28; SALIR DEL CLÓSET

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐓𝐑𝐈𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐉𝐄𝐎𝐍 

SALIR DEL CLÓSET❞


Cuando Jimin no pudo seguir en la casa de los Jeon, decidió marcharse porque necesitaba ver a su mejor amiga. Ella le había insistido en saber qué había sucedido, pero este no fue capaz de decirle la verdad, ya que temía lo que pudiese llegar a pensar de Jungsuk.
Pues, sabía que no era para nada algo normal y que, quizás, podría relacionarlo con lo sucedido con Haesun, por lo que decidió callarse. Solo podía sentir su corazón destrozado, como algo de temor, mientras sollozaba desconsoladamente siendo abrazado por Hyesoo. Jimin solo pudo decirle que Jungsuk había roto su corazón, y la fémina comenzaba detestar a aquel trillizo. No comprendía porqué tenía que romper todo el tiempo el corazón del rubio, cuando estaba tan perdidamente enamorado de él.

Jimin, al llegar al edificio donde vivía, limpiaba sus lágrimas y sorbía su nariz, queriendo poder llorar desconsoladamente. Necesitaba más que nada sentir el apoyo de alguien, poder desahogarse por completo, pero sabía perfectamente que no podía hablar de eso. Siquiera con Hyesoo que era quien al igual que él estaba involucrada con dos trillizos Jeon, pero es que Jimin no era capaz de hablar de Jungsuk.
No era capaz de decir lo que se había enterado porque además de sentirse un idiota ilusionado, se sentía también un idiota por haberlo defendido de todos los comentarios, cuando ahora estaba comenzando a verlo con otros ojos. Quizás los mismos con los que lo veían sus hermanos.

¿Quién Diablos era Jeon Jungsuk?

Aquella pregunta no abandonaba su cabeza, y siquiera podía aún procesar las palabras de Jungkook, porque jamás hubiese pasado algo como eso por su cabeza. Y es que siempre lo había visto como alguien amable, empático, sensible, incapaz de lastimar a las personas, pero resultaba que traicionó a su hermano sin importarle en lo absoluto.

Ahora comprendía perfectamente porqué ellos parecían apartar a Jungsuk de esa manera, porqué Jungkook lo detestaba tanto. Park Jimin sabía perfectamente que Jonghyun era el más especial para él, por lo que era normal que actuase de esa manera con Jungsuk, ya que siempre defendería al mayor de ellos. Y Jimin no podía sentirse más idiota por haberlo defendido, por haberlos juzgado por su actuar, cuando Jungsuk no había sido más que alguien que parecía que le gustaba ser la víctima, aun cuando era...victimario.

El rubio tuvo la intención de subir las escaleras para entrar al edificio, sintiéndose exhausto al ser de medianoche, pero al escuchar un coche aparcar, hizo que voltease con curiosidad. Al ver aquel Ferrari y cómo Jungkook se encontraba dentro, sintió estremecerse.
Ya no quería saber de él, no quería que volviese a lastimarlo, por lo que quiso seguir su camino.

—¡Espera, Jimin! —este al escuchar su voz, por más que no quiso, se detuvo—. Ven.

—¿Por qué lo haría? —cuestionó girando a verlo.

—Sabes que hace demasiado tiempo que tú y yo nos debemos una charla —recalcó alzando una ceja.

—No me interesa...

—Sabes que sí —lo interrumpió con seguridad—. Anda. Sube de una vez. No te hagas el difícil.

Jimin apretó la mandíbula al punto de sentir que podría romperse por la fuerza, pero aun así, empuñando también las manos comenzó a caminar hacia su coche. Al subir, sintió cómo los nervios lo invadían, por lo que estaba temblando, más al tener su intensa mirada sobre él.

—¿De qué quieres hablar? —preguntó en seco, aún sin atreverse a mirarlo.

—Eras especial para mí, Jimin —confesó provocando que se sorprendiera y que girase a verlo notando sus facciones relajadas.

—¿Q-qué?

—¿En verdad fingirás sorpresa? —soltó una ligera risa amarga—. Estábamos juntos la mayoría del tiempo y sabes mi secreto.

—Pero no porque te hayas atrevido a contármelo —aclaró sintiendo su corazón encogerse—. Simplemente, me di cuenta.

—Confiaba en ti, por eso te estaba permitiendo entrar a mi vida —murmuró desviando la mirada—. Eras un verdadero amigo para mí, porque sentía que hasta me ayudabas de alguna manera.

—Y luego me lastimaste de todas las formas posibles, Jungkook —espetó mientras que él suspiraba.

—Lo siento.

Jimin negó con la cabeza sin creerse que este pudiese disculparse en serio. Jungkook lo observaba esperando que aceptase, aunque sabía que había actuado demasiado mal con él. Además, había tardado demasiado en reaccionar, porque esa noche luego de haberlo lastimado, de haber desenmascarado a su hermano, vio a Jimin demasiado destrozado.
Eso lo llevó a recordar y no solo la manera en que lo había herido en el pasado, sino también sus buenos momentos compartidos. Fue en ese instante cuando comenzó a cuestionarse su manera de actuar, ya que nunca antes lo había hecho, al contrario, cuando solía verlo solo sentía un gran resentimiento por cómo fue capaz de arruinarlo todo.

Jungkook, ahora al empezar a sentir la necesidad de que lo perdonase, aun si ya nunca volvían a ser los mismos, no pudo evitar comenzar a recordar,nal igual que Jimin, la noche en que todo se jodió entre ellos.

