OO1 | ENVIDIA

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Si poco tiempo atrás a Jungkook le hubieran pedido describir a Simone, sin dudas habría empezado por el hecho de que era el amor de su vida. Simone Robertson era esa persona que lo llevó a tomar un buen camino, que le enseñó el significado del amor, y más importante para él, lo que era sentirse de verdad amado. Por primera vez había logrado sentirse cuidado, que por más que terminase agotado, existía ese alivio como a la vez alegría de que alguien lo esperaba y con gran emoción por volver a verlo.

Pero Jungkook no era la única persona que en esa relación había conseguido cosas buenas, aunque ella en un principio conoció una mala versión de aquel hombre, con el tiempo, trabajo y gran paciencia consiguió una muy buena versión que ni siquiera él sabía que podía existir de sí mismo. Además de haber logrado ser amada por ese hombre, gracias a su éxito y dinero recorrió muchos lugares del mundo, sintiéndose como en un sueño al haber nacido en una familia de bajo recursos lo que se le había hecho algo imposible hasta de imaginar, y no solo eso, sino que también cumplió su sueño de tener su propia marca de maquillaje a la que le iba más que bien.

Ambos habían salido muy beneficiados en esa relación. Jungkook no solo de manera sentimental, ya que al haber comenzado a ganar mala fama, viéndose envuelto en algún que otro escándalo, el que Simone lo ayudara a tomar un buen camino hizo que las personas vieran aquel cambio en él. Pues, su relación era algo que comenzaron a adorar, porque a ambos les gustaba la idea de mostrarse tanto en redes sociales, las mujeres que lo adoraban por su actuación y gran atractivo, llegando a desear poder ser Simone al ver los lindos detalles que él tenía con su novia. Tanto como hacerle obsequios costosos, viajes románticos, citas, y lo último que filmaron. La propuesta de matrimonio que llevó a que muchas personas que adoraban esa relación se emocionaran, y aquellas enamoradas comentaran angustiadas al saber que tenían, entonces, menos posibilidades de estar con él —algo típico de cuando se desarrolla algún tipo de sentimiento por un famoso—, lo que hizo reír a ambos.

Jungkook provocó tanto emoción como corazones rotos al haberla llevado a un viaje donde subieron algún que otro video, para finalizar con uno en la playa que superó los cinco millones de Likes, teniendo una cita romántica donde hasta había decorado con las flores favoritas de su novia, y en el atardecer rosa mientras el sol se ocultaba, se arrodilló frente a ella enseñándole el anillo. Había empezado a reír histérica cubriéndose la boca, hasta que acabó rompiendo en llanto mientras aceptaba, por lo que él le colocó el anillo, para luego envolverla entre sus brazos levantándola unos centímetros, siendo tomado del rostro y besado por su prometida que no podía dejar de llorar por la emoción.

Eso era algo que Jungkook hubiera pensado y, probablemente, dicho si se lo preguntaban poco tiempo atrás. Pues, las cosas habían cambiado de gran manera en ese corto periodo de tiempo, por más increíble que fuera luego de cinco años de relación, tanto al principio desgastante, como luego intensa, llena de pasión y amor.

Un amor que parecía ser de esos que tenían un gran futuro, más al notar cómo se ayudaban mutuamente, siendo el último del otro. Pero claro que al ser jóvenes y la primera "relación seria" para ambos, las cosas también tenían muchísimas probabilidades de cambiar.

Y ellos, lamentablemente para ambos, no pudieron ser la excepción de lo último.

Eso era algo que para las personas que estaban atentas a ellos, siempre mirando hasta sus redes sociales, habían comenzado a sospechar que algo podría estar pasando. Jungkook hacía tiempo que no posteaba nada con ella, ni siquiera ayudándola con los eventos por la marca de su maquillaje, cuando antes estaba ayudándola en todo porque anhelaba verla triunfar tanto como él, fascinado de verla cumplir sus sueños. Y no solamente eso, también notaban cómo ella más que nada se mostraba sola, y cuando él estaba hasta podía verse cómo no parecía sonreír, ni mirarla embobado como antes, mucho menos se mostraba cariñoso.

