-¿Señorita Camila?- preguntó Mason.

-¿Cómo te sientes?- preguntó Camila.

-Un poco mejor, pero ¿Cómo llegó aquí¿ ¿Cómo supo donde vivía?- preguntó Mason sentándose y apoyándose contra el espaldar de la cama.

-Me preocupé y al tercer día de ausencia busqué donde vivía. Al ser su asistente me brindaron la información. Cuando llegué se había desmayado y hasta ahora lo que ha hecho es dormir.- dijo Camila.

-En otras palabras me has cuidado.- dijo Mason al ver los medicamentos.

Camila asintió y Mason sólo le agarró la mano.

-Gracias por tu preocupación y atención, eres la mejor.- dijo Mason.

Camila no pudo evitar sonrojarse por el toque y por esas palabras. Había soñado un "ding" por lo que Camila se levantó. Esto causó curiosidad a Mason y unos segundos después había llegado Camila con un gran desayuno.

-¿Te encargaste de todo esto?- preguntó Mason.

-Unos huevos revueltos, bacon, tostaditas con jalea, mucha fruta y un jugo de manzana.- dijo Camila.

(Cliché si dijera de naranja v:)

-¿Estuviste leyendo el capítulo tres de nutrición?- preguntó Mason con sorpresa.

Camila río y asintió. Esto dejó con una sonrisa a Mason. Le encantaba que sus estudiantes estudien cosas que no se hayan discutido. Agarró el tenedor y empezó a comer. Camila sólo estaba nerviosa.

-¿Acaso tus manos son un milagro?- preguntó Mason comiendo con rapidez.

Camila sonrió e hizo un gesto confusión.

-Esta muy rico.- dijo Mason.

Agarró un trozo de tostadita y se lo acercó a su boca. Camila miró y dio un mordisco. Cosa que dejó un poco de jalea en su comisura en los labios. Mason con su dedo índice recogió ese residuo y al hacerlo, Camila sólo recogió esa pizca con sus labios, introduciéndose el dedo índice de Mason. Pasó su lengua para recoger la jalea recogida y terminó sucionando un poco para luego sacarlo.

Se quedaron un momento en silencio, Camila había creado tensión y ella estaba empezando a sentir un poco de calor. Camila adoraba a su profe pero le hartaba el simple hecho de que era bueno matando momentos de esta calidad.

-¿Esta bueno?- preguntó Mason.

-Demasiado.- dijo Camila.

-Creo que mereces una explicación, por todo esto.- dijo Mason.

Camila se dispuso a escuchar.

-Cuando tenía 5 años un día mis padres estaban super cansados y yo insistí en que quería ir a la feria. Se acercaba el último día y después no regresaban por un buen tiempo. Los convencí de ir y ellos mismos fueron a la taquillera para traer los boletos e ir al siguiente día. Ya que se tenía que comprar por adelantado, compraron y al regresar después de un largo día de trabajo. Mi padre intento esquivar un auto que el conductor estaba pasado de copas pero esto ocasionó que como quiera chocaran, el auto de mis padres chocaron un poste de madera, mientras que el otro auto tenía solamente un rasguño.- dijo Mason relatando.

Camila sólo le agarró las manos.

-Por eso soy muy sensible en estos días.- dijo Mason.

-Sea lo que sea que haya pasado, no es tu culpa. Eras sólo un pequeñito inocente que quería jugar. Tu no provocaste esto, tú no estabas en ese otro auto. Sólo ten la memoria de que tus padres querían lo mejor para ti.- dijo Camila acariciando el rostro de Mason.

-Gracias por esas palabras.- dijo Mason.

-¿Te veré el lunes en la escuela?- preguntó Camila.

-Me verás y te veré el lunes, Señorita Camila.- dijo Mason.

Escuchar "Señorita" de nuevo hacia delirar a Camila cada vez más.

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___________ Mason mata momentos no mamennnn

Espero que les haya gustado.

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-Wonhos