Aquella noche, Jungkook no quería estar en su casa, ya que Haesun se encontraba allí. El solo hecho de darse cuenta de cuánto se había distanciado Jonghyun de ellos, provocaba que sintiese su sangre hervir porque ahora solo tenía su atención en ella.
Así que, decidió escribirle a la persona con la que llevaba un tiempo pasando la mayoría de los días a su lado. Park Jimin.

Lo había visto alguna que otra vez en la Universidad, sabiendo que era compañero de Jonghyun, pero jamás le había prestado demasiada atención, como el rubio tampoco a él hasta que coincidieron en una fiesta. Sus amigos eran cercanos, por lo que incluyeron rápidamente a Jimin.
En cuanto empezaron a beber, Jungkook cruzó palabras con él, dándose cuenta de lo agradable y divertido que podía llegar a ser, por lo que pasaron la mayoría de la noche juntos bebiendo, hasta que el pelinegro se fijó en una joven.

Desde entonces, cada vez que se veían en la Universidad, se saludaban, llegando a veces a conversar un poco, hasta que volvieron a encontrarse en otra fiesta. Jungkook y Jimin comenzaron una amistad, la cual fue bastante sorpresiva para el rubio, ya que sabía lo que se decía de él, sobre lo patán y violento que podía llegar a ser, así que no podía confiar, pero como amigo parecía ser alguien completamente diferente. Y cada vez que pasaban más tiempo juntos, le sorprendía lo distinto que era a cómo lo había imaginado.

Se encontraban lejos de la ciudad, con una manta sobre el césped, recostados mientras observaban el cielo estrellado y lo hermosa que estaba la luna esa noche. Antes, Jungkook veía esos planes con amigos algo de "maricas" como él decía, pero desde que era amigo de Jimin comenzó a tener esos tipos de planes con él.
Todas las perspectivas que tenía antes estaban cambiando gracias al rubio, sin importarle en absoluto por primera vez los comentarios que hacían sobre él y su orientación sexual. Pues, el hecho de haberlo visto con mujeres, hacía que pudiese sentirse más cómodo.

—¿Ya estás menos molesto? —preguntó Jimin, girando su cabeza para verlo, observando cómo tenía las facciones relajadas.

—Supongo.

—¿Y en qué piensas?

—En nada en particular. Estoy bien.

—¿Todo sigue igual? —arrugó levemente la frente y Jungkook giró a verlo por un momento.

—¿A qué te refieres?

—A lo que me comentaste, sobre esa persona de la que estás enamorado —respondió tranquilo mientras que este se tensaba.

—Olvida eso. Solo intentaré ya no darle atención.

—Quizás está con otras personas porque tú no te has confesado —opinó provocando que riera cínico.

—Créeme que sabe de mis sentimientos.

—¿Cómo estás tan seguro de eso?

—Porque es imposible que no lo note.

—Deberías...

—Ya no hablemos más de eso —chasqueó la lengua, decidiendo restarle importancia—. Solo quiero estar tranquilo.

—Está bien.

Jimin lo observó con una sonrisa tranquilizadora y este se la devolvió, para volver a mirar hacia el cielo mientras el rubio no podía evitar pensar en las probabilidades que podría haber acerca de que esa "persona" de la que hablaba Jungkook, pudiera tratarse de un hombre.
Sentía que había demasiada confianza entre ellos, tanta que sabía lo que le ocultaba a todo el mundo, hasta a su familia. Aquel secreto doloroso que había hecho que se volviese alguien que parecía estar enojado con el mundo, que lo volvió alguien frío, que detestaba el contacto físico y se le dificultaba conectar emocionalmente con las demás personas.

Jimin había comenzado a prestarle atención a cada cosa mínima del pelinegro, intentando así comprenderlo un poco más. Y Jungkook, en un principio, el hecho de que se diese cuenta de aquel dolor con el que cargaba, todo por una situación que vivieron con un hombre en una cafetería, provocó que quisiera explotar en su contra, pero con sus palabras, con su manera de actuar logró que se relajase.
No fue necesario que tuviera que decir algo al respecto, ya que Jimin solo lo tomó de la mano haciéndole saber que podía hablarlo cuando quisiera, que él escucharía y que no estaba solo. Jungkook tuvo que tragarse el nudo que se había formado en su garganta porque no quería derrumbarse, pero sentía que por primera vez contaba con alguien.

En ese momento, Park Jimin se convirtió en alguien especial para él. Pues, en un mes su vida había cambiado mucho gracias al rubio, y podía notarlo por la forma en la que cambiaba su manera de ver ciertas situaciones.

Jimin tomó una bocanada de aire, intentando dejar sus miedos de lado, bajando la mirada a la mano de Jungkook que estaba sobre la manta a unos centímetros de la suya. Decidido a arriesgarse, movió la suya logrando así rozar sus dedos con los de él.
El rubio subió la mirada para verlo, notando cómo este seguía mirando hacia el cielo, pareciendo que eso no le molestaba para nada.

Este mordió su labio inferior, pensando si debía moverla más, qué haría si entrelazaba sus dedos. Quizás así, era la única manera de saber si esa persona que estaba enloqueciendo a Jungkook, había oportunidad de que pudiese tratarse de él. Sintiéndose temblar, movió más su mano provocando que sus dedos se tocasen.
Jungkook parecía aún no molestarle, o la realidad podía ser que estaba perdido en sus pensamientos, así que no lo notaba. Jimin no sabía qué pensar, pero estaba ilusionándose, por lo que de manera lenta siguió hasta empezar a entrelazar sus dedos. En ese momento, Jungkook giró su cabeza a verlo, arrugando un poco su frente como si no entendiese la intención con la que estaba haciéndolo.

