95: Últimos momentos de tranquilidad

El sol ya se ha puesto cuando el último de los wyverns enemigos finalmente huye de París. Pero en realidad huyen , por lo que, después de unos momentos de espera para contrarrestar una posible retirada en falso, nos trasladamos para reagruparnos en el Ayuntamiento. Estoy mental y físicamente agotado, me duele la pierna por esa [Evasión de Emergencia] de antes y, sobre todo, mis oídos todavía zumban gracias al canto de cierto ídolo autoproclamado.

Aun así, estoy bastante satisfecho. Vimos a Carmilla caer, y la ausencia de Edward cuando llegamos a la puerta sur significa que debe haber llevado a Drácula a Notre Dame como se suponía que debía hacer. Con esos tipos caídos...

Cambio mi canal de comunicador. "Merry, ¿cómo les va a ustedes dos allí?"

"...En realidad no hay nada que informar", responde la niña. "Luchamos contra algunos wyverns poco después del mediodía, pero eso es todo".

"¿Alguno se escapó?" Pregunto.

"S-sí. Uno se escapó. Lo siento, Monsieur Subaru", dice, encogiéndose.

"No diré que está bien , pero no se puede evitar en este momento". Cierro los ojos por un momento. "Sin embargo, saben dónde están ahora. Aún así, ya hemos evitado el peor de los casos: Dark Jeanne no fue lo suficientemente inteligente como para comprometer todo para detener el desembarco de Napoleón. Su ausencia aquí significa... probablemente, ella envió a Chlodovech solo tras ustedes, muchachos. ".

En teoría, ese es un movimiento que no se diferencia de enviar todo en su resultado final. Napoleón no llegará hasta dentro de días, y el [Quinotauro] debería poder destrozar su barco con facilidad cuando llegue. Siegfried no puede hacer frente a [Fleur de Lys], por lo que serán aniquilados... es probablemente lo que Dark Jeanne ha asumido.

"-De todos modos, simplemente roba su hacha con tu Noble Phantasm y patéale el trasero, Merry". Digo encogiéndome de hombros. "Para ser honesto, preferiría que lo tomaras vivo si pudieras. Realmente no quiero que absorbas su origen espiritual".

"¡Um-bien!" Ella asiente vacilante.

"Y contáctanos cuando lo veas, ¿vale? En el momento en que tengamos confirmación de que está allí, podremos mudarnos y tomar Orleans", continúo con una sonrisa.

Así es, ¡toda la carta de triunfo que es Napoleón es solo otra trampa en la que puedes caer, Dark Jeanne! ¡Es por eso que no envías a tsukumogami recién nacidos para enfrentar a genios tácticos!

¡Kongming es realmente inmejorable!

¡Kongming, bastardo!

"¿¡Edward se ha ido!?" Yo grito. "¿¡Así!?"

¿¡Qué parte de esto es una victoria perfecta!? ¡Maldito estratega falso, déjame convocarte de nuevo para poder patearte el trasero!

"... Al final parecía satisfecho", dice Jeanne, con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Eso es..." hago una mueca. ¿Y qué si estaba satisfecho? Rem estaba satisfecha muriendo por mí, había una vez. ¡Al diablo con eso! "¡Si hubiera planeado mejor, estoy seguro de que podría haber vivido-!"

Pero ¿y si no pudiera haberlo hecho? ¿Y si fuera imposible? Incluso en el plan de Kongming, el Príncipe Negro fue sacrificado. Podría ser que no hubiera otro camino a seguir.

No puedo morir por él. Eso ya lo se. Un hombre al que apenas conocía, famoso por su brutalidad, uno de los instigadores de la guerra que llevó a quemar viva a Jeanne, como si yo pudiera morir por él. Apuesto a que mi punto de reinicio ya avanzó de todos modos. De todos modos, desaparecerá al final de la singularidad. Su habilidad [Monstruo Inocente] significaba que de todos modos estaba viviendo en agonía. Tengo muchas excusas.

