Lo deje todo.

Todo lo que tenía
he incluso hasta más.

Por ti.

Porque eras lo único
que necesitaba
para estar bien.

Lo único que hacía
que mis días
estuvieran perfectos.

Lo único que le daba
sentido a mi vida.

Lo deje todo por ti.

Y sí, llámame loca.
Pero, con firmeza
te diré que
no me arrepiento
he incluso que
lo volvería hacer
si me lo pidieras.

Porque...
Al fin y al cabo.

Siempre mis cosas
fueron tuyas.
Mi ropa, mi café,
mis almohadas
y mi corazón.

Adelante, destruyelo
o conservalo si quieres.

Fue un obsequio.

Para que me recuerdes.