Sus labios presionaron los míos con pasión y ternura, mis pies descalzos tocaban la fría cerámica del suelo y mis manos se encontraban en su nuca.

Sentí como me presionaba contra él, haciendo que el espacio entre nosotros sea casi inexistente.

Una de sus manos acariciaba mi cabello con tanta gentileza, él era mi lugar seguro. Cuando estaba con él, se me olvidaba todo.

Un sonido interrumpió nuestra unión y Jungkook se separó de mí, dejando que el frío ambiente golpeara mi cuerpo después de sentir su calidez.

Era su celular.

Contestó y yo solté un pequeño suspiro, me senté en aquel sillón que se encontraba a unos pasos de mí y dirigí mi mirada a Jungkook.

—Si, hoy llegaré tarde, tengo trabajo.

Mordí mi labio inferior y desvié mi mirada. Era su esposa.

—Si, nos vemos, te quiero.

Colgó la llamada y me dirigió una sonrisa, la cual yo se la devolví gustoso.

Era nuestra noche, habíamos esperado tanto para poder estar solos, para poder entregarnos el uno al otro, dejando de testigo a la luna de nuestro amor.

De nuestro secreto de amor.

—Ven aquí, cariño.

Sonreí con culpa, mi esposa, mi esposa está en casa pensando que estoy trabajando, pero realmente, eso dejó de importarme hace mucho.

Nuestros labios volvieron a unirse, pero esta vez formaron un beso lujurioso y lleno de otras intenciones.

—Por fin puedo tocarte...

Susurró mientras dejaba un camino de besos húmedos en mi clavícula desnuda.

Era la gloria, no lo iba a negar, su toque me estremecía de una manera excitante y que nadie nunca me había hecho sentir.

Sus labios recorrían mi pálido cuerpo, depositando pequeños besos en él, me sentía realmente amado.

Mis fosas nasales sentían su dulce aroma mientras que sus manos me tocaban, era perfecto.

Mis piernas cubiertas chocan con la cama de la habitación y lo detengo. Lo miré con deseo, justo como él me miraba a mi.

Hice que se sentara en la orilla de la cama y sonreí al ver su sonrisa. Esa jodida sonrisa, la que había sido culpable de todo lo que estoy haciendo.

Acaricié su rostro con mis manos y sus ojos se cerraron inconsistentemente, dejé un pequeño beso en la comisura de sus finos labios y fui descendiendo hacia su cuello.

Tiró su cabeza lentamente hacia atrás y yo simplemente lo besaba con suavidad. No podía dejar marcas por más que quisiera.

Lastimosamente, él no era mío, ni yo suyo.

¿Por qué no lo hicimos antes, cariño?

Las cosas hubieran sido distintas, pero ahora que todo está hecho, sabiendo que probablemente jamás, tendremos nuestro final feliz.

Sentí como sus brazos me atraían y me dejaban caer en la suave cama, mis labios entreabiertos soltaron un quejido al sentir sus manos en zonas prohibidas.

¿Por qué teníamos que amarnos así?

A escondidas, con miedo de lo que pueda decir la gente, con miedo a lo que pueda decir nuestras familias, con miedo de destruir una.

¿Es tan malo amar?

¿Es un delito?

Si no lo es, entonces, ¿por qué se siente como si lo fuera?

El simple hecho de tener a alguien que nos espera en casa a ambos era abrumador, el hecho de ser figuras importantes también lo era, el hecho de que todo un país reservado tiene la mirada puesta en nosotros, era sofocante.

Si tan solo no nos hubiéramos conocido.

—Oh, Dios.

Sentí como invadía mi falo con sus manos, mi mirada se dirigió a él, y el hecho de verlo en esa situación tan erótica me hacía suspirar.

—Sigue así.

Jadeé haciendo mi cabeza hacia atrás. Como sus manos me masturbaban, era algo que me hacía sentir en lo más alto.

Jungkook era...

Jungkook era mi droga.

Y yo era la suya.

Era algo prohibido, algo que no deberíamos estar haciendo.

Pero al diablo.

Dilataba mi entrada con su otra mano, haciendo que me sienta en el cielo. Nunca pensé que esperaría con tanto entusiasmo que una polla esté dentro de mí.

Mis fluidos fueron liberados derramando un poco de mis líquidos blanquecinos en el pecho de Jungkook.

Era hora.

Nuestros cuerpos se unieron completamente, soltando gemidos por la gran intromisión que había hecho Jungkook.

Sentí como sus labios me besaban mientras me acostumbraba hasta que sentí un delicioso vaivén rápido.

Era eterno.

Cuando estábamos juntos, el tiempo era eterno, y aunque pareciera que no pasara, nosotros éramos conscientes de que tendríamos que salir de esta burbuja tarde o temprano.

Porque por más que quisiéramos estar juntos toda la noche, no podíamos.

Sentí como sus fluidos me llenaron por completo, sus fuertes brazos me apresaron segundos después de salir de mi.

Ámame, Jungkook.

Ámame tanto hasta que se te olvide que estoy casado.

[...]

Una cosa que me acabo de dar cuenta es que cuando le inspiro de alguna canción tengo la necesidad de poner frases de esta en el texto.

No se si está mal pero es que no se porqué lo hago jsjs

[♤♡]