Las pocas veces que se mostraba en sus historias, tanto las veces que eran capturados por Paparazzis, se veía amargado, casi como si le molestara, ni siquiera se veía atento a lo que pasaba con su novia, hasta si había posibilidad se adelantaba dejándola sola. Y claro que la gente comenzaba a hablar al respecto, creando hasta teorías, algo que parecían disfrutar demasiado, volviéndose virales —lo que también era típico de los fans o quienes simplemente les interesaba los chismes de personas famosas—, todo porque Jungkook no podía fingir y Simone no podía ocultar el dolor que estaba provocándole la situación por la que estaban atravesando.

Todos querían saber qué estaba sucediendo con una relación que veían antes como una que soñaban, una que parecía tener mucho futuro al estar comprometidos, ya que no se esperaban para nada aquel cambio, cuando estaban esperando que dijeran la fecha en la que sería la boda o que fuera algo entre ellos y de la nada postearan fotos sorprendiéndolos como muchas veces pasaba con los famosos. Era todo demasiado inesperado, extraño, pero también que causaba mucha curiosidad.

En esos momentos, era cuando Jungkook odiaba el hecho de ser famoso y Simone se arrepentía por completo al haber decidido exponerse tanto ella como la relación que tenían, por más que gracias a eso él mejoró muchísimo su imagen, la cual había comenzado a decaer en su tiempo.

Y más ahora que se encontraban en la alfombra roja de los Oscars, luego de que la última película que protagonizó Jungkook quedara nominada.

Al haber recibido una invitación de más, claro que no podía no ser para ella, ya que levantaría más sospechas, por lo que Simone estaba a su lado mientras los fotografiaban. Lo observaba esperando alguna de las típicas reacciones de él cuando se encontraban en una situación parecida, pero solo estaba concentrado en todas las cámaras, lo que hizo que decepcionada también se concentrara en lo mismo, intentando no quedar cegada por los flashes de las cámaras. Pero quizás eso no era fácil de ocultar y menos cuando Jungkook solo murmuró un "vete" cuando le pidieron que posara solo, y luego se uniera la mujer que también protagonizó junto a él la misma película.

Aquellas acciones daban más de que hablar, como también para seguir creando más teorías, pero al pelinegro parecía no importarle en absoluto en ese momento, aunque para los demás sí fuera una sorpresa. Pero para quienes no era nada una sorpresa lo que pasaba, era para las personas cercanas a ellos, aunque más a Simone.

Y con los minutos, cuando Jungkook y quienes también estaban en la misma película ya habían cruzado la alfombra roja, se encontraba alguien más allí. Giavanna Cohen, la cual estaba más que emocionada de que haya conseguido tal éxito la película como para estar nominada a tres categorías. Hasta posaba con una gran sonrisa junto a su pareja, Anders Slate, el cual era un actor que se había vuelto reconocido en el último tiempo gracias a una serie.

Llevaban dos años de relación, siendo la primera seria para ella, ya que anteriormente se excusaba con no tener tiempo al querer concentrarse en la actuación y lograr un gran éxito. Giavanna era alguien que siempre ponía su trabajo primero, lo que había hecho que sus anteriores relaciones duraran muy poco al no notar el interés necesario de parte de ella. Solo descuidaba sus relaciones, pero con Anders sentía que por primera vez se enamoró de verdad al no poder ignorar sus sentimientos luego de dos años de estar soltera, lo que hizo que pusiera parte de ella y se interesara bastante en cuidar de su relación. Pues, él entendía que priorizaba demasiado su trabajo, porque de su parte también lo hacía, pero ahora también se priorizaban ellos y había demasiada comunicación.

Giavanna con el tiempo parecía estarse enamorando perdidamente, ya que estaba segura de que jamás encontraría a otro hombre tan paciente y que la comprendiera tanto. Quería construir un futuro con él, y se sentía lista a sus veintisiete años, lo que hacía que no quisiera perder más tiempo porque se había dado cuenta de que había perdido bastante al haberse concentrado solamente en la actuación, ignorando el amor por miedo a que la distrajera y no lograra el futuro que quería.