—¿Qué haces? —su voz no salió de una manera que Jimin pudiera notar que podría estar molesto por eso, por lo que sintiendo sus latidos acelerarse, se armó de valor para inclinarse hacia su lado. Jimin se acercó a él al punto de sentir sus respiraciones mezclándose, pero cuando quiso juntar sus labios, Jungkook lo apartó rápidamente de forma brusca, provocando que cayera a su lado—. ¡¿Qué rayos pasa contigo?! —alzó la voz enfurecido a la vez que se levantaba.

—J-Jungkook...—titubeó levantándose—, tú... tú me gustas demasiado.

—¡¿Qué carajos pasa por tu cabeza?!

—Escucha...—intentó acercarse a él, pero este impactó su puño contra su rostro, lo que hizo que el rubio cayera al suelo.

—¡No vuelvas a acercarte a mí! Me das asco, Park Jimin —masculló provocando que este lo observara con sus ojos cristalinos, limpiando la sangre que caía por su labio inferior—. No sé cómo pude acercarme a ti cuando tus intenciones eran tan... Asquerosas.

—No digas eso...—pidió con un hilo de voz.

—Eres igual de repulsivo que él —apuntó mirándolo disgustado, mientras Jimin sollozaba por lo bajo—. En verdad me das asco.

Esas fueron las últimas palabras de Jeon Jungkook aquella noche antes de dirigirse hacia su coche, dejando a Park Jimin llorando desconsoladamente. Estaba completamente arrepentido de haber creído que pudo tener alguna oportunidad de que se fijara en él. Siempre había escuchado sobre su manera de ser, hasta pudo confirmarlo con algunos comentarios que hacía, pero con él jamás se había mostrado disgustado.

Se había ilusionado sin pensar demasiado en las consecuencias, sin pensar en cómo Jungkook le haría la vida imposible luego, humillándolo y rompiendo su corazón con las palabras hirientes que escupía.

—Me costó demasiado tiempo entenderlo —comentó mirando hacia el frente—. No podía comprender porqué actuaste de esa manera, pero luego me di cuenta de que lo hiciste... Lo hiciste por tu trauma, Jungkook —explicó bajando la voz, mientras que este al escucharlo endureció sus facciones.

—Intentaste besarme...

—Yo jamás te hubiera hecho algún tipo de daño ni te hubiera obligado a algo que no querías. Simplemente, me gustabas, por Dios —lo interrumpió hablando dolido, y Jungkook bajó la cabeza—. Pero jamás me esperé que luego de eso te volvieras alguien tan idiota. Te convertiste en la peor persona que conocí en toda mi vida.

—Ya dije que lo siento.

—Hay veces en las que unas disculpas no desaparecen el dolor causado, Jungkook —murmuró desviando la mirada—. Y menos podría luego de lo que hiciste hoy.

—No fue en contra de ti.

—Le hiciste creer que solo me fijé en él por ti, idiota —conectó sus miradas, notando cómo este sonreía socarrón.

—¿Me dirás que es mentira?

—Lo es. Si me enamoré de Jungsuk, no fue porque tengo una maldita obsesión contigo. Si me enamoré de él, fue porque es completamente distinto a ti —aclaró entre dientes.

—Tienes razón. Somos distintos —asintió riendo—. Jungsuk es aun peor que yo.

—Cállate.

—¿Acaso no me escuchaste? Él siquiera fue capaz de explicarse y negarlo, ¿tú lo harás por él? —preguntó divertido.

—¡Eres un imbécil!

—Tranquilo. No vine aquí a pelear.

—¿Qué diablos es lo que quieres de mí para que me dejes en paz? —inquirió agotado.

—Solo quería disculparme contigo —respondió por lo bajo.

—No volveremos a ser amigos, Jungkook.

—No me interesa eso. Sé perfectamente que no volveremos a ser amigos, porque además estás con mi hermano —mencionó haciendo una mueca—. Dime, ¿ya follaron?

—Eso no te importa, imbécil —espetó sintiendo sus ojos arder por las lágrimas acumuladas.

—Ya me dijiste la respuesta. Qué asco —comentó disgustado, y Jimin lo sorprendió tomándolo de la camiseta, por lo que este conectó sus miradas sin ninguna expresión en su rostro, haciéndole saber que no le tenía miedo.

—Pues, tienes suerte porque lo que tenía con Jungsuk se acabó —masculló mientras sus lágrimas brotaban—. Ya no quiero estar cerca de él, y aún menos cerca de ti, porque ya confirmé que lo que dicen acerca de ustedes es verdad. Solo saben joder la vida de las personas que los rodean —Jungkook soltó una risa amarga mientras él lo soltaba para bajarse—. Púdranse.

—¡Tú también cuídate! —alzó la voz divertido al verlo cerrar la puerta.

Jungkook quería mostrarse divertido ante la situación, pero la verdad era que, al escucharlo sintió cómo la inquietud se instalaba en su pecho. Él no podía evitar sentir que era algo cierto, pues aquellas personas siempre terminaban afectadas, por lo que a su mente llegó el recuerdo de Hyesoo.
No quería pensar en cuánto le había jodido la vida, aun teniendo sentimientos por ella. Y ahora tan solo pensaba en que no sabía cómo podría enmendar todos sus errores, porque sentía ganas de luchar por ella.

No iba a permitir por nada en el mundo ser capaz de volver a joder su vida por miedo a dejarla entrar. Pero ¿Jungkook era realmente capaz de enfrentar a su hermano? ¿Era capaz al saber que eso podría desatar otro caos que sería aún peor?













