Capítulo 10 Descubrimiento.

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NO TENGO MIEDO A EQUIVOCARME, MIENTRAS VIVA TENGO EL DERECHO A CORREGIRLO.

La reunión fluye muy amena, María E necesitaba salir del espacio asfixiante de su apartamento.
Aunque la confección le había quitado un peso de encima, no podía quitar de su cabeza la mirada asorada y confundida en el rostro de Gael. También vió un espasmo de dolor que había asomado en los pocos segundo antes de velar su mirada, eso la tenía muy confundida y no le permitía disfrutar de sus compañeros.

Conall estaba junto a ella y no perdía su tiempo rozando sus muslo con los suyos en una clara invitación que pasaría por alto; repartidos en la mesa y después de varias rondas de pintas, se encontraban el grupo en pleno.
Sombra había aparecido por el llamado de Oscar, estábamos muy contentos por su compañía pero el único taciturno y metido en su pensamiento era Connell; la cabeza le daba vueltas a las palabras del detective y no se consideraba una buena compañía, pensaba que tal vez un cuerpo caliente lo limpié y deje a su mente descansar para retomar la información con nuevos bríos y al final decidió ir a otro sitio a buscar distracción.

—Chicos los dejo, no creo estar de humor. Nos vemos mañana. ¿Qué les parece?

Todos contestaron que estaba bien.

A excepción de Tessa, que estaba muy incómoda con la actuación de C y más con la de su amiga; No entendía que hacía ahí si tenía un partidazo en su casa, decidió aprovechar la salida de Connell para irse con él; Ya no podía disimular más su incomodidad.

—Connell espera. ¿Puedes llevarme a casa? — pregunta Tessa antes de que el gemelo salga.
— Claro princesa — contesta este.

Salieron del establecimiento y se dirigieron a su deportivo, su orgullo; ya camino a la casa de la joven Connell insta a hablar a Tessa

—Lo siento Tessa, mi hermano es un estúpido que no ve más allá de su nariz.

—¿A que te refieres? — pregunta la joven avergonzada.

—Al sentimiento que profesas por él. Ya quisiera tener a alguien que me mire de la misma manera, como lo hace tú con mi hermano.

—Pero si tú también eres guapo amigo mío.

—Cierto. Sip... pero no tengo el mismo magnetismo; ahora no me cambies el tema.

—No te disculpes Connell. Es cierto— suspira lentamente—, yo estoy enamorada de tu hermano, pero él babea por nuestra amiga María E.

—Pero ella no le hace caso.

—Si lo hizo. En su momento lo hizo, por ello él la sigue buscando.

-—Tendré que hacerlo entrar en cintura.

—¡Tú!. ¿En serio?.

—¡Ouch! Si que eres mala.

Su risa fue rápida y espontánea, por lo menos le sacó un poco la tristeza.

—Te tengo una consulta amiga, sobre los archivos en el caso que lleva el detective y la psicóloga.

—Será mañana. Con un Té bien cargado hasta te lavo los calzones.

—Eres terrible, pero así me gustas. Esta bien te traeré un Té.

—Oye los calzones sin rastro de viejas; hasta ahí no llegó.

El joven tomó nota de darle un pescoson a su hermano, mujeres como Tess no se encuentran por ningún lado.
Rápidamente llegaron hasta la casa de la joven y antes de bajarse le dio un pequeño beso en la mejilla.

—Ve Connell, no te preocupes por mí. Soy un hueso duro de roer— sonrió para tranquilizarlo.
—Nos vemos mañana.

—Hasta mañana.

Arrancó para ir al Pub de moda; cuando llegó a este y antes de salir para entrar en el, tomó su celular y le envió un mensaje al bruto de su hermano.

¿Que haces idiota?. Detrás de una falda que está muy lejos de corresponderte. Y dejando escapar a una mujer como Tessa, que haría por ti lo que fuera. ¡Si serás bruto!.

Le dió a la tecla de enviar.
Contento con la acción se dirigió al establecimiento a pasar una buena noche y tal vez conseguir un polvo rápido.

La reunión poco a poco se fue deteriorado después de la salida de Connell y Tessa.
El grupo se separó en dos, Conall llevaría a María E hasta su apartamento. Y Sombra a Brendan y Oscar.
Las luces del todoterreno de Sombra se perdieron y ellos empezaron su marcha.

Frente a su edificio.
-Gracias por la velada C.
-No quiero terminarla aún pequeña. ¿Puedo pasar?.
-Eso no va a suceder más Conall- suspiró con fuerza-. Te utilicé. Necesitaba olvidar, desconectarme de la realidad. Por ello te pido perdón. Se que no lo merezco, pero así fueron las cosas.
-¿No te gustó?.
-¡Dios!... Lo disfrute mucho. Te disfrute el tiempo que duró, pero si continuó te estaría haciendo daño, me estaría haciendo daño. Eres un gran amigo y seria muy egoísta no darle paso a una buena mujer que te pueda conquistar. Que te ame, como yo no lo podré hacer.
-Palabras bonitas. El caso es que está de por medio el detective, es él, el que te caliente la cama ahora.
La bofetada sonó fuerte en el espacio reducido del auto.
-¡Como te atreves!...¿Cómo has podido?.
Salió del auto. Desde la puerta lo miró y le dijo.
-Aunque sí así fuera, no sería de tu incumbencia.
-Maria E, espera- salió detrás de ella-. Disculpame pequeña. Eso estuvo fuera de contexto.
-No me hagas arrepentir de lo que hubo entre los dos. Quiero que quede como un recuerdo bonito.
Dicho eso se encaminó hacía el edificio sin mirar atrás.

En el Pub...

El fuerte sonido de la música esconde el sonido placentero de dos cuerpos chocando entre si, en el cubículo más alejado del baño de hombres.
Una rubia emite sonidos guturales de placer mientras es embestida por un largo y grueso pene nervudo. El sexo ha sido implacable, ya ha tenido varios orgasmos y el joven que excava su canal le sigue dando placer.
-Que aguantes tienes. Por eso me gusta venir aquí. En el Pub de mi marido. Nunca se imaginaría que en sus propias narices le pongo los cuernos. Es excitante y a la vez peligroso.
-Tu me excitas.
-Gracias. Has sido desde lejos, el mejor. Pero no me refiero a ello.
-¿A qué te refieres?- pregunta ya intrigado Connell-.
-Es fascinante hacer las cosas a la vista pero sin que sospechen. Pido hacer un trabajo, tal vez el que él me asigne y yo le sacó provecho. Me consiento, y para borrar mi delito no pongo toda la información, la más importante para no delatarme. En mi caso tú siempre serás bienvenido, ya que no pertenece a este distrito. Hago parecer que estoy haciendo bien mi trabajo- Ella gime al sentir su nuevo orgasmo, ordeñando el falo de Connell al perder la concentración-.

-¡Maldición!.
-No te preocupes cariño, aquí es que entra mi trabajo. Me lavaré a conciencia y así no dejó que haya huellas de ninguna información. Y el cachudote no se da por enterado porque su verga no funciona adecuadamente para que me de placer. Jajaja.

-Claro... Mcallister tenía razón. Ese maldito nos está viendo la cara. ¿Pero cómo?. Debo averiguarlo.
Saliendo del Pub, encuentra una operación de secuestro.
Encapuchados y su líder llevan a la fuerza a una joven para entrar a una camioneta.

-Alto ahí. Detective de la policía-El que estaba a la sombra y sin ninguna restricción en su rostro se adelanta y da la cara-. ¡Tú!

En el estacionamiento del Pub resonó un potente disparo.
Connell cae al suelo víctima de la trayectoria de la bala.
Conall siente una fuerte opresión y mucha agonía.

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