32.

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JiMin junto a los demas habían llegado a un campo de gran tamaño escondido entre todas las copas de los  gigantescos árboles, la torre que habían visto antes estaba totalmente abandonada y sin vigilancia alguna, sus cuerpos se paralizaron de miedo y sorpresa al ver a tantos dragones peleando contra otros seis dragones de color negro brillante y con diversos tonos rojizos que variaban en sus escamas desde el rojo más similar a la sangre a un color ocre que se desvanecía entre la oscuridad de sus escamas.

Lograron reconocer a esa raza de inmediato, JiMin se sintió tan aliviado de saber que YoonGi no era el único Hell que seguía con vida y no tendría que sufrir más por esa soledad que lo atormentaba, pero el sentimiento duro tan poco al ver que cientos de dragones se movían ágilmente por el bosque y creaban un círculo alrededor de los dragones.

Sus ojos comenzaron a arder cuando vió a esos seis dragones siendo casi derrotados, dos de ellos parecían estar muertos por las múltiples heridas que tenían en todo el cuerpo y sin embargo rogó por estar equivocado, otros dos de los chicos estaban juntos mientras uno parecía consolar al otro, a unos metros de ellos estaba otro dragón y en el hocico tenía a un dragón blanco bien agarrado por el cuello mientras seguía apretando con cada vez más fuerza, pero comenzó a caer del cielo cuando miro a un dragón atrapado entre una enorme y pesada red metálica, herido en gravedad y sin fuerzas.

—YoonGi... —logro susurrar antes de sentir el duro golpe en todo su cuerpo al caer en el suelo desde la altura donde estaban.

Pocos segundos pasaron cuando sus compañeros estaban ahí con él y San buscaba ayudarlo a levantar, notando que el White no tenía ni una pizca de fuerza en las piernas al ver que la persona que amaba estaba en tan mal estado y con la muerte acechando alrededor de los Hell.

—JiMin... —murmuró en un hilo de voz el alfa cuando lo miró junto a los miembros del concejo.

El White se levantó casi instantáneamente al oír su nombre ser pronunciado por la persona que arriesgaba su vida para escapar de ese lugar infernal.

—Así que tú eres JiMin —ni siquiera supo cuándo o cómo paso, pero su cara impacto contra el suelo y una firme garra lo tomó por el cuello sin hacer tanta presión como para matarlo.

—¡JiMin! —Dijo San asustado de ver a un dragón dorado tan alto y aterrador que ellos serían insignificantes a su lado, WooYoung lo detuvo y Yuta se puso a su lado, preparado para atacar cuando fuera necesario.

—Sabes, has sido un maldito grano en el culo a pesar de que ni siquiera estabas aquí, ese estúpido Hell ha sobrevivido solamente por ti y te puedo asegurar que si no fuera porque siente algo por ti se habría dejado matar desde hace tanto... —exclamó con odio mientras la pata se apretaba en su cuello y le dejaba con solo un mínimo de aire—. Y joder, ¡Estaba tan harto de eso! Tener que verlo pelear y matar a los míos, me sentía tan asqueado cada que mataba a los que se acercaban y todo por un maldito omega como tú.

WooYoung comenzó a ponerse nervioso cuando los dragones del bosque comenzaron a salir lentamente de su escondite y agarraban a los Hell que quedaban por sorpresa, haciendo que las cadenas y  golpes fueran constantes hasta que después de varios minutos de pelea lograron someterlos y dejarlo vigilados por varios mientras los otros se giraban hacía ellos y el Sun que tenía a JiMin por el cuello se reía como si fuera lo más cómico que haya visto nunca.

—Y pensar que durante tantos años fueron mis experimentos, habían perdido las esperanzas chicos, ¿qué pasó? ¿acaso YoonGi les dio ánimos de pelear y tener una vida normal? Déjenme decirles que ustedes nunca podrán conseguir eso, están destinados a la muerte y tragedia.

—¡Cállate! —Gritó enfurecido JiMin bajo la garra que se apretó más en su cuello haciéndole poner sus ojos en blanco.

—¿Y tú? No eres más que un estúpido al relacionarte con esta maldita raza de mierda, creía que los White eran más inteligentes, pero ver que te enamoraste de un Hell no hace más que convertirte en la misma mierda que ellos.

YoonGi gruño al ver que JaeHyun se reía y sacudía levemente a JiMin con la pata que lo tenía apresado. Se sentía tan patético al notar que no estaba haciendo nada por defenderlo aún cuando JiMin se había arriesgado tanto por él al venir aquí y además de eso encontrarlo en un estado lamentable, siendo débil por la droga y el mineral con el que estaban hechas las cadenas y que los volvía débiles a ellos.

