Me gustan las leyendas.

Siento que
son cuentos antiguos
que se les contaban
a los niños
antes de dormir.

Hay una que llamó
totalmente mi atención.

¿Haz escuchado
alguna vez
la leyenda del
"hilo rojo del destino"?

Cuando mis ojos
se conectaron
con los tuyos
por primera vez
creí sentir todo
lo que alguna vez
me contaron
de pequeña.

Mi corazón se aceleró
a un ritmo
que desconocía
totalmente.

Mis ojos dolían
al no poder
parar de verte.

Y mi cuerpo
sólo se quedó pasmado
intentando digerir
la situación.

Cuando nos volvimos
oficialmente algo.

Me di cuenta de algo
muy importante.
Y, allí supe
que mi abuela
tenía razón.

"El hilo rojo puede
estirarse o enredarse.
Pero, jamás romperse"

Tal vez...
Me contaron mal
la leyenda
o simplemente
nuestras discusiones
fueron más fuertes
que aquel hilo.