Siempre ha sido lindo tomarme el tiempo de recordar los momentos más memorables que tuve con ella, con el deseo de poder vivir todo desde cero. todos (o, la mayoría) han tenido la oportunidad de vivir el inicio de algo que no esperabas que cambiaría tu vida, así de importante llega a ser una persona para alguien.

El camino del florecimiento de este sentimiento surgió hasta después, lo cuál es inusual en muchos casos, porque estamos hablando en este caso de muchos años después, aunque, tal vez la travesía comenzó sin darme cuenta realmente.

Todo comenzó hace muchos años, había llegado una nueva etapa para mi vida, la secundaria. En esa época aún me encontraba adaptando a la vida social de México, y vaya que fue algo complicado, toda mi vida hasta esa época vivía en los Estados Unidos, nací ahí, y llegué a México debido a que deportaron a mi padre del país de las barras y las estrellas, lo cual quiera o no, me afectó, y podría extenderme, pero creo entienden el punto. Me gradúe de la primaria, solo había cursado Sexto Grado, y para ser honesto, no era muy conocedor del idioma, me decían que hablaba de una manera extraña, que con el tiempo pude mejorar.

Los aires de la llegada de la Secundaria comenzaron a soplar más fuerte, ¿que experiencias llegaría a vivir ahí? ¿Estaría a la altura? ¿Qué pasaría si no logro pasar las materias? Muchas preguntas, mucha incertidumbre. La vida da muchas vueltas, y vaya que así fue, entraría a la misma secundaria donde cursó mi madre en su juventud, pisando tierras Aztecas desde ya hace un año. La primera gran prueba en esta nueva etapa era pasar el examen de admisión, que al final, no recuerdo si realmente había riesgo de no quedarse con un lugar, si la memoria no me falla, era solo para determinar los alumnos que irían en el horario matutino y los que se quedarían en el turno vespertino.

Los resultados se publicarían semanas después, fue largo el examen, claro, hubo preguntas que respondí al azar, pero mi conocimiento general no era malo, o al menos eso creía, resulta ser que había quedado en el turno vespertino, no me había gustado el turno que me tocó, siempre había ido a la escuela en el turno matutino. Al final nunca me enteré de mi verdadera calificación en ese examen que yo recuerde, incluso me comentaron que la elección de turnos fueron al azar, en fin, me había tocado ir en la tarde, lo bueno fue que alcancé lugar después de todo.

Me encontraba emocionado, sin duda era un verdadero reto para mi, y si lograba superarlo, podría sentirme más que orgulloso, lograr lo que pocos pueden hacer, era un incentivo extra, en ese tiempo prácticamente es tu única preocupación real, no como ahora.

Mi principal impedimento era por supuesto, yo mismo, aún no me sentía muy abierto y sociable con las personas de mi entorno, era muy distinto las formas de comportarse, era un aspecto que debía mejorar si quería salir de ahí con buenas notas, mi personalidad radica en la seriedad y timidez, lo cual no es malo, sin embargo te limita, el temor de que no les agrades a las personas o que simplemente no compartan tú misma ideología, provocando un choque, lleno de desacuerdos e incomodidades, y más en ese tiempo en el cual no conocía muy bien cómo elegir mi círculo social, solo deseaba un ambiente tranquilo para intentar encajar y hacer nuevas amistades.

Agosto 2012, la fecha donde comenzó una aventura, era alumno del grupo "K" listo para mi primer día.
Recuerdo bien que hubo un acto cívico para darnos la bienvenida a los de nuevo ingreso, y al terminar, comenzarían los desafíos los cuales nos tocaría afrontar, y digo "nos" porque mis compañeros aspiraban a lo mismo, bueno, la mayoría.

11 materias, ¿suenan bastantes no? Y cada materia era en un salón distinto, todos asustados en que nos íbamos a perder, la materia que más curiosidad me dió, fue la de "Tecnología". No tenía ni idea de que se trataría, que al final resultó ser un taller especial entre estas opciones: Electrónica, Contabilidad, Secretariado, Diseño Arquitectónico, e Industria del Vestido. ¿Cuál elegir? Tenía tiempo para pensarlo, ya que no entraría de inmediato como las otras materias, así que primero me enfoqué a analizar lo que vería en las materias de ese respectivo año escolar.

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Pasó una semana y comencé a llevarme bien con mis compañeros de grupo, algunos son algo más atrevidos en cuestión de tomar más riesgos, pero hasta el momento el ambiente es bueno. Le comenté a mi madre acerca de lo que me había pasado en mi primera semana, confiaba en que podía con el reto, incluso superarlo tranquilamente.

-¿Ya decidiste que tecnología cursar?-me preguntó, y si, después de pensarlo una semana ya había tomado una decisión.

-Electrónica-respondí, me llamó mucho la atención, pero para ser honesto, creía que el taller sería algo más que sólo reparar cosas, me dejé llevar mucho por el nombre, mi padre me había dicho que estaba bien entrar a ese taller porque así arreglaría algunos desperfectos que llegaran a ocurrir.

Mi madre tenía incertidumbre, pero al mismo tiempo se veía contenta al ver que pude acoplarme a esta nueva etapa, no es sencillo dar el siguiente paso, más en mi caso, el entorno parece ser un poco más inseguro que antes, las costumbres son distintas y las interpretaciones también, pero ella siempre me ha apoyado ante la adversidad, puede ser algo sobreprotectora en veces, pero le agradezco por ello, se entiende, los tiempos son distintos ahora, no sabemos que nos puede esperar más adelante.

Al inicio de la siguiente semana, nos dieron una hoja donde cada quien iba a enumerar por prioridad la tecnología/taller que queríamos cursar, para mí fue el siguiente:
1. Electrónica
2. Contabilidad
3. Secretariado
4. Diseño Arquitectónico
5. Industria del Vestido

Ese fue mi orden, aunque el destino eligió otros planes para mí, resulta ser que Electrónica fue el taller más solicitado, así que tuvieron que mandar a varios a otros talleres debido al sobre cupo, una lastima, fue lo que pensé en su momento.

No quedé en Electrónica, sino en Contabilidad. Lo había elegido como segunda opción porque me gustaban mucho los números, además, en ese tiempo pensé que solo trataba de contar billetes, lo se, nada de lo que yo esperaba.

¿Qué podría esperar? Los planes cambiaron, no estaba seguro si realmente era lo que quería después de todo, era mi segunda opción, ¿y si no me gustaba, qué haría? En fin, si mal no recuerdo había un plazo para poder cambiarte si no te gustó donde te quedaste, pero después de Contabilidad, no tenía muchas opciones que en lo personal a mi me llamara la atención.

Decidí ver el lado positivo, era mi segunda prioridad en la lista, y no la última. En el horario el taller sería cuatro días a la semana en las primeras dos horas, suena pesado, pero si es de mi agrado, se irían volando.

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Llegó el día de por fin entrar al taller, mantuve mis expectativas no tan altas por si no era lo que esperaba, miré de reojo lo que al parecer serían mis compañeros de tecnología, hubo algunas caras conocidas, algunas de mi salón también entrarían al parecer, me alegró porque al menos no estaría "solo".

Sería una maestra la cual daría la materia, llegó un poco tarde por cierto lo cuál se le haría algo de costumbre, mis nervios característicos no podían faltar. De inicio se presentó y se veía por su forma de hablar que era una maestra buena onda, hasta se podría decir que había mucha confianza desde el inicio, nos dijo que nos presentemos para conocernos todos, uno por uno cada compañero decía su nombre y que les llamó la atención de la tecnología, la mayoría (me incluyo), dijo por el gusto por las matemáticas y los numeros, lo curioso es que la mayoría sacan bajas calificaciones en esa materia pero bueno, se vale.

Después de presentarnos todos tomé una pausa para pensar, me di cuenta que para la mayoría Contabilidad era su prioridad, aunque claro, para algunos fue segunda, tercera, cuarta opción, ellos probablemente se saldrían después. Se veía que habria un ambiente tranquilo con mis nuevos compañeros, así que no habría nada que temer, bienvenido sea la aventura...

Ella se encontraba ahí, se presentó igual que todos, aunque, en ese tiempo no me di cuenta lo bella que era, y lo importante que sería para mí en un futuro.
Qué curiosa es la vida en esa cuestión, me siento tranquilo al recordar esos primeros días, muchos desearían volver a vivir ese primer día de conocerse, para ver si hubiera pasado algo distinto, pudiera ser, pero tal vez no sea el resultado que esperas, por eso es preferible que los acontecimientos se queden de esta manera, el cambio, se es constante, depende de ti, actuar y mejorar...

08/2012
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