Evaluar el problema

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Ruby ha estado bajo mucho estrés últimamente.

Ya ha pasado un año desde que su vida cambio por completo, pero aún asi, por más que ha pasado tiempo, sigue sin aconstumbrarse a su nueva vida.

Sus obligaciones como kraken guerrera de los mares son pesadas, pero más pesado que eso son los cursos de su último grado en la escuela. La única clase que domina en su totalidad son las matematicas, pero en todo lo demás la tiene muy complicado.

Aparte de eso, sus amigos de toda la vida tuvieron que mudarse a otro estado, sus familias encontraron un mejor trabajo fuera de Oceanside High. Al principio, Ruby los extrañaba, pero poco a poco fue olvidándonos, incluido a Connor, el chico con el que siempre estuvo ilusionada pero nunca llegaron a nada serio.

Las cosas con su familia estan... bien, todo bien. Decir que están perfectas sería hablar demasiado, pero tampoco es como si fueran un desastre, todo está bien. Se lleva mejor con su madre, con su abuela, hasta con su extraño pero amigable Tío Brill.

Si tuviera que elegir una cosa de su nueva vida que en definitiva le gana por goleada a su vida anterior, sería el hecho de que ya no tiene que esconderse de los humanos. Puede ser libre tanto en tierra como en agua, como siempre quiso serlo.

La gente del pueblo la respeta y le tiene mucho cariño, pero curiosamente, ese cariño solo se ve reflejado cuando le piden hacer un sin fin de tareas pesadas.

Con el que mejor se lleva de los humanos es con el capitán Gordon. Y pensar que ese viejo loco antes quería matarla, pero desde que ella y su familia lo salvaron su odio hacia los krakens desaparecio.

Fuera de todo lo que se ha contado hasta ahora, no hay nada más importante que decir.

Actualmente Ruby se encuentra nadando sin un rumbo fijo, solo metida en sus pensamientos mientras intenta relajarse al sentir su cuerpo en la humedad del agua.

Apenas logra ver los peces pasar, junto a unas pocas ballenas y otras especies del mar. Pero parecen como si todos ellos estuvieran nadando hacia el mismo lugar.

Como si... estuvieran huyendo de alguien...

Pero no debe ser nada, de seguro es solo una coincidencia.

Justo en ese momento, Ruby logro escuchar unos lentos pero desgarradores quejidos que formaban parte de un tétrico llanto.

Ruby pensó que se trataba de alguna ballena atrapada entre la basura que los humanos suelen arrojar al mar. Ya habia salvado a muchas otras especies marinas de la misma situación.

Sin embargo, sus ojos calmados y distraídos se abrieron con fuerza cuando logro identificar la identidad de lo que producia el llanto.

"¡¿Chelsea?!" Ruby se tapó su boca con sus manos, no queria decir eso en voz alta. Rápidamente retrocedio, ocultándose detrás de una gran roca.

La sirena que ella mencionó alzo su vista por unos instantes, pero luego volvió su cabeza a sus rodillas y continuó lamentandose.

Ruby asomo su cabeza para continuar viendola, se quedo unos segundos perpleja mientras su cabezita procesaba lo que estaba pasando.

De verdad era ella, no estaba soñando, si era ella la que producia aquel llanto.

Jamás pensó volver a verla, habia pasado mucho tiempo desde la última vez que supo de ella. Lo último que supo, fue que ella logro salir de la jaula donde estaba encarcelada, pero a nadie pareció importarle que se haya escapado.

Ruby se acerco un poco más, de forma sutil y lenta. Estaba curiosa y sorprendida de haberla encontrado, más en ese estado tan deprimente.

Ruby no pudo evitar sentirse mal por ella, ya que se dio cuenta de que, a diferencia de aquella vez cuando Chelsea fingió "abrirse" con ella, esta vez se le veía realmente triste. Como si la máscara que usaba con todos ya no existiera.

"¿Por que esta llorando...?" Fue lo que Ruby se preguntó en sus pensamientos. Era fácil asumir que podría ser cualquier cosa, como la muerte de alguna mascota o que se hayan comido tu gansito que dejaste en el refri, pero por la fuerza del llanto no parecía ser el caso.

Ella dudaba si debería hacer algo o simplemente dar media vuelta e irse nadando como si nada hubiera pasado, como si no hubiera visto nada.