Teniendo eso en cuenta, tengo que preguntarme. Me pregunto si eso también era parte del plan de Kongming.

"Los sirvientes son existencias transitorias, Subaru", dice Jeanne. "Sé que es difícil de entender, pero-"

"Que no es." —digo con los dientes apretados. "¡Lo entiendo, está bien! ¡Lo entiendo! ¡Se me ha metido en la cabeza una y otra vez! ¡Pero, aun así-!"

Aun así, ¡no tenías que llegar tan lejos, Kongming!

Sí, yo lo entiendo. Este es el 'camino óptimo'. Una forma de acostumbrarme poco a poco al sacrificio desechando a alguien por quien nunca volvería. Ha sido mucho más inteligente al respecto que Roswaal.

Estoy tentada a morir de nuevo sólo para burlarme de él.

"-No lo aceptaré", murmuro. "Sobre todo, Natsuki Subaru no debe convertirse en alguien que acepta sacrificios para lograr sus objetivos. ¡Porque yo-!"

"Está bien, está bien, ya es suficiente", dice Mozart, y luego, agarrándome por el cuello de la camisa, me arrastra de regreso a la entrada.

(TN: Monologo interrumpido XD)

"¡Oye, suéltalo! ¡Dónde-!" Protesto, luchando.

"Cállate", golpea mi frente con su bastón de director cuando llegamos a las puertas. "Sólo vamos a tener una charla privada, ¡ya vuelvo todo el mundo!"

La puerta se cierra de golpe detrás de nosotros.

Paso unos momentos más luchando antes de que finalmente me dé cuenta.

He visto esta película antes.

"Esta es la parte en la que me golpeas, ¿no?" Le pregunto con un suspiro y finalmente me suelta. "¿Y luego aprendo alguna lección moral importante?"

"Como ya lo reconoces, renunciaré a la paliza. De todos modos, no soy muy bueno peleando". dice Mozart, y cuando me giro puedo ver una amplia sonrisa en su rostro. "¡Y soy una persona basura, así que tampoco impartiré ningún tipo de mensaje moral!"

"¿¡Entonces por qué diablos me arrastraste hasta aquí!?" Respondo.

"No puedo dar lecciones morales, pero sí estéticas". Dice, con el rostro cada vez más serio. "Es decir, el fallecimiento de Edward fue un momento muy hermoso, así que deja de molestarlo".

"Eso es-!" ¿¡En serio!? Sólo porque se veía bien

"Natsuki Subaru, no me digas que eres el tipo de idiota que piensa que la muerte es lo peor que le puede pasar a una persona." -dice Mozart y me detengo en seco.

"La muerte es... horrible", murmuro.

"Lo es", responde simplemente, "pero creo que Edward lo sabía. El pobre hombre murió de disentería la primera vez, no puede haber sido divertido".

"...¿Y?" Pregunto. "Sólo porque sabía en lo que se estaba metiendo, ¿eso lo hace mejor?"

"Un poco, probablemente." El compositor da una respuesta evasiva. "Pero incluso dejando eso de lado, creo que prefería morir defendiendo a Francia a desaparecer después de defenderla. Nunca fue castigado por sus crímenes contra este país en vida, y creo que él quería eso".

"...Castigo, ¿eh?" Pregunto. "¿Crees que esto limpia su nombre?"

"¿Quién sabe?" Él dice. "Creo que tú y yo sabemos que al menos el autodesprecio del hombre no tiene fondo".

"Yo..." Realmente no puedo responder a su acusación.

"Sin embargo, eso me lleva al siguiente punto", continúa. "No me molestaré en quejarme de estándares poco realistas, ya que yo también los tengo. Pero no establezcas estándares como ese y luego te quejes por no cumplirlos. En cualquier caso, no donde otros puedan verlos".

"En serio...?" Yo murmuro. "Tu consejo está seriamente retorcido."

"Como dije, ¡esto es sólo una cuestión de estética!" Él se ríe y luego se pone serio. "Estabas poniendo una mirada bastante miserable en el rostro de Mash. Esa chica te admira mucho, ¿sabes? Sin mencionar que Elizabeth y Gareth realmente no te conocen lo suficiente todavía como para escucharte decir lo que dices de esa manera. María y yo también, de hecho, pero ambos somos personas irracionales, así que podemos manejarlo".

"Entonces... ¿qué, simplemente poner una sonrisa falsa en-?"

"¡No, idiota!" Vuelve a golpearme la cabeza con su batuta de director. "Solo sé apropiadamente triste. Ten un poco de autocontrol, eso es todo lo que te pido. Si realmente tienes que llorar y quejarte, no lo hagas donde las chicas puedan verte".

Siento mis mejillas calentarse. Ahora lo entiendo. Es totalmente superficial, pero entiendo lo que dice. "Me he puesto en ridículo, ¿eh?"

"Sólo un poco. Y sólo porque era un tipo que apenas conocías. Si consigues que me maten será mejor que hagas una exhibición al menos así de dramática, o te perseguiré". Él dice.

"¡Idiota!" Me río.

"-Entonces, la esencia es que realmente no he cambiado ninguno de mis sentimientos, ¡pero intentaré lucir más genial en el futuro! ¡Lo siento a todos!" digo con una reverencia.

"Um, Senpai, eso es..." murmura Mash. "Bueno, creo que prefiero al senpai que no acepta sacrificios, ¡pero-!"

"Fishie, ya no lograste ser fría en tu disculpa..." dice Elizabeth.

"Siento que se perdió una lección importante...", dice Jeanne.

(TN: Probablemente, pero podemos vivir con ello)

"Está bien, Amadeus, ¡tu turno!" Dice Marie, arrastrándolo lejos de la oreja.

Las camas de la Maison Aux Piliers son tan buenas como las que tuve en Lyon. Son mejores que el asiento del carruaje de Marie. Con lo exhausto que estoy, debería haberme desmayado instantáneamente. Pero aun así-

"... No puedo dormir."

Gruñendo, salgo de la cama y me dirijo al pasillo. Me doy vuelta y empiezo a bajar las escaleras. Tal vez un trago de agua...

Escucho un suave ruido de rasguño. El largo cabello castaño, atrapado por la brisa que entra por una ventana abierta, revolotea en mi visión.

Sentado en un taburete, contemplando el aire de la noche y con un lienzo de artista frente a él, está San Jorge.

"...No me di cuenta de que estabas aquí." digo, después de un momento de silencio.

"Hm. Las cosas parecen seguras por ahora. Mi habilidad instintiva mejoró al estar en territorio inglés, así que lo sentiré cuando lleguen los enemigos, a menos que sea otro Asesino", responde.

"-en cuyo caso sería mejor estar cerca, ¿eh?" Concluyo y él asiente. "...¿Tu pintas?"

"Me temo que no soy muy bueno en eso". Él dice. "Esa 'fotografía' en el mundo moderno... no me importaría intentarlo. Pero por ahora, he decidido pintar".

"...¿Porqué es eso?" Pregunto después de un momento.

"Porque esto es algo que se puede dejar atrás", dice, y yo me quedo en silencio. "Nosotros, los sirvientes... somos existencias transitorias. Así debería ser, tal vez. Pero estos tiempos de paz, noches como ésta, quiero crear un registro de ellos que permanezca cuando desaparezca".

Miro por encima de su hombro y, desafortunadamente, todo lo que puedo ver son manchas azules y negras. "Eso es..."

"Como dije, no soy muy bueno en eso", dice riendo. "Pero no estás despierto a esta hora por mi falta de talento artístico, ¿verdad?"

"...No soy." Respondo. Sé por qué estoy despierto. Algo que me ha estado carcomiendo todo el día, incluso antes de mi pequeño colapso de antes. "Supongo... comencemos con Elizabeth."

Ella no es la que realmente me está molestando. Pero si entiendo esto, entonces tal vez... "¿Podemos realmente perdonarla por sus crímenes?"

Él sonríe gentilmente y siento una extraña sensación de paz apoderarse de mi corazón dolorido. "¿Alguna vez nos hizo algo a ti o a mí?"

Eso... "N-no puede ser así de simple, ¿verdad? Quiero decir, ella es malvada, ¿verdad? ¡Una horrible, horrible criminal, así que seguramente la justicia-!"

"¿Es necesario que la justicia desempeñe un papel en el perdón?" Él pide.

"¿Eh?" Que hace el-

"Bueno, en el caso de Elizabeth, no olviden que se hizo justicia. Fue capturada, sentenciada y murió de una muerte lamentable, aunque bien merecida". Él continúa. "¿La castigarías más? ¿Incluso más allá de la muerte?"

"Es... su castigo no trae de vuelta-"

"¿Es el papel de la justicia resucitar a los muertos?" Él pide. "Ningún tribunal formado por hombres puede hacer tal cosa."

"Entonces, para reformarse... ¡vamos, no puedes decirme en serio que ella se ha reformado!"

"¿No es así?" Él pide. "Esa chica desperdició toda su vida adulta para intentar recuperar su inocencia. Ha renunciado por completo a la tortura y prefiere cantar. Yo diría que eso es arrepentimiento".

"¡Pero ella es mala cantando!" Respondo.

Él suspira. "Nunca dije que ella fuera buena en eso".

"Quiero decir, lo entiendes, ¿verdad? Los ídolos son bellezas intocables, ideales platónicos de feminidad. ¡Ella simplemente está persiguiendo lo mismo que antes! Ella será el estándar de belleza y ¡a quién le importa cuántos tímpanos tenga que romperse para llegar allí! "

"Eso es-" Comienza, sólo para ser interrumpido por el sonido de un batir de alas. Y por la ventana, puedo ver el fruto de mis crueles palabras pronunciadas con ira, mientras el rostro manchado de lágrimas de Elizabeth Bathory se vuelve hacia nosotros por un momento antes de dispararse hacia el cielo nocturno. "Dios mío. Parece que esta noche estaré consolando a dos adolescentes angustiados".

"Yo..." Realmente no sé cómo seguir con eso.

"Bueno, basta decir que la pobre chica está haciendo lo mejor que puede. Es difícil para un Servant cambiar realmente . Tremendamente, de hecho. Algunos incluso dirían que es imposible, pero tengo fe en que lo es". dice Jorge. "Aun así, creo que considerando sus desventajas, Elizabeth es el verdadero modelo de arrepentimiento, pero ella no es de quien realmente querías hablar, ¿verdad?"

Y con solo ese pequeño impulso, la confusa historia de Ley Batenkaitos y un rencor insatisfecho sale de mis labios, junto con la historia de Louis Arneb y su última súplica de clemencia.

San Jorge cierra los ojos un momento y se santigua. Luego, abriendo de nuevo los ojos, habla. "Subaru-kun, ¿sabes la diferencia entre la ira y el odio?"

"Creo que el odio es más profundo". Ese es mi instinto, comparar las dos palabras.

"Así es. Si tuviera que expresarlo con palabras... la ira se puede satisfacer, pero el odio no tiene fondo. Por eso es el peor de los dos". Él suspira. "Estás insatisfecho porque no mataste a Batenkaitos tú mismo. ¿Habrías estado satisfecho si lo hubieras hecho? ¿O te habrías molestado porque él no había sufrido más?"

Me siento asqueroso. "...El segundo, probablemente. ¡Pero se lo merece! Ese monstruo es-"

"Ese niño ya estuvo en el infierno toda su vida". El santo dice simplemente y me detengo. "¿No puedes ver eso?"

No quiero verlo.

"Te contaré la historia de la vida de Ley Batenkaitos". Dice San Jorge.

El niño nació en un barrio pobre, o tal vez en un burdel. Ciertamente nunca conoció a ningún padre que valiera algo; con toda probabilidad, ese niño ni siquiera sabía su propio nombre hasta que recibió el llamado "evangelio" del Culto de la Bruja.

Apuesto a que fue un esclavo en algún momento. Aunque no puedo imaginar qué tipo de valor obtuvieron sus amos de él antes de que tuviera su Autoridad.

Pero un día lo recibió, quién sabe cómo. Y otro día, o tal vez el mismo, se encontró en una situación letal, y la aprovechó de forma instintiva. Ley Batenkaitos devoró su primera vida y así quedó condenado.

Tenía que ser deslumbrante. Por un momento, por primera vez en su vida, no tuvo que sufrir su propia miserable existencia. Por primera vez, tuvo la oportunidad de experimentar lo que todos los demás daban por sentado.

En su país hay personas que se pierden en los videojuegos y la animación para alejarse del dolor de sus vidas. NEETs, se llaman, ¿correcto? Y esas personas se pierden en imitaciones superficiales, sin la verdadera profundidad y conexión de la existencia humana real, para alejarse de... ¿en serio, la vergüenza social? ¿Hay quienes renunciarían a la vida normal por esa cantidad?

Bueno, aparte de eso, te lo puedes imaginar, ¿no? Cuánto más profundo es el sabor de una vida verdadera , con todo el valor de las conexiones familiares reales, del verdadero esfuerzo y logro, del amor y el romance, e incluso de la tragedia y la pérdida. Cuánto más deslumbrante para un niño cuyos únicos recuerdos habían sido el hambre, el aguijón del látigo, el frío de la falta de vivienda.

Nunca tuvo una oportunidad .

Por supuesto que le dedicó su vida. Incluso cuando obtuvo el poder que podría haberle permitido construir una vida verdadera, cayó cada vez más profundamente en su ineludible adicción a los recuerdos de los demás. Incluso cuando desarrolló tolerancia hacia ello. Incluso cuando cada nueva comida significaba cada vez menos para él.

Tenía una hermana. Ese fue el único hecho redentor de su vida, lo entiendes, ¿verdad? Lo único que podría haberle dado significado a Ley Batenkaitos.

Pero alguien como él, que sólo sabía comer y buscar nuevos alimentos, ¿qué podría hacer para demostrar su amor?

Compartió su adicción. Eso es todo lo que podía hacer, e incluso esa conexión se convirtió en otra marca en su lista de pecados. Y al final, esa adicción compartida mató a la hermana que amaba, y luego a él.

Ésa es la historia de la vida de Ley Batenkaitos.

No quería saber esto. Quería ignorarlo. Éste era el enigma que menos quería resolver.

"¿¡Y qué!?" Finalmente digo con un gemido. "¿¡Qué más podría haber hecho!? ¡No pude salvarlo! ¡No después de todo lo que había hecho!"

"Eso es correcto. Salvar a un niño así era imposible, y era perfectamente justo que muriera por sus crímenes". Dice San Jorge. "Pero que esto termine ahí".

"¿Dejar que... termine allí?" Repito aturdido.

"Se hizo justicia, así que perdonen al resto". El explica. "Esa es la diferencia entre la ira y el odio. Deja que su vida y su muerte sean castigo suficiente, y sigue adelante. Y si lo vuelves a ver y sigue con la misma vieja rutina, mátalo de nuevo".

"Y", digo, tragando, "¿qué pasa con Louis?"

"¿Qué crees que es correcto?" —Pregunta San Jorge sonriendo y, de repente, se levanta. "...He cometido un error."

"Qué-?" Empiezo a preguntar.

"Elizabeth está en peligro. Voy a perseguirla". Él responde y, al instante siguiente, salta por la ventana, el caballo se materializa debajo de él y luego, en un movimiento borroso, desaparece.

"¡Estúpido Fishie! N-no sabes cantar, ¿eh? ¡Le mostraré quién no puede cantar!"

"-Entonces, ¿te enseño, querida?"

"¿¡E-eh!? ¿¡Quién eres!? ¡No necesito la ayuda de un bicho raro con una máscara-!"

"Ah, Cristina, mi Cristina, ¿no me reconoces? Soy el ángel de la música".

(TN: Oh oh)