Un mes después

Tres veces han intentado matarme pero aun sigo viva, me da miedo dejarla sola cada vez nos hemos acercado más, casi todas las noches duermo a su lado a veces se despierta teniendo la pesadilla con Antonio, que ganas de matarlo.
Lo bueno es que dejó al imbécil de Fabricio, su familia no lo aceptó mucho ni menos sospechan que su hija está con la asesina que la secuestró.

-Despierta tan temprano.- besa mi cuello.

-Observaba tu paz interior.- acuesto mi cabeza en su pecho.- Te quiero.

-Estás bromeando?.- me toma de la cabeza haciendo que la mire.

-Nunca había hablado tan en serio mi carita de ángel, te quiero más que a nada en este mundo y te voy a cuidar hasta el final de mis días.- no aguanto y me echo a llorar.

Se sorprende un poco.

-Tranquila que estoy aquí, nada malo ya puede pasar y sabes que pasa que yo también te quiero mis ojitos de cielo.- me abraza.

-Quiero que te cuides así como te he enseñado este tiempo.

Le enseñé defensa personal y a disparar correctamente por si pasa alguna desgracia, la tengo bastante bien preparada.

-Eres la mejor profesora.- me besa intensamente quedando ella sobre mi.

Pone sus manos en mi trasero dando apretones, nos devoramos hasta que ya nuestras bocas duelen, debo admitir que me encantaría llegar a más y hacerla mía pero todo a su debido tiempo hasta que sepa que ella realmente quiere.

**

Camino por los alrededores de la mansión vigilando que no ande ningún intruso, hoy hay una reunión muy importante entre los principales líderes de la mafia, todos los años los Damnatus se encargan de realizarla con mucha fiesta y mujeres. Yo solo me ocupo de que no hayan disturbios para tener todo bajo control, así la policía nunca llega a jodernos.

No lo puedo creer, mis ojos están viendo a Samuel besándose muy apasionadamente con la chica que se va a casar y para el colmo es hermosa.
Paso rápido por el lado de ellos intentando pasar desapercibida pero el estúpido del perro me comienza a ladrar.

-Beatriz tanto tiempo.- besa mi mejilla como si nada.

-Hola.- sonrío sin abrir mi boca.

-Así que tú eres la ex novia de este guapísimo hombre.- me analiza de pies a cabeza.- Con razón estaba loco por ti si hasta a mí me dejas babeando.

Levanto mis cejas negando, estos dos están locos.

-Mira bonita yo nunca fui novia de él, solo nos acostamos un par de veces y eso fue todo ya no tiene importancia.

-Fueron buenos tiempos.- la abraza por la cintura.- Ahora soy feliz con ella.

Acaso cree que así me va a sacar celos?, por favor yo solo tengo ojos y pensamientos para mi carita de ángel, ya extraño verla y sentirla a mi lado.

-Debo seguir con lo mío.- tomo mi arma siguiendo el recorrido.

Que insoportable se ha vuelto toda la situación, hace un año nada me afectaba pero ahora es todo complejo los sentimientos se mezclan.

Los autos de los mafiosos empiezan a llegar uno por uno, algunos son unos chicos jóvenes guapísimo acompañados por súper modelos. Esto es raro, antes de Alexa ninguna chica me había gustado ni mucho menos me he acostado con ninguna pero la veo a ella y todas mis hormonas se alborotan, sin duda fue el mejor secuestro de todos.

Pasan las horas y la fiesta está por lo alto, todos los acuerdos comerciales se lograron a la perfección así que la gran mayoría de las personas están súper borrachas celebrando los tratos, aprovecho la ocasión y nos bebemos unas copas con mi querida Sabina.

La música se detiene y se escuchan unos tiros, todos corren a protegerse formando un gran alboroto, entran por los menos unos veinte sujetos armados sólo se les ven los ojos, hacen que nos pongamos de rodillas con las manos en la cabeza.

-No venimos a matarlos sólo queremos a una persona y se llama Beatriz.- habla uno de ellos.

Sabina me mira asustada indicando que me gire hacia otro lado, agacho mi mirada evitando que me vean.

-Que pasa si no está acá?.- dice nuestro jefe.

-Se que está aquí, un fuente muy cercana me lo dijo y si no hablan voy a empezar a matarlos uno por uno.- pone la pistola en la cabeza del jefe.

Me mira moviendo su rostro en señal de que huya, la argentina me cubre mientras nos arrastramos por el piso lentamente.

-Es la chica que va huyendo por allá, pueden atraparla.- se pone de pie Samuel.

No me lo puedo creer, nunca me lo esperé, me clavó un cuchillo por la espalda es un hijo de puta.

-Puto traidor.- grito y salgo corriendo de entre las balas.

Una me alcanza a dar en un brazo solo siento el ardor pero no me detengo, corro por entremedio de los árboles a todo lo que doy hasta llegar a una cueva, me escondo intentando calmar mis pulsaciones, dos de ellos se meten en esta pero los golpeo con mis puños hasta dejarlos nocaut.

Me sobresalto al verla llegar mi lado con dos Ak-47, me da una dándome una ligera sonrisa de apoyo, creo que aquí comienza la lucha por mi vida.

Nos cubrimos las espaldas la una con la otra disparandole a todo el que se nos cruza, las balas cada vez son menos y los hombres que aparecen son más, nos detenemos al darnos cuenta que llegamos a uno de los tantos acantilados que tiene esta maldita isla, el karma se me está devolviendo porque estoy sintiendo todo lo que mi carita de ángel sufrió aquí.

Los disparos y las voces ya se escuchan súper serca, Sabina se prepara para disparar pero la detengo haciendo que me mire a los ojos.

-Tu camino llega hasta aquí, debes correr recto hasta llegar a una roca grande ahí hay otra cueva, nadie te va a encontrar.- le ordeno.

-No te pienso dejar sola.- llora tomando su cabeza.

-Y yo no pienso dejar que mueras por defenderme.- la abrazo.- Le dirás a Alexa que estoy muy enamorada de ella y que desde el día que la vi me iluminó.

-Tú se lo vas a decir.- llora aun más intentando que huya con ella.

-No Sabina, mi vida en esta tierra está por acabarse.- saco mi collar que siempre llevo puesto y se lo paso.- Esto es para que me recuerdes, ahora lárgate de aquí que ya vienen.

Besa mi frente y se va hacia donde le indiqué.

Me arrodillo mirando el cielo, aquí me tienes querido dios esperando la bala que acabe con mi vida.

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Nooo😭😭