Sería muy cruel y desconsiderado hacer eso último, así que rápidamente Ruby descarto esa opción.

¿Entonces que debería hacer?

¿Ir con ella y... hablarle?

¿Estaba tan loca como para hacer eso?

Simplemente no podía dejar a nadie en ese estado, aunque se trate de la chica que fingió ser su amiga para manipularla emocionalmente y que intento asesinarla a ella y a toda su raza.

...

...

...

Tal vez si estaba un poco loca...

"Solo debo... saludar casual... solo debo... ser casual..." Pensó Ruby, acercándose a paso lento. Cuando por fin estaba detrás de la chica, abrio sus labios y pronunció unas nerviosas palabras "Oh... visto no había te, hola"

La torpeza de Ruby la hizo marearse y decir una incoherencia total. Su rostro se sonrojo de vergüenza al sentir la mirada confundida y llorosa de Chelsea sobre ella.

"¿Que dijiste?" Pregunto Chelsea con una ceja levantada, mirando a su contraria con confusión, mientras de forma rápida se limpiaba con su brazo las lágrimas de su rostro.

"Nada... olvidalo..." Respondió Ruby, forzando una sonrisa "¿Como... has estado...?, no he sabido nada de ti desde..."

"¿Desde que intente matarte?" Pregunto Chelsea, sonriendo de forma irónica "Eso fue tan lamentable"

Ruby noto que Chelsea estaba actuando de forma bastante tipica y normal, como si no hubiera estado llorando a mares hace un minuto.

"Chelsea..." Ruby se recosto de forma torpe a un costado de la sirenita "¿Como... te sientes?"

"Primero, no me llames Chelsea. Mi nombre es Nerissa, ¿lo olvidaste?" Ruby hizo un gesto de incomodidad en su rostro, pero decidió mejor no decir nada "Segundo, no tengo porque responderte eso último"

"¿Por que no?, solo es una pregunta..."

"Porque se que te burlaras de mi... ¿por eso has venido aqui, no?, para burlarte..." Chelsea arrugó su frente, dando a entender su molestia "Mejor lárgate y dejame sola, Ruby"

Chelsea se dio vuelta, manteniendo sus manos sobre sus rodillas. Sin atreverse a dirigirle la mirada a la kraken.

"Vamos... solo quiero ayudarte..." Dijo Ruby con duda en su voz, ni siquiera ella entendía el motivo detrás de eso.

"Yo no quiero nada de ti, solo quiero estar sola..." La voz de Chelsea sonaba entrecortada, como si estuviera reteniendo su llanto "Por favor... vete... ya tienes tú final feliz, dejame sola..."

"Chel-" Ruby se corrigió antes de llamar a la sirena de esa forma "Nerissa... si tienes un problema, ya sabes lo que tenemos que hacer... ¿cierto...?"

"¿Tomar venganza en contra de los malditos que me hicieron sufrir?" Pregunto Chelsea con una sonrisa, disfrutando al ver el rostro de Ruby confundido.

"Eh... no... te daré una pista, ¿cual es la primera regla de un mate-atleta?"

"Hmm..." Chelsea se detuvo y se lo pensó por un momento "¿Jamás hablar de ser un mate-atleta?, es broma, si se cuál es, ¿evaluar el problema, cierto?"

"Eh... si..." Ruby se mostró sorprendida de que Chelsea haya recordado la regla.

"¿Quieres que evalúe el problema entonces?" Pregunto Chelsea, mirando a su contraria de forma cortante "Porque yo ya tengo una evaluación..."

"¿Ah si?, ¿y cual es?" Pregunto Ruby con inocencia.

"Esperar..."

"¿Uh?, ¿esperar?"

"Esperar una oportunidad para acabar con todos los krakens, sobretodo los que se burlaron de mi..." Dijo Chelsea con una expresion llena de rencor en su rostro "Eso te incluye a ti también, pequeña"

"¡Oye, ya no soy una pequeña!, ¡tengo diecisiete!"

"Para mi sigues siendo la misma pequeña adolescente de siempre..." Susurro Chelsea con una sonrisa un poco más animada y nostálgica.

"¿En serio?, ¿pues cuantos años tienes?"

El rostro de Chelsea cambio en su totalidad, dejando de lado la diversión para mostrar un rostro nervioso y dudoso.