(...)













Era de noche y Jonghyun se encontraba en el jardín delantero de su casa mientras caminaba de un lado hacia el otro, esperando que Hyesoo atendiese su llamada. Tan solo había pasado un día desde que le hizo saber que quería estar con ella, mientras la estrechaba entre sus brazos escuchando su llanto desconsolado.
Aún no podía comprender qué era lo que le sucedía, qué era lo que ella sentía por él, ya que se mantuvo en silencio ante lo dicho. Eso llegaba a desesperarlo demasiado, como también que se sintiese inseguro y se reprochara por haber abierto su corazón a ella, pero es que no podía decidir qué sentir. Pues, si así fuese, seguiría manteniendo su corazón cerrado, ya que su miedo seguía allí.

Un miedo que, Hyesoo, sin saberlo, había logrado que pudiese intentar dejarlo a un lado.

¿Hola?

Hey, ¿cómo has estado hoy? —preguntó rascando su nuca por el nerviosismo que intentaba controlar—. Te escribí, pero no respondiste.

Lo siento. Estuve trabajando y no lo vi.

Jonghyun hizo una mueca, intentando no escuchar la voz de su cabeza que le gritaba que le mentía. Pues, le había enviado el mensaje temprano y sabía que tuvo tiempo de responderle, por lo que eso no era una excusa.
Quería más que nada decírselo porque sus inseguridades estaban atacándolo, pero se decía que debía mantener la calma porque sabía perfectamente que había algo que le afectaba. Y quizás, esa podía ser la razón por la cual lo había ignorado.

—Está bien. ¿Cómo has estado?

Bien —respondió, por lo que Jonghyun no le creía y se quedó en silencio, pensando qué decir hasta que ella volvió a hablar—. ¿Y tú?

¿Has pensado en lo que te dije ayer? —preguntó ya sin poder soportarlo, y mordió su labio inferior con nerviosismo por el silencio de su parte.

N-no.

¿Quieres que nos veamos?

—Jonghyun...

Diablos, sé que quizás estoy abrumándote, pero es que... Me haces bien, Hyesoo —confesó con algo de dificultad, pasando la mano por su rostro mientras cerraba los ojos.

—¿Joven Jonghyun? —escuchó una voz femenina, que lo hizo voltear encontrándose con la servidumbre.

—¿Qué sucede, Doyeon?

—La cena ya está lista. Su padre y sus hermanos están esperándolo.

—Ya mismo voy. Gracias —la vio hacer una reverencia y volvió a voltear soltando un suspiro—. Ya debo ir a cenar o mi padre va a enfadarse. No quiero presionarte, pero necesito saber si he sido correspondido este tiempo o no es así —explicó desanimado—. Si no es así, entonces, eso podría significar que has estado jugando. Y no sé porqué harías algo cómo eso conmigo, Hyesoo.

Jonghyun...

Espero que podamos vernos mañana y me des una respuesta.

Sin más, colgó la llamada soltando un suspiro, para así volver a entrar a su casa. Este observó cómo su padre se encontraba con el semblante serio, con el mentón apoyado en sus manos teniendo sus dedos entrelazados, mientras que Jungkook estaba con sus facciones endurecidas, sentado a un lado de Jungsuk, el cual estaba demasiado tenso.
Ninguno podía fingir cómo se sentía, y cuando Jonghyun tomó asiento frente a sus hermanos, sintió cómo la tensión aumentaba volviéndose hasta asfixiante.

—Hasta que entras. ¿Qué estabas haciendo? —indagó fijando su atención en él mientras comenzaban a cortar la carne—. Coman.

—Solo estaba haciendo una llamada —respondió tomando la servilleta para colocarla sobre sus piernas, al igual que ellos.

Este al escuchar la risa amarga que soltó el de piercings, logrando llamar la atención de su padre, no pudo evitar tensarse, pero decidió callarse para no armar una pelea.

—¿Una llamada? —volvió su atención a Jonghyun—. ¿Con quién? ¿Hyesoo? Era así el nombre, ¿verdad? —miró a Jungkook y luego a Jonghyun.

—¿Podemos cambiar de tema de conversación, papá? —preguntó sin soportar la tensión.

—Oh, tranquilo, hermano —intervino Jungkook con una sonrisa burlona—. Puedes hablar tranquilamente de mi exnovia. No me molesta para nada.

—Claro. No es cómo si hace unos días atrás hubieses agarrado a golpes a tu hermano por eso y hayas llorado como una niñita —comentó cínico su padre, alzando una ceja y observando cómo endurecía sus facciones—. ¿Por qué ahora no te molestaría, Jungkook? ¿Hay algo que deba saber?

—Solo que... ya estoy interesado en alguien más —respondió sintiendo satisfacción por la mirada de Jungsuk, que dejó los cubiertos bruscamente en la mesa—. ¿Pasa algo, Jungsuk?

—¿Qué mierda quieres de mí? —preguntó entre dientes, provocando que Jungkook lo mirase entre sorprendido y divertido.

—¡Hey! —alzó la voz su padre, golpeando con la mano abierta la mesa—. ¿Qué es esa manera de dirigirte a tu hermano?

—Tú no lo entiendes —se dirigió a su padre, bajando la voz con un nudo formándose en su garganta—. Jungkook no es más que una basura. ¿Por qué no lo mandas lejos de una vez? ¡Ya no lo soportamos ni Jonghyun ni yo!

—Ah, ¿sí?