Luego de la alfombra roja, las fotografías y las escaleras, que ella agradeció que posean peldaños bajos por el vestido rosado que llevaba, se detuvo.

—Iré al baño, si quieres tú sigue y ve con los demás.

—No, tranquila. Te espero aquí, cariño.

—Está bien.

Al notar su dulce sonrisa, se la devolvió antes de voltear y apresurar cuidadosamente su paso para dirigirse al baño, sorprendiéndose de que una mujer ayudara a otra a caminar, ambas riéndose, dejando notar que se habían pasado de copas, ya que había bares, donde tanto actores como Influencers, que compraron su entrada para buscar la forma de llamar más la atención, pasaban por allí. Pero ella decidió no prestar atención a eso junto a Anders, ya que temía cometer un error gracias al alcohol. Estaba demasiado nerviosa y le gustaba cuidar de su imagen.

Una vez que salió del cubículo, vio que mientras otras mujeres salían, había alguien que se sostenía del lavabo y estaba cabizbaja. Aquella mujer llevaba un vestido dorado y con brillos que se apegaba a su larga figura, resaltando sus curvas, como también aquel peinado que llevaba dejando caer algunos mechones rubios ondulados, dejando ver su largo cuello.

Se acercó a paso cauteloso, algo preocupada y con curiosidad, decidiendo lavar sus manos, pero en eso acabó sorprendiéndose cuando por el gran espejo, al aquella mujer levantar su cabeza pudo divisar su rostro, dándose cuenta de que se trataba de nada más ni nada menos que de Simone Robertson.

—Simone...

Ella abrió los ojos a la par, pasando de forma rápida y cuidadosa los dedos para limpiar sus lágrimas sin llegar a arruinar su maquillaje. Volteó torpemente, mirándola con un intento de sonrisa que terminó en una mueca torcida.

—V-vaya, no... No creí que podría encontrarte aquí entre toda la gente que hay...—su voz salió suave y dulce como siempre, pero con un ligero temblor al intentar contener el llanto.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada, acercándose—. ¿Qué sucede?

Al estar cerca, podía notar sus ojos verdes enrojecidos y cristalinos, la manera en que su labio inferior temblaba, y que era muy probable que su pregunta solo había logrado que se le dificultara más contener el llanto.

—E-estoy bien...

—Mira, sé que probablemente no me consideras una amiga, pero puedes hablar conmigo, ¿sí?

Giavanna le regaló una cálida sonrisa mientras que sus palabras resonaban en la cabeza de Simone. Tenía toda la razón, no la consideraba para nada una amiga, ya que habían coincidido alguna que otra vez gracias a Anders, el cual anteriormente había compartido un proyecto con Jungkook y desde entonces con Simone se habían vuelto muy buenos amigos. Pero, a pesar de que no pudiera considerarla, en ese momento sentía tan difícil poder seguir conteniendo el llanto y todo lo que estaba sintiendo, que terminó bajando la cabeza mientras un pequeño sollozo escapaba de su garganta.

Giavanna solo la observaba preocupada, llevando la mano a su hombro, acariciándolo, lo que hizo que Simone volviera a levantar la mirada.

—Es Jungkook —dijo con un hilo de voz.

¿Le sorprendía? Para nada.

Pues, como se mencionó anteriormente, para las personas cercanas a ellos, principalmente a Simone no era nada una sorpresa lo que sucedía en su relación. Y Giavanna era una de esas.

—¿Qué sucedió con él? —indagó con suavidad.

Aunque, ciertamente, estaba algo preocupada por verla llorando, también sentía curiosidad porque involucraba a Jungkook, y quería saber si acaso no estaba tan equivocada a las ideas que tenía acerca de él.

—¡Estoy tan agotada, Gia! —exclamó limpiando de forma cuidadosa sus lágrimas, teniendo que luego fingir, bajando la cabeza al ver que más mujeres entraban, en su mayoría notándose algo pasadas de copas.

—Cuéntame —pidió por lo bajo al verlas pasar a los cubículos.

Simone sorbió la nariz, intentando que su voz saliera normal aunque el dolor estuviera consumiéndola.