"Eh... eso... no es importante..." Dijo Chelsea con una sonrisa curiosa en el rostro "¿Cual es tu evaluación a mi problema entonces?, yo ya te dije la mia"

"No tengo ninguna, no me has dicho cual es tu problema"

"Oh... es cierto..."

Chelsea dejo de sujetar sus rodillas con sus manos, llevo sus manos hasta las orillas de la arena donde reposaba, comenzando a pensar en lo que debería hacer.

"No puedo creer que le vaya a contar sobre mis problemas a ti... Ruby Gillman..." Confesó Chelsea con una expresion seria y tenue.

Ruby se mantuvo en silencio, solo esperando que el relato de Chelsea comience.

"¿Por que haces esto...?" Pregunto Chelsea con una rostro dudoso y triste "¿Por que tratas de ayudarme...?, ¿acaso no te importa todo lo que te hice?"

"Bueno... se que tuvimos nuestros problemas... pero... estoy dispuesta a escucharte si eso te hace sentir mejor. Además..." Ruby extendio su gigantesca mano hacia Chelsea, invitando a la sirena a que se suba en ella "Siempre he creído que todos merecen una segunda oportunidad..."

El rostro de Chelsea se mostró conmovido y feliz, pero rápidamente Chelsea hizo todo lo posible por disimular esos sentimientos.

Sin saber si era lo mejor, Chelsea se subió en la mano de Ruby, tomando asiento en la palma de esta. Ruby la llevo más cerca de su rostro para poder escucharla mejor.

Estando ambas recostadas en la arena, escuchando la respiración tenue y lenta de la otra, se mostrando incómodas y nerviosas.

"Ruby..." Dijo Chelsea llamando la atención de la kraken "Lamento todo lo que hice cuando era Chelsea, el asunto del tridente y todo eso... yo... solo quería recuperar el honor que tú madre y tu abuela me arrebataron en el pasado..."

"Chel-" A Ruby se le seguía dificultando llamarla por su verdadero nombre "Nerissa... si me hubieras dicho lo que sucedia, hubiéramos evaluado el problema juntas y hubiéramos encontrado una solución"

"Si tú lo dices..." Respondió Chelsea, pesimista y cortante "Veo que realmente sigues siendo la misma Ruby que conoci, pero... sigue habiendo algo diferente en ti..."

"¿Algo diferente...?"

"Si... te ves más... fuerte... y poderosa..." Chelsea formó una sonrisa melancólica, mientras acomodaba las ideas en su cabeza "¿Chelsea te ayudo a ser más segura de ti misma?"

"Bueno... podría decir que si..." Ruby cambio su expresion tranquila a una diferente, una más pensativa y decaida "Antes de conocer a Chelsea... yo estaba sola... me sentía indefensa, sentía que nadie me comprendía realmente..."

Chelsea penso si detener a Ruby era buena idea o no, tenía interés en escuchar lo que la chica kraken tenia que decir, pero también quería seguir fingiendo que no le importaba.

"Había descubierto muchas cosas... que mi mamá me escondió quien era por más de 15 años... que era una guerrera de los mares destinada a ser la reina algún dia... podrias pensar que todo eso... era genial... pero yo no lo sentí asi..." Ruby comenzó a sentir sus grandes ojos humedecerse, pero no era por el agua que la rodeaba, era por un líquido propio que salía por sus pupilas "Nunca he dejado de sentirme un mounstro... aunque muchos me hayan aceptado... cuando me veo al espejo... me sigo sintiendo como una bestia horrosa..."

Chelsea se sorprendió de que Ruby se este abriendo con ella, realmente no lo esperaba. Lo que Ruby contaba estaba tan interesante que Chelsea abandono la idea de fingir indiferencia.

"Pero... me mantengo optimista, siempre sonrio para no defraudar a nadie..." Ruby noto que estaba llorando para este punto, pero no se detuvo, ya había llegado muy lejos, quería terminar lo que había iniciado "Tengo mucho peso sobre mis hombros... pero debo soportarlo... porque un kraken... siempre responde..."

"Al llamado..." Dijo Chelsea, interrumpiendo a la kraken "¿Ese es el lema de los krakens?"

"Supongo que si... ese debe ser..." Ruby aprovecho este momento para limpiar sus ojos lagrimosos y su rostro húmedo por sus lagrimas.

