˖⸙̭❛╰► epílogo: el final

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Abrí los ojos de golpe, observando el techo de mi habitación.

Sentía una extraña sensación que no podía describir en este momento, pero estaba plenamente consciente de que había tenido un sueño inusual. Tenía que ser una broma, pensé para mí misma. Sin embargo, a medida que intentaba recordar más detalles, mi cerebro bloqueaba cualquier recuerdo, dejándome frustrada y de mal humor desde temprano en la mañana. Miré el reloj de mi celular y vi que eran las 10:00 de la mañana. Solo tenía una hora antes de tener que ir a la universidad.

Me levanté de la cama con una gran pereza, recordando que mi habitación estaba en el ático y bajar las escaleras era una verdadera odisea. Parecía una carrera hacia la muerte cada vez que lo hacía.

—¡Choi Woo Jun! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no dejes tus juguetes por toda la casa?!—exclamé enojada, mientras me levantaba del suelo después de caer de cara al pisar uno de los autos que ella había dejado tirado en el suelo.

A pesar de que tenía solo 4 años, esa niña era más inteligente que todos los demás en esta maldita casa, y mi padre siempre la consentía como si fuera su princesa favorita. Me enfurecía. En este momento, vi la figura de mi padre aparecer en el pasillo, sosteniendo una cesta llena de los juguetes de Woo Jun. Me miró con una sonrisa tranquilizadora, como si intentara calmar la situación a las 10 de la mañana debido a las travesuras de su hija favorita.

—Cariño, no te pongas así. Es solo una bebé.

Rodé los ojos con exasperación y me dirigí al primer piso para comer algo. Anoche no pude comer debido a que el molesto Hwang Hyun Jin no dejaba de hablarme de la persona que le gustaba. Literalmente, me llamó solo para informarme sobre esa persona, que además resultaba ser uno de mis enemigos mortales, Lee Min Ho, quien era conocido por ser irónico y mal educado, especialmente conmigo.No tenía idea de qué le habría hecho para que se comportara así.

«Quizás robarle el novio.»

«Tal vez voltear a todos los homosexuales de la universidad.»

«También robarle el puesto en su materia favorita.»

«O simplemente, el hecho de ser la mejor amiga de la mayoría de los chicos que a él le gustaban.»

«¡Ah! También puede ser que en la infancia eran muy buenos amigos hasta que te preguntó el nombre de sus mascotas.»

Estoy segura de que es la última.

Sip, es esa.

—Buenos días, cielo. Aquí está tu desayuno.

—Gracias, ma.—agradecí mientras disfrutaba de mi kimchi mañanero favorito, saboreando cada bocado con deleite en cuanto tenía la oportunidad. Debido a que a veces no podía quedarme a dormir en mi casa, optaba por quedarme en casa de Kim Seung Min. Él vivía más cerca de la universidad, lo que facilitaba mis desplazamientos y me permitía realizar mis tareas académicas con mayor rapidez.

Afortunadamente, la madre de Seung Min era mi madrina y me permitía quedarme en su casa sin ningún problema.

—¿Te llevo o te vas con tu novio?

—Ja, ja—dramaticé con cierta ironía en mi voz—. Qué gracioso, mira cómo me rio.

—Qué maricona te pones por las mañanas, enana—Yeon Jun rio, despeinando mi cabello. Rodé los ojos molesta por su acción. Me ha costado mucho peinar este desordenado cabello, incluso a pesar de ser corto. Aunque he estado considerando cambiar su color. El azul ya no me gustaba—. Pero respóndeme.

—Llévame. Beom Gyu no podrá venir por mí.

—Aún no entiendo por qué no son novios. Pasan todo el día juntos, a veces pienso que Hyun Jin debe sentirse como un intruso estando con ustedes.—rio mi madre mientras cortaba unas verduras.

—¡Mamá!

—Eres la única que no se da cuenta.

—¿No lo saben todavía? Mi alma, corazón y mente solo le pertenecen a un chico en este mundo—dije con una mano en mi pecho, mirando hacia algún lugar de la casa, mostrando mi enamoramiento—. Lee Felix me espera. Adiós.

—¡Ni siquiera sabe quién eres!—exclamó Yeon Jun desde la cocina, mientras que yo sacudía la cabeza, y se escuchaba la risa de mi madre, Sae Ri.

Hoy sería el día en que finalmente ese hermoso chico de pecas encantadoras se daría cuenta de mi existencia. Después de semanas pensándolo, al fin reuní el valor para expresarle lo que constantemente pasaba por mi mente cada vez que pensaba en él. Mi atracción por él se remontaba a nuestros días de preparatoria, y sentía que era el momento adecuado para revelar mis sentimientos.