—No... no sabes nada, maldito imbécil, sólo eres un arrogante que necesita matar a otros para sentirse poderoso... l-la verdadera mierda... eres tú —bramó JiMin con rabia al oír las palabras tan despectivas que usaba contra su raza y peor aún, contra los Hell.

JaeHyun formó una mueca de coraje y soltó a JiMin solo para empujarlo con una fuerza desmedida hacía una roca alta y que su cuerpo quedará atontado mientras él se aprovechaba de eso y lo golpeaba reiteradas veces cortando también su piel con sus dientes.

—¡JiMin! —Volvió a gritar San y está vez se escapó de WooYoung mientras a grandes zancadas se acercaba para ayudarlo, más los aliados de JaeHyun no permitirían que se acercara a él y lo derribaron antes de su llegada, comenzando a atacarlo mientras que WooYoung y Yuta corrían hacia ellos y de igual forma comenzaban a pelear en una batalla donde el vencedor no parecía estar nada claro, pues cada golpe que les daban era regresado con fuerza hacia ellos.

YoonGi se sintió impotente cuando su mirada enfocó las muecas que hacía JiMin cuando JaeHyun le mordió cerca del hombro y comenzó a mover su cabeza a los lados de manera desastrosa escuchando cómo la piel se rompía y los rugidos de JiMin se hacían cada vez más fuertes con JaeHyun fascinado en aquellos ruegos entre comillas, lo soltó y se rió de él mientras lo volvía a tomar por el cuello, pero está vez lo arrastraba mientras volaba bajo hasta llegar al lugar de YoonGi y propinarle un fuerte golpe en la mandíbula.

—Ya perdiste antes a un omega, ¿verdad? Dime, ¿qué crees que se sienta perder a otro? —Preguntó burlón y YoonGi se comenzó a mover totalmente desesperado al oír eso.

No podía perderlo, no pensaba sufrir más. JiMin se había vuelto su felicidad y el motivo para seguir.

¿Perderlo? Sería condenarlo a una muerte lenta y dolorosa hasta que sus días acabarán. El tan solo imaginar que podría perder a JiMin hizo que su corazón se comenzará a desesperar y su cuerpo temblara sin control.

—No, y-yo... —las palabras se quedaron atascadas en su garganta cuando miro a JiMin lagrimear de dolor por la herida, sin despegar su vista de él, rogando con su mirada de zafiro que no hiciera nada que lo perjudicara a él y a los Hell que acababa de conocer.

—Podemos hacer un trato... —comenzó a decir el Sun con notable altanería—. Si tú dejas que yo termine contigo dejaré ir a este omega y los del concejo que están allá, pero obviamente hay condiciones, YoonGi —espetó con burla y eso aumento el coraje que JiMin sentía en todo su cuerpo, viendo que el Sun se aprovechaba del débil estado físico y mental de YoonGi para persuadirlo y ponerle fin a la vida del alfa.

—¿Y ellos? ¿Qué pasará con YeonJun y los demás? —Le pregunto el alfa con la voz ronca por los anteriores rugidos y JaeHyun sonrió cínico.

—¿Crees qué los dejaré ir? Tengo que vengarme de una u otra forma, YoonGi. Tal vez obligue a BeomGyu o SooBin a tener mi descendencia, no lo sé... puedo hacer que YeonJun y TaeHyun peleen entre ellos con alguna droga que los ponga locos y a Kai puedo seguir usándolo como experimento —mientras más seguía hablando, YoonGi se sentía cada vez más asqueado de la persona tan patética que era JaeHyun—. ¡Hay tantas cosas que puedo hacer con ellos! Y tú —dijo apuntándole sin verlo—, no me puedes detener —finalizó mientras la mirada dorada como oro penetraba su alma hasta dejarla herida.

No entendía, ellos simplemente habían nacido como un Hell, ¿estaban maldecidos por eso? Sabía que daban miedo, lo confirmó muchas veces de niño, pero jamás creyó que aquel miedo se podría convertir en un odio tan fuerte como el de JaeHyun.

Gruñó enojado cuando vió a JaeHyun levantar a JiMin de un jalón y sonreír burlón hacía él. Vió que lamió la mejilla del omega y eso basto para hacerle enojar e intentar ponerse de pie aún con la gran red encima, otros dragones se rieron al ver que sus intentos eran en vano y solo se lastimaba con cada levantamiento que intentaba hacer para atacar a JaeHyun.

