***Silencio y tic tac***

La tensión en la casa Potter era gigante.

El reloj en la pared hace un tic tac constante que nunca paraba. El sonido de los cubiertos chocando entre si llenaba el ambiente incómodo. Y las miradas nada disimuladas que se daban unos a otros.

Estaba por suceder algo, supo Harry al instante, y sabía que no le gustaría nada.

Su padre fue el primero en soltar los cubiertos de la nada, deteniendo todo movimiento. Todos estaban petrificados en su lugar, mirando fijamente al Potter que se había parado.

"Si no me muevo no me ven" se rio la voz de Ginny en su cabeza mientras Harry veía de reojo a Severus, que sacaba un lenta, pero disimuladamente, su varita, solo por si acaso.

-Padre -comenzó suave Harry mientras levantaba las manos y lo miraba con los ojos entrecerrados.

¡Oh! Que grave error.

Escuchar la voz de Harry fue el interruptor que hizo que James Potter saltara sobre la mesa y encima del profesor de Pociones.

Todo fue en cámara lenta. Los ojos de Lily se abrieron enormemente, mientras veía el mantel ser jalado mientras todos los platos y vasos caían al piso. Remus vio estupefacto como James saltaba encima de Severus. Sirius parecía que le brillaban los ojos con la característica locura Black, a punto de apoyar a su amigo.

Y Harry...

Harry no pudo hacer nada más que quedarse allí, mirando totalmente impresionado como el su padre y su pareja caían al piso juntos, a punto de iniciar una pelea.

"Mierda" susurro la voz de Hermione "¡Haz algo Harry!" le grito, y fue suficiente para que Harry reaccionara.

- ¡Padre! -grito, pero no fue suficiente.

Un golpe dio de lleno en la mejilla del Prince, que obviamente no se quedaría allí y recibiría el golpe pasivamente. Levanto su puño y le pego a James.

- ¡Oigan! -exclamo, antes de mirar a su madre, que miraba toda la comida desperdiciada en el suelo, y luego miraba a Sirius que le festejaba y alentaba a James, y diciéndole a Remus que se moviera, que dejara que ellos pelearan.

"Alguien dormirá en el sillón esta noche" Se burló Ginny condescendientemente.

"Silencio" dijo en un siseo.

- ¡James Thomas Potter y Severus Tobías Snape!- el grito de su madre resonó en todo el comedor, deteniendo a James justo antes de que estampe su puño en la nariz del profesor.

El silencio volvió a reinar en la sala.

Tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac.

Y el reloj exploto en mil pedazos.

***SS/HP***

Cada uno se sentó en un sofá. James y Lily en uno de dos personas. Harry y Severus en otro de dos al frente de los Potter, y Sirius con Remus en uno individual cada uno.

Silencio nuevamente.

Para ser honesto, Harry no sabía si esto había salido mejor de lo que esperaba o peor.

Tenía las esperanzas de que su padre y padrino pudieran contenerse, pero vio que era casi imposible para ellos, era como pedirle a un niño que no tome una galleta si está completamente solo y la galleta esta frente a sus ojo. O como decirle a un perro abandonado que no hurgue en la basura. Eso, era pedir mucho... dios su mente se puso deprimente al pensar en perritos sin dueños.

-Escúchenme atentamente... -comenzó Lily con voz calmada, mirando a James, Sirius y Severus.

Honestamente se veía aterradora.

-No quiero verlos... Ni oírlos... NI siquiera imaginarlos... Pelearse de nuevo -les siseo a todos amenazadoramente -Porque si no me asegurare de que sean castigados muy, pero muy profundamente -sus ojos verdes, tan parecidos pero a la vez tan diferentes a los de Harry, brillaron ferozmente. Estaba empezando a pensar que de hecho su madre era la hija de Tom Riddle y no su padre -Limpiaran toda la casa sin magia. Ordenaran el jardín, harán las tareas de Harry, cocinaran... Y si, Severus, tú también -su vista se fijó en el hombre que estaba a punto de hablar, pero cerró la boca de inmediato -TÚ, james Potter, me asegurare de que duermas en el sofá para una sola persona por todo el año. TU Sirius Black también, y sé que Remus me apoyara... Y TÚ, Severus Snape me asegurare de hablar con el Profesor Dumbledore para que te asigne para darle clases particulares a cada revoltoso Gryffindor... Todos los días. -termino, y todos en la habitación palidecieron.

El silencio reino nuevamente, dejando que los castigos se metan en sus cabezas tan profundamente que tengan miedo de volver a decir una palabra frente al otro.

Lástima que a James Potter le faltaba uno para el peso.

-PERO... Ey... Harry mi cachorro, mi hijo está saliendo con Snivellus... ¿Lo entiendes Lily Flor? Con Snivellus, el grasiento Snivellus... Sin mencionar que es mucho más mayor que él, tanto así que podría ser su padre -exclamo agitando las manos exageradamente.

