Capítulo 54 - Miradas Extrañas.

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Tras unos minutos ellos acaban cruzándose con Adam en su camino, desde luego, él no esperaba encontrárselos precisamente a ellos con lo grande que es el bosque. Preferiría no haberse encontrado con nadie y mucho menos con ellos dos, pues resulta muy sospechoso ver a una persona caminando por el bosque con una pala en mano, como va él.

Adam se para durante un momento, a una distancia de unos dos metros, mirando a Zeeb fijamente y con desconfianza, que también se para mirándolo, pero no mal, sino raro y frunciendo el ceño. No entiende el porqué Adam lo mira de esa manera tan fija y en silencio, lo conoce del instituto, sabe lo raro que es, por eso lo que menos le extraña es verle con una pala en mitad del bosque, pero nunca antes lo había mirado de esa manera. Selene también se detiene sin entender nada, piensa que posiblemente se conozcan y viendo la manera en que se miran, que quizás no se lleven muy bien.

El símbolo que Adam lleva de colgante atrae la atención de Zeeb casi al instante fijando su mirada en él, pues le resulta familiar, le recuerda a algo y no solo a los símbolos que surgen en su piel a la luz de la luna. Es idéntico al símbolo que vio dibujado por Jökull en el diario familiar, ese colgante que llevaban esos monjes que condenaron a toda la familia a una maldición eterna. Zeeb vuelve a subir la mirada a los ojos de Adam, esta vez mirándolo mal.

Él no se sorprende, pero le parece raro que lo mire de esa manera, casi le parece ver un resplandor rojizo en los ojos grises de Zeeb, que aprieta incluso los puños con tanta fuerza que sus venas se marcan a través de su piel. Él se pregunta si Adam tiene algo que ver con la maldición de su familia, quizás sus antepasados... Eso no le sería de extrañar, por las rarezas que él y su hermana Lilith tienen.

Rápido acaba alejando ese pensamiento de su cabeza, es imposible, esos monjes ya murieron hace cientos de años y si llegaron a tener descendencia lo más seguro es que sean actualmente sean personas normales y quizás hasta estén viviendo en otro lugar, pero no se imagina cuánto se equivoca con ese pensamiento.

Zeeb se relaja, deja de apretar sus puños y aparta la mirada a otro lado. Desde que conoció a Adam hace casi cuatro años ya le vio ese símbolo diabólico colgante al cuello, también a su hermana Lilith, pero piensa que es simple coincidencia, algo que tiene que ver con ese estilo gótico que tienen. Zeeb no se imagina que su primer pensamiento es en realidad el acertado.

Selene mira también a ese extraño chico. Le parece que es gótico y no le gusta nada, no le da buena impresión, no por sus ropas negras y todos esos piercings que tiene, pues su amiga Idaira tiene un estilo muy parecido al de él, sino por ese gesto serio en el que es imposible ver lo que siente y esa frialdad que transmite con la mirada, que parece estar vacía de sentimientos y emociones. Selene siempre ha escuchado que la mirada es el espejo del alma, pero la mirada de ese chico desconocido no refleja nada, es como si no tuviera alma en su interior y eso es escalofriante.

A continuación Adam desvía la mirada de Zeeb para ponerla en Selene, sus miradas se cruzan directas y con esa mirada tan fría ella no puede evitar sentir un escalofrío recorriendo todo su cuerpo, esa mirada incluso le despierta un poco de miedo. No es capaz de sostener su mirada, tan solo unos pocos segundos hasta que la acaba bajando. Entonces Adam vuelve a poder la mirada en Zeeb queriendo saber quién se supone que es la chica que lo acompaña, pero por mucho mirarlos no logrará tener la respuesta, por lo que aparta la mirada de ellos y sin cruzar ni una sola palabra sigue su camino alejándose como si nada.

Zeeb se gira siguiéndolo con la mirada completamente confundido por lo que acaba de pasar y Selene también mirando cómo ese extraño chico se aleja de ellos. Todo en él es totalmente raro, hasta esa pala que lleva al hombro, que ella se pregunta en para qué lleva esa pala, claramente no para sacarla de paseo, seguro que pretende hacer algo tan raro como lo es él.

―¿Y ese quién es?

―Un raro que va conmigo a clase.

―Se nota que es bastante raro― le dice haciendo una pequeña pausa― ¿Y qué irá a hacer con esa pala?

―No lo sé, alguna de sus cosas raras.

