⚠️Advertencia, este capítulo puede contener escenas sensibles para algunas personas, se recomienda su discreción...¡Gracias!⚠️

Había pasado un año desde el desafortunado suceso.

Jimin miraba a su tío cada vez más débil que antes.

Este se la pasaba encerrado en su cuarto, llorando, mientras se abrazaba así mismo, deseando que todo fuera una pesadilla y que su detective se encontrara con vida.

El menor no sabía que hacer para sacar a su tío de esa profunda tristeza. Intentó buscar a su novio y contarle todo lo que había sucedido, pero no tenía ningún medio por donde contactarlo.

Y por ahora estaba arreglandoselas él solo...

Había salido del edificio para tomar un poco de aire fresco. Sabía que dejar solo a su tío no era una buena idea, pero estaba muy cansado gracias a su trabajo de tiempo completo.

Trabajaba detrás de una barra de bar, sirviendo bebidas a los clientes que asistían al lugar, al mismo bar que él asistía con su novio. Ya que era el único trabajo que le pagaba semanalmente y le ofrecía lo necesario para subsistir.

Sentía que ya debía de volver al departamento, de lo contrario se le haría tarde para hacer la cena para él y para su tío, a pesar de que este no tocara su plato.

Apagó su cigarrillo y se adentró nuevamente al edificio.

Últimamente había agarrado la manía de fumar, ya que uno de sus compañeros le había ofrecido y este al querer relajarse y olvidarse de todo lo que sucedía a su al rededor, aceptó.

Subió tranquilamente al asensor, segundos después llegó hasta su piso y caminó hacia su departamento.

Abrió la puerta con cuidado y después se adentro.

—¡Pa'! Ya vine...—Cerrando la puerta detrás de él.

Caminó sobre la alfombra, llevando su vista de un lugar a otro, mientras veía botellas de alcohol ya vacías en el suelo.

Y suspiró profundamente, pues su tío cada día estaba de mal en peor.

Se dirigió directamente hacia la habitación de Jin, ya que había mayor probabilidad de encontrarlo ahí.

Dió unos ligeros toques a la puerta, no recibió respuesta alguna y decidió abrirla. Su tío no se encontraba en su habitación y eso lo extraño. No podía haber salido, él ya no salía y prefería estar dentro de aquellas paredes.

Se dirigió a su habitación y a la cocina, pero tampoco se encontraba ahí. Ya solamente le faltaba de revisar un lugar, y en cuanto llevó su mano a la manija de la puerta, se percató de que había agua debajo de sus pies, había agua desbordandose de algo lado...

Después de unos segundos, reaccionó y giró la manija de la puerta rápidamente, pero esta tenía seguro. Con todas sus fuerzas, comenzó a golpear la puerta con su hombro, hasta el punto en que el cerrojo se rompió y la puerta se abrió de golpe.

Lo que vió a continuación lo dejó sin palabras...

SeokJin estaba hundido en la tina, la cual estaba llena de agua, agua que se mezclaba con la sangre que provenía de sus muñecas. SeokJin lucía muy pálido y eso alarmó aún más al pelirosa.

Inmediatamente se acercó hasta él, para sacarlo del agua. Como pudo, usó toda su fuerza y lo llevó hasta su habitación.

Sabía que tenía que hacerle un RCP, pero no sabía perfectamente como. Puso su fé en los conocimientos básicos que había aprendido en su secundaria y lo hizo.

Cubrió la nariz de su mayor, para después dirigirse a sus labios y soplar, después de eso juntó sus manos y presionó una y otro vez contra su pecho, a la altura del corazón.

Lo hizo varias veces, sin rendirse, ya que no perdería a su padre, eso no lo permitiría...

Al cabo de unos intentos más, SeokJin escupió el agua que había tragado, Jimin suspiró aliviado y rápidamente se dirigió hacia el teléfono, para marcar a la línea de emergencias...

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La ambulancia llegó después de cinco minutos. Cargaron a su tío en una camilla y después se dirigieron al hospital en la ambulancia.

Los doctores habían felicitado a Jimin por haber hecho el RCP, o mejor conocido como "el beso de la vida", si no lo hubiera hecho, su tío ya no contaría con signos vitales.

El pelirosa quería quedarse con su tío todo el día, todos los días, no quería volver a arriesgarse a descuidarlo. Pero los doctores le animaron a ir en busca de comida, mientras ellos se hacían cargo de él.

Los doctores no querían darle falsas esperanzas al menor, pero de una u otra manera tenía que enterarse de que su tío se encontraba en coma.

Un hombre con uniforme de policía sin arruga alguna, entró a la habitación "340" y después se dirigió hacia la cama, donde ya hacía el paciente Kim Seok Jin.

Había una silla a lado de la cama y fue ahí justo donde tomó asiento.

—Pero mira nada más...

El desconocido llevó su mano hasta la cabellera del castaño y ahí tomó un mechón, para después soltarlo sobre la cara de SeokJin.

—Que mal te dejó el que me haya hecho cargo de tu príncipe...—Soltando un risa malévola.—Debiste extrañarlo mucho como para hacerte esto...—Rió burlonamente al mismo tiempo que recorría con su vista al pelicastaño.—Es una lástima, porque no volverás a verlo y con suerte, no volverás a abrir los ojos, ja, ja, ja...

Se levantó, para después dirigirse a la salida, pero antes de salir de la habitación, se detuvo para dar una última mirada a SeokJin.

—Recuerdalo SeokJin...Eres mío y de nadie más...

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¿Qué dicen?

¿Hacemos segunda temporada? 😼