23.

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El corazón de HoSeok seguía con un ritmo alto de pensar en que el concejo no podría llegar a tiempo. Negaba repetidamente mientras las lágrimas se escurrían de su rostro sin poder detenerlas. La gran casa donde se encontraba era demasiado silenciosa en esos momentos y se llenó de angustia al ver sombras detrás de las cortinas blancas. Sabía que eran plantas o los árboles con formas decorativas, pero eso no hacia que su miedo se fuera.

¿Quiénes eran esos hombres? Se repetía una y otra vez en su mente, quería dejar de pensar en eso, pero era algo que le tenía incluso aterrado de momento.

La molesta sensación de su cuerpo le hacía sentir agotado, pero incluso cerrar los ojos le daba miedo. Seguía sintiendo la presencia de esos desconocidos como su estuvieran a su lado.

—T-todo estará bien —se susurró a sí mismo mientras ponía sus manos en sus hombros para hacer el «abrazo de la mariposa» dando palmadas suaves e intentar calmarse un poco al menos.

—Todo estará bien...

SeongHwa, YunHo y HoongJoong corrían por las calles de la aldea alertando a los demás en silencio para que se comenzarán a preparar por si algo malo llegará a ocurrir por culpa de las dos razas que querían muerto al Hell y tocaban las puertas despertando a sus habitantes del sueño.

Más de uno los mando a la mierda, diciéndoles que si no fuera por esa raza Hell no se hubiera desatado la peor guerra entre dragones. Aún así ellos hicieron su trabajo de proteger a sus familias y cerraron todo con seguro, las ventanas se taparon y las luces dejaron de seguir encendidas dentro de las casas.

—HoongJoong... debemos ir por la calle de la casa de YoonGi, sé que los chicos están protegiendo esa área, pero sería mejor poder avisarles de lo que está pasando —le surgió SeongHwa y el castaño asintió mientras suspiraba.

—Esas malditas razas de...

Sus palabras quedaron silenciadas cuando una gran explosión se escuchó y las llamaradas de fuego se elevaron tan alto que sus ojos fueron capaces de verlas a pesar de la distancia. Era como si el suelo se abriera y hubiera dejado escapar al mismo infierno con un calor diabólico.

—No, no, no. ¡Esa es la calle de YoonGi! —Gritó YunHo y los tres se transformaron en su forma animal para llegar más rápido.

¿Qué había ocurrido ahí?

¿Los enemigos llegaron con YoonGi?

¿Por qué San, WooYoung y MinGi no estaban protegiendo la casa?

—¡Rápido! —Gritó HoongJoong, la desesperación carcomió su cuerpo, la ira creció enormemente y el miedo era palpable en los tres. Sus vuelos eran veloces, tanto como pudieran para evitar una mayor desgracia.

No sólo YoonGi estaba en peligro. Toda la aldea lo estaba.

—MinKi... ¿quieres que veamos esa casa? —Le apuntó MinHyun a una casa con un jardín levemente descuidado y solo unas pocas luces encendidas dentro de la casa.

—Sí, no perdemos nada con intentarlo.

Ambos corrieron al frente de la casa y MinKi pegó sus manos a una de las paredes de la casa para buscar el calor corporal.

—¿Cómo sabrás si es YoonGi? —Le dijo MinHyun y el otro río bajito.

—En mi especie hay una habilidad que te permite conocer a una persona por el calor corporal. Los Hell siempre han tenido un nivel de temperatura más alto que los demás dragones —le explicó y MinHyun asintió.

Pasaron unos pocos segundos cuando los ojos de MinKi se abrieron asombrados y una sádica sonrisa apareció en su rostro.

—MinHyun, ya lo encontramos —dijo y ambos sonrieron cómplices mientras caminaban a la puerta de la casa.

—¿Puedes abrirla? —Le pregunto MinKi y el otro miró a las ventanas de la casa.

—Si entramos por la puerta tendré que forzarla y hará ruido, es mejor buscar una ventana abierta —le dijo y ambos comenzaron a buscar lo que el rubio dijo.

Pasaron unos minutos hasta que encontraron una ventana de los lados sin el seguro puesto.

—¡MinGi, te dije que dejaras eso! —Escucharon la voz de un chico y luego la de otros dos. Se escondieron detrás de las paredes cuando vieron la sombra de tres hombres pasar cerca.

—Mierda... —dijo MinKi cuando cada uno comenzó a ir por lugares distintos de la casa. Un chico alto de cabello negro se detuvo casi por dónde ellos estaban y los nervios crecieron en sus cuerpos intentando hacerse más pequeños para no ser descubiertos.

—Espero que estés contento MinGi, dijiste que viste algo en el bosque y descuidamos la casa por unos minutos —le reclamó San y WooYoung asintió desde su lugar.

—¡En serio mire algo! —Les dijo y WooYoung se rió ignorando eso. MinGi tenía la costumbre de mentir mucho.

—Pero aún así siento que algo no está bien desde que llegamos —les dijo WooYoung y San asintió.

—Pareciera que algo está cerca.

MinHyun y MinKi comenzaron a retroceder sin poder despegar la vista de San, tenían que irse y volver por lo menos en unas horas más tarde. No creían que esos tres fueran a resistir toda la noche haciendo guardia. Las ramas bajo sus pies comenzaron a hacer más ruido, las hojas se movían y comenzó a hacer viento.

—No, no —dijo MinKi cuando el mapa de la aldea se salió de su bolsa por las ráfagas de aire que se soltaron. El pedazo de papel voló hasta que chocó con un árbol y uno de los otros se acercó a recogerlo.