—No sé qué está pasando con él. ¡Todo parece ir tan mal y no habla conmigo! —explicó histérica mientras Giavanna parecía algo tensa, mirando por momentos los cubículos y a Simone, esperando que no pudieran escucharla—. Lo intento e intento, pero todo es en vano. Está perdiéndose otra vez.

—¿Perdiéndose otra vez? —frunció el ceño.

No entendía a qué se refería, pero quería indagar y poder saberlo, aunque Simone bajó la cabeza mientras soltaba un suspiro.

—Ya no puedo seguir así.

—Pero...

—Soy consciente de que no merezco este dolor.

Giavanna quería indagar en lo anterior, pero Simone no parecía querer hacerlo, mucho menos cuando las lágrimas seguían brotando. Y es que en verdad el dolor estaba volviéndose consumidor al estar segura de que nunca sería suficiente decirle a Jungkook lo que sentía, porque, al final, no le tomaría importancia o la haría a un lado como si nada. Eso la hacía querer llorar con más fuerza hasta sacar todo lo que llevaba reprimiendo. Sacar todo lo que sentía por su prometido y no podía al estar de alguna manera atada a él.

—Respira —murmuró con suavidad, acercándose más a ella, atreviéndose a limpiar con cuidado con los pulgares sus lágrimas—. Si sabes que no lo mereces, entonces haz lo que creas mejor para ti. Sé que puede ser raro para ti, pero puedes hablarme. Cuenta conmigo para lo que necesites, así como cuentas con Anders.

Simone medio sonrió con sus ojos cristalinos mientras asentía.

—Gracias, Gia.

—Ahora toma aire, sonríe y sal —ordenó tomando sus manos—. Estás preciosa.

No mentía para nada. Giavanna pensaba que nunca había conocido a otra mujer tan preciosa como lo era Simone, hasta al conocerla eso fue lo que más le había sorprendido junto a su dulzura, ya que no se lo esperaba al saber que estaba en una relación con Jungkook.

Simone Robertson parecía ser lo más parecido a un angel, al menos eso pensaba Giavanna mientras más la conocía.

—¿Vamos?

—Yo... Me quedaré otro momento aquí hasta que me sienta más tranquila —sorbió su nariz—. Tú ve. Tú eres importante allí.

Mmm... Está bien, pero recuerda mis palabras, ¿sí?

Simone asintió de forma repetitiva, por lo que Giavanna le regaló una media sonrisa antes de apresurarse a salir, ya que por un momento se había olvidado por completo de por qué estaba allí, así que ahora la estaba invadiendo de nuevo la ansiedad.

Una vez que salió del baño, observando a las personas pasar rápidamente, se encontró con Anders que parecía algo alterado.

—¡¿Por qué tardaste tanto?! —preguntó tomando su mano.

—Oh, es que... me encontré con Simone —respondió mientras retomaban el camino.

—¿Simone?

—Sí, no estaba nada bien.

—¿Y eso...?

—Jungkook.

Giró la cabeza a ver a su novio, el cual rodó los ojos y soltó un suspiro. Tampoco era algo nuevo para él.
















(...)














Giavanna se encontraba en el nivel más bajo, junto a los demás actores, directores, productores de las películas nominadas, como también los invitados como su novio que estaba sentado a su lado. La ansiedad solo incrementaba al haber empezado la entrega de premios, por lo que su novio tomaba su mano, murmurándole y regalándole sonrisas tranquilizadoras, aunque en ese momento a ella no le ayudaban como tanto anhelaba.
Y es que la película la cual protagonizó estaba nominada a tres categorías, perdiendo la primera de "Mejor director" contra "Diferent" y en "Mejor guion adaptado" por "Black Beauty", lo que había hecho que tuviera que esforzarse por sonreír, pero acabase aliviándose cuando en "Mejor actor" el hombre que había protagonizado la última película mencionada, perdiera contra el que protagonizó "Diferent". Eso la había hecho aplaudir y sonreír a lo grande.

Pero, quizás, no debió hacerlo, ya que si había algo que había notado, es que el karma podía llegarle demasiado pronto.

