17.- Epílogo

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Severus Snape a veces se maravillaba de como había mejorado su vida desde aquel día en que, sin saber que estaba sucediendo con el hijo de su mejor amiga, había decidido dar un enorme salto de fe y se integró a una organización que era un tercer lado en una guerra sin cuartel entre dos lunáticos en espectros contrarios de la magia.

Cuando "Orpheus" terminó Hogwarts, Severus y él se casaron apenas Orpheus cumplió los 18 y aunque su boda despertó muchos titulares, estos fueron opacados por la boda entre Harry Potter y Thomas Black. La primera boda suscito controversias por la diferencia de edades (aparente) mientras la segunda suscito controversias por que dejaba de manifiesto que Harry Potter estaba fuera del mercado.

Hubo gente que especulo que la pareja de Severus y Orpheus solo se había dado en el fragor de la batalla y no durarían pero aquí estaban, luego de casi 7 años, esperando para iniciar uno de los planes más esperados tanto por todos los miembros de Umbra, como por él futuro Ministro de Magia más joven en la historia.

Amelia Bones se retiraba del puesto y Thomas Black, quién había tenido una brillante carrera en el Wizengamot una vez que tomó el escaño Black, estaba postulándose al puesto.

Al día siguiente sería el arranque de su campaña y su esposo, Harry Potter, le había solicitado a Severus que verificará junto con él el recinto donde harían el discurso inaugural de la campaña. Harry se había avocado de lleno a esta campaña y Thomas se dedico a pulir los discursos y propuestas mientras Harry se encargaría de la logística de los mítines y presentaciones. Harry había planeado transmitir el discurso en la última adecuación mágica, la televisión.

Severus tenía que aceptar que Harry era bueno en este trabajo, habiendo heredado el histrionismo de su padre y la lógica aplastante de su madre, era una consecuencia esperada. El lugar elegido era una mansión muggle reformada con las últimas barreras desarrolladas para mantener a los muggles lejos del lugar.

Contrario a las barreras habituales anti-muggles que hacían que las zonas mágicas se vieran como ruinas o lugares embrujados, estas barreras eran todo lo contrario. Hacían que los lugares parecían edificios ultra-exclusivos y de vez en cuando hacía que los magos que ingresaran por las puertas, se vieran como muggles ultrarricos, así que nadie intentaba ingresar a estos bunkers para gente de mucho dinero.

Curiosamente, la gente que "podría" pagar por los servicios de estos bunkers de ricos, también eran alejados, considerándolos lugares insuficientes para ellos. Así que ni los muggles de pocos recursos como los de exceso de recursos, se veían en la necesidad de averiguar que había en estos edificios sellados y de apariencia de lujo excesivo.

Esta mansión era una de las muchas que Harry y Thomas habían comprado y reformado, convirtiéndolas en salones de renta. Cualquier mago podía rentarlos para lo que fuera y normalmente lo usaban para eventos como bailes, bodas, y en este caso, mítines políticos.

A Harry se le había ocurrido esta idea luego de que Bill se caso con Fleur y estos se casaron en La Madriguera. Fleur dijo que había sido una boda muy linda pero se sentía apenada de que su suegra y su familia hubieran tenido que hacer tanto trabajo en montar la carpa, decorarla y no hubiera esas cosas muggles de planeador de bodas pero mágico.

Harry pensó que esa idea tenía potencial y la hablo con Thomas. Thomas pensaba que había un nicho de mercado ahí y los "tíos" de Draco quisieron invertir. Ellos se encargaron de la decoración inicial y Harry y Thomas de conseguir reformar estas mansiones.

La idea explotó en el primer año de funcionamiento y varias novias habían apartado su mansión por varios galeones. Los "tíos" de Draco se convirtieron en sus primeros planeadores de eventos y eran muy buenos en su trabajo, pero para los eventos políticos, Harry era el hombre.

Él se había encargado de varios de los discursos y eventos organizados por Madame Bones y ella siempre había quedado satisfecha. Thomas se encargaba de la cartera de clientes al tiempo que hacía conexiones con empresarios y políticos para su, en ese entonces, futura campaña.

Los duendes que habían ayudado a Umbra estaban felices, ya que gracias a Thomas y Draco, muchas leyes contra las criaturas habían sido abolidas y si eso no fuera suficiente, las inversiones de los miembros de Umbra con más recursos, habían reactivado el flujo de oro del Reino Unido. Casi nadie sabía pero si la guerra no hubiera sido acabada por Umbra, la economía del mágico Reino Unido hubiera colapsado. Ahora eso ya no era un problema y el callejón Diagon o el Knockturn no eran los únicos centros de comercio mágico.

Orpheus decidió invertir en un par de centros comerciales mágicos, disfrazados de centros comerciales muggles comunes y corrientes, había tiendas mágicas que solo podían ver los magos y otras exclusivas para muggles. Como la decoración era estilo medieval de fantasía en ambos centros, los muggles pensaban que los que iban vestidos con túnicas y capas eran personal del lugar.

Orpheus Black era asquerosamente rico y compartía todos esos galeones y libras con su esposito, el sexy y multipremiado maestro de pociones, Severus Snape. Severus Snape finalmente patento varias de las pociones que había desarrollado y ganó muchos premios de su gremio. Sin embargo, la mayoría de sus ingresos provenía de sus invenciones junto a los enfants terribles de los gemelos Weasley, Orpheus Black y Remus Lupin. Aquellos inventos usados durante la batalla de Hogwarts y el asedio al ministerio fueron vendidos durante un tiempo solo al ministerio, pero se abrieron paso a la población en general.

