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La mañana era fría ese lunes de invierno. Los copos de nieve bailaban al compás del viento en un suave aleteo que deslizaba sus alas hasta morir en el suelo, uniéndose con la espesa blanca y brillante nieve. El bullicio de los estudiantes al fondo con conversaciones irrelevantes hacían una perfecta sincronía a oídos de un bonito y guapo pelinegro que, con su vista fija en la ventana del segundo piso y con una mano reposando su mentón apreciaba su estación favorita.

Amaba tanto la naturaleza. Amaba con locura el frío.

Se repetía a menudo eso.

Al ser su primer día como estudiante universitario se sentía algo nervioso a la par que incómodo. Nunca fue el tipo de chico que le costara socializar con las personas, mucho menos tener ansiedad por exponerse a una multitud grande, no. TaeHyung siempre fue el tipo de chico alegre y extrovertido, con muchas amistades y pocos amigos verdaderos pero, al llegar a la universidad y entrar a una nueva etapa era de esperarse que sus amigos tomaran carreras diferentes y si, estaban en facultades diferentes. Su mejor amigo Hwanwoong, había escogido la facultad de danzas mientras que él optó por artes y música.

Al menos sus facultades no estaban tan lejos. Su edificio era el 1B y el de su mejor amigo 3B. Eso lo tranquilizaba en una cantidad mínima.

TaeHyung era chico apuesto y bastante sexy -al menos eso le decían la mayoría- el se consideraba guapo, bonito pero no sexy, no. No cuando su nivel de confianza se doblegaba al recordar su edad y su situación. A sus veinte años a duras penas había tenido pareja, un beso en la mejilla y una leve caricia en su brazo era todo lo que el de sonrisa cuadrada había tenido. Tenía pretendientes, y muchos a decir verdad pero a él no le interesaba una follada de una noche, él no buscaba un amor de verano. Y aunque no se preocupaba en demasía por el tema del amor seguía siendo humano, un chico y tenía necesidades, unas muy fuertes.

TaeHyung era un virgen, uno muy sexy y codiciado. No sé valía de géneros, para él el amor era amor sin importar cualidades. El único detalle: Era bastante tímido. Tanto así que las personas al rededor lo llamaban "ángel" pues su aura desprendía pureza angelical. Menudo chiste, pensó bufando.

Traba de no pensar mucho en su "estado". No lo consideraba un tabú ni mucho menos pero él seguía creyendo en un amor de película. La soledad no lo abrumaba pero si que era repetitivo en ciertos casos.

Suspiró desviando la mirada de la ventana. Eran más de las diez de la mañana y el profesor de su primera materia no había llegado. Era probable que se hubiera estancado en algún lugar por la tormenta de nieve que sin previo aviso azotó la noche anterior. Se dio tiempo de seguir en sus pensamientos un buen rato con sus audifonos puestos, "Call What You What de Taylor Swift" se reproducía en su playlist. Un toque en su hombro derecho le hizo soltar un respingo y buscando con la mirada al portador se encontró un chico de tez pálida y ojos pequeños mirándolo con una media sonrisa en su rostro.

-Hey, soy YoonGi. ¿Quieres acompañarme a la cafetería? -dijo el pelimenta con una mano extendida al frente. - Ya que todos tienen sus grupos pensé que éramos los únicos excluidos. ¿Que dices?

El pelinegro asintió algo apenado recibiendo su saludo. Pensó que debería hacer amigos pero no creyó que alguien se acercaría a él.

-Por supuesto, YoonGi. Soy TaeHyung. Es un placer.

-Lo es mucho más para mí. -dijo y el más alto sintió sus mejillas arder.

Su mirada era pesada era como si... ¿Le estaba coqueteando? No, no. Nada de eso. TaeHyung batió su cabeza y luego sonrió.

A paso lento de deslizaron por la cafetería mientras conversaban de temas triviales. Para sorpresa del pelinegro YoonGi era demasiado agradable, descubrió también que tomará la rama de composición y canto al igual que él y eso de alguna manera lo tranquilizó. Tenía un amigo ya, ¿No? Se sentía bien al ser su primer día.

Para cuando finalizó la segunda clase tenían dos horas libres que aprovecharon para darse un tour por la universidad. Era lindo, a TaeHyung le gustó el teatro y los árboles que rodeaban la entrada.

-Por hoy está cerrado pero, podemos venir mañana si quieres. -dijo el peligris a un TaeHyung que fue sorprendido viendo las puertas del teatro, avergonzándose al ser descubierto -. Descuida, los del coro universitario y la orquesta tienen concierto los jueves, podemos venir si quieres.

YoonGi estrechó el hombro del pelinegro con una mano viéndolo tiernamente. TaeHyung asintió con un brillo en sus ojos.

Todo iba bien, eso el gustaba. Le tranquilizaba. Moría por decirle a HwanWoong sobre ese teatro.

-Bien, creo que ahora la siguiente clase es el edificio C. ¿Vamos?

-Vamos.

Tan pronto como se adentraron a las instalaciones y llegaron a sus asientos YoonGi tomó lugar a su lado. Pronto la clase comenzó con normalidad y el más alto tomaba nota a todo lo que se decía. Su concentración fue tanta que no notó como un castañito abrió con fuerza la puerta del salón. YoonGi tocó su hombro señalando con la barbilla al recién llegado.

-Joven Jeon, veinte minutos tarde. Ya no puede entrar a la clase. -dijo el profesor desde la pizarra cruzado de brazos.

-Ay maestro, no sea así. Vivo lejos, usted lo sabe.

-Y hasta donde tengo entendido tiene auto, entonces no veo el motivo de llegar tarde.

-El tráfico.

-No hay tráfico a esta hora joven Jeon. Salga. No le permitiré estos juegos de nuevo.

-La tormenta de nieve.

-Si llegué yo que vivo a dos horas de mi hogar hasta acá no me creo que usted, señor Jeon que vive a menos de diez minutos de la institución tenga excusa para decir semejante estupidez. Ahora largo.

-Pero maestro yo-

Y antes de que el maestro lo arrastrara completamente hacia afuera TaeHyung sin saber muy bien porqué se levantó alzando la mano para llamar la atención.

-Maestro, yo creo... Debería dejarlo, digo es el primer día de clase, debería perdonarlo. Estoy seguro de que... Jeon no lo hará de nuevo, ¿Verdad?

El castaño se quedó en shock achicando la mirada mientras procesaba las palabras del chico guapo que en su vida había visto. Este le hacía señas con la mirada para que le llevara la corriente y por supuesto no entendiendo muy bien asintió de igual manera frenéticamente mirando con súplica a su profesor.

-Por la garrita maestro que será la última, de verdad.

El otro lo miró con desdén mientras le señalaba con el dedo el asiento vacío en la parte trasera, al lado de TaeHyung casualmente.

-Hey, te debo una... -dejó la frase en el aire.

-TaeHyung.

-Si, TaeHyung. Te debo una, bastante grande. Gracias -le guiñó un ojo mientras sonreía viéndolo de arriba abajo sin pudor alguna. El pelinegro solo atinó por asentir y sentirse levemente mareado por ese guiño y ese rostro tan bonito.

TaeHyung quiso morirse cuando el otro se volteó no creyendo que alguien tan lindo estuviera en su clase. Si, el pelinegro probablemente se había flechado. Y JungKook, bueno él solo se relamió los labios al sentir la pesada mirada de aquel bombón con cara de ángel que le había salvado el culo sin chistar. Oh, el castañito sabía que ese sería su próxima follada con cara de ángel y esos labios, esos labios claro que harían milagros.

No podía esperar por profanar esa aura de inocencia que destilaba. JungKook definitivamente se había encaprichado.






















Bueno. Esta historia será corta. Principalmente sería un one shot pero siempre me extiendo demasiado en las ramas y ya qué. Es imposible xd espero poder escribirles un smutt decente ._.

Espero tener su apoyo en este nuevo proyecto. Lxs amo 🖤

Ah, si. No le tengo portada, si ven una tanda abierta de bookcovers no duden en decirme, ¿Si? Porfis

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