—Pero solo una de todas esas grandiosas películas ganará —habló Nick Ellis, un actor reconocido de edad avanzada al que muchos admiraban, comenzando a abrir el sobre—. Y el Oscar es para... ¡"Black Beauty"!

Giavanna que había estado cruzando los dedos para que pudieran ganar como "Mejor película", observó decepcionada a los directores, productores y actores que habían trabajado con ella y estaban sentados alrededor, notando cómo se esforzaban por sonreír y aplaudir a quienes habían ganado. Mientras Anders acariciaba su brazo, ella giró a ver cómo la directora y el productor de la película ganadora caminaban por el pasillo, siendo abrazados por quienes habían formado parte del elenco, para luego acabar subiendo todos al escenario.

—¡Buenas noches! Primero que nada decir que estamos muy felices y agradecidos...—comenzó a hablar, Nicole, la directora, la cual sostenía con ambas manos la estatuilla.

Tragó con dificultad, intentando dejar de arrugar la frente, por más que no podía evitarlo porque sentía una ligera molestia al observar allí, entre los actores, a Jungkook. Llevaba un traje negro con doble botonadura, su cabello oscuro dividido, llegando unos mechones ondulados a rozar sus sienes.

Tenía una gran sonrisa tanto satisfactoria como de felicidad, inclinándose hacia el lado de Katherine —la protagonista de la película—, una mujer pelirroja que le llevaba varios años a Jungkook, el cual sonreía y asentía soltando una risilla ante lo que ella le decía al oído.

El ver eso solo hizo que Giavanna arrugara el rostro, buscando con la mirada entre los asientos donde podría estar Simone, pero con la cantidad de personas se le hacía imposible poder reconocerla. Volvió la mirada hacia el frente, recordando algunos rumores que habían desatado una de las tantas teorías de las personas que estaban pendiente de la relación de Jungkook y Simone. Pues, se mostró por vídeos, tanto en la película y ahora en los premios cómo él y Katherine tenían mucha química, lo que había llevado a que se difundieran rumores acerca de que podrían ser amantes. 

Y es que, Giavanna intentaba pensar que solo habían sido profesionales, que esa química que se había mostrado en la película, como aquellas escenas candentes que enloquecieron a tantas personas, no tenía que ver por los rumores. Por más que las palabras de Simone y su llanto resonaban en su cabeza, que Jungkook le desagradara de gran manera por las pocas veces que estuvo presente cuando ella lo estaba, mostrando aires de grandeza, tenía que aceptar que era un buen actor. No por nada había logrado grandes cosas desde su corta edad y aún a sus veintiocho seguía siendo un actor proclamado, sin importar en los escándalos que pudo verse envuelto en su juventud.

Pero es que parecía ser que el desagrado por él solo aumentaba, queriendo no detestarlo más porque la película en la que él participó ganara en dos de las tres categorías donde en la que participó, perdió. Y es que debía ser sincera que cuando vio "Black Beauty", tratándose de la vida de Sam —protagonizado por Jungkook—, el cual era un bailarín de ballet, que tenía problemas con el ser parte de la sociedad al no conectar bien con sus sentimientos y emociones, por lo que se aislaba, pero se concentraba demasiado en su carrera, y así se mantuvo hasta que la nueva profesora apareció, tratándose de Gema —Katherine—, que desata una obsesión por su estudiante, convirtiendo la película en un fascinante Thriller.

Y quizás ese desagrado no era solo por el hecho de que no fuera un buen prometido con Simone, que le agradaba demasiado, sino que por más que fuera un patán, que estuviera mostrándose de nuevo escandaloso, la gente se mantuviera amándolo y siguiera siendo exitoso con su carrera como actor. Mientras que ella que siempre buscaba mantener su buena imagen y que se esforzaba en la actuación, no consiguiera nada de lo que él sí siendo así, convirtiéndose hasta en envidia lo que comenzaba a sentir Giavanna por Jungkook.

¡Hola!

¿Qué les pareció este comienzo de historia? Espero que les guste, ya que es una historia que me tiene demasiado inspirada como Asexual, si es así no se olviden de votar y comentar jujuu

¡Nos leemos mañana!

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