Bajé rápidamente del auto de mi hermano mayor, apresurándome a buscar mi siguiente clase, ya que estoy llegando tarde debido a la chatarra de automóvil que tenía Yeon Jun.

Porque a pesar de que le han dicho mil veces que era hora de hacer un cambio, él se negaba a hacer algo al respecto. Aún cuando nuestro padre yacía dispuesto a comprarle uno nuevo, ya que Choi Yeon Jun ni siquiera trabajaba como para poder comprarse uno. Fu  cuando me di cuenta de que debía aprovechar el hecho de que nuestra familia estaba pasando por un buen momento económico.

Si yo tuviera esa oportunidad, la aprovecharía al máximo.

11:29 a.m

—¡Por favor! ¡Te lo ruego!

Necesitaba desesperadamente que alguien me ayudara a librarme de ella, porque no podía perder la oportunidad de tener un momento a solas con el chico rubio que me gustaba. Sabía que Kang Dae Yi, en algún tiempo de su vida, podría entender lo que yo sentía, pero necesitaba que alguien comprendiera lo que quería hacer en este momento. Incluso nuestros amigos nos miraban con molestia, ya que la pelirroja era muy ruidosa y habladora. Sentía que toda la cafetería nos observaba con desaprobación.

Todavía era temprano.

—Solo acepta, Junnie. ¡Pero cállala!

—Lo siento, Jinnie—le respondí a mi mejor amigo, mostrando una expresión de tranquilidad—. No podré asistir a la fiesta de otoño, ya que al amor de mi vida no le gustan ese tipo de eventos. Además, Seung Min me lo confirmó. Así que no podré ir, ve con Hyun Jin en mi lugar.

—¡No!—chilló melancólicamente.

Se quedó sentada en la silla con una expresión de frustración. La pelirroja estaba haciendo un berrinche. Entendía que no quería estar sola, pero no podía ceder esta vez. Sería la primera vez que no seguiría sus juegos, así que ella tendría que disculparme.

—¿Qué tengo de malo?—bufó Hyun Jin.

—Todo. Vives embobado con Lee.

—Pero no por eso te dejaré de lado.

—¡Igual, Hyun Jin! Yo quería estar con Junnie. Quería que ella esté conmigo cuando mi banda favorita venga a tocar en la fiesta.

—¿Ah, sí?

La miré sorprendida. Siempre hablaba de una banda que había conocido a través de Instagram, pero nunca lograba entender completamente lo que decían. Apenas me desenvolvía en mi propio idioma, y esos chicos de la banda eran trilingües, más o menos. Kang Dae Yi hizo un último intento, mirándome con sus ojos de cachorros.

—Ay, no. Otra vez...

—¡Por favor, Junnie! ¡Ven conmigo!

—Tú—dijo Seung Min, golpeándome la cabeza con un periódico que tenía entre sus manos. Lo miré molesta.—. Te tengo información.

—¿Sobre?

—Lee Felix no irá a la fiesta, supongo que eso ya lo sabes, considerando que estás un tanto obsesionada con él—asentí mientras lo observaba desde mi asiento, ya que él estaba de pie. Fruncí el ceño cuando entendí su última frase—. Estará practicando en la universidad toda la noche, ya que uno de sus amigos lo postuló para un concurso de música. Así que esta es tu oportunidad de confesarle tu locura y ver si acepta arruinarse la vida para siempre.

—A veces pienso si te caigo mal.

—Te quiero, hermanita. Ojalá él te diga que no. Adiós.—confesó, marchándose.

—Pienso que se junta mucho con Lee Min Ho, se le pegó el odio.

—Es un buen momento para que me haga amigo de tu hermano espiritual. Nos vemos después, chicas—Hyun Jin se marchó—. ¡Seung Min, espera!

Dae Yi y yo nos miramos entre risas, sin poder creer lo bajo que a veces podía llegar uno de nuestros mejores amigos. Después de terminar nuestras clases, decidimos pasar tiempo juntas. Ella quería que la acompañara a comprar un vestido para esta noche, mientras me decía que yo también debería hacer lo mismo, ya que tenía que lucir guapa para atraer aún más a Felix.

Pensé que estaba viendo demasiados videos de TikTok con esas supuestas brujas.

—¡Perfecto!

—Está horrible, unnie.—confesé sinceramente.

