Veo tu grasa pintar de éxtasis tus pupilas.
¿Te estás debilitando o solo soy yo quien juzga?
Sin conocernos, solo nos vemos
porque nos movemos

en las mismas calles.
Fuimos parte del mismo cuento.
Ahora la monotonía me invade,
es como veneno resurgiendo,
zigzaguea por mi garganta
y se convierte en un grito
que siempre me calla.

Me sumerjo en voces que acosan mi cerebro,
huyo de los pasadizos secretos pero
siempre hay un recoveco
esperando ser abierto.

Descubro metáforas en un mundo interno pero me pierdo del brillo de una luz incandescente; ellos la perciben sanadora, a mí solo me agota. Espero pacientemente el paso de las horas. Anhelo el silencio porque nunca vendrá a mi alcoba. Solo voy, existo, resisto, tecleando letras en una vieja computadora.

Es como si hubiera perdido el ritmo.
Pero el hubiera no existe,
el hubiera se esconde
en ese pasado
que no fuimos;

ya no somos lo mismo.
Como dientes de león,
destinados a la separación
inevitable de los átomos.

ii

Explosión. Me arrincona. Asfixia. Me mata.
¿Cómo seguir aprendiendo del sufrimiento?
Si las lágrimas me estancan.
Veo el panorama desde mi lápida,
predican necesario renacer
para que tu deconstrucción sea válida.

Yo me destruyo, me desintegro, huyo.
Luego junto las piezas y empieza
el ciclo de nuevo
y de nuevo
y de nuevo.
No hay novedad en eso.

¿Cómo quieres que te dé respuestas?
Si lucho contra los mismos monstruos
por los cuales mojé la cama.

Dices que no debo llorar por la madrugada,
es debilidad si grito y muestro mi sangre.
Dale, todos somos iguales.
Medime la polla según la longitud de tus bragas.
Sé que quieres herirme, te espero sentada

en un regazo firme que siempre me acompaña,
un blog de notas predeterminado
y publicaciones de wattpad.
Estoy en un estado donde no me importa nada.
¿Crees que palabras ambiguas pueden herirme?
Soy la hoja y el agua.

Sueña y rasga, raspa y araña
esa piel; no puedes tocarme.

iii

Sé que deseas herirme, lo he visto en tu mirada. Te llenas de dopamina cuando una mente ajena a la tuya es dominada. Yo también deseo herir a quienes me repugnan, pero debilidad es recurrir a la venganza.

(La violencia que se manifiesta
en nudillos destrozados,
la agresión de un puño golpeando,
el grito de auxilio durante la angustia,
medicina desperdiciada
en una habitación vacía;
todo es evitable)

Puedo ser la musa oscura, creación perpetua que te persiga durante tus peores pesadillas. Pero te traté suavemente, tomé tus manos con las mías, acaricié tu mejilla y dije que nunca te lastimaría.

Pusiste un altar con mi nombre
y ahora me culpas.
¿Cómo esperas remediar
lo que construiste

con unas manos amputadas?

iv

Es el veneno. Veo mi cuerpo,
es un cadáver olvidado por el viento.
Sopla el aire en el hemisferio izquierdo,
siendo el arte como se ha manifestado
el odio y el pecado.

¿Es terrible recurrir a la belleza asimétrica?
Quisiera depilar mis venas de nuevo
y desangrarme mientras te pienso. Pero
mi mente está en calma, me tengo miedo.
Sé que vivimos bajo el mismo cielo

pero no hay hilo rojo
que ate el destino de nuevo.
Tal solo acepta la realidad:
estás enfermo,
engulliste la toxina
disfrazada de caramelo.

v

No hay emoción evocada durante el pensamiento perpetuado por los sueños. El mundo de la vigilia está esperando mi llegada. Sé que nunca me convertiré en un esclavo de las palabras, cualquier parecido con la realidad que embriaga estas manos es mera coincidencia. No hay elocuencia, la falta de carisma mata cualquier atisbo de empatía. Somos lo que profesamos, dioses de un mundo sin humanos destruyendo

vi

todo.
Se desbarata
y lloro,
como siempre
soy un soplo
de la eternidad.

Soy entropía cayendo,
intento ser alguien
pero termino perdiendo
ante la duda.

Me matas. Dices
que quieres herirme
y decapitar mi cuello.
Dices que quieres herirme
y decapitar mi cuerpo.

vii

Folla mi cadáver, solo hay inercia en mi mirada. Solo persisto porque respiro, solo existo en tus pensamientos. El odio toma forma humana siguiendo los deseos de su creador, es una provocación prolongada. No sé cómo responder ante una versión paralela a lo que estoy viviendo.

Me transporto y transformo el pensamiento racional

en un susurro divagando en el vacío que hicimos perpetuo.

Ya no puedes llegar a mí,
tocar mi mano o mi cuello
es solo una utopía
en la cual
no estamos viviendo.

El pescuezo que quieres degollar no está cerca de tus dedos. Corta la yugular que insiste en bombear sangre por todo tu cuerpo. Me manifiesto, solo soy un monólogo de la eternidad que se confunde durante el sobre-pensamiento de una mente saturada, un declive irracional, una falla en el sistema que guía tu realidad. ¿Qué clase de persona racional obedece el instinto y no el intelecto?

i

Si herirnos es igual a someternos durante el duelo interminable de nuestros egos, elijo dejar de respirar en esa distopía recreada en tu cerebro. Es una auto-felación del sistema que has elegido para procesar tu mundo interno, es eso.