Lo que es no sabe es que, en cierto modo, Adam pretende ayudarlo, le va a hacer un “favor” silencioso llevando a cabo el sucio trabajo de enterrar a la cabra que se comió en la noche, es imposible que se lo llegue a imaginar. Selene y Zeeb siguen caminando por el bosque en dirección opuesta a la que se dirige Adam.

―Se llama Adam, también es español, pero ya hace unos años que vive aquí.

―Parece mayor que nosotros.

―Sí, tiene diecinueve años, aquí repitió dos cursos seguidos por el idioma.

Precisamente eso es lo que piensa Selene que le acabará pasando también, irá repitiendo curso tras curso, algo difícil de aceptar por la vergüenza que acabará pasando, pues está segura de que se convertirá en el hazme reír del instituto.

―Eso es lo me va a pasar a mi― dice desanimada y totalmente convencida.

―No, él no tuvo a nadie que lo ayudara, pero tú me tienes a mi― le dice con una sonrisa.

―Ya, pero no voy a aprender ni la mitad del idioma en unos meses.

―Qué pesimista eres.

―Solo soy realista.

En ese mismo momento, en otra parte del bosque dos amigos están paseando entre los árboles de vuelta a la ciudad, pues ya se les hizo tarde. Ellos son Jens y Styrr, que lleva un palo en una de sus manos una pequeña rama con la que roza cada tronco de abeto que se encuentra cerca de su alcance.

El padre de Styrr le tiene prohibido ir al bosque bajo ningún concepto por culpa de los supuestos osos polares, pero él nunca le hace caso y sale de casa diciéndole que va a otro lugar cuando en realidad va a dar un paseo con Jens.

―Si mi padre se entera de que ando por el bosque me mata tío― le dice Styrr.

―Ya, pero nunca pasa nada por el día, casualmente siempre pasa por la noche― le dice haciendo una pequeña pausa―Puede que nos encontremos un animal muerto.

―Puede.

A continuación el silencio gobierna entre ellos, solo se escucha el sonido de la brisa susurrando entre las ramas y de los pájaros piando de árbol en árbol haciendo una relajante melodía natural.

―¿Ayer viste Paranormal?― le pregunta Jens rompiendo el silencio.

―Sí, un rato, hasta que mi padre llegó y me apagó la tele.

Dicho eso Styrr acaba tirando a un lado el pequeño palo y Jens vuelve a hablar.

―Asociaron las huellas que se encontraron con las de un hombre lobo en vez de las de un oso polar.

―Bah tío, montajes todo.

―No, eran fotos reales.

―Sí y trucadas con Photoshop― le dice haciendo una pequeña pausa― Mi padre me dijo que los forenses dijeron que fue cosa de un oso polar, el deshielo del polo norte les está afectando demasiado y por eso emigran aquí.

―Pensaba que te gustaba ese programa.

―Y me gusta― le dice sinceramente― Pero es verdad que nada más que ponen historias inventadas intentando hacer creer que son reales.

―No sé tío...― le dice dudoso― ¿Sabes lo que se dice de Zeeb?

―Claro ¿Quién no? Pero eso solo es una leyenda urbana, además, esto no solo ocurre cuando hay luna llena.

―Ya tío, pero no sé... Zeeb tiene comportamientos muy sospechosos en clase.

―Simplemente es un raro más del montón de los raros, no puede ser que creas en esa clase de historias.

―Ya... Pero él es más de lo normal, es demasiado extraño.

―Será el rey de los raros entonces― le dice de broma.

Es entonces cuando Styrr ve más allá, caminando entre los árboles con pala en mano a Adam, que no se da cuenta de la presencia de ellos y camina alejándose cada vez más y adentrándose aun más al interior del bosque, mientras que ellos van en la dirección opuesta para salir.

Styrr no le presta mucha atención a la pala que sujeta con una de sus manos apoya sobre el hombro, lo que le parece extraño es que en ese momento no esté con su hermana Lilith, pues siempre los ve juntos, son de esos hermanos inseparables, aunque no tengan un comportamiento muy cariñoso entre ellos.

―Mira, ahí tienes un claro ejemplo de raro y no es un hombre lobo― le dice sin dejar de caminar señalando con una de sus manos a la dirección en la que se encuentra Adam.

Jens desvía la mirada hacia donde Styrr le señaló viendo a Adam alejándose cada vez más entre los árboles. Al contrario que a su amigo, a él le llama la atención que se ande paseando por el bosque con una pala y lo mira desconcertado mientras Styrr sigue hablando:

―Si todos los raros fueran hombres lobo como tú piensas formarían una peligrosa manada en contra del resto de la sociedad― dice riéndose.

