1.

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JiMin y sus padres salieron de la reunión con una sonrisa en sus rostros por el acuerdo que se acababa de «firmar» con una gota de su sangre en el contrato. Sus padres se sentían orgullosos de él por tomar una decisión pensando en él y su futuro, orgullos de que pudiera tomar una responsabilidad tan grande como lo era mantener viva una especie de magnífico poder.

Pero como el concejo les había dicho que ese dragón tenía un carácter fuerte e indiferente la mayoría de las veces que alguien se acercaba a él, temían por la seguridad de su hijo en ese aspecto pues aunque JiMin también tenía un carácter dominante no sabían qué tan testarudo sería el otro dragón. Aunque teniendo en cuenta que era un White y sus poderes estaban por encima de casi todos los demás, podría defenderse fácilmente y tenía la ventaja de romper el contrato si a pesar de los intentos que hiciera no daban frutos todo sería anulado y el concejo debía conseguir a otro dragón para su misión.

—Madre, padre, ¿hice bien? Quiero decir, no me arrepiento de mi elección en lo absoluto. Pero qué tal y si ese dragón es tan terco que no puedo lograr mi propósito.

Su madre se rió bajito y tapó su boca con su mano. En ese punto de su vida sabía que la belleza de su hijo era un arma de doble filo, en su hogar habían recibido a alfas que venían a pedir la mano de JiMin cuando su hijo ni siquiera los conocía, pero la vieja costumbre de que el alfa escogiera seguía viva y siempre acabaron rechazados con su esposo azotando la puerta en sus caras maldiciendo desde el interior de la casa por tal descaro.

—JiMin, eres hermoso y de los dragones más aclamados en toda esta aldea y mira que es grande, ¿crees qué ese dragón se podría resistir a tus encantos? —Su mano era cálida contra la piel blanca del menor, le hizo sentir un poco más confiado con su apoyo por lo que tomo su mano siguiendo su camino.

JiMin sonrío y asintió lentamente sintiendo un poco más de seguridad al saber que su belleza le podría ayudar a seducir al dragón. Tal vez debía pensar en un «plan» para comenzar a acercarse al dragón.

—JiMin, sólo te pido que tengas mucho cuidado y te defiendas de ser necesario. No sabemos que tan poderoso es ese chico —murmuró su padre tomando a su esposa de los hombros y la mano de su hijo cuando llegaron al centro de la aldea.

JiMin asintió ante las palabras de su padre y dejaron el tema para caminar nuevamente a su hogar con su familia que seguramente tendrían miles de preguntas para su hermano omega.

—Pero si SeonGwan es hermoso —renegó con voz cansada ante la terquedad de su amigo empeñado en negarse a cada propuesta.

—Que no lo quiero, ya basta.

NamJoon y TaeHyung suspiraron un poco cansados de la habitual respuesta que les daba su amigo casi siempre. El dragón estaba acostado en su sofá con una almohada entre sus rodillas y la mirada perdida en algún punto de la pared lejos de él, les preocupaba todo lo que pudiera estar pasando en la mente de su amigo.

—Hyung, a SeonGwan le gustas mucho y es un excelente dragón para ti, es muy lindo y su especie es algo fuerte, no tanto como la de usted pero bien y podría...

—Que no lo quiero, Tae.

—YoonGi, si no encuentras una pareja te vas a morir y extinguir tu especie, ¿no te preocupa eso? —En los minutos de silencio que pasaron después del comentario de TaeHyung decidió intervenir antes de que el moreno pudiera sentirse herido por las miradas filosas del otro. NamJoon conocía bien la especie de YoonGi así que su mayor preocupación era el peligro que estaba más cerca con el pasar de los días.

—No, no me importa.

NamJoon suspiró y se sobó las sienes demasiado agotado de intentar convencer a su mejor amigo en un tema que era casi imposible de tratar en cuanto se mencionaba.

—¿Y el White?