"¿Recuerdas cual es mi lema?" Pregunto Chelsea con una pequeña sonrisa en su rostro.

"¿Los lemas son tontos...?" Respondió Ruby, algo insegura de su respuesta.

"Precisamente" Chelsea tomo valentía, se acerco más a Ruby, llegando hasta su mejilla desprotegida "No deberías seguir un lema si no es lo que tu quieres en tu vida..."

Chelsea coloco sus manos en el rostro de Ruby, mientras que con su cola de sirena hacia un torpe intentor por abrazar el resto de su cara.

Ruby no sintió nada de molestia ante el contacto de Chelsea, todo lo contrario, lo encontró demasiado reconfortante y cómodo. Un sentimiento de calidez y comprensión, similar al que antes sintio cuando Chelsea la ánimo en el pasado, pero esta vez, se sentía más genuino ese apoyo moral y empatico.

"Chelsea..." Dijo Chelsea, llamando la atención de Ruby "Puedes llamarme Chelsea si quieres"

"Pero... pensé que no querias-"

"Si necesitas a Chelsea, a ella la tendrás" Chelsea rio, sintiendose avergonzado "¿Crees que estoy siendo muy cursi?"

"No..." Respondió Ruby dudosa, para después reír de igual manera.

"Yo tengo la culpa después de todo... si no me hubiera encariñado contigo habría sido más fácil matarte cuando tuve la oportunidad..."

Ruby recordó ese detalle y no supo como sentirse respecto a eso.

"Chelsea..." La sirena le presto total atención "Quiero... que volvamos a ser amigas..."

"¿Que?, ¿tú... de verdad quieres eso...?"

"Si... necesito una amiga como Chelsea en mi vida... la verdad es que... extraño pasar tiempo contigo, como cuando eramos mejores amigas marinas, todos esos paseos por el océano, recorrer los 7 mares en 7 horas, ensayos para el baile... ¿tú también disfrutaste esos momento... o solo fui yo?" Pregunto Ruby, con miedo a que todos esos bellos momentos de calidez también hayan sido una mentira.

"Si... de verdad los disfrute" Confesó Chelsea, siendo honesta y comenzando a ablandar su corazón "Antes de conocerte... no había tenido ninguna amiga que me haga sentir tan segura y protegida... de verdad me arrepiento de haber preferido una estúpida venganza en lugar de tu amistad..."

Ruby se sorprendió al escuchar eso último, de inmediato un sentimiento nuevo y cálido llego a su corazón, haciendola sentir una sensación extrañamente agradable.

"¿Tú crees... que de haberte dicho la verdad a tiempo... hubiéramos podido salvar nuestra amistad?" Pregunto Chelsea, viendo a Ruby con sus ojos cristalinos.

Era una buena pregunta, ¿podría haber cambiado todo si Chelsea se hubiera arrepentido a tiempo?

"No lo sé..." Respondió Ruby, haciendo que el rostro de Chelsea se deprima un poco más "Pero eso no importa... porque... podemos ser amigas ahora, claro... si tú estás dispuesta a aceptar esta segunda oportunidad que te estoy dando..."

El rostro de Chelsea se enrojecio un poco, visiblemente avergonzada. Pero eso fue lo que rápidamente fue olvidado, ya que Chelsea tomo la poca valentía que le quedaba para abrazar por completo el rostro de Ruby.

"Si... claro que acepto, claro que quiero ser tu amiga otra vez..." Chelsea se aferro aún más, al sentir como Ruby tambien comenzaba a abrazarla con sus tentaculos "Quiero estar contigo... quiero quedarme junto a ti... porque jamás en mi vida había sentido tanta calidez como cuando estoy contigo..."

Ruby si que extrañaba esto, el contacto marino con su super mejor amiga marina. Vaya que era reconfortante y cálido sentir los suaves y hermosos brazitos de Chelsea acariciando su rostro, junto a su curiosa cola de sirena que le daba un poco de cosquillas en la barbilla.

Jamás pensó que llegaría este momento, jamás pensó que en su reencuentro con Chelsea la iba a perdonar así de fácil, así de sencillo.

En fin, siempre creyó en el cambio y en que todos merecen una segunda opotunidad.

Por suerte para ella, esta segunda oportunidad sería la última que daria, porque Chelsea se juro a si misma que jamás la iba a volver a defraudar.

