Lively

¿Por qué Denerd me dejó y puso a su amigo para atenderme? Sabía que era tímido, pero no para tanto.

Tian me entrega un café, intenta no mirarme mucho, otra vez está sonrojado. No es para menos, me caí encima de él, deberé perdirle disculpas.

—Siento lo ocurrido en la clase de biología.

—Eh, uh, no hay problema.

—Te desmayaste —le recuerdo.

Intenta reír para no llorar.

—Yo debería disculparme por eso.

—¡No te preocupes! —expreso, tranquila—. Por cierto, no sabía que eras amigo de Denerd, qué genial.

—¿Se conocen? —exclama, sorprendido.

Me acerco a su rostro, despacio, mientras me mantengo sentada en la silla de la barra de la cafetería.

—No le digas, pero lo averigüé —susurro.

—¿Por qué averiguaste eso? —murmura como yo, siguiéndome el juego.

—Es un secreto, pero me está mandando tazas.

—¡¿QUÉ?! —grita como desquiciado y se cae al piso de culo, literal.

—¡¡AY, NO, SE DESMAYÓ, LLAMEN A LA AMBULANCIA!!

Este chico no debe alimentarse bien, se desmaya demasiado.

🎄🎄🎄

¡Faltan 3 tazas antes de Navidad!

No sé si hice bien la cuenta, pero ya volví para contar estos últimos días, y no se preocupen, luego de Navidad seguro habrá más tazas.

Se descubrió el secreto porque no pude actualizar, ¿qué ocurrirá ahora? ¿Qué hará Tian?

Saludos, Vivi.