Las luces rojas de la sala eran tan tenues que ni siquiera podían ver sus rostros con claridad ya que las túnicas negras apenas y dejaban a la vista sus perfiles, todos estaban sentados sobre la mesa mientras esperaban culminar el tema que tanto les angustiaba a todos por el bienestar de las razas y su equilibrio de poder.

—¿Cómo lograremos eso? Park JiMin es un hermoso dragón, tendría excelentes crías de eso no hay duda, pero YoonGi no quiere a nadie en su vida. Jamás lograremos que formen una familia con ésa actitud.

—Pues debemos buscar una manera de hacerlo, JiMin es hermoso, eso es cierto, entonces usaremos su belleza en contra de YoonGi.

Los del concejo se vieron entre ellos inseguros del improvisado plan hecho por ellos mismos, ninguno tenía la certeza de que ese plan podría llevarse a cabo e impedir que la raza de YoonGi se terminará por extinguir.

—Se lo diremos a sus padres y a él en una junta. No traigan a YoonGi, tiene que ser secreto, debemos ser sigilosos.

—Entonces debemos convocar una reunión con los Park cuanto antes. —La sala se mantuvo en silencio después de aquello.

—Así es —dijo finamente el líder con un susurró casi inaudible que de no ser por el silencio nadie lo habría oído.

La reunión con la familia Park había sido convocada por medio de una carta explicando brevemente de lo que querían hablar, sembrando la duda con las intrigantes palabras que venían escritas en aquella carta.

La madre de JiMin era una mujer hermosa con el cabello rojizo y su padre un hombre de gran poder con el cabello castaño. Lo curioso era que JiMin su hijo tenía el cabello en color blanco platinado como lo era el color de sus escamas al transformarse en dragón haciéndole honor al nombre de su especie.

Ellos tres estaban alrededor de la mesa de cristal con un grabado misterioso en ella, los seis consejeros al frente de ellos y sus brazos cruzados, algunos de ellos dándose miradas ocasionales esperando que la reunión comenzará.

—Me gustaría saber el motivo para reunirnos solamente a nosotros y no a toda nuestra familia —habló el padre de JiMin mirando fijamente a cada miembro del concejo, esperando una respuesta que disipará sus dudas.

El líder del concejo asintió y su mirada se poso en JiMin únicamente, no se atrevía a ver a los padres del omega cuando cada uno parecía dispuesto a matar si algo se salía de control o se sentía amenazados.

—Deben de saber que entre nuestra aldea hay un dragón con grandes poderes y que está a nada de extinguir totalmente. Lo que sabemos, es que él es el único restante de su especie.

—¿Y eso cómo nos incluye a nosotros? —Habló la única mujer presente en la habitación, la duda en su voz no paso desapercibido por los demás y sintieron la tensión en el ambiente con su mirada en cada uno.

—Ustedes son de la familia White, sus poderes son maravillosos, excelentes dragones para tener crías al ser fértiles en la gran mayoría de su especie sin importar si es un omega hembra o macho. Ahora, quiero que imaginen qué podría ocurrir si la raza White se uniera con la única especie del mejor dragón en esta aldea, quién mejor que ustedes.

La pareja se vio entre ellos, atraídos por la idea de crear una especie mucho más fuerte que cualquier otra aunque seguían manteniendose al márgen de la situación. JiMin no estaba entendiendo en su totalidad, pero quería comprender que tal vez y lo quisieran casar con ese dragón del que hablaban.

—Parece que estamos entendiendo, pero queremos que se lo expliquen a nuestro hijo y dejar que él decida, nosotros no podemos obligarlo a nada.

—Bien, JiMin, lo que queremos decir, es que eres el partido excelente para este chico, eres joven y hermoso, pero este dragón es difícil de tratar. Y nunca ha querido a nadie a su lado, ni aunque fueran dragones hermosos. Parece que no le importa extinguir a su especie, pero a nosotros sí nos importa. Ayúdanos a mantener y crear una nueva especie de dragones.

JiMin miró al concejo y luego a sus padres. La idea de crear una raza para nada común, con poderes inalcanzables por nadie y evitar la extinción de una raza le sonaba bastante tentadora, su propia raza era fuerte y ese chico era especial.

Le traería orgullo a su raza.

—¿Pero por qué yo? Tengo dos hermanas y tres hermanos, de entre todos ellos me escogieron a mí, debe de haber alguna razón para eso —el concejo se miró entre ellos, eso era cierto, los Park tenían más hijos, pero había una razón para escogerlo a él.

—JiMin, hemos estado vigilando a YoonGi por unas semanas, y al parecer tiene un interés en dragones como tú, pues te veía constantemente si salía por la aldea aunque no sabía nada de ti y es por eso que te llamamos para saber si YoonGi quiere tener algo contigo. Tú eres nuestra única esperanza para evitar que YoonGi se extinga, JiMin.

El peli blanco se mostró sorprendido al oír que ese dragón lo veía a él, jamás lo había notado, de hecho, ni siquiera lo conocía. Aunque por lo que había escuchado es que no salía mucho a la aldea y eso pudo ser lo que le impidió conocerlo y darse cuenta de su presencia.

—Ya veo.

Los padres de JiMin se vieron entre ellos y su madre le puso una mano en el hombro como apoyo cuando lo vio metido en sus propios pensamientos, tal vez decidiendo qué haría.

—Si no quieres hacerlo, no lo hagas. No es tu obligación mantener esa especie.

El líder del concejo frunció el entrecejo y desvío su mirada al señor Park esperando a que el hombre dijera lo contrario a su esposa.

El hombre sólo se encogió de hombros con una pequeña sonrisa de orgullo y dijo:

—No vamos a obligar a nuestro hijo y si él no quiere ustedes tampoco pueden obligarlo. Hay muchas más especies de dragones en esta aldea u otras vecinas.

—Lo sabemos, pero la razón por la que quisieramos que JiMin este junto a ese dragón es por el gran poder que ustedes poseen. Sería una raza única en muchos siglos si se llega a mantener viva.

JiMin analizaba las palabras del concejo, le atraía la idea, no podía negarlo. Pero seducir a un dragón que no quería estar con nadie era decir que su carácter era pesado y que no iba a ser fácil cumplir el objetivo de mantener la especie del dragón marginado.

—JiMin no queremos presionarte, pero la especie de YoonGi corre peligro y él nos dijo una vez que cuando un miembro de su raza no encuentra pareja antes de los treinta años, muere. YoonGi tiene veinticuatro, tenemos algo de tiempo.

Los ojos de JiMin se abrieron en sorpresa, pues jamás había oído que un dragón muriera por no hallar una pareja antes de cierta edad.

—Lo haré, estoy dispuesto a crear una nueva especie.

El concejo sonrió en grande y sus padres igualmente, sintiéndose orgullosos de su hijo por tomar sus propias decisiones.

La misión de JiMin había comenzado, debía seducir al dragón y formar una familia con él.

Regresa Seduciendo al Dragón después de meses en borradores.

Les recuerdo que habrá lenguaje vulgar, escenas explícitas y situaciones incómodas que no les podrían agradar, quizás. Así que pido discreción y que eviten los malos comentarios.

Sin más les agradezco por haber pasado por está historia y darle una oportunidad.

Los amo bebés. 💜