De pronto la mirada de YoonGi se volvió más oscura de la habitual y desvío la vista al cojín entre sus manos.

—¿Y él qué?

—¿No ha pasado nada con él? Ya sabes, ¿no quieres que sea tu pareja?

YoonGi no les contesto, no los miró pero notaron la incomodidad y la furia que comenzaba a reflejarse en la mirada escarlata, pero solamente se quedó viendo los pequeños cordones que colgaban a los lados del cojín y se mantuvo con una expresión neutra apretando sus labios.

—¿YoonGi?

—No, tampoco lo quiero a él. No quiero nada con nadie, ¿entiendes eso o necesito hacerte entender de otra forma más clara? Mierda... —NamJoon negó y se sentó a su lado en el sofá echando su cabello hacia atrás con su mano.

—YoonGi, eso paso hace casi cinco años, ¿no lo has podido olvidar?

El dragón negó suavemente y apretó el cojín con sus manos evitando golpear a NamJoon al decir tan fácilmente que olvidar aquello era fácil.

—No, no puedo. Simplemente es difícil olvidarme de él. ¿Acaso tú podrías olvidar a tu pareja tan fácilmente?

TaeHyung miró preocupado a su hermano NamJoon y se sentó al lado de YoonGi casi encima de sus pies jugando con el borde de su pantalón.

—Hyung, sabemos que fue demasiado duro tener que pasar por eso, sabemos que lo amaba como a nadie, pero tiene que seguir con su vida, tiene que evitar que su especie sea olvidada por todas las razas.

YoonGi suspiró y llevo sus manos a su rostro y lo talló suavemente, se sentía tan harto de todo; de las sugerencias de algún dragón para él, del concejo que siempre estaban presionandolo para que consiguiera una pareja, simplemente estaba harto de vivir entre miradas asombradas al ver que era el único de una especie que antes solía ser tan venerada estaba por morir y aquello parecía ser un motivo para celebrar para los demás.

Pero la guerra le había quitado todo y esa maldita pelea fue la causante de que su raza se fuera a la mierda, quedando él entre un montón de dragones que sólo lo veían y susurraban cosas a sus espaldas.

—Quiero estar solo, por favor.

—Pero hyung...

—¡Que me dejen solo! —Al oír la voz rota de YoonGi y sus ojos llorosos dejando ver sus lágrimas decidieron que era suficiente y dejarlo descansar era lo mejor que podían hacer por su amigo.

Los dos hermanos se levantaron y caminaron a la puerta de la casa y salir de ahí. No era bueno que YoonGi tuviera emociones tan fuertes sabiendo lo que podría ocurrir, pues había ocasiones en que todo se salía de control y causaba un gran problema poder controlar su temperamento siendo solamente ellos dos quienes lo acompañaban gran parte del tiempo.

YoonGi se dejo caer de espaldas al sofá, miró el techo color gris opaco y frunció el entrecejo al pensar en ese heredero de los White.

—No se parece en nada a él, pero no puedo dejar de pensar en ese chico.

Cuando TaeHyung y NamJoon llegaron a su hogar fueron recibidos por un rico aroma a comida recién hecha emanando desde la cocina y llenando la casa  NamJoon camino sonriendo a la cocina donde seguramente estaba su pareja haciendo la cena para los tres. TaeHyung negó divertido y subió las escaleras para ir a su habitación y leer algo pues no quería ver tantas demostraciones de amor entre sus amigos.

—¿Cómo te fue con YoonGi? —NamJoon ni siquiera había hablado y su pareja lo había reconocido de inmediato por el aroma tan feliz que llegaba a él. Sonrío y lo abrazo por la cintura y dejar un beso en su cuello y otro en su mejilla.

—Como siempre.

SeokJin suspiró profundamente y dejo de decorar la tarta para darse la vuelta y mirar a NamJoon. Lo veía cansado así que un poco de su aroma podía ayudarlo a liberar ese estrés que estaba guardando.

—Ya veo, sigue con lo mismo.