—¡¿Por qué no te mueres?! —gritó levantándose, escuchando cómo este volvía a reír divertido.

—¿Por qué no mejor lo haces tú? Es más, Jonghyun, ¿lo matas tú o lo mato yo? Tú dime —habló divertido apuntándolo con el cuchillo con total normalidad, provocando que Jonghyun abriera los ojos a la par por la sorpresa, mientras que Jungsuk lo miraba con su respiración pesada, intentando procesar lo que estaba sucediendo.

—¡¿Qué carajos, Jungkook?! ¡¿Cómo puedes jugar con algo como eso?! ¡¿Cómo ambos pueden decir algo como eso?! —cuestionó enfurecido, Jonghyun—. ¡¿En verdad se odian tanto?!

—¡Papá...! —Jungsuk intentó hablar.

—¡No me importa! ¡Se callan los tres, carajo! No quiero peleas durante la cena —masculló volviendo a golpear la mesa—. Hoy puedo compartir con ustedes, así que, intentemos llevar la fiesta en paz, ¿entendido?

Jonghyun miraba algo sorprendido al de gafas que tenía las manos empuñadas y parecía estar temblando de impotencia, mientras que Jungkook, el cual sonreía triunfante, tomó nuevamente los cubiertos para así comer. Pero para la sorpresa de todos, Jungsuk golpeó la mesa con ambas manos a la vez que se levantaba bruscamente, provocando que Jonghyun y Jaewook se sobresaltaran.

—¡Ya estoy agotado de esta mierda! —alzó la voz temblorosa a causa del llanto que estaba reteniendo mientras se alejaba de ellos.

—¡Hey! ¡Vuelve a la mesa! ¡¿Qué rayos te sucede?! —preguntó Jaewook, girando la cabeza a verlo.

—¡No puedo más! ¡Ya no puedo seguir fingiendo que todo está bien, cuando Jungkook no hace más que joderme la vida y tú no haces nada al respecto! —explicó frustrado—. ¡Lo único que he hecho todos estos malditos años, ha sido hacer cosas por ti, papá! ¡Todo para que puedas sentirte algún día orgulloso de mí, pero siquiera me notas! —escupió con su visión nublada por las lágrimas, notando cómo su padre parecía sorprendido, y Jonghyun tragó con dificultad, desviando la mirada—. ¡Nadie más que Jungkook lo hace y solo quiero que me deje en paz! ¡Libérame de una maldita vez! ¡Ya no puedo más, Jungkook! ¡¿Por qué tienes que ser así?!

—¿Así cómo? —inquirió levantándose.

—¡Solo nos odias! ¡Nunca has hecho algo bueno por nosotros! ¡Eres una mierda, Jungkook!

—¡No te atrevas a decir eso! —masculló acercándose enfurecido—. ¡Tú no tienes una maldita idea de lo que tuve que soportar por ustedes, maldito imbécil!

—¡¿De qué rayos hablan?! —examinó Jaewook.

—¡Tú nunca harías algo por nosotros!

—Lo hice. ¿Y sabes qué? —preguntó sonriente—. Ahora te haré otro favor para que no tengas que seguir escondiéndote con Jimin.

—¡Ya basta, Jungkook, por favor! —pidió con temor—. ¡¿Por qué no me dejas en paz de una vez?! ¡Ya no tengo a nadie más por ti! ¡Por tu culpa!

—¡¿Quieres saber por qué?! —preguntó enfurecido acercándose más, y Jungsuk no pudo evitar tragar en seco, queriendo alejarse—. Tú te atreviste a meterte en mi camino, así que te haré sentir tan miserable como me sentí...

—¡Ya basta, carajo! —intervino Jaewook, tomando del hombro a Jungkook para alejarlo de Jungsuk—. ¿Ahora qué diablos pasa entre ustedes?

Jungkook lo miraba amenazante con sus facciones endurecidas, mientras que Jungsuk intentaba procesar sus palabras, sin poder creerse que pudiese odiarlo por algo así. Recordaba perfectamente sus palabras en un pasado, por lo que ahora no podía comprender cómo había cambiado y haciéndole saber que nada de lo que le dijo en un pasado, era cierto.

—¿Por qué no le dices, Jungsuk? —examinó alzando una ceja, por lo que este arrugó levemente la frente sin entender a lo que se refería—. Vamos, es tu momento de salir del clóset, hermanito.

—N-no, no te atrevas —negó repetidamente icon la cabeza, atemorizado—. ¡¿Por qué me haces esto?!

—Porque las personas como tú... Solo me dan asco.

—¿Salir del clóset? ¿A qué carajos se refiere tu hermano, Jungsuk? —preguntó amenazante, por lo que dio un paso hacia atrás aún negando con la cabeza—. ¡Habla!

—¿Pueden dejarlo en paz? —intervino Jonghyun, acercándose al ya no soportar la situación—. No pasa nada. Es Jungkook que otra vez intenta molestarlo.

—Oh, ¿tú tampoco lo sabes? 

—Cállate y déjalo en paz —ordenó por lo bajo, por lo que lo miró sorprendido al darse cuenta de que sí lo sabía.

—¡Habla de una vez, Jungsuk! —exigía molesto, Jaewook.

—¿No lo harás? Entonces, con mucho gusto yo lo haré por ti. Te ayudaré a salir de una jodida vez.

—N-no, por favor, no —pidió con un hilo de voz y sus ojos cristalinos.

—¡Ya basta, Jungkook! —volvió a ordenar, Jonghyun—. ¡Esto no es algo que tengas que hacer tú!

—¡¿Es cierto, Jungsuk?! ¡¿En verdad eres gay?! —preguntó molesto, Jaewook.