Ahora había símiles de los sistemas de seguridad muggles en varios negocios. Los ladrones apenas podían intentar robar algo antes de recibir una descarga enorme de electricidad. Si fueran muggles, estarían más fritos que Fish & Chips.

Severus meditaba sobre todo esto mientras terminaba de checar la parte norte del recinto y Harry verificaba los últimos detalles en la parte sur. Aparentemente, todo estaba en orden y Harry iba eliminando cosas de su lista. Sabía lo importante que era esto para su esposo y quería verlo feliz.

—¿Thomas es feliz de que lo mandes? —Preguntó con total desparpajo Severus al Gryffindor.

Cualquiera que escuchara esto, pensaría que había algo mal en el enunciado, pero Harry sabía que no era así. Severus también tenía una relación parecida a la de él con Thomas. Todos podían creer que Severus era quién gobernaba en su relación pero era Orpheus quién lo hacía. El secreto estaba en quién solía "recibir" más durante el sexo.

Severus siempre había sido un dominante y cuando se junto con Sirius esa noche en Umbra, supo que finalmente había encontrado a su complemento perfecto. Por eso cuando pudo, pidió un cortejo formal para Orpheus Black. Sabía que Sirius Black estaba más que muerto como identidad, así que no iba a permitir que Orpheus fuera atrapado por alguna cazadora o cazador de oro.

Severus solía tomar muchas decisiones de la relación, pero siempre eran validadas por Orpheus. Es decir, quién tenía el control real de la relación era Orpheus, ya que Severus dejaba que la decisión final siempre la tomara él. En el caso de Harry y Thomas, era exactamente igual.

Thomas, aunque no era completamente "voldemortiano", tenía muchas de sus tendencias controladoras, sumando esas tendencias al fogoso temperamento Weasley y los celos de ambas partes que componían su núcleo, sin el debido control de Harry podrían tener un Señor Oscuro aun peor que Grindelwald y Voldemort juntos... pero este Señor Oscuro estaba enamoradísimo de Harry y se dejaba "guiar" y "aconsejar" por Harry. Si Harry decía que algo era genial o una buena idea, Thomas la ejecutaba con alegría.

—¿Tu que crees? ¡Lo adora! Aunque él cree que es quién manda en nuestra relación—Contestó el Gryffindor, mientras le sonreía a Severus.

—Si, justo como Orpheus hace conmigo. Es bueno dejándome creer que yo soy quién decide—Fue toda la respuesta que dio Severus mientras terminaban su trabajo.

Del lado de Thomas. Este estaba terminando su discurso en su oficina privada al tiempo que daba las ordenes en la casa de campo que era su hogar, para la cena de cumpleaños de Harry. Era el cumpleaños número 25 de su esposo y había planeado una noche especial con un baño de burbujas como postre.

La siguiente noche tendrían una pequeña fiesta con sus amigos y colaboradores y en un par de días empezaría el arranque de su campaña. Thomas sabía, solo sabía, que sin Harry, nada de esto hubiera sido posible. Muchos de sus ideales se habían cumplido y sin derramamiento de sangre y otros tantos se alineaban perfecto con los ideales de Umbra.

A veces se preocupaba por los recuerdos de Voldemort que tomó, ya que los planes del loco oscuro eran repugnantes pero había una lógica impecable en ellos que era difícil de pasar por alto. Sin embargo, los números de nacimientos se estaban recuperando sin recurrir a la esclavitud o al secuestro de muggles con fines reproductivos. Si estos números continuaba, en solo 10 años tendrían los primero números positivos respecto a los números que se manejaban antes incluso de las dos guerras mundiales.

Cuando estaba terminando su trabajo, Thomas encontró algunos papeles desperdigados cerca de los suyos y eran unas ordenes de pedido para un arnés sexual y unas correas de sumisión. Al parecer, su pequeño Gryffindor le estaba dejando unas pocas "pistas" sobre su regalo de aniversario que sería a mediados de septiembre.

Si, Thomas sabía que el matrimonio lo tenía domesticado pero bueno, a Solimán el Magnifico no le fue mal con Roxelana y aunque ella lo gobernaba, él seguía mandando en el imperio otomano, ¿no? Sabía que Harry gobernaba el mundo mágico a través de todos los miembros de Umbra en puestos clave y que él, Thomas, era solo uno de esos peones, pero era el peón favorito de Harry.

Podía vivir con eso.

Mientras tanto, Severus se deleitaba pensando en cómo todas las piezas movidas por Harry habían dado su jaque mate a ambos señores y ahora él era quién movía las piezas de ajedrez.

Los dos señores de la magia, Albus Dumbledore y Thomas Riddle habían equivocado sus caminos para dominar el mundo. Quien gobierna el mundo, nunca se sienta en el trono. Él lo sabía y por eso supo que Harry era quién iba a ganar la guerra. Thomas era quién se sentaría en el trono ahora, pero Harry sería quién gobernara a Thomas.

Igual que a él lo gobernaba Orpheus. Y Orpheus lo había convertido en la persona exitosa que era ahora.

Si, la vida era buena cuando te dominaba la persona correcta.

Fin

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Nota al margen: ¡Y se acabó! Gracias a todos los que leyeron este fic y sobre todo a los que leyeron esto desde que lo publique originalmente, allá en el lejano año de 2018. Gracias a todos aquellos lectores que esperaron pacientemente a que las musas me dieran la inspiración para continuar y que estuvieron ahí, dándome ánimos cuando la vida tridimensional se puso mucho más fea que de costumbre. A todos ustedes, muchas gracias por seguirme en este y otros fics.

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