—Creo que deberíamos darle un poco de espacio, ya tiene suficiente con los reclamos del concejo como para tener también los nuestros.

—Estamos evitando que se extinga, debería agradecernos. Además, SeonGwan es hermoso, ¿quién no quisiera estar con él?

—Al parecer YoonGi.

SeokJin rió y asintió abrazando a NamJoon por los hombros cerrando sus ojos cuando las manos de su pareja tomaron su cintura y sintió un beso en su cuello.

—YoonGi no quiere a nadie.

NamJoon se quedó pensando unos segundos, sin decir nada y solamente viendo a un punto perdido de la cocina.

—¿Nam?

—Ahora que recuerdo, YoonGi cambio sus expresiones al haber mencionado a White.

—¿Cuál de todos? —Preguntó riéndose bajito al saber que eran una familia numerosa.

NamJoon murmuró su nombre para que solo SeokJin lo escuchará como si fuera un secreto entre ellos dos y miró los ojos verdes de su pareja que reflejaban su curiosidad.

—Hace unos días nos dijo que sentía y que había visto varias veces a los vigilantes del concejo verlo a lo lejoso demasiado atentos cuando salía de su casa. Cree que lo están observando para buscarle una pareja.

—¿Y JiMin cómo entra en ese tema?

—No lo entiendo muy bien, pero creo que YoonGi ve a MinHo en ese chico.

Los ojos de SeokJin se abrieron en sorpresa y negó casi aterrorizado por lo que su pareja acababa de decir con tanta naturalidad.

—Eso no puede ser, tendría que ser la reencarnación de MinHo para que lo vea en ese chico y JiMin ya tiene veinte años, eso es imposible.

—No me refiero en la apariencia, me refiero a la personalidad, su simpatía y todo eso. JiMin es alegre y sociable, MinHo también era así, se podría decir que JiMin y él tienen una personalidad parecida.

SeokJin pensó un poco en sus palabras, y comenzó a entender entonces pero aún preocupado porque su amigo estuviera viendo a la persona que antes amó en alguien más y totalmente ajeno al problema.

—Pobre YoonGi, entiendo que MinHo fue su primer y único amor en años, pero debería de seguir con su vida y entender.

—Así como lo hiciste tú —le dijo NamJoon besando su mejilla y SeokJin sonrió recordando a la pareja que antes perdió pero que años después pudo encontrar el amor nuevamente en esos ojos enigmáticos.

—Exacto, como lo hice yo.

—Padres, él es MinHyuk, mi pareja —les presentó HoSeok a sus padres y hermanos, tomando del brazo al chico castaño que apenado se agachó casi noventa grados y los hermanos de HoSeok se rieron bajito recibiendo la mirada enojada de HoSeok.

—Un gusto, MinHyuk —murmuró el señor Park con una expresión dura.

—Por favor, siéntense. YongGuk ayúdame a servir los platos para ellos, por favor.

JiMin miró al novio de su hermano y sonrió. Casi todos sus hermanos estaban encontrando una pareja, su hermano YongGuk ya tenía novia la cual podría ser pronto su cuñada, MiYeon estaba en proceso de conocer a SooJin después de conocerla en el lugar donde trabajaba, JungKook estaba enamorado de un dragón al que todavía no conocían y tampoco quería darles pistas de quién era e Irene ya estaba casada y en espera sus hijos que ya iban formándose en su vientre con lentitud.

Él era por ahora el único que no tenía pareja ya que casi nunca se interesó en eso debido a que fue más esencial para él entrenar y volverse más fuerte si iba a ser el único hijo que no se comprometiera. En el camino a casa sus padres le habían dicho que debían de contarle a sus hermanos lo que habían hablado con el concejo para que ellos le ayudarán de ser necesario.

Todos habían comenzado a comer escuchando las historias de los demás y también interrogando un poco a la pareja de su hermano y mientras disfrutaban de la cena, su padre levantó un poco su mano y todos le prestaron atención.

