaron miradas, Jungkook observo con algo de sorpresa como la mirada del contrario se puso un tanto nerviosa, se dio vuelta y se marchó del lugar, dejando a un Jungkook algo confundido.

Penso que esto solo eran imaginaciones suyas.

Dio vuelta y siguió su camino.

-----°•°♧

Los pensamientos del castaño fueron saturados de mucho trabajo, habían llegado tres mujeres en labor de parto y el tuvo que ayudar en estos.

La primera fue mamá de una bella niña, la pequeña pesaba 2.6 kilos, era muy grande y estaba muy sana. El segundo parto fue de gemelos, ambos bebés nacieron con 2.7 kilos, aunque uno era más grande que el otro, pero por lo demás, su salud era buena.

El tercero fue un parto más complicado, llegó un muchacho de 17 años, aquel casi niño tenía un embarazo de 7 meses, su parto era prematuro, fue muy complicado para ellos estabilizarlo y realizar la cesaría, pero gracias a Dios todo salió bien, el pequeño bebé era un varón, pesaba 2.9 kilos y media 25 centímetros, era un pequeño luchador.

— ¿Que hora es? – Jaebeom pregunto a su lado sacándose el barbijo y tirando lo a un basurero sanitario.

— Son las 8 y 40. – respondió Soobin sacando sus guantes de látex.

— Es momento de irme – hablo Jungkook sacandose su traje de seguridad.

— Hasta mañana Hyung – le dijo Soobin con una sonrisa.

— Ten una buena noche Jungkook – le deceo Jaebeom.

El castaño les sonrio y salio de el lugar para ir por sus cosas.

Debía de sacarse la bata así que rápidamente se saco esta, sintió un papel en su bolsillo, recordó aquella prueba.

Suspiro y decidió revisarlo de una ves. Los nervios nuevamente atacaron su cuerpo, tomo el sobre y lo abrió rápidamente, tomo aquella hoja que estaba dentro y la desdoblo, reviso rápidamente sus datos hasta que llegó a lo que quería saber.

Negativo

— ¡Yes! – grito en sus adentros.

Al menos no había metido la pata. Esa era una buena noticia.

Volvió a meter la hoja en su sobre y metió esta en su mochila.

Ya cambiado salió, marco su salida y camino lentamente a la salida, ¿debía de tomar un taxi o talvez el bus?... pero de que estaba hablando, debía de tomar un taxi porque no había buses que fueran a esa zona tan refinada en la que vivía el rubio.

El frío viento chocó con su rostro y despeino sus cabellos, esto al menos le dio una señal de que seguía vivo.

— Joven Jeon. – una voz hablo a su costado.

Jungkook observo al desconocido hombre de traje negro, camisa blanca y corbata negra.

— ¿Si? – respondió con desconfianza.

— El señor Park me pidió que lo llevara a la mancion. –

— ...¿Porqué? – pregunto confundido.

— El dijo que hoy llegaría tarde así que desde hoy soy su chófer personal, lo llevaré a casa y traeré al trabajo los días en que el señor Park no pueda hacerlo. – se encaminó a el automóvil negro que estaba en frente de ellos y abrió la puerta en espera de que Jungkook entrara.

El castaño no vio de otra, además le convenía el transporte.

El camino fue ameno, la música suave que sonaba dentro del automóvil lo tranquilizaba.

— ¿Cual es tu nombre? – pregunto.

El peli azulado lo miró atraves del espejo retrovisor.

— Soy Choi Yeonjun, un gusto señor. – respondió ya con la atención en el camino.

El castaño solo le sonrio, aquel muchacho parecía ser una buena persona.



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— Me gustó mucho, las odiosas de mis compañeras se quedaron con la boca abierta cuando me vieron llegar en ese auto – la risita de Jiren se escuchó muy tierna.

— Ellas nos pidieron perdón por las cosas malas que nos dijeron y después quisieron jugar con nosotras, son unas chicas muy extrañas. — contó Jerin con el seño fruncido.