Pero entre todos ellos había un dragón que estaba harto de aquel odio hacia una raza que nunca les había hecho nada, tuvo que verlos y oír sus lamentos de sufrimiento, escuchar sus ruegos cuando iban al laboratorio y como pedían ayuda cada que alguien aparecía en el pasillo, el mismo miedo que ellos habían sentido también lo sintió él al no poder ayudarlos por temor a morir y dejar a su omega sin un esposo y sin padre a sus hijos. Estaba cansado de escuchar incluso en sus sueños los lamentos y gritos de dolor que llenaban aquel lugar.

Pero estaba harto de aquel sufrimiento sin justificación, asi que con discreción camino a las estacas que mantenían la red clavada y comenzó a sacarla lentamente para no hacer ningún tipo de ruido. YoonGi sintió que algo cambio en el peso de la red y giró su rostro muy levemente para ver a un dragón gris con destellos plateados en las escamas sacar las estacas de metal, no entendía por qué hacía eso, pero estaba seguro que se lo agradecería por siempre.

HyunJin siguió sacando las estacas sin ser notado y cuando sacó la última volvió a su puesto para no dejar rastro de él, entonces cuando YoonGi vio que estaba en su lugar otra vez, rugió y se levantó de golpe haciendo que la red cayera sobre otros y comenzarán a enredarse en ella, con aquel sentimiento de odio en lo más profundo de su pecho atacó a JaeHyun haciendo que soltara a JiMin y le sacudió ferozmente cuando vio a su omega ser ayudado por Yuta.

Los dragones se abalanzaron sobre él, dejando a WooYoung y San sin vigilancia y liberarse de las cadenas que los rodeaban, el fuego se hizo presente al ver que YoonGi comenzó a tener la ventaja al tomar una de las estacas que lo aprisionaron antes y la clavo en el hombro de JaeHyun, haciendo que grite de dolor y estirará su cuello para morderlo, haciendo que solo sus colmillos le rozaran y dejaran una herida en su pecho.

Los compañeros de JiMin se levantaron y mientras San comenzaba a sanarlo WooYoung y Yuta peleaban por los dragones que se giraban hacía ellos teniendo una leve ventaja porque toda la atención estaba en la pelea de JaeHyun.

Otros que seguían conmocionado no podían siquiera moverse y sólo veían las batallas estupefactos y sin poder creer que la raza que tanto odiaba JaeHyun estuviera teniendo ventaja sobre él cuando YoonGi lo sometía cada vez más ante su fuerza, demostrando que era mucho más poderoso que él y no tendría oportunidad para ganar.

BeomGyu, YeonJun y SooBin sintieron las cadenas irse cuando Yuta paso a su lado y comenzó a liberarlos uno por uno, haciendo que por lo menos fueran más para pelear contra los Moon y los Sun.

Nuevamente la sangre comenzó a llenar el campo, manchando el verde césped para convertirlo en un gran tapete de sangre fresca por dónde sea que viera, los cimientos destrozados y a todos intentar defenderse.

San sonrió cínico cuando escucho los rugidos en el cielo y levantó su cabeza para ver que HoongJoong y todos los demás habían llegado para ayudarlos.  Aún sin bajar del cielo comenzaron a atacar con el fuego y vieron que otros se elevaban del suelo para atacar y defender a JaeHyun quién seguía en una ardua pelea contra el Hell.

JiMin abrió sus ojos y visualizó a todo su grupo ayudando para liberarlos, matando sin importar ya, pues solo buscaban ayudar a sus amigos.

—¡MinGi, tú y yo iremos con YoonGi, los demás ayuden a los otros! —Ordenó HoongJoong y el alfa grisáceo fue junto a él y sujeto las alas de JaeHyun mientras el otro lo atacaba y YoonGi lo mordía desgarrando su piel cada que los dientes se incrustaban y perforaban su piel, sintiendo el gran dolor que hacia aquella acción y la sangre caliente salía y llenaba con ella los dientes de YoonGi dándole un aspecto aterrador.

—Ahora dime, ¿quién no puede detenerme a mí? —Rugió YoonGi mientras sacaba sus dientes afilados con rudeza y sonreía cínico a JaeHyun, quién lo mataba con la mirada.

—Es a mí a quien no puedes detener.

HyunJin fue quien ayudó a YoonGi, lloro brillitos.

Los amo bebés. 💜

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