-Sacrificio-

Harry jadeó.

- ¡No! - gritó y lloró.

Las risas callaron sus gritos.

- ¡Yo mataré a Harry Potter! ¡Yo mataré a Harry Potter! - Bellatfix Lastrange reía mientras su cabeza caía para atrás y su cabello se rebalaba de su espalda.

La locura pintada en cada facción de su rostro y sus ojos nublados.

Ella lo perdió.

Su cántico sonaba por toda la mazmorra en la que él estaba encerrado.

La risa siguió siendo estruendoso.

- ¡No! - Harry gritó - ¡Te mataré! ¡Albus vendrá! ¡Me encontrarán! - sus ojos verdes estaban rojos.

Bellatrix volvió a reir.

- ¿Ah? - rio - ¿No te diste cuenta? - se brurló - ¡Mi señor mató a Albus Dumbledore! - estalló en una carcajada ante el horror de Harry - ¡Las familias mágicas hicieron un trato con él a cambio de sus vidas!

El corazón de Harry se encogió.

Bellatrix siguió riendo mientras daba vueltas y saltaba.

Su blanca dentadura brillaba en la oscuridad junto a sus ojos grises enloquecidos.

- ¡Te vendieron a cambio de sus vidas! -

Harry rompió.

Durante todo su vida, él siempre fue diferente.

Tal vez, no de una buena forma. Harry nunca fue un estudiante modelo, no siguió las reglas, pero tampoco fue un abusón.

Harry no se quejó cuando una orden se disparó a su sistema.

No se quejó cuando fue arrojado al frente del campo de batalla, recibiendo maldiciones y golpes por una comunidad mágica poderosa.

No se quejó por ser un martir.

¿Cuántas cosas no le dijeron? ¿Cuántas cosas no le llamaron?

'Mentiroso' 'traidor'

'Héroe'

Harry no se quejó.

No lo hizo ni cuando fue arrojado de las escaleras del segundo piso.

No lo hizo cuando su espalda sangró y su nuca dolió por los golpes.

No lo hizo cuando la palma de sus manos se hinchó por la quemadura ni cuando las ampollas de aceite explotaron en sus brazos.

No lo hizo cuando la pluma de sangre marcó su mano permanente ni cuando el cinturón azotó sus muslos, piernas o espalda.

No lo hizo cuando el sol quemó su piel tostada ni cuando las púas de los cactus o las espinas de las rosas arañaron sus manos.

Harry nunca lo hizo.

El deseo de Harry era simple.

Quería ser feliz.
Tener una familia.

Harry deseaba ser normal. Aunque... esa palabra, nunca formó parte de su vida.

Harry siempre vivió con lo poco que le dieron. Se crio sin amor, anhelante de aprobación, de amistad.

De calor humano.

Por ello, aún si le hubieran dicho que muriera por ellos, él lo habría hecho.

Harry nunca fue un opción.
Lo sabía.

Siempre fue el segundo. En todo.
Nunca se esperó que viviera. Nunca se esperó que triunfara.

Él lo sabía.

Aún así, continuo adelante.

Se enfrentó a Voldemort por los padres que nunca conoció y cuyo calor nunca recordó.

Se enfrentó al hombre porque le dijeron que lo hiciera.

Porque él debía hacerlo.

Ahora, su cuerpo se desinfló.

Las maldiciones de Bellatrix Lastrange atacaron sin piedad su cuerpo, el crucio prolongado por largo tiempo, fue dañando su cerebro, el látigo de cuero fue abriendo su piel y la rasgadura de la varita fue tatuando las palabras con sangre en su piel.

Harry no gritó.

Ya no podía.

¿Qué era ese dolor comparado con el dolor de los Dursley?
¿Qué era ese dolor comparado con el dolor de la pérdida?

Las muertes comenzaron a pesar en su alma.

Harry lloró.

No por el dolor.
No por la sangre que caía ni por sus heridas abiertas.
No por el cabello que se iba quitando de su cabeza ni las uñas que Bellatrix coleccionaba.

Lloró por las muertes de su mente.

Sirius.
Remus.
Andrómeda.
Hedwigh.
George.
Lily.
James.
Albus.
Narcissa.

Los recuerdos llovieron al mismo tiempo que los hechizos y maldiciones lo golpeaban.

Su mente se desconectó de la risa maniática que salía de la última Black en pie y perdida en la locura.

Harry sintió que su boca se entumecí y los pinchazos en su brazo iba adormeciéndolo.

Ah.

Él iba a morir.

¿Fue suficiente? ¿Para qué?

¿Para qué fue todo?

Tantas muertes.

¿Por qué?
¿Por qué razón?

Solo fueron piezas de un juego de maniáticos.

Piezas fáciles de mover, de manipular.

Las órdenes ñlovieron y ninguno de opuso.

Ah.

Estaba muriendo.

No era justo.

¿Qué era justo?

Nada.

Harry no hizo nada.

Su cerebro se desconectó lentamente.

Estaba llegando a su fin.

Harry Potter murió.

En la fría mazmorra de lo que alguna vez fue una sala común de Hogwarts, a manos de una desquiciada Bellatrix Lastrange.

Harry Potter murió.

No como un héroe.

Sino, como un sacrificio.

Su cuerpo exhaló su último aliento mientras Bellatrix Lastrange reía y bailaba saltando alrededor de su cuerpo.

Harry Potter no fue un héroe.
Nunca quiso ser uno.

Lo obligaron a avanzar.
Lo obligaron a luchar.

Dejó su carne por ellos.
Derramó su sangre por ellos.

Las lágrimas cayeron por cada una de esas personas.

Nadie lo miró.

Murió, luchó por las personas que lo vendieron.

Harry siempre supo que era un sacrificio.

Aún así, él continuó.

Él murió.

Fin.

[●●●]

Si soy sincero, este realmente no seria un One-Shot, tenía la idea de hacer una especie de Au!Viaje en el tiempo con Harry como protagonista y utilizar el universo de Kuroshitsuji o algún otro para hacer un crossover y algo súper raro.

KAJAJAJAJAJAJA

Pero al final, lo dejé como One-Shot. XD

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