—No...—negó con la cabeza rápidamente, dando otro paso hacia atrás, mientras Jonghyun lo observaba consternado al darse cuenta de su desesperación.

—¡¿Vas a negarlo?! ¡Te vi afuera besándote con tu supuesto amigo! —escupió mientras Jaewook lo escuchaba atónito—. ¡Ese mismo amigo que te follas! ¡Y no te atrevas a negarlo, porque él mismo me lo ha confirmado...!

—¡¿Puedes cerrar la maldita boca?! ¡Eres un idiota! —Jonghyun lo tomó de la chaqueta.

Jungkook lo observaba también enfurecido, queriendo empujarlo y gritarle, pero cuando estaba a punto de hacerlo, ambos escucharon un estruendo y un grito ahogado que los hizo sobresaltar. Al girar, observaron a Jungsuk, el cual estaba en el suelo, rompiendo a llorar mientras llevaba la mano a su rostro, cubriendo la mitad.
Jaewook se encontraba frente a él con la mano aún levantada, y su pecho que subía y bajaba por su respiración pesada, observándolo enfurecido.

—¡No es cierto! ¡No lo es! —sollozó desconsoladamente.

Jonghyun, al verlo de esa manera, desesperado y lleno de dolor por el rechazo de su padre, empujó a Jungkook con la intención de intervenir, pero sabía que si lo hacía, podría traerle más problemas a su hermano.

—¡No puedo creer que acabara siendo cierto! —alzó la voz mientras giraba masajeando su frente por la frustración—. ¡Mi tercer hijo enamorado de un hombre! ¡Un Jeon que se ha desviado! —exclamó extendiendo sus brazos—. ¡Sería el título perfecto! ¡¿Acaso sabes lo que se hablaría en los medios?! ¡¿Cómo rayos puedes hacerme esto?!

—¡Perdóname, por favor, perdóname! —pidió desesperado.

Jungsuk quitó la mano de su rostro, y Jonghyun al ver la mancha de sangre en su labio inferior, sintió cómo su corazón se encogía. No podía seguir viéndolo de esa manera, hacía que todo lo malo que pudo haber llegado a sentir por él por lo que había llegado a notar, desapareciera.

Quizás, Jeon Jungsuk estaba pagando su karma. No lo sabía, pero en ese momento solo quería que esa situación acabase y su padre pudiese aceptarlo.

—¡He hecho todo por ustedes! ¡Les he dado todo lo que me han pedido! ¡Les he salvado el trasero, aunque no debía hacerlo porque solo recibo sus malditos reclamos! —apuntó observándolos uno por uno, hasta que volvió su mirada a Jungsuk—. ¡¿Y así me pagas tú?! ¡¿Quieres arruinar mi imagen?!

—¡No es así! ¡No es lo que quiero! —aclaró rápidamente, negando con la cabeza y tragó con dificultad al sentir que estaba ahogándose por el llanto desconsolado—. ¡Por favor, escúchame...!

—¡No quiero escucharte! ¡Solo quiero que te vayas! ¡No quiero verte! —confesó enfurecido—. ¡Cuando te veo solo siento vergüenza y dolor por haberme pagado de esta manera!

—¡Perdóname, papá! ¡Por favor, perdóname! ¡Te juro que lo intenté! ¡No quería ser así! ¡Perdóname!

—¡Vete de una vez! ¡No me hagas hacer algo más de lo que me arrepienta!

Jungsuk, al escucharlo, sollozó desconsoladamente, inclinándose hacia adelante para apoyar la frente en sus manos que estaban en el suelo. Mentiría si dijera que no se esperaba para nada el rechazo de su padre, ya que siempre supo que había altas probabilidades. Pero lo que jamás se había esperado, era que este se atreviera por primera vez a golpearlo y, además, echarlo de su casa,
Inhalaba y exhalaba intentando poder mantener la calma, mientras se levantaba con algo de dificultad al temblar de impotencia. Dirigió su mirada a Jonghyun, que lo miraba abatido, para luego fijarla en Jungkook, el cual tragó con dificultad como si no estuviese disfrutando para nada lo que sucedió.

—¿Saben algo? —su voz salió temblorosa al intentar contener el llanto, llamando la atención de los tres—. Van a arrepentirse de esto —aseguró riendo histérico con sus ojos inyectados de sangre mientras asentía repetidamente con la cabeza.

—¿Estás amenazándome, Jungsuk? —preguntó su padre, pero pasó por completo de él para fijar nuevamente su mirada en Jungkook.

—Tú... Principalmente tú, Jungkook —apuntó humedeciendo sus labios, sintiendo el sabor metálico de su sangre—¡Voy a destruirte como tú te has encargado de destruir mi vida! ¡Te has jodido solo! —advirtió comenzando a caminar rápidamente hacia la salida.

—¡Vete de una vez y no te atrevas a volver! —alzó la voz, Jaewook, queriendo seguirlo, pero Jonghyun tomó su brazo para impedirlo—. ¡¿Amenazar a su propia familia?! ¡Está más enfermo de lo que creía!

—¿Estás contento, Jungkook? —preguntó molesto, antes de empezar a caminar hacia la salida, pero se detuvo a verlo y lo señaló—. Arruinaste aun más a esta familia. Felicidades, imbécil.

El pelilargo apresuró su paso para así alcanzar a su otro hermano, el cual se encontraba dirigiéndose hacia su coche mientras sentía su sangre hervir.
En ese momento, en todo lo que podía pensar era en cómo destruiría a su hermano. Algo que nunca pensó que se atrevería, a pesar de la forma en que siempre lo trató por estar lleno de rencor y odio.