—Bien, como ya saben el concejo nos hizo ir a una reunión a nosotros y su hermano —dijo y señaló a JiMin–. Nos llamaron para contarnos que hay un dragón que está por extinguirse y quieren que JiMin tenga algo con él para permanecer la especie.

Todos en la mesa se quedaron callados sin poder hablar por la seriedad con la que su padre estaba hablando, veían a JiMin sin poder creerlo realmente y luego su madre prosiguió al notar que una tensión iba creándose en la mesa.

—Le pidieron a JiMin que intentara conquistar a ese dragón para crear una especie única y fuerte. Según nos dijeron ese chico es muy poderoso.

—¿Cuál es su nombre? —Les preguntó MiYeon con curiosidad y JiMin la miró.

—Min YoonGi.

MinHyuk se ahogo con su bebida y abrió los ojos demasiado sorprendido de oír ese nombre bajando el vaso a la mesa y viendo al hermano de su novio con preocupación.

—¿YoonGi? —Todos lo vieron confundidos y entonces el señor Park lo miró directamente sin entender la raíz de esa mirada.

—Él precisamente, ¿pasa algo con ese chico?

MinHyuk se sentó de una mejor manera aclarando su garganta y miró de reojo a JiMin, mientras todas las miradas estaban puestas en él esperando por una explicación que no les hiciera sentirse más preocupados después de ver su cara casi pálida.

—¿No conocen su especie?

Todos en la mesa negaron y aclaro su garganta para poder hablar correctamente. Le parecía un poco estúpido que hayan aceptado un trato sin conocer el trasfondo de esa especie y de dónde venía su origen sobre su extinción.

—Él o más bien Min YoonGi, pertenece a la raza Hell.

Los ojos de los padres White se abrieron en gran cantidad al reconocer el nombre de la raza. Vieron a la mujer apretar sus dientes y su mandíbula tensa al igual que su esposo que tomo su mano para sentir el apoyo de su esposa.

—No puede ser cierto.

—Lo es, lo digo en serio —bajo su mirada y retomo la conversación—, YoonGi es el último de esa especie, toda su raza enfrentó una terrible guerra donde los engañaron y acabaron con ellos con una trampa cruel, los padres de YoonGi eran los líderes de esa raza lo que lo convertía en el único sucesor, lo habían dejado a él con una amiga de la familia pues si era su heredero no podían ponerlo en peligro de morir y perder lo que habían construido por siglos.

—Sabemos eso, pero no entendemos por qué sabés todo esto, MinHyuk.

—Mi familia ayudo a la suya en varias ocasiones, eran amigos cercanos de mis padres por eso nosotros también escapamos durante años. Pero no es eso lo que me preocupa, los Hell tenían un poder tan inmenso que se podría decir que eran los reyes entre todas las razas, incluso los White como lo son ustedes le temían a esa raza, son extremadamente peligrosos.

—¿Por qué? —Se atrevió a decir JiMin  luego de unos segundos de silencio.

—Sus emociones, si son muy fuertes crean una catástrofe, es peor si los haces enojar, hubo una raza que los desafío mucho antes de la guerra y ellos se enojaron, acabaron con esa aldea que no les tomo ni siquiera un día destruir después de comenzar la pelea, acabaron totalmente con esa raza como si fuera pan comido sin dejar algún pequeño rastro de que esa raza hubiera existido, eliminaron su aldea totalmente dejando solo sus cenizas.

Lo que ninguno de ellos sabía, ni siquiera el propio MinHyuk. Es que la raza de los Hell era mucho más temible de lo que se podían siquiera imaginar y su relato no estaba ni un poco cerca de la realidad. No tenían ni la más mínima idea de cuán poderosos eran.

Pues su mismo nombre causaba temor de sólo nombrarlos.

Hell en español significa Infierno.

bangkatte  listo, ahora sí comenzaré a subir la historia pero lentamente sjdj. 

Los amo bebés. 💜

 

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