Y dios, Harry quiso maldecir a su padre por usar el apodo hacia su madre en un momento como este. Sin mencionar el de Severus, el cual solamente soltó una risa condescendiente y puso los ojos en blanco.

- ¿Prefieres Sugar Daddy? -pregunto Severus solo para molestarlo.

Y Merlín, Harry de verdad, de verdad quiso golpearlo por eso.

La pelea volvió a comenzar, uno estaba arriba un momento, después era volteado y estaba el otro. Sus ojos terminarían morados, los dos con un labio roto. El cabello de Severus mas despeinado que el de la tía Bella, y los lentes de su padre rotos en su cara.

- ¡Eso James! -se escuchó en un momento, pero no llego a decir nada más, ya que un hechizo se le fue lanzado por Remus y su boca desapareció.

El Negro miro acusadoramente al hombre lobo, que solamente lo fulmino con la mirada.

Dejando de prestarles atención a sus tíos, Harry giro su mirada hacia su madre, y dios, quiso esconderse en ese momento, porque aunque la ira no iba dirigida hacia él, si daba miedo.

"Esto cada vez se pone más interesante" se burló Ginny en su mente. Harry la silencio de inmediato.

De la nada su padre y su pareja estaban flotando, alejándose el uno del otro.

-Saben pequeños zánganos despreciables -dijo con los ojos abiertos de ira -Quedaran colgando allí, el uno al lado del otro pero sin poder tocarse por el resto de la semana -sus manos estaban en su cintura -Y no los bajaremos hasta que arreglen todas sus disputas -con eso movió su varita y ambos se quedaron allí colgando, sin caerse en ningún momento. Después se giró hacia Remus y Harry, haciendo que ambos tiemblen levemente, pero sonrió con una dulzura enfermiza, y dijo - ¿Quieren acompañarme a comer el postre a la cocina? Es una choco torta -comenzó a caminar hacia la otra habitación, sin voltear a ver si la seguían.

Se escucharon los gritos de James de fondo, quejándose de que él quería.

¿Y Sirius? Bueno, fue pegado al sofá sin la posibilidad de hablar por Remus, que sonrió complacido una vez que llego a la cocina.

El chucho y los otros se lo merecían.

***SS//HP***

El silencio en la sala de estar era totalmente denso, solamente roto por el quejido habitual de James, y el movimiento casi leve del trasero ya incomodo de Sirius.

- ¿Lo hicieron muchas veces? -Pregunto James girando su rostro para mirarlo.

Severus, que había encontrado la forma para sentarse en el aire, lo miro con una ceja levantada unos momentos, antes de asentir.

El potter gimió como si le doliera mucho lo que acababa de escuchar, y honestamente a Severus no le sorprendería que fuera así.

-Dios... -susurro -Es mi hijo... ¿comprendes? Es mi cachorro... Y quiero lo mejor para el -dijo pasivamente, tratando de tener una charla razonable.

- ¿Y yo no soy lo mejor? -pregunto, ya sabiendo la respuesta.

-Oh, santo cielos, no. No lo eres Snape. Pero de tantas posibilidades él te escogió a ti, y eso si lo entiendo... Mi hijo te ama, eso se ve en su mirada... Y me va a costar aceptarlo... Porque... Porque dios, eres tu... Pero por él lo hare -la firmeza brillaba en sus ojos avellana -Pero tú tienes que jurar protegerlo ante todo, jamás dañarlo... Aunque no lo muestre, mi cuervo es bastante susceptible en algunas ocasiones, más que nada cuando se trata de sentimientos hacia otras personas.

Severus lo miro fijamente unos momentos, viendo la honestidad en la mirada del hombre.

-Bien. Juro no hacerle daño -acepto con facilidad -No le haría eso jamás -prometió.

Autora: Pov; resulta que Severus es el señor oscuro y tortura a Harry por fallar en una misión xdd (Historia de viaje en el tiempo)

-No lo haría porque me he enamorado de él -sonrió levemente.

Y James entendió, le asintió con la cabeza y acepto a su yerno, por mucho que no quisiera.

Y Sirius... Sirius miraba con el ceño frunció a los dos, tratando de hablar pero sin poder.

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Queridos lectores/as:

Espero que les haya gustado el extra, y les agradezco mucho por esperar tanto tiempo hasta que lo suba. Perdón por no hacerlo especialmente largo, pero como era un extra no le vi mucho sentido extenderlo tanto.

en fin, aun queda otro extra mas por escribir, pero dudo que lo escriba pronto... Perdón jsjjsdja.

1483 palabras.

Con cariño y amor: Alaisha Grindelwald.

MarLove