—¡Jungsuk, espera! —ordenó Jonghyun, por lo que volteó a verlo suspirando, antes de abrir la puerta de su coche.

—¿Qué quieres? ¿Tú también vas a insultarme? —preguntó agotado—. ¡Yo no quería ser así, carajo! ¡Intenté seguir reprimiéndolo, pero Jimin llegó y yo no...!

—Hey, ¡tranquilo! No me debes explicaciones —lo interrumpió—. Yo quería evitar que esto pasara, por eso intervine antes de que lo dijera, pero es un maldito imbécil.

—Espera, ¿tú lo sabías? —lo observó sorprendido—. ¿Cómo?

—No digas nada, ¿está bien? —Jungsuk asintió—. Hyesoo me lo contó.

—Carajo...—suspiró desviando la mirada, sintiendo el nudo formarse nuevamente en su garganta.

—¿A dónde irás? —preguntó preocupado.

—No iré a la cabaña si es lo que piensas.

—Ya lo sé, por eso estoy preocupado.

—No lo sé —respondió con un hilo de voz—. Aeri y Jimin me odian. No tengo a nadie.

—¿Por qué Jimin te odia?

—Jungkook.

—¡Diablos! ¡Es que no entiendo porqué nos odia tanto! —exclamó frustrado.

—Tengo que irme, Jonghyun.

—¡Pero no tienes a dónde! —suspiró pensando—. Quizás lo mejor sea que vayas a la cabaña...

—No —lo interrumpió rápidamente, negando con la cabeza—. No volveré a ir allí. No puedo sin pensar en lo que ocurrió.

—Jungsuk...

—Buscaré otro lugar o dormiré en el coche.

—Nunca has estado solo y no quiero que la primera vez sea por esta mierda. Solo llámame y yo te llevaré tu ropa y lo que sea que necesites, ¿sí? —apoyó la mano en su hombro.

—Lo haré.

Jonghyun, para sorpresa de Jungsuk, lo envolvió en sus brazos, estrechándolo con fuerza, lo que hizo que por un momento le costase reaccionar. Pero acabó correspondiéndole, sintiendo una gran culpa, por lo que cerró los ojos con fuerza a la vez que el nudo en su garganta le dificultaba respirar.

—No me importa si te gusta un hombre o una mujer, porque lo que realmente me importa es que estés bien, Jungsuk —murmuró con suavidad—. Cuídate mucho.

Jungsuk, sintiendo su corazón dar un vuelco y sus lágrimas brotar, se separó intentando contener el llanto.

—Por favor, perdóname...

—Hey...—lo tomó de los hombros—, si pudiera hacer que volviéramos a ser los tres de antes, lo haría sin importar qué—aseguró con una media sonrisa de angustia—. Llámame cuando sepas lo que harás.

—Está bien. Cuídate tú también.

—Tendré que dormir con los ojos abiertos —intentó bromear.

Este desvió la mirada, asintiendo, para luego volver a acercarse a su coche.

















(...)

















Jungsuk no había sido capaz de seguir otro segundo más junto a su hermano, cuando se mostraba consternado por lo sucedido. Mientras conducía, pensaba quién podría ayudarlo, detestando de gran manera a Jungkook porque sabía perfectamente que si no intervenía, entonces, Aeri hubiese podido escucharlo.
Estaba seguro de que ella lo hubiese entendido, y nada de lo sucedido hubiese pasado. Y si no se atrevía también a intervenir con lo de Jimin, estarían más que bien juntos, por lo que podría buscarlo. Pero ahora estaba demasiado dolido al saber que jamás llegó a quererlo a él, sino que lo veía a Jungkook.

Aun así, no tenía a dónde ir, por lo que decidió intentarlo.

Estaba caminando lentamente por el pasillo, observando la puerta de su departamento, rogando que pudiese escucharlo. Tan solo sería una noche, ¿podría aceptarlo? ¿Al menos sería capaz de abrirle la puerta?
Por la forma en que lo había mirado, lo dudaba muchísimo, pero no perdía nada con intentarlo.

Tomó una bocanada de aire armándose de valor y tocó la puerta. Sentía cómo los nervios lo invadían, por lo que quería salir corriendo porque no sabía cómo se sentiría al ver sus ojos, pero aun así, esperó.
En cuanto la puerta se abrió, sintió cómo el oxígeno abandonaba sus pulmones por un momento al encontrarse con aquellos ojos mieles, que al principio destilaron sorpresa, pero luego se llenaron de dolor.

Este rápidamente tuvo la intención de cerrar la puerta, pero Jungsuk se lo impidió al colocar la mano.

—No, por favor.

—¿Qué rayos haces aquí, Jungsuk? —preguntó molesto—. Dije que no quiero verte.

—Por favor, tienes que escucharme —pidió cuando volvió a intentar cerrar la puerta, pero lo impidió.

—¡No quiero!

—¡Ya, Jimin! —exclamó frustrado, ejerciendo más fuerza para pasar, por lo que el rubio se alejó con sus facciones endurecidas.

—No sabes lo que es un maldito "no", ¿verdad? —preguntó alzando una ceja, mientras él cerraba la puerta a sus espaldas.

El rubio observó en ese momento la pequeña herida que llevaba en su labio inferior, como también la sangre seca, lo que despertó cierta curiosidad cómo preocupación en él, pero recordaba su engaño, para así no volverse débil, mientras que Jungsuk se acercaba a paso cauteloso con un nudo en la garganta.