―No pienso que todos los raros sean hombres lobo, es que Zeeb oculta algo― le dice apartando la mirada de Adam para posarla en él.

―Bueno, todos ocultamos cosas.

―Supongo que sí pero... Bah, no importa― dice interrumpiéndose a sí mismo― ¿Qué coño hará Adam por aquí con una pala?

―¿Para qué va a ser?― le pregunta en un tono en el que parece que es evidente lo que piensa hacer, pero antes de que Jens pueda decir nada él se le adelanta― Cosas de raros― le dice haciendo una pequeña pausa― Me pregunto dónde estará su hermana Lilith.

―Esa es otra rara.

―Pero tampoco es una mujer loba― le dice de broma haciendo una pequeña pausa― Es raro que no esté con Adam, van juntos a todas partes.

―Esos dos deben de estar enrollados entre ellos― dice Jens de broma.

Styrr se para en seco mirándolo raro y Jens no puede evitar reírse de la cara con la que se ha quedado. Desde donde están, ya se puede ver un poco más allá entre los árboles el campo liso de nieve y más allá la última de las calles de la ciudad.

―¡No tio...! ¡No digas eso por Dios...! Sería una asquerosidad, tienes una mente muy degenerada.

Jens no dice nada, simplemente se ríe y Styrr vuelve a retomar el paso.

―Igual le pasó algo― le dice Styrr sin poder evitar sonar algo preocupado.

―Mira, ahí tienes su casa― le dice señalando la pequeña cabaña en la distancia echando humo por la chimenea― Puedes ir a hacerle una visita para preguntarle qué tal está, pero igual nada más verte te cierra la puerta en las narices― le dice mientras comienzan a caminar por el campo de nieve dejando el bosque atrás.

―Ya tío... Siempre pasa de mi, pero estoy seguro de que...

―Pasa de ella tú también― le dice interrumpiéndolo― Llevas desde que la conociste intentándolo y no te da pie ni a ser un simple conocido al que decir hola y adiós.

―No me daré por vencido, lo acabaré consiguiendo― le dice con una sonrisa de esperanza.

―¿Aun no te ha quedado claro que es misión imposible?

―Que no, mira, yo ta sé lo que le pasa a Lil.

―¿Ah, sí? ¿Y que se supone que le pasa?

―Pues está claro― le dice sonriendo de forma pícara― Está coladita por mi y siempre me evita porque la pongo tan nerviosa que no sabe qué decir― le dice completamente seguro.

―Sí venga Styrr, tú sigue soñando.

―Bueno, al menos mi sueño es más real que la de leyenda de Zeeb y su familia.

Cada vez están más cerca de la última de las calles que pone límite a la ciudad de Reikiavik.

Jens decide cambiar de tema.

―¿Leíste lo de Literatura?

―Oh joder tío... Eso es un tostón― le dice haciendo una pequeña pausa― Ayer estaba leyéndolo y casi me quedo sobado, porque tú me llamaste para decirme lo del programa, sino hubiera seguido durmiendo― le dice volviendo a hacer otra pequeña pausa― Por la tarde tendré que volver a leerlo― dice resignado― Para no dormirme tendré que tomar un Red Bull.

―Yo todavía no lo leí y tampoco pienso leerlo, para eso tengo a quién copiar cuando nos examinen mañana de eso― dice esto último con una sonrisa.

―Hasta que un día pongas a Brigitte de mala leche y no te deje copiar más, si fuera yo no te hubiera dejado copiar desde hace mucho tiempo.

―Ya se cabreó ayer y me dijo eso, que no me dejaría copiar más.

―No me extraña, tienes un poco de morro.

―Sí― admite con una sonrisa― Pero me da igual, además, eso seguro que lo dijo por decir, luego llegará mañana y ni se acordará.

―Yo no estaría tan seguro... Cuando Brigitte se enfada no dice las cosas de broma.

―Ya, pero yo soy su hermano, no creo que me haga una cosa así.

―Da igual por muy hermanos que seais― le dice haciendo una pequeña pausa― Te aconsejo que te lo leas por si acaso, aunque sea un poco por encima.

―Paso.

―Muy bien, lo que tú quieras, pero me parece que mañana te encontrarás con una sorpresa.

Lo que no sabe Jens es que aparte de encontrarse posiblemente con esa sorpresa, se vaya a encontrar con otra sorpresa con la que tampoco Styrr cuenta.

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