—¿Qué es eso, MinGi? —Le pregunto WooYoung y el alfa miró a todos lados buscando algo o alguien.

—Es un mapa de la aldea, hay casas que están tachadas con pluma y tienen un camino recorrido marcado por muchas calles de la aldea —les dijo. Los otros dos se acercaron para ver lo mismo que el alfa.

—WooYoung espera, mira —dijo San a medio camino y su pareja se detuvo para prestarle atención.

—¿Qué pasa?

—Hay pisadas alrededor de la casa, las hay en el jardín y comienzan a ir hacía la parte de atrás —MinKi y MinHyun tragaron pesado cuando supieron que estaban en problemas, ese dragón era muy cuidadoso con los detalles que había alrededor, debían de escapar antes de que fueran atrapados.

—MinKi... vamos a correr hacia el bosque cuando te lo diga —le dijo el otro y el dragón negó efusivamente.

—¿Estás loco? No conocemos este bosque y ellos sí, estamos en desventaja.

—¿Prefieres eso o ser atrapado por ellos? —El chico gruño y colocó sus pies firmemente sobre la tierra dispuesto a acatar las órdenes de MinHyun.

—Una...

—MinGi, ve por el otro lado de la casa y vigila ahí —le dijo San con firmeza.

—Dos...

—WooYoung, tú ve al techo por si llegan a transformarse y volar —continuo dándole órdenes a su pareja.

—Y tre...

—Y yo me encargo de estos malditos —de repente sus cuerpos cayeron al piso y vieron al tal MinGi detrás de ellos mientras los sujetaba con fuerza.

Su mirada conecto con la de San, una mirada color oro llena de desprecio y dolor.

—¿Sabían que por su maldita guerra perdí a mi familia? ¿Sabían que miles de personas de esta aldea murieron por eso? ¡¿Lo sabían?! —San comenzó a golpear su rostro, tomando turnos para golpear a uno y luego al otro, sus ojos derramando lágrimas de dolor y coraje, WooYoung veía la escena con tristeza y MinGi se encargaba de no soltarlos para que San liberará todo ese dolor que contenía dentro de sí.

Esos dos infiltrados habían caído en su trampa, pensando que se repartirían el perímetro de la casa cuando en realidad habían descubierto su ubicación y supieron ponerse de acuerdo con la mirada y órdenes falsas.

De repente el cuerpo de MinKi comenzó a brillar con fuerza, haciendo a San detenerse. MinGi fue empujado con fuerza cuando el dragón hizo aparición frente a ellos. Un dragón enorme de color oro y destellos blancos en sus escamas. MinHyun no desaprovechó la oportunidad y se transformo en un dragón de escamas grises y gran altura.

Los rugidos aturdieron sus oídos y San termino chocando contra un árbol cuando la cola de MinKi lo golpeó con fuerza. MinHyun se giró a WooYoung y le rugió con fuerza antes de golpearle con una de sus alas haciendo que saliera volando. Chocó contra las paredes de la casa y tanto YoonGi y JiMin escucharon todo se levantaron aturdidos.

—¡¿YoonGi?! —Lo llamo desesperado cuando vio por la ventana a dos dragones de gran tamaño rugir y comenzar a lanzar fuego contra alguien.

El brazo del omega fue tomado con fuerza y cuando su rostro conectó con el del alfa supo que algo no estaba bien, algo estaba pasando.

—¿YoonGi, qué...?

—Son ellos... son ellos, son ellos —le dijo y de pronto YoonGi cayó de rodillas al piso con los ojos bañados en lágrimas y sus ojos abiertos en grande por el dolor y los recuerdos.

—YoonGi debemos irnos... ¡YoonGi, vámonos! —Lo jaló cuando la pared de la habitación fue rota por el cuerpo de un dragón. Pudo reconocerlo como MinGi por el diseño de escamas ovaladas en su cuerpo. El gran hueco dejó ver la pelea entre otros dragones.

Reconoció a los Moon y los Sun por esos colores y escamas tan llamativas, sabía que los otros eran miembros del concejo pero no tenía en claro quiénes pues nunca los había visto en sus formas animales.

Se giró y vió a YoonGi mirar aterrado la batalla entre los dragones. Supo que los recuerdos de aquella guerra estaban regresando con fuerza. La guerra que le arrebató todo y le dejo sin nada, solo aquel dolor y angustia.

—JiMin... vete —le dijo cuando la mirada azulada del Moon conecto a la suya.

—¡Estás loco, vámonos los dos! —Le gritó tomando su brazo, pero el fuego que lanzaron los dos dragones enemigos comenzó a incendiar la casa y cada vidrio o material inflamable comenzó a explotar lanzando los restos afilados y comenzando a cortar la piel de cada uno.

—¡YoonGi, vámonos por favor! —Le rogó sin detener las lágrimas que salieron inconscientemente.

El cuerpo del alfa se puso de pie y sintió las grandes manos tomar sus mejillas y verle a los ojos de una manera que le hizo aterrarse. Aferró sus manos a la cintura de YoonGi con la intención de no dejarlo ir, pero el alfa sonrió llorando y murmuró cerca de sus labios:

—No pienso perderte ahora que sé que te quiero.

Muy poco después sus labios se unieron por primera vez, se sellaron sin moverse y sólo sintiendo el miedo entre ellos dos.

Y todo se convirtió en fuego y un calor abrazador.

El futuro era incierto y cruel. Pero no estaba dispuesto a perder a nadie más después de sufrir la pérdida de una familia y una pareja a la que amo.


Los amo bebés. 💜

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