Ambas chicas se quedaron asi, en un torpe abrazo lleno de amor, cariño y nostalgia. Mientras lentamente el cielo comenzaba a oscurecerse, en una brillante noche de luna llena que ambas contemplaron bajo el mar, sintiendo que finalmente habían encontrado algo que no sabían que necesitaban hasta ahora.

Alguien en quien confiar, alguien al cual abrazar, alguien con el cual llorar, alguien con el que puedan ser ellas mismas, sin miedo a la discriminación.

Alguien que puedan amar, con todo el corazón.

Y que ese amor, sea correspondido.

"..."

En todo el trayecto del océano hasta la superficie, ninguna de las chicas pensó en soltarse de las manos. Ahora que eran amigas otra vez, estaban más cariñosas que de costumbre, y este contacto de sus manos se sentía demasiado bien como para detenerse.

Es curioso como estas dos chicas terminaron complementándose.

Por parte de Ruby, había estado sintiendo tanta presión, tanto estrés, que liberarlo de esta forma tan dulce la hacia sentir plena y satisfecha. Y con dulce se refiere a la actitud coqueta y cariñosa con la que comenzó a tratar a la pelirroja.

Mientras que Chelsea, había estado tan sola, tan triste, abandonada y confunfida, que haber encontrado a Ruby fue como si la vida le hubiera dado una segunda oportunidad para ser feliz. Y está vez, no iba a dejar que la pequeña kraken se le vuelva a escapar.

Mientras caminaban por la playa iluminada por la noche, Ruby recordó algo que había olvidado preguntarle a la sirena.

"Chelsea" La pelirroja le dirigió la mirada con una sonrisa completamente feliz "¿Por que te encontré llorando allá abajo?"

"Oh... uh... pues..." Chelsea comenzó a ponerse nerviosa "¿Me prometes que no te vas a burlar de mi?"

"Yo jamás me burlaria de mi mejor amiga marina, menos si es algo serio e importante..." Dijo Ruby intentando calmar los nervios de su compañera.

"Bien... te lo voy a decir..." Chelsea se preparo mentalmente y comenzó a hablar "Lo que pasa es que... sali un rato a la superficie y tome prestada una salchicha para comer, pero cuando estaba por comerla un montón de pájaros me atacaron y se la llevaron, por eso estaba tan triste"

La expresion en el rostro de Ruby no tenía precio, era de total incredulidad y con ciertos toques de querer comenzar a explotar en risas.

"¡Prometiste que no te reirias!"

"Es que... yo..." Ruby se esforzaba por contener sus carcajadas "Pensé que era algo más serio..."

"¿Que un monton de aves se roben tú almuerzo no es lo suficientemente serio para ti?"

"A decir verdad, no" Su rostro la delataba demasiado, era obvio que quería morirse de risa justo en ese momento.

"¡Ugh, sabía que decirte la verdad era una mala idea!"

"Ya... tranquila Chelsea, no te enojes" Ruby pensó en una forma de calmar la furia de su sirena "Ya se, si quieres te invito a cenar a mi casa, para compensar que esas aves se hayan llevado tu almuerzo..." Ruby seguía reteniendo las ganas de reirse.

"Eso... suena genial, pero... tu mamá no estará muy feliz de verme... no creo que se buena idea volver y-"

Ruby se acerco de forma juguetona al oido de Chelsea, donde susurro unas palabras que hicieron erizar la piel de la sirenita y que sus mejillas adquieran una tonalidad rojiza.

"Tengo la casa sola~"

"Desde ahí hubieras empezado" Dijo Chelsea, con una sonrisa coqueta en sus labios "En ese caso, estaré muy gustosa de ir, pero eso si, deberás darme algo muy rico de comer"

"Oh, no te preocupes, tengo algo muy delicioso en mente que de seguro amarás~"

El rostro de Chelsea se sonrojo con fuerza, mientras su sonrisa cambiaba a una perversa y lujuriosa. Ella imaginaba que tendría de comer un poco de su kraken esta noche, venía perfecto para celebrar la reanudación de su amistad.

No se lo pensó ni un segundo más y de forma apresurada comenzó a correr en dirección a la casa de los Gillman, mientras que Ruby hacia un esfuerzo por seguirle el paso.

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