Este vestido no era adecuado para mi tipo de cuerpo ni para mi tono de piel. Luego de luchar durante unos 30 minutos para encontrar un centro comercial que me gustara, finalmente pudimos salir del establecimiento con la ropa que usaría ese día. Llegaron las 20:00 de la noche y la fiesta de otoño en la fraternidad de los chicos de la universidad está a punto de comenzar. Eso significaba que tendría que soportar una vez más la voz frustrante de mi amiga a centímetros de mi rostro. Justo en ese momento, Dae Yi salió del probador en su habitación, luciendo el vestido que se había comprado.

—Te ves espectacular—hice un gesto con los dedos, mostrando seguridad en mis palabras—. Serás una diosa esta noche.

Dae Yi sonrió, pero su expresión cambió repentinamente cuando se dio cuenta de algo que le quitó esa emoción de sus labios rojos.

Yo estaba sentada en su cama de dos plazas, cubierta con esas sábanas transparentes. Ella dio unos pasos y se sentó a mi lado, luciendo un rostro de tristeza. La conocía demasiado bien, sabía que en pocos minutos comenzaría con su insistencia una vez más. Siempre ponía esa cara cuando quería algo.

—Yinnie...

—¡Ven conmigo! Juro que buscaremos otro momento para que Felix sepa de ti, amiga.—tomó mis manos.

—Lo lamento, Dae Yi, pero quiero ir con él.

—¡Por favor! Tienes que venir a presenciar el gran show que dará mi banda favorita.

—Sé que siempre quisiste ver a Facha tocar, per...

—Es 3RACHA.

—Está bien, como sea—le resté interés, me levanté de su cama y coloqué mis manos en sus delicados hombros—. Esto es algo que tú quieres presenciar, no puedes perderte esta oportunidad por mi culpa, ¿de acuerdo? Quiero que vayas, te diviertas, grabes, grites y la pases muy bien. Además, los chicos de 3WACHAS estarían muy decepcionados si supieran que estás haciendo tanto alboroto por mi culpa.

—Ni me voy a gastar en corregirte.

—¡Vamos, Yinnie! No te veo maquillarte. Apúrate que vas a terminar llegando tarde y no es lo ideal.

19:50 p.m

Torcí mi cuello un par de veces, sintiendo el cansancio de levantar pesas durante casi tres horas. Sabía que escuchar las palabras de Seo Chang Bin no era lo adecuado para mi cuerpo ni para mi estado emocional. ¿Por qué decía que hacer ejercicio en el gimnasio era la mejor manera de superarme? Moví la cabeza en negación varias veces. Después de eso, disfruté de los mejores 20 minutos de mi vida bajo la ducha con agua caliente, que me relajaba por completo.

Salí envuelto en una toalla y sentí ganas de beber un poco de alguna bebida energética. Pero cuando fui a la cocina, me llevé un gran susto al ver a uno de mis mejores amigos sentado en el sillón gris, moviendo nerviosamente su pierna y con las manos apoyadas en sus piernas. La expresión en su rostro me asustó. Espera, ¿qué hacía él aquí? Chang Bin se levantó inmediatamente al verme.

—Te bañaste, qué bueno. Ahora vístete.

—¿Qué?—fruncí el ceño—Hola, sí, estoy bien, Binnie. Gracias por preguntar. Pero ¿puedes explicarme cómo pudiste entrar a mi casa? No hay una llave de respaldo. ¡Es aterrador!—mis ojos se abrieron sorprendidos.

—Chan, evitemos la charla del ladrón y el policía. ¡Vístete de una vez! ¿No ves que estamos llegando tarde? ¡Apúrate, hyung!—ordenó mientras me movía con sus manos, tratando de que entrara a mi habitación. Pero yo no entendía nada de lo que me estaba diciendo.

—¡¿A dónde?! ¡Hoy es mi día libre! ¡Déjame descansar!

—No, porque Kim está enfermo. Tú lo reemplazarás.

—¿Qué yo qué?

Alcé las cejas sorprendido por sus palabras, ya que no me veía volviendo a hacer lo que solíamos hacer en la preparatoria. Ellos seguían haciendo eso desde que comenzó todo en la escuela. No obstante, yo me sentía más que cómodo con mi carrera, por eso dejé a mi suplente en ese grupo. En este minuto, la puerta se abrió de inmediato y Han Ji Sung entró con una expresión seria.

Se acercó directamente a mí y me tocó.

—¡No! ¡Suéltame!—exclamé mientras intentaban llevarme con ellos.

—¡Sí! ¡Vendrás con nosotros!

—¡Esto se llama secuestro!—grité cuando me metieron a mi habitación, claramente preparados para que me cambiara.