—Tenemos que hablar.

—¡No me interesan tus falsas excusas, Jungsuk!

—Escúchame...

—¡Solo quiero que te vayas, carajo! ¡No puedo verte! —gritó con sus ojos cristalinos—. ¡Vete, por favor, vete!

—¡Me echaron de mi casa, Jimin! —confesó con la voz temblorosa mientras él abría los ojos a la par por la sorpresa.

—¿Qué? ¿Cómo que te han echado? —preguntó desconcertado—. Espera, ¿es por lo de Haesun? ¿Ellos no lo sabían? ¿Jungkook lo contó? —Jungsuk negó con la cabeza, presionando sus labios por un momento e intentando así contener su llanto—. ¿Entonces? ¿Por qué te echaron?

—Por ti —respondió por lo bajo, para luego tomar asiento en el sofá, por lo que Jimin se acercó a paso lento—. Me echaron porque estoy enamorado de ti, Jimin.

Este cubrió el rostro con las manos, rompiendo en llanto mientras que el rubio intentaba procesar sus palabras, sentándose en la mesa pequeña de madera que estaba en frente de él.

—¿Cómo es posible eso?

—Jungkook...—sollozó limpiando las lágrimas y sorbió su nariz—. Jungkook les confesó que estoy contigo.

—¿Qué? —preguntó atónito.

—Lo hizo y mi papá ya no quiere volver a verme —explicó lleno de dolor—. Jamás se enojó tanto conmigo. Se atrevió a golpearme, a decirme que le doy vergüenza y que no quiere volver a verme. ¡No sé qué voy a hacer! —sollozó volviendo a cubrirse el rostro—. Por favor, déjame quedarme contigo esta noche. Tan solo... Por favor...

Este sollozaba desconsoladamente cabizbaja aún cubriéndose el rostro, mientras que Jimin lo observaba abatido sin saber qué decir o hacer. No podía evitar sentir culpa por haber aparecido en su casa, ya que eso hizo que Jungkook los viese.
Pensaba en que si tan solo jamás hubiese ido, Jungsuk podría estar en su casa, tranquilamente con su familia mientras que él seguiría cegado por su amor. Y ahora que sabía cómo era realmente, prefería seguir con aquella venda en sus ojos que reconocer que Jungsuk no era alguien bueno ni para él ni para su corazón.

















(...)














A la tarde siguiente, Jungkook salía de su habitación aún en llamada con Aeri, ya que durante la noche anterior no había contestado sus mensajes ni llamadas. Y es que Jungkook no podía dejar de pensar en lo que se atrevió a hacer, dejándose llevar por el rencor y odio que siempre intentó esconder, pero era notable para la mayoría de personas.
Ahora no podía evitar sentir miedo, ya que había podido notar un gran odio en la mirada de Jungsuk. Algo que jamás había pasado antes porque siempre le permitió cruzar todos los límites.

No quería pensar en que Jungsuk era capaz de buscar joder más su vida, cuando era alguien realmente débil o el más débil de los tres, porque sabía perfectamente que era bueno para fingir ser alguien que no era. Todos, a excepción de Jungkook, lo veían siempre como la víctima, pero es que él pudo presenciar cómo era, en realidad, victimario.

Y ahora no podía dejar de pensar en qué era capaz de hacer Jungsuk.

¿Tenía miedo?

Sí.

Jamás había creído que podría temerle, a pesar de verlo como un hijo de puta, pero es que ahora tenía que convencerse de que no podría contra él.

—No sé si estaría bien volver a vernos, Aeri —mencionó bajando tranquilamente las escaleras.

Solo quiero que hablemos...

No lo entiendes. No quiero lastimarte...

Nos debemos una conversación. Tan solo ven, ¿sí?

—Está bien. Estoy por salir de casa, así que estaré allí en unos quince o veinte minutos. Pero solo hablaremos, ¿está bien?

Jungkook terminó de bajar las escaleras y quiso colgar la llamada, pero al escuchar unos pasos, levantó la mirada sintiendo cómo la sangre abandonaba su cuerpo. Su corazón parecía haberse detenido y el oxígeno abandonado sus pulmones.

—No...—dijo en un murmuro casi inaudible, dando pasos hacia atrás mientras negaba con la cabeza—. N-no...

Jungkook al seguir dando pasos hacia atrás, acabó chocando contra el escalón, lo que provocó que cayera sobre sobre las escaleras, golpeando su espalda. No pudo evitar gemir por el golpe, pero en ese momento, ese dolor no se comparaba con nada con la situación que estaba viviendo.
Sentía que se le dificultaba respirar y estaba temblando porque el miedo lo había invadido por completo.

Sentía que volvía a ser un niño indefenso al que le arrebataron todas sus esperanzas.

—Ha pasado tanto tiempo —habló con una media sonrisa de satisfacción—. Has crecido tanto que... Ya no estaría bien que te llamara "mi niño favorito", ¿verdad?

En ese momento, un grito ahogado escapó de los labios de Jungkook, mientras las lágrimas brotaban e intentaba subir las escaleras. Pero de los nervios y el miedo, al girar, volvió a caer al tropezarse con los escalones.

¡Hola!

¿Creen que las palabras de Jungsuk sean ciertas y busque destruir a Jungkook? ¿Será que Hyesoo al hablar con Jonghyun le diga la verdad o se atreva a volver con él? ¿Tienen alguna idea de quién puede ser la persona que aparece al final del capítulo?

Espero que les haya gustado el capítulo, si es así, no se olviden de votar y comentar.

¡Nos leemos pronto!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro