Abrumado ante mi vil situación
Pensé a mí tormento dar solución,
Mi fiel cuchillo iba a hacer su despedida triunfal
Con quien por error pensaba que era inmortal.

De la forma más cobarde mi arma tomé
Y mis débiles venas lentamente corté
Y entre una mezcla de placer y excitación
Bajé por una espiral de emoción.

Al llegar casi al éxtasis exquisito
Me sumí en un pasaje infinito,
No podía moverme ni siquiera hablar
Y la parca frente a mí se pudo manifestar.

Era un esqueleto infernal
Y el fuego se sus ojos anunciaba el final
Su mano huesuda a mi cara se acercó
Y brutalmente me abofeteó.

¿Dónde está ese hombre impactante
Que imponía temor con su semblante?
¿Dónde está el amor que me solías proclamar?
Ahora solo te veo inútil al renunciar.

Esas frías palabras procuró
Y con tocarme mi herida cerró;
Me daría una segunda oportunidad
Si renunciaba a mi precaria mortalidad.

Y así nació un pacto sagrado
En él que la muerte sería mi fiel aliado,
Ahora comenzaría mi nueva normalidad
Estando vivo y muerto en una misma realidad.

De repente desperté entre fiebre y sudor
Y ni muestra de aquel escenario aterrador,
Nada de sangre se veía en el lugar
Como si todo hubiera vuelto a empezar.

Juré a la muerte ser fiel
Pues de acero se volvería mi corazón y piel,
Un nuevo yo acababa de resucitar
Pero con mucha más sed de matar.

CONTINUARÁ....