— Eso se llama ser doble cara hermanas – explico el castaño con un Soonie dormido en sus brazos. – esas son las personas que fingen ser una persona buena y linda frente a todos pero su verdadero carácter no es así, la mayoría de esas personas siempre se fijan en el dinero o lo que las otras personas tienen. – explicó‐ ustedes no deben ser así chicas, ustedes siempre deben de ser buenas y transparentes en sus emosiones.

Las hermanas asintieron al unísono.

Jeon sonrió y reviso la hora del reloj que habla en el cuarto de su hermana Jerin. Ya eran las 11 p.m., era muy tarde.

— Bueno, es hora de dormir. – hablo antes de ponerse lentamente de pie.

– Voy a dormirme Jungkookie. – Jerin se puso de puntitas y depósito un beso en el cachete de su hermano. – Buenas noches hermanito... hoy duerme en tu habitación, ayer casi nos caemos.

— Si... buenas noches. – hablo incómodo.

Se suponía que era un secreto entre los dos, pero Jerin lo vendió. La castaña se fue tranquilamente a su habitación.

— ¿De qué habla Jungkookie? – pregunto Jiren.

El castaño nuevamente se vio interrogado.

— Ayer dormí junto a Jerin, su cama es pequeña así que no entramos tan bien.

— Si quieres puedes dormir conmigo. – ofreció la castaña, aunque después se puso a pensar. – ¿Jimin y tu pelearon? – cuestiono.

Justo era esto lo que temía Jungkook, que sus hermanas se dieran cuenta de que el no se llevaba bien con Jimin.

— No... solo que me sentí un poco incómodo y tímido de dormir con el. – sonrio nervioso.

— No tengas miedo Jungkookie, papá y mamá dormían juntos, es normal que Jimin y tu lo hagan, después de todo el te pidió matrimonio. — sonrio con inocencia, sin saber la verdadera situación que atravesaba su hermano. — Muy pronto se casarán y tendrán muchos bebés. ¡tendré sobrinos! – canturreo feliz.

— Si... – ahora el se sentía nervioso. – Bueno, llevare a Soonie a dormir, lávate los dientes y acuéstate, mañana debes de ir al colegio.

— Es viernes, al fin llegará el sábado, aprovecharé a ir a la piscina. – ella había descubierto una piscina en la parte trasera de aquella gran casa, tenía muchas ganas de ir a meterse en el agua. – Buenas noches.

— Buenas noches, que duermas bien.

Jungkook salió de la habitación de su hermana y se fue subiendo escalón por escalón hacia la habitación de Soonie, al llegar a esta dejo al pequeño en su camita y lo tapó con sus cobijas. Estuvo mirándolo por unos minutos, viendo cómo su hermano dormía tan tranquilamente, sin ninguna preocupación, envidio eso.

Salio de la habitación cerro la puerta, con un suspiro cansado entro a la gran habitación donde el dormiría esta noche, no quería que sus hermanas pensaran que algo iba mal, así que era mejor seguir disimulando las cosas.

Fue a su closed y sacó una de sus pijamas, una de dolor azul, la dejó sobre la cama y se adentró a la ducha, se lavó el cabello y el cuerpo, seco su cabellera y salio a ponerse su pijama, ya listo se metió en las cobijas.

Atraves de estas pudo sentir aquel aroma tan atrayente, sabía que ese perfume era del rubio, después de todo eran sus cobijas. Con sus ojos buscó el reloj que estaba en la mesita de noche.

1 a.m.

¿En dónde estaba Jimin?

Ya era muy tarde y Jungkook estaba ligeramente preocupado y algo molesto con Park. No debía de estarlo pero era inevitable, muchas ideas de en donde estaría le llegaron, unas lo hicieron enojar más.

El castaño se quedó dormido en medio de sus pensamientos.

Jungkook, inconscientemente, esperaba el regreso de Jimin.










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Espero y les guste, dejenme sus comentarios.

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