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El olor a cigarrillo se esparcía por todas partes combinado con el terrible olor a alcohol y sexo. Dos cuerpos se encontraban desnudos, cubiertos por sábanas únicamente.

El chico con tatuajes se encontraba sentado, apoyando su espalda en la cabecera de la cama mientras con una mano sostenía un cigarrillo a medio terminar y la otra estaba ocupada acariciando una cabellera rubia que descansaba plácidamente en su pecho blanquecino. En la habitación se podía escuchar música a un volumen razonable y relajante que acompañaba el ambiente.

La cabellera rubia empezó a removerse, despertando de su pequeña siesta post-sexo. Levantó la cabeza del pecho contario y frotó sus ojos lentamente con sus manos dejando salir un bostezo, una imagen realmente adorable para el otro chico que solo lo admiraba aún con el cigarrillo en su otra mano que se iba consumiendo poco a poco.

Unos ojos curiosos se posaron en los suyos felinos y ambos sonrieron al mismo tiempo.

— Buenos días lindo —habló el chico de tatuajes mientras le daba una calada a su cigarro y sonreía al mismo tiempo a su acompañante.

— Yoonie, buenos días ~ —dijo con su dulzona pero rasposa voz el muchacho de cabellera rubia.

— ¿Dormiste bien? —nuevamente empezó a acariciar la cabellera del adorable chico frente suyo.

—el rubio asintió aún adormilado y volvió a acomodarse en el pecho del otro, restregando su mejilla en el— Siempre duermo bien cuando tú estás conmigo.

El mayor sonrió con un poco de melancolía, sabía que su chico tenía problemas para dormir y él a veces salía muy tarde de su trabajo por lo que el rubio le esperaba despierto, eso desde hacía 3 años. Abrazó al chico con su brazo desocupado y le dejó un beso en la coronilla.

— Lo siento Minnie.

—el rubio levantó rápidamente la cabeza y observó al pelinegro para empezar a negar moviendo así sus dorados cabellos— No Yoonie, no lo dije para que te sintieras mal no tienes porqué disculparte —posó su mano, que era más pequeña que la suya, en el rostro del mayor para acariciar su mejilla— Sé que es agotador tu trabajo y lo haces para mantenernos.

El rubio le sonrió a su pareja con dulzura y besó su nariz dejando un poco húmeda esa parte pero a el pelinegro no podría importarle menos. Tomó de la cintura al más chico y lo acercó a él con un poco de brusquedad empezando a llenar el rostro del otro con muchos besos.

— Juro que algún día me matarás de tanta ternura mi amor —susurró mientras rozaba sus narices en un beso esquimal— Sigo preguntándome cómo puedes estar conmigo después de todo.

— Porque te amo, Yoonie —acarició con lentitud los cabellos negros del mayor— No neceisto más, eres mí chico.

El pelinegro sonrió con amor y le dio un último beso antes de levantarse de la cama, apagar el cigarrillo y tomar nuevamente al menor en sus brazos, ambos aun desnudos. Lo llevó hacia el baño y lo dejó dentro de la tina con delicadeza.

— ¿No es muy temprano para bañarnos Yoonie?, además es fin de semana~ —renegó el rubio, que aún así se acomodó mejor en la tina para que el otro entrara.

— Amor, son las diez de la mañana —rio el pelinegro— Y quiero que salgamos un rato, recuerda que hoy es domingo, es nuestro día de paseo.

— ¡Oh! —recordó el rubio— Se me había olvidado —dejó que un lindo puchero se formase en su rostro luciendo así tan pequeño en esa pequeña tina— ¿Me comprarás un helado Yoonie?

— Todos los que quieras.

El chico con tatuajes se adentró a la tina cuando terminó de colocar las toallas nuevas para secarse. Dejó que el agua cayera y reguló la temperatura.

— ¿E iremos a ese bonito árbol que encontramos el domingo pasado?

— Si eso quieres si, pero está un poco lejos, tendríamos que omitir el helado.

—volvió a pucherear apoyando su mentón en sus brazos— Pero yo quiero mi helado.

—el pelinegro torció los labios y observó a su niño— Podríamos pasar por una gasolinera para comprarte una paleta cuando volvamos a casa.

El rubio levantó el rostro y miró a su mayor con un brillo inigualable en sus ojos, estaba feliz.

— ¿En serio Yoonie? ¿en serio, en serio, en serio? —dijo alargando la última o.

—asintió mientras cerraba el chorro de agua— En serio, en serio, en serio, en serio Minnie —sonrió con dulzura— Ahora date la vuelta, te lavaré la espalda.

El rubio sin rechistar obedeció, ya era costumbre que ambos se bañaran juntos, casi siempre lo hacían incluso si no habían tenía relaciones antes, les resultaba cómodo y relajante bañarse en la tina uno junto al otro.

Después de un rato salieron completamente limpios de la tina, el pelinegro hizo que el rubio se sentara en un banquito que mantenían en el baño, tomó una toalla y empezó a secarle el cabello.

— Yoonie. —llamó el mas chico.

— Dime amor.

El de manos regordetas comenzó a moder su labio pensativo, considerando si seguir o no, al ver que el chico no respondía dejó de secar los dorados cabellos y se puso frente al rubio colocándose en cuclillas para estar a su altura.

— ¿Ocurre algo solecito? —acarició con ternura la mejilla del otro.

—el rubio lo miró directamente a los ojos, admirando la belleza de su chico pálido— ¿Nos encontrarán Yoonie?

—el mayor le observó por unos segundos antes de suspirar bajando la mirada pero sin soltar la mejilla del otro— No lo sé Minnie, yo también me lo pregunto.

— ¿Qué pasará cuando nos encuentren?...¿nos separaran otra vez?. Sabes como es ella...

—volvió a levantar su mirada y se acercó al rubio, esta vez tomando con sus dos manos el rostro ajeno— No, Minnie, no dejaré que te vuelvan a alejar. Ellos son unos ignorantes imbéciles, los ignorantes son muy idiotas como para encontrarnos.

El rubio simplemente asintió ante las palabras de su acompañante. Se quitó de el banquito y sin prisa acercó al mayor hacia él abrazándolo, éste no dijo nada y le devolvió el abrazo acariciando la espalda ajena.

Se quedaron así por un tiempo un tanto largo, tanto que las 10:30 se volvieron las 11:00, pero eso a ello no les importó, ni aunque se les hubiese dormido sus piernas por esa posición tan incómoda o tengan que omitir tiempo en su caminata.

Porque sus corazones estaban calmados, porque estaban en los brazos del otro, porque estaban en su hogar.

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Esta historia tiene un gran significado, sin embargo no explicaré nada de eso hasta ya el final de esta. Los capítulos ya los tengo hechos, solo los iré publicando de a poco (aunque me falta terminar algunos) . Quizás uno por día porque tampoco son muchos capítulos.

Mi plan inicial era publicar la historia en si antes de las 12, pero me atrase un poco. Igual explicaré eso después de que acabe la historia. Esta "nota" o información es la única que pondré durante el resto de capítulos hasta el final.

Sin más que decir, espero disfruten la historia.

Escrito el 15 de abril de 2019.
1164 palabras.

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