Pero no iba a permitir que me hicieran esto de nuevo, así que di un grito fuerte que hizo que me dejaran de tocar. Era el jodido momento de que esos mocosos me respetaran, ¡carajos!

20: 20 p.m

Suspiré nerviosa, tratando de alejar el sentimiento de terror que se apoderaba de mí por lo que fuera que iba a suceder en pocos minutos. Abrí la puerta del salón de teatro y pude escuchar el sonido del piano resonando. Sin embargo, mientras bajaba las escaleras, me di cuenta de que la persona que estaba allí no era el chico que tanto me encantaba, sino todo lo contrario, era alguien que me generaba asco.

—Ups, ¿decepcionada?

—Qué demon...—mi voz fue interrumpida.

—Seung Min me debía un favor, Min Jun.

—¡Eres un estúpido!

—No es mi culpa que no tengas la agenda de tu enamorado grabada en tu cabeza, por favor, Choi Min Jun. Cualquiera en su sano juicio iría a la fiesta de otoño si 3RACHA va a tocar. ¿Acaso no tienes gustos musicales o qué?—bufó, levantándose de la silla.

—Veo que no soy la única.

—No te confundas, ellos son mis amigos. Sé que tardarán un poco en llegar. Siempre son así.

—No me importa, ¿dónde está Felix?

—Duh, en la fiesta.

Presionó su dedo índice contra mi frente, haciendo que mi cabeza se inclinara hacia atrás mientras pasaba a mi lado y se dirigía a la salida. En ese momento, no pude contenerme y comencé a correr tras él por toda la universidad, enfurecida por lo que me había hecho. Tiempo después, buscaba a Kang Dae Yi por todos lados en el bullicio del lugar lleno de personas de todas las edades, finalmente vi a una pelirroja llorando.

—¡Unnie! ¡Dae Yi unnie!—llamé su nombre a gritos y ella se giró rápidamente.

Comenzó a saltar y agitar los brazos en el aire, indicándome que me acercara a ella, probablemente para que no perdiera su lugar en ese sitio. No me quedó más remedio que pedir disculpas con una mueca en el rostro, para que me permitieran pasar un momento al frente con mi amiga.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡No puede ser!

—¡Min Ho tiene todo que ver!—respondí en un grito, ya que todos estaban gritando y la música era tan fuerte que era imposible hablar normalmente.—¡No entiendo, unnie! ¿3WACHAS es algo como One Direction?

—¡¡3RACHA, Min Jun!!

—¡Como sea! ¡Lee dijo que Felix está aquí! ¡¿Lo viste?!—cuestioné molesta. Dae Yi frunció el ceño y negó con la cabeza.

—¡Está en el salón de teatro!

—¡Ya fui!

—¡Recién fue! ¡Escuché a uno de sus amigos decir que Felix volvería al salón de teatro! ¡Solamente acompañó a sus amigos hasta aquí!—explicó a los gritos—¡Ve! ¡Rápido! ¡Es tu oportunidad, amiga!

Le sonreí agradecida.

Era la primera vez que veía a Kang Dae Yi tan feliz, y eso me impulsó a caminar rápidamente fuera del establecimiento. Caminé por media cuadra y mis ojos se iluminaron repentinamente. Desde allí pude ver al chico que me tenía enamorada, tanto que dejé a mi mejor amiga sola disfrutando del show de su banda favorita. Dejé de caminar por un minuto, necesitaba armarme de valor para explicarle lo que realmente sentía por él. Sencillamente que justo cuando estaba a punto de retomar mi camino detrás del universitario de cabello rubio, ojos cafés y hermosas pecas en su rostro, la vida me dijo en mil idiomas, a lo largo de toda la noche, que no era una buena idea confesarle mi amor.

Casi me caí de cara al suelo por segunda vez en el día, cuando un chico me empujó, pero rápidamente me sujetó, evitando ese momento aterrador para mí.

—Lo sien...

—¡Mierda! ¡Por favor, ya basta! ¿Tanto cuesta entender que quiero decirle algo importante a Lee Felix?—grité en tono molesto—¿Todos quieren arruinarme este día o qué carajos?—exclamé enfadada.

Noté que el sujeto me miraba con una expresión extraña, parecía que había perdido la compostura y estaba haciendo el ridículo frente a alguien que no conocía en absoluto. Extrañamente, dejé de estar enojada cuando me di cuenta de que ambos teníamos casi la misma vestimenta.

—¿Necesitas desahogarte con alguien?

Digamos que su pregunta me hace mirarlo directamente a los ojos. Puedo admitir que estaba muy enojada, eso era cierto. Sin embargo, al observarlo, sentí una corriente eléctrica que el chico pecoso nunca logró provocarme.

—¿Sabes? Cuando estás enojada, es mejor tomarse unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo que luego lamentarás. Cuando estés más relajada, puedes expresar lo qué te molesta, pero sin la necesidad de lastimar a la otra persona. Eso ayuda.

Fruncí el ceño y metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta. No podía creer que este sujeto me estuviera tratando como una persona temperamental con problemas de ira.

—¿Me estás psicologeando? Wow, gran iniciativa de conversación, en verdad.

—No, no te estoy psicologeando. Simplemente te estoy dando un consejo que podría ser de mucha ayuda para el futuro.—asintió, mirándome con una sonrisa.

—Tsk. Este demente.

—Solo intento ayudarte.

—¿Ayudarme?—repetí asombrada, mirando más allá de él—Pues déjame decirte que hiciste todo lo contrario de ayudarme. La persona con la que quería hablar ya se fue. Eso no habría pasado si no me hubieras dado tus charlas de loquitos.

—Oye, la psicología puede ser muy útil.

—De acuerdo, adiós.

—¿Siempre eres tan agresiva?

—Sí—afirmé, pasando junto a él—. Es que de pequeña no sabía cómo expresar mis emociones y terminé convirtiéndome en una persona complicada en la vida real. Adiós, rarito.

Me despedí y caminé hacia el hombre que realmente me importaba.

—¡Espera! ¡Dime tu nombre!—me llamó mientras caminaba hacia atrás, mostrando una media sonrisa en mi rostro.

—¿Para qué?—volteé, mirándolo con curiosidad—¿Quieres darme sesiones de terapia, doctor de locos?

—Tal vez quiero ayudar a curar a una loca como tú.

—Mmh...—dejé de caminar, mirando al suelo por unos largos segundos, hasta que una idea loca y estúpida vino a mi mente de inmediato. Levanté la mirada y me encontré con sus ojos cafés.—Eso podría ser, pero todo depende de ti.

—¿De mí? No entiendo.

El hombre dio unos pasos y quedó a pocos metros de mi figura femenina.

—Quiero unas sesiones.

—Lo haremos entonces, si eso es lo que tú quie...

—Pero unas sesiones de éxtasis.

Reí ante la forma en que él me observó, sus mejillas se tornaron más rojas y sus ojos parecían a punto de abandonar su punto de origen. Encontré eso gracioso y tierno al mismo tiempo. No obstante, parecía que no estábamos en la misma sintonía, así que di unos pasos hacia atrás.

—Primero necesito saber tu nombre.

—Choi Min Jun.—me presenté, deteniendo mi caminar.

—Bang Chan, tu nuevo terapeuta.—respondió, y una sonrisa traviesa se formó en mi rostro.

Una sensación de emoción y anticipación recorrió mi cuerpo mientras contemplaba la idea de comenzar esta nueva sesión con el tal Bang Chan en el asiento trasero del auto de mi madre.

Las posibilidades y la intimidad de ese espacio me resultaban intrigantes y estimulantes. Con una sonrisa perversa en mi rostro, me acerqué a la puerta trasera del automóvil y la abrí, invitando a Chan a entrar. El ambiente era íntimo y acogedor, con los asientos de cuero suave y el aroma familiar del automóvil. Era un escenario inusual para una sesión de terapia, pero en lo más profundo de nuestros corazones, ambos sabíamos cómo esto terminaría. Hay una tensión palpable en el aire, una chispa que nos unía y nos atraía inexorablemente.

Me acomodé en el asiento trasero, sintiendo la suavidad del cuero acariciar mi piel. Dirigí mi mirada hacia Chan, cuyos ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y anticipación. Sabía que esta sesión sería completamente diferente a cualquier otra, que nos aventuraríamos en un territorio desconocido y emocionante. Con un gesto seductor, le indiqué a Chan que se sentara a mi lado, acercando nuestros cuerpos y creando una proximidad que generaba una electricidad palpable en el aire.

Era consciente de que esta sesión sería intensa y reveladora, una oportunidad para explorar mi sexualidad junto a él. Estaba lista para sumergirme en una experiencia de éxtasis y descubrimiento, dejando que nuestras almas y cuerpos se entrelazaran en una danza apasionada y liberadora. Fue entonces cuando me subí a sus piernas para devorar sus labios.


𝗧𝗛𝗘 𝗘𝗡𝗗

¡AL FIN TERMINÓ
SESIONES DE ÉXTASIS!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro