Cosas que pasan

Edad: 6.

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Ya era costumbre que ____ rompiera lo que viera, solía romper hartas cosas pero pues normal, es una niña. Y obviamente siempre era un accidente.

Una vez fueron a la casa de Nezu junto a su papá y rompió un vaso, rápido lo escondió debajo de la mesa y fue al patio a jugar haciéndose la tonta, no fue mucho para que Nezu comenzará a reír y fuera a buscar una escoba para barrer.

En estos momentos estaba casi llorando corriendo por toda la casa, habían venido de visita a la casa de MidNight, se quedó dormida un momento y cuando despertó no estaba ella ni su papá. Estaba con un puchero de allá para acá, caminaba en reversa hasta que chocó con algo.

Enseguida se escuchó un golpe y vidrios rotos, a penas se dió la vuelta logró ver la pequeña pecera que estaba llena de piedras en el piso, toda rota, habían vidrios y piedras en todas partes. Miró con más susto, su primera reacción fue agarrarlo, limpiar todo, pero sólo logró enterarse un vidrio en su dedito.

Estaba asustada y adolorida, comenzó a sollozar por todo y además porque temía que los adultos aparecieran de repente y le regañaran. Quería a su papá, quería irse a casa y dormir en su cama.

Le tomó minutos calmarse, pero lo logró, quería a su papá pero no que la regañara, así que fue hasta la cocina para buscar la pala y la escoba, limpió todo el vidrio y recogió todas las piedras para dejarla en un posillito de azúcar medio antigüo.

Metió los vidrios a una bolsa y los fue a tirar al patio del vecino, se fue a sentar y ahí esperó a que apareciera su papá, tenía agarrado su dedo y un puchero por el dolor.

Duró unos minutos así, antes de que otra vez se pusiera a llorar llegaron los dos con bolsas, habían ido a comprar. Kayama con emoción fue a darle un abrazo al ver que despertó, Shota la tomó en brazos y fueron hasta la cocina, la sentó en sus piernas y comenzó a limpiarle la cara.

—Y cómo te decía, al final to- ¿Qué te pasó? —Su dedo sangraba, la pequeña otra vez comenzó a sollozar mientras apoyaba su cabeza en su papá.

—¡Iré a buscar una pinza! —Nemuri rápido fue a su estante, comenzó a buscar entré sus cosas alguna pinza, la encontró pero se fijó en todo el orden y su mesita de centro, algo faltaba. Miró el piso que tenía restos de vidrios y enseguida logró mirar las piedras.

Suspiró pero lo agarró y fue hasta la cocina, le entregó la pinza a Aizawa y dejó el tazón de azúcar en la mesa.

Shota calmaba a la niña mientras le sacaba el vidrio, le costaba porque se movía y lloraba, pero lo logró.

—Pequeña, ésto estaba en una pecera, no en el tazón... ¿Podrías explicarme porque ya no está y los vidrios en la alfombra? No me voy a enojar.

—¡No, yo no fui, fue el vecino! — Escondió su cabeza en el cuello de su papá y comenzó a llorar a moco tendido, la iban a retar y no quería, fue un accidente, no era justo.

Los dos mayores solo se miraron y suspiraron, lo dejarían de lado, no era de tanta importancia. Aizawa comenzó a consolar a su hija